La crisis por el cierre de la azucarera de La Bañeza transcurre con una pasividad institucional que asusta. No debiera ser así, pues hay argumentos para negociar, ya que el mercado del azúcar estuvo intervenido hasta 2017.
https://www.lanuevacronica.com/opinion/azucareras-instituciones-pasividad_177625_102.html
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