La decisión del Ayuntamiento de León de abandonar el Patronato Provincial de Turismo ha causado un agrio debate. La presidenta de
La atracción del viajero se basa en una oferta que ha de estar lo más segmentada que se pueda. Esto se debe a la incesante lluvia de mensajes publicitarios de la competencia. Dicha presión sobre el consumidor provoca que, para diferenciar el producto, se tenga que mostrar una propuesta definida, con pocos tópicos y orientada a un segmento de público concreto.
Cuando la divulgación se basa en presentar zonas muy amplias esos requisitos son difíciles de cumplir. En estos casos hay que contentar a todas las áreas, en general heterogéneas. El resultado suele ser la transmisión de una imagen confusa y adocenada, lo que equivale a indiferenciación y vulgaridad. Ese constituyó uno de los insolubles problemas del Patronato en los últimos años.
Por otra parte, hay que equilibrar la concentración de los esfuerzos en zonas reducidas con la paradójica necesidad de alcanzar unos recursos suficientes a fin de poder efectuar acciones de impacto. Por esta causa se puede promocionar El Bierzo con acierto, como se ha hecho, pero por el contrario no sería posible actualmente promocionar Ponferrada en solitario. En el caso de
Además, ajustar el tamaño de las entidades promocionales conserva su operatividad. Por el contrario, el engrosamiento conlleva su degradación. No hay más que ver los pésimos resultados de SOTUR, el organismo de
En definitiva, la promoción del turismo en
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