miércoles, 24 de febrero de 2010

Censo y Transformación Cultural

El Instituto Nacional de Estadística ha facilitado la población de los ayuntamientos españoles a 1 de enero de 2009 según el padrón municipal. León Provincia sigue una línea de estancamiento en el entorno del medio millón de censados, que le ha llevado a perder dos millares de habitantes desde el año 2000. A pesar de esta aparente continuidad la distribución de la población está sufriendo cambios importantes, cuestión que es necesario conocer para anticipar futuros escenarios.
Uno de los aspectos destacados es la concentración de los leoneses en las áreas urbanas. En el lapso de 2000 a 2009 los quince mayores ayuntamientos reunieron 16.000 habitantes más, es decir, ese grupo absorbe más de un millar de habitantes extra por año. Si considerásemos en particular los círculos urbanos de León y Ponferrada se acercan ya a los 300.000 habitantes, el 60% del total.
Resulta especialmente gráfico examinar los municipios por los que pasa una autovía o carretera nacional de primer nivel (las de Oviedo, Valladolid y Orense) sumados a los de las áreas metropolitanas: 382.000 habitantes -casi 20.000 de ganancia desde el cambio de siglo-. Los leoneses se están concentrando en la cercanía de los corredores de comunicaciones y poco más de 100.000 quedan ya en las vastas extensiones alejadas de las rutas de tráfico. Pronto ni siquiera alcanzarán esa barrera presionados por los efectos del envejecimiento y la acuciante falta de servicios.
El efecto de estos movimientos poblacionales alcanza a lo que hemos considerado hasta hoy cultura tradicional. Estamos en un momento de cambio desde el costumbrismo rural hacia la reinvención de las identidades con un carácter urbano a partir de los elementos arcaicos que nos han llegado. León se asoma a la cultura de las ciudades con dos ámbitos bien definidos: el subsistema leonés y el ponferradino.
Dicha transformación –experimentada ya en Valladolid y Palencia- se está produciendo también en ciudades vecinas como Zamora, Salamanca o incluso Oviedo, donde los colapsos de la ganadería y de la minería están desarraigando a la numerosa población rural que había llegado hasta nuestros días.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Tormentaria, Crisis y Pasteleo

El Concejal de Hacienda de León ha hecho públicos los presupuestos del ayuntamiento justificando una notable rebaja debido al desplome de la recaudación. La crisis hace que la economía privada reduzca su aportación fiscal. El difícil trance debiera conllevar una optimización de los gastos del Ayuntamiento ¿o no?
Hace un par de semanas, poco antes, se publicitó una exposición que podrá visitarse en el Palacio de los Condes de Luna nominada “Tormentaria”. Se trata de un evento que pude apreciar hace años en Santillana del Mar, villa con intensa vida cultural. Reúne un conjunto de reproducciones a escala de maquinaria de guerra de la antigüedad. Es vistosa y entretenida, un producto cultural completo realizado por una empresa especializada y preparado para itinerar comercialmente.
Causa sorpresa y enojo que se haya nombrado un comisario, ya que no ha lugar. La exposición no necesita añadidos para ser presentada. Como mucho se podrían intercalar algunos carteles de explicación alusivos al Reino de León, pero tal cosa no requiere un comisariado. Más interrogantes aún produce la remuneración del mismo: 4800 euros.
Es imperioso que se dé una explicación, ya que estamos en plena crisis, lo que está afectando a inversiones, empleos, privatizaciones, ... Por el contrario, si la Concejalía de Cultura no lo esclarece nos hará pensar mal: o se trataría del pago por un servicio irregular no reconocido públicamente, o quizás de una corruptela de lucro particular.
El afectado se intenta exculpar en su blog, pero si la oposición municipal no hubiese levantado la liebre esta cuestión pasaría desapercibida y él sin tacha. Sin embargo puede ser el principal perjudicado por el escándalo, ya que o se da una aclaración plausible o habrá que pensar que se le compensa por servicios -sea a la cronista de la ciudad, en cuyo círculo se mueve, sea al equipo municipal por impulsar el “escándalo Llionpedia”, o por vaya usted a saber-. Al fin y al cabo el juez no encontró elementos filonazis en la citada web, pero a Pardo, el más incómodo y exigente de los socios municipales, le costó el puesto. Un final redondo para ciertos estrategas.

jueves, 11 de febrero de 2010

León,Transporte y Área Metropolitana

La ciudad de León se ha consolidado como centro rutinario de servicios para una población que desborda ampliamente los 134.000 habitantes del municipio (datos INE 2009). Unas 210.000 personas se desplazan diariamente por el continuo que abarca desde Puente Villarente hasta Lorenzana, desde Montejos del Camino hasta Vega de Infanzones. La existencia por una parte de autobuses urbanos de León y de otros de los alrededores tuvo sentido en el pasado, pero actualmente lo ha perdido. La aglomeración en torno a León ha de empezar a unificarse funcionalmente en todos los aspectos para lograr una urbe próspera. Las ciudades son el motor económico de un país y si León quiere desempeñar un papel relevante en dicho ámbito debe adaptarse a esa nueva realidad.
La semana pasada el Ayuntamiento de León y la Junta de Castilla y León han llegado a un acuerdo para gestionar en común el transporte por autobús dentro del área metropolitana. Si se lleva a cabo habrá una racionalización de las rutas que incluirá la unificación, el consiguiente aumento de frecuencias y una mejoría de la calidad del servicio.
El acuerdo es una importante aportación para mejorar la movilidad en el continuo urbano y así consolidarlo. Item más, la extensión del tranvía a San Andrés del Rabanedo debería ser otro objetivo, ya que ningún nuevo transporte puede plantearse ajeno al área metropolitana. Realmente los 48.000 habitantes que suman San Andrés y Villaquilambre residen en barrios de León. La capital ya no se puede concebir sin ellos. En contraste, el hecho de no pertenecer nominalmente a León deprecia su valor inmobiliario, dificulta la gestión y no aporta nada positivo a la calidad de vida. Mejor un municipio de 185.000 habitantes que tres contiguos más pequeños y limitados. Deben fusionarse
No dejaré pasar esta oportunidad para felicitar a Francisco Fernández y a Antonio Silván por el acuerdo. Más allá de las consideraciones sobre quién lo capitalizará políticamente hay que proclamar que los ciudadanos estamos hartos de tacticismos y fontanería de partido político; queremos soluciones y eso es lo que nos han proporcionado en esta ocasión.

miércoles, 3 de febrero de 2010

León y el Cementerio Nuclear

Asistimos al debate sobre la conveniencia de la generación atómica en el sistema energético español. Al hilo del mismo se ha presentado la necesidad de crear un almacén definitivo para los residuos nucleares, aunque se pretenda denominar “temporal”. La causa, al parecer, es la necesidad de repatriar los residuos desde almacenes franceses, que vienen costando unos 24 millones de euros al año, así como concentrar los que reposan en las centrales nucleares españolas.
Quienes apoyan el crecimiento de la energía nuclear argumentan que estos almacenes y las centrales que los alimentan son seguros. Sin embargo se conoce que la costosa e improductiva gestión de la radiactividad en estas instalaciones y en sus residuos es incompatible con una situación de catástrofe natural, de guerra, de miseria o de cualquier otro imponderable sobrevenido inesperadamente. Además dichas emisiones se prolongan varios miles de años. Como nadie puede garantizar la seguridad de las instalaciones de almacenaje porque tampoco conoce si dentro de cuatro generaciones, por ejemplo, puede producirse una situación así, se concluye que es una tecnología peligrosa e insegura. Ninguna otra fuente energética presenta tantos ni tan graves factores de riesgo porque sus efectos negativos se prolongan un tiempo mucho más limitado.
De nada sirve poner ejemplos de zonas de gestión segura como Francia o USA. La propia idiosincrasia de esta energía les convierte en países expuestos a ataques o desastres en los próximos siglos. Apenas 50 años de historia de las centrales es un aval ridículo para un material que mantiene su peligrosidad por miles de años. En conclusión: los cementerios nucleares cuanto más lejos mejor y respecto a las centrales nucleares otro tanto o cerradas.
A propósito de los residuos, si se proclama que la energía nuclear es tan barata, ¿se han imputado los gastos durante varios siglos de los residuos e instalaciones abandonadas? Las centrales clausuradas no se pueden desmontar ni abandonar y requieren mantenimiento. Como colofón: esta energía nos haría más dependientes de tecnología francesa y norteamericana. Lo dicho, es una joya.