La semana pasada se ha producido la destitución del alcalde de Villaquilambre. Se trata del último episodio de un conflicto personal entre éste y el líder de la oposición, del PSOE. Sin embargo su repercusión puede tener efectos en la política nacional.
Rememorando la pasada legislatura hay que recordar que el alcalde, leonesista, se encontró con que dicho líder de la oposición era, además, el secretario del ayuntamiento. Esta circunstancia, producto de un agujero legal, resulta asombrosa y cuestionable, ya que el secretario municipal debiera ser un funcionario neutral e independiente en su lugar de trabajo. La sospecha de que Hidalgo bloqueaba la gestión municipal provocó en García Bayón una reacción furibunda, cuya secuela aún se resuelve en los juzgados, tras las últimas elecciones.
Las manifestaciones de hostilidad de la oposición contra este alcalde en minoría han culminado en la propuesta de Bayón de una moción de confianza hacia su persona. Todo parecía atado por el pacto UPL-PSOE del Ayuntamiento de León para que García Bayón no se viese desautorizado. La sorpresa se desató en el pleno cuando los concejales del PSOE, según se dice, contradiciendo las directrices de su partido, hicieron caer al leonesista.
Sea de quien fuere la decisión de desalojar a Lázaro García de la alcaldía, el impacto sobre el PSOE podría ser demoledor. Si la cuestión no se resuelve satisfactoriamente para
Otro posible escenario es que Rodríguez de Francisco conociese la maniobra y que dejase hacer para debilitar a García Bayón. En estos momentos de indefinición en la ejecutiva de
Mientras, el PP continúa fuera de combate en muchos de los campos de la política provincial, como en éste. Bastante tiene con resolver las divisiones internas.
En definitiva, los leoneses vemos cómo se aproxima la contienda electoral, que se despliega sobre un tablero múltiple sobre el que León, al fin, importa algo.
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