Transcurren días de precampaña electoral, donde las ofertas de los partidos se multiplican. En algunos casos tienen importancia, pero frecuentemente se destacan cuestiones de segundo orden. La repetida cita de una comunicación directa hacia Oporto podría ser entendida como una cuestión frívola. Sin embargo es necesario comprender el calado de esta propuesta para reclamar la atención sobre ella.
Para ordenar esta reflexión es necesario saber algunos datos de Portugal. El primero es que su superficie peninsular no alcanza los
El país se divide en 5 regiones: Norte, Centro, Lisboa, Algarve y Alentejo. Pese a que comunmente se piensa que la población se concentra en Lisboa, no es cierto. La región Norte le aventaja en un millón de habitantes, alcanzando los 3.750.000. Además, dentro de esa región la distribución es muy irregular. Unos 430.000 habitantes viven en las zonas que lindan con Zamora, en una superficie similar a ésta.
Por el contrario, los
Para ponderar la importancia real de esa gran aglomeración humana hay que saber que en
De la constatación de estos datos, accesibles para cualquiera en las web de los Institutos Nacionales de Estadística portugués y español, surgen otras reflexiones. ¿No es clave la interconexión de los puertos del norte (Oporto, Vigo, Coruña, Gijón, Bilbao, Barcelona) a través del interior para reforzar la potencia económica de todo el área? ¿Cuál es el papel que queremos que León juegue en ese tablero? ¿No nacerá de la conexión de Oporto y el área central de Asturias, a través de León y Braganza, un nuevo corredor económico capaz de proyectarse en el tráfico internacional? ¿No son estas elecciones una oportunidad para rubricar esta apuesta?
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