viernes, 18 de abril de 2008

Nuevo Plan en Valladolid

La pasada semana se presentaba el proyecto “Valladolid Siglo XXI”, realizado por una consultoría, en esa ciudad. Se trata de un estudio abanderado por la Cámara de Comercio, la Asociación Vallisoletana de Comercio (AVADECO) y la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid (FECOSVA). El informe propone impulsar la relevancia de la ciudad a todos los niveles. Para ello reclama la implicación de sus fuerzas vivas en la redacción y ejecución de un plan estratégico con horizonte en 2016.

El plan diseñaría un modelo de ciudad, y marcaría las acciones y plazos necesarios para que Valladolid alcanzase la condición de ciudad de referencia en el noroeste español. En otras palabras, daría continuidad al primer plan estratégico, que vio la luz en 1995. En él ya se marcaba el objetivo de convertir la ciudad en el centro del noroeste español. Las causas de su fracaso no han sido analizadas suficientemente

Como se comprueba, este deseo de suplantación de León persiste. Para ello se disponen a proponer formalmente –ya lo hacen de manera informal- el aeropuerto de Valladolid como instalación de referencia en la comunidad autónoma por vía de la imposición. También reclaman una red radial de comunicaciones desde Valladolid, así como centros comerciales de referencia “regional”.

Ante los próceres de esa ciudad, que no parecen conocer la palabra “competir”, se echa en falta el contrapeso de los de León, urbe reconocida por su intrínseca ambición de liderazgo. Es en este capítulo donde sus fuerzas vivas tendrían que demostrar capacidades de movilización y colaboración. Para empezar sería deseable un debate sobre el papel que León pretende desempeñar.

2 comentarios:

Alfonso Mielgo dijo...

Pues a mi me parece muy bien, cada uno lucha por lo suyo.
El problema lo tenemos nosotros, que no luchamos ni por lo nuestro,... ¿por qué no hacemos lo mismo?

Cisastur dijo...

Yo creo que la clave no está en el ayuntamiento de Valladolid, sino en la Junta, que actúa como un superayuntamiento pucelano. El tratamiento presupuestario es tan sumamente sectario que causa indignación.