jueves, 27 de agosto de 2009

Crisis, Paro, Crédito y Confusión

La actual crisis económica viene acompañada de confusión, lo que potencia la inseguridad reinante. La incapacidad de las autoridades para dar explicaciones y las divergencias entre técnicos dificultan el análisis de la recesión. Por eso es conveniente aislar cuestiones concretas y esclarecer algunas sombras.
En primer lugar, los sucesos económicos se han concatenado velozmente, lo que acortó el plazo de predicción. Los modelos de cálculo prospectivo se basan en cambios progresivos, pero como en dos años se concentraron las turbulencias no existen predicciones fiables a más de tres meses.
En segundo término, se enarbolan repetidamente los datos del paro en España, aunque los más significativos sean los de empleo. Según la Seguridad Social la cifra de trabajadores cotizantes flota entre los 18 y los 18,2 millones desde enero, es decir, no existe pérdida neta durante 2009. Sin embargo el paro sube notablemente y así seguirá mientras continúen llegando inmigrantes al ritmo actual, ya que éstos se incorporan al mercado laboral paulatinamente. En conclusión, se ha destruido mucho empleo (1,5 millones), pero ni tanto como se vocea ni ha sido últimamente.
Una tercera cuestión está en la desconcertante falta de crédito privado a pesar de las inyecciones oficiales de liquidez, pero dado que la economía española consumió mucho más de lo que producía en el último decenio es comprensible. El desajuste se sustanció en un enorme déficit comercial; todos gastábamos más de lo que generábamos a base de pedir créditos y nuestros bancos captaron recursos que no tenían mediante préstamos de entidades extranjeras. Ahora que éstas pasan por dificultades no quieren renovarlos, como hacían antaño, y reclaman el pago.
Se pidió mucho y hay que devolverlo, con intereses, en un plazo anormalmente corto. Pero hétenos que buena parte se halla invertido en constructoras españolas que no pagan. Por eso los bancos están retirando tanto dinero como pueden del resto de la economía, incluidas las famosas inyecciones estatales de liquidez. Esta situación se suavizaría a partir de abril, cuando el grueso de los vencimientos se hayan cubierto.

miércoles, 19 de agosto de 2009

León, Agua, Balnearios y Termalismo

Una de las ofertas turísticas que más ha incrementado su presencia en España es la relacionada con las aguas termales y balnearios. La demanda, que busca alternativas al turismo de sol y playa, acogió con creciente agrado estas instalaciones. La presencia masiva de personas jóvenes y de numerosas familias con niños pequeños ha transformado la imagen vetusta de estos destinos vacacionales. Por otra parte los establecimientos dedicados a dicha mezcla de salud y ocio con agua se suelen enclavar en lugares montuosos, donde hay fuentes, o en zonas húmedas, donde el paisaje es verde. Esto incrementa su atractivo y consolida la oferta del creciente turismo interior.
La provincia de León tiene oportunidades para tomar posición en este mercado. Hubo una época en que los balnearios menudeaban por la provincia, pero eso es ya historia. No hay imagen de marca que recuperar porque se dejó extinguir. Sin embargo el agua es un elemento omnipresente en el territorio leonés. Esto permite que se pueda escoger una ubicación adecuada para cualquier proyecto de agua y salud.
La experiencia muestra que los “spa” y balnearios son instalaciones costosas que requieren buena accesibilidad, zonas de ocio próximas y poblaciones cercanas de cierto tamaño que proporcionen clientes y alternativas de esparcimiento diversas. Prácticamente ningún balneario alejado de las grandes rutas y poblaciones presenta una historia de éxito. Además se debe proporcionar apoyo institucional a través de los planes oficiales de turismo. Sólo así los inversores pueden acometer una apuesta arriesgada y cuantiosa, como la de una instalación balneario-termal, con posibilidades de rentabilidad.
La provincia presenta ubicaciones interesantes en las cercanías de Ponferrada y León. También en las zonas aledañas a las autovías y las cabeceras de comarca más urbanas (Astorga, La Bañeza, Valencia de Don Juan, Bembibre, Sahagún, …). En los valles de montaña las posibilidades se reducen por la dificultad de acceso y las reducidas posibilidades de ocio alternativo. Por eso la explotación de los recursos hídricos de León en esta vertiente se debe basar en la racionalidad.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Cistierna y las DOT Cantábricas

El sábado tuvo lugar una manifestación en Cistierna contra el proyecto de Directrices de Ordenación del Territorio que pretende reunir en un área funcional la montaña palentina y buena parte de la leonesa. Los medios hablan de unas 1.000 personas, lo que constituye una concurrencia sobresaliente. Aunque había gente de León, Cistierna está alejada y, por su parte, la montaña sufre despoblación y poca capacidad reivindicativa. La manifestación es comparable a que en León ciudad se manifestasen 50.000 personas. En consecuencia se trata de un triunfo para los convocantes.
Por otra parte, ahora que el resto de la provincia mira hacia la montaña, habría que saber qué proponen los líderes locales. Las DOT publicadas no son aceptables y los montañeses las rechazan, pero ¿cuál es el proyecto entonces? Su exposición es la lógica secuela a este pronunciamiento. De lo contrario se habrá realizado un esfuerzo baldío, ya que sólo se conoce una propuesta: la de la Junta.
Por ejemplo, sería lógico reclamar dos áreas funcionales leonesas dentro de la zona abarcada por la Junta: una recogiendo los valles del Bernesga, el Torío y el Curueño, y otra los del Porma, el Esla y el Cea. Las estrategias en ambos habrían de ser diferentes. La zona más problemática es la oriental porque está lejos de los grandes nodos y rutas de transporte. Su poblamiento es débil y declinante, y la Junta asfixia la actividad económica y turística so pretexto de la protección del Parque Natural de los Picos de Europa. La oportunidad más evidente para atraer actividad, al margen de lo que pase con la estación de esquí de San Glorio, es atraer el abultado excedente de visitantes que genera Liébana.
Para lograrlo hay que sortear el Puerto de San Glorio, que disuade a cualquier turista de su ascensión. Solaparlo es fácil, viable técnicamente y nada caro hoy en día. Hay que construir un túnel de 2 kilómetros entre Llánaves de la Reina y Vejo. Eso pondría luz en el oscuro túnel en que ahora está sumida la comarca. Otra clave es cambiar la fealdad indescriptible de Cistierna. La circunvalación abre esa posibilidad. ¿Habrá gestores capaces de aprovecharlo?

martes, 4 de agosto de 2009

Ataque a las Cajas de Ahorros

La crisis financiera ha puesto al descubierto las deficiencias de gestión de ciertas entidades financieras. Entre ellas se encuentran la mayoría de las cajas de ahorro, cuyos rendimientos promedio son peores que los de los bancos. Esta circunstancia ha dado pie a que los directivos de la banca privada y afines aboguen por su desaparición.
Las mayores dificultades que atraviesan las cajas tienen causas evidentes. Son entidades de carácter social y la composición de sus órganos rectores está fijada por ley. Ésta permite que los políticos tengan asignado hasta un 50% de los asientos en sus consejos. Tal situación ha propiciado que en la dirección de dichas entidades se encuentren personas –demasiadas- sin conocimiento alguno de gestión financiera. Además esa cuota de políticos en los órganos directivos ha forzado la concesión de créditos desaconsejados por los técnicos con el fin de devolver favores y de repartir dádivas. Este aspecto, que en épocas de bonanza económica pasó desapercibido, ha emergido con energía en la crisis, poniendo en riesgo el equilibrio empresarial de las cajas.
Las cajas de ahorro son corporaciones cuyo beneficio se reparte en forma de obra social, al contrario que el de los bancos, que es privado y va a los bolsillos de los accionistas. Además las ganancias de las cajas se reparten con criterios territoriales, lo que las compromete con su entorno más próximo. Consecuentemente la pérdida de la sede social de una caja de ahorros es una pésima noticia para las provincias que la sufran. En definitiva, una caja es más beneficiosa socialmente que un banco. De ello se deduce que tras las críticas indiscriminadas a las cajas de ahorro residen intereses de lucro privado.
Finalmente la crisis de las cajas de ahorro tiene una raíz precisa: la inadecuada redacción de la norma estatal que regula su gobierno. Por tanto ha de reescribirse la ley orgánica que las rige, la LORCA, cuanto antes para reducir la influencia de los políticos en la gestión. El resto de reproches son propaganda interesada de los bancos, que ven en la desaparición de estos entes sociales una oportunidad para aumentar su negocio.