viernes, 12 de diciembre de 2008

La Nueva Corporación de La Bañeza

Tras el turbulento traspaso de poderes al que hemos asistido en La Bañeza, la nueva corporación municipal, Palazuelo al frente, se enfrenta al reto de demostrar que es capaz de gobernar y de hacerlo eficazmente. Por esta razón es conveniente repasar algunas propuestas que se han hecho desde Las Comarcas y, acaso, añadir alguna nueva; mucho más cuando sabemos que el poder, con el paso del tiempo, nubla la vista y tapona el oído a la mayoría de los mortales. Aprovechemos, pues, las virtudes del alcalde recién estrenado y enriquezcamos, como quien da lustre a su viejo coche, las nuevas posibilidades de la máxima institución bañezana.
La Bañeza necesita un importante giro en la gestión municipal que conduzca a potenciar los elementos que la hagan fuerte y pujante de cara al futuro, a minorizar las debilidades, a aprovechar las oportunidades que presenta y, finalmente, a neutralizar las amenazas sobre su futuro. Pensemos en una ciudad desconocida, la ciudad de Ejemplaria: ¿qué nos gustaría que tuviese? un bonito centro urbano con edificios peculiares y autóctonos, buen comercio, algún gran almacén, instalaciones deportivas, buenas comunicaciones, una oferta cultural amplia con teatro, cine y exposiciones, colegios con alto nivel educativo, parques donde los niños jugasen, rutas turísticas cercanas y atractivas, buenos restaurantes y hoteles, un polígono industrial donde se concentren las naves industriales, que no deben mezclarse con las casas, alguna actividad u oferta que diferencie a la ciudad, y que la haga atractiva y relevante en el panorama nacional (como la SEMINCI de Valladolid, el circuito de Jerez, Cabárceno en Santander, la Semana Verde en Silleda, Iberjoya en Córdoba o el Teresa Herrera de fútbol en La Coruña), instalaciones deportivas, una gestión de la basura eficiente, buen asfaltado, aceras amplias y bien conservadas, vigilancia de las calles, mobiliario urbano cuidado, suministro de agua en buenas cantidad y calidad, crecimiento ordenado de la ciudad, buena señalización, tráfico ordenado, reducido gasto corriente municipal, depuración de las aguas residuales, integración en las redes de ciudades europeas, acuerdos con las ciudades y pueblos cercanos para acometer la prestación de nuevos y mejores servicios, vida nocturna animada, buena relación del ayuntamiento con el resto de instituciones para obtener financiación, servicios sanitarios de calidad, oídos para escuchar a los grupos de oposición cuando aporten algo, mobiliario urbano bonito y, a ser posible, diferente, ... en fin, tres o cuatro cosas por cargo público. ¿Cumple La Bañeza estos requisitos?
La gestión municipal, por lo tanto, puede ser decisiva para el futuro de La Bañeza. Yo la dividiría en dos grandes grupos de materias: el primero se compondría de las cuestiones habituales en la vida de cualquier ayuntamiento entre las que destacaría, para el caso que nos ocupa, la contención del gasto en personal, la ordenación del crecimiento de la ciudad y la conservación del conjunto arquitectónico modernista; el segundo sería relativo a esfuerzos de la gestión que se producen en un momento determinado para alcanzar un objetivo útil en cierto momento histórico. Tres preocupaciones de referencia en este aspecto podrían ser el lanzamiento de las comunicaciones con Braganza, el impulso del circuito -o de un elemento singular similar- y la puesta en valor de todas las posibilidades turísticas de La Bañeza, que no son pocas, pero sí están desatendidas.
Es mucho lo que queda por hacer. La nueva corporación tiene apenas media legislatura por lo que una acción ordenada, sin prisas, pero sin pausas, un seguimiento estrecho de las acciones y el establecimiento de metas intermedias -que puedan servir de alentadores hitos, indicadores del progreso en la gestión de determinados temas- son fórmulas para la dirección de organizaciones de uso imprescindible aquí. Limitar el tiempo de las actividades poco productivas, por muy rentables electoralmente que éstas sean, es otro aspecto importante. Cualquier acción acompañada de un buen nivel de comunicación tiene tanto efecto como recibir a los ciudadanos días enteros, algo que debe limitarse en el tiempo y cubrirse con la recepción de sugerencias por escrito.
Por último, hay que recordar que el cambio de alcaldía debe haber generado unas expectativas entre los bañezanos que no deberían verse defraudadas. Si, finalmente, fuese así el castigo podría ser tremendo. La anterior corporación no puso el listón muy alto por lo que, con sentido común y ganas de trabajar, no debe ser difícil superarlo. Sin embargo hay una consideración por encima de todas que no quiero dejar de hacer: no hay tiempo que perder porque otras ciudades están progresando en este preciso instante. Es mucho el potencial de La Bañeza. ¿Serán los bañezanos capaces de explotarlo?

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