Los ciudadanos de León vivimos estos días sucesos políticos asombrosos en torno a la propuesta de construir una autovía entre Ponferrada y Asturias. Las discusiones en torno al trazado de este vial se están resolviendo de una manera que carece, desgraciadamente, de precedentes.
Así, el equipo de gobierno municipal de Villablino ha corregido su postura y apoya esta carretera -sin que eso tenga que implicar que abandone sus apetencias por el corredor de Babia-. En sintonía,
En contrapartida, se echa de menos una presencia más activa de
Debemos tomar conciencia de que esta autovía no es marginal; se trata de la de más impacto de las pendientes de construcción en León. Representa una conexión necesaria para explotar las posibilidades del corredor del Sil, que, sin salida a la autovía del Cantábrico, quedaría apartado de las redes principales de transporte. Sin acceso a tales rutas nadie tendrá interés alguno en invertir en la zona.
Por añadidura, estamos en un punto en que el consumidor desea poder llegar a las cercanías de los parajes naturales por buenas vías de comunicación para hacer turismo de naturaleza. Si Laciana debe vivir en el futuro de sus recursos paisajísticos ha de ser fácil la llegada de viajeros hasta el pie de monte. Por esta causa, entre otras, es prioritario conservar la integridad de los menguados bienes naturales de la zona, tras la devastación que traen aparejada los cielos abiertos. En definitiva, se hace recomendable la construcción de un túnel en la cordillera, que permita el libre desplazamiento de la avifauna en superficie.
Como última consideración, hay que recordar que las autovías no generan actividad donde no existe población. En ese sentido, se debería procurar que el trazado se aproxime los núcleos principales, reduciendo al mínimo la distancia entre Cangas de Narcea y Villablino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario