sábado, 28 de febrero de 2009

Tres días de agitación financiera

Tras tres días de caída de mi red wifi quiero repasar un proceso que se encuentra entre los más interesantes y efervescentes de los que afectan directamente a la sociedad leonesa. Antes de ayer el consejo de Caja España ha mandatado a sus máximos responsables para explorar las distintas posibilidades de fusión/colaboración con otras cajas. Puesto que los mayores problemas originados por el tamaño mediano o pequeño vienen de las dificultades de acceso a los mercados de capital internacionales, cabe pensar que se trabaje en esa línea.
Lo que parece es que el panorama financiero va a cambiar, aunque no como pretendía la Junta, que quería centralizar la actiividad financiera en Valladolid. Esto se deduce porque, en paralelo, Caja Círculo estudiaría la absorción de Caja Burgos, lo que crearía una entidad bastante grande, aunque fuera del control directo de la Junta dadas las características de Caja Círculo; justo al revés que si la absorción fuese en sentido contrario. Además se aseguraría la sede de la Caja para Burgos.
Este movimiento dejaría casi todo el peso financiero deslocalizable en la zona occidental de la autonomía: León y Salamanca. La posibilidad de una fusión entre Caja España y Caja Duero se antoja difícil y sólo sería algo digerible si quedasen las sedes (institucional, operativa, obra social, etc) en León y Salamanca. Valladolid podría aspirar, como mucho, a la sede de la obra social, que ya tiene en el caso de Caja España. En este caso ya no habría lugar para el argumento de "la centralidad".
Por su parte las cajas de Ávila y Segovia van a sufrir presiones de todo tipo para verse absorbidas por alguna de las otras grandes. Puede que haya un reparto. La más beneficiada por la complementariedad de la red de oficinas sería Caja España.
Habrá que esperar nuevos acontecimientos.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Las Cajas, Renault y Valladolid 2016

Hace unas semanas las cajas de ahorro rechazaron las presiones políticas para su fusión. Podría pensarse que los inductores de esa automutilación financiera habrían serenado sus ansias. No ha sido así y se percibe su retorno con la matraca.
Buscando causas para su desazón se ocurren varias: la primera es la ambición de poder. Así se comprende que quieran evitar perder control abortando posibles fusiones extra autonómicas -más aconsejables empresarialmente-.
Sin embargo otros motivos se hacen evidentes tras la lectura atenta del documento “Valladolid hacia 2016: Propuestas Estratégicas”, hecho público recientemente. Se trata del esbozo del nuevo plan estratégico de la ciudad, tamizado para permitir su divulgación. En él concurren voluntades de Ayuntamiento, Diputación y Junta.
Página 54: “el conjunto de actividades de intermediación financiera ofrece posibilidades de crecimiento muy grandes”. Página 60: “La industria del automóvil tiene una importancia trascendental para la economía de la ciudad. Una crisis importante del sector tendría consecuencias muy negativas”. Carlos Ghosn, presidente de Renault, afirmó que la permanencia de la fábricas depende del acceso a financiación local.
En consecuencia el motivo de los políticos implicados parece fijar una macrocaja en Valladolid. Esto permitiría relanzar la ciudad, supervisar la nueva entidad y disponer de acceso al crédito suficiente para evitar la deslocalización de Renault.

Un recurso inexplotado

Las fotos precedentes fueron obtenidas el domingo pasado. Reproducen edificaciones prerrománicas, concretamente de estilo asturiano. No pude ver aglomeraciones en su entorno, pese a su rareza. Esto, teniendo en cuenta que se trata de iconos de Asturias, es significativo. Se trata de un recurso infravalorado y poco explotado.
Ahora traspasemos esta evaluación a Palat del Rey, San Miguel de Escalada y Santiago de Peñalba. Se trata de construcciones de prerrománico leonés, un estilo ligado a la corona leonesa entre 910 y 1010 aproximadamente, segregado de otros prerrománicos antaño califcados también como "mozárabe", como el Serrablo, y netamente diferenciable.
En este caso el aprovechamiento es prácticamente nulo.
¿Qué hace tan valiosos los edificios prerrománicos? Más allá de su antigüedad, que resulta un factor de valoración evidente, está el hecho de que son escasos y raros. El primer estilo de extensión europea es el románico, que se expandió por el Camino de Santiago desde la sede de la primera orden religiosa: los benedictinos. Allí, en Cluny, los monjes profudizaron en el arte constructivo ampliando la altura y anchura de las naves por el metodo del ensayo/error. Así construyeron hasta tres iglesias: Cluny 1, Cluny 2 y Cluny 3. Fueron vanguardia y desde allí difundieron sus conocimientos junto con su poder, que escapaba al control de los obispos.
Pero antes no había un arte común en el mundo cristiano porque no había ese vehículo de transmisión. Así se desarrollaron varios artes locales desde la caída de Roma hasta el románico.
Son estilos diferentes, con influencias diversas y un intenso carácter local. Apenas quedan unas decenas de construcciones en Europa. De arte asturiano hay 9. De arte leonés, si contamos Palat (que conserva la parte fundamental: la cúpula de gallones) y excluimos Santa María de Lourosa, cerca de Coimbra (de filiación poco clara), hay 11 reconocibles: 4 en León, 3 en Cantabria, 2 en Valladolid, 1 en Toledo y 1 en Orense. ¿No es un conjunto valiosísismo y peculiar? ¿No es recurso diferencial del que León es el pivote y centro de interpretación?
Es un conjunto bastante homogéneo que requeriría atención, valoración y explotación. Cuando se va a celebrar el 1100 aniversario del Reino de León parece lógico lanzar por fin su elemento más significativo: el estilo arquitectónico que acompañó su nacimiento.

domingo, 22 de febrero de 2009

La evolución del empleo en León

Vengo siguiendo la situación del empleo en León desde hace unos años. Para ello hago una tabulación de los datos de la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre de cada año. Este dato lo podéis obtener en el Instituto Nacional de Estadística, que tiene una web muy completa e informativa (www.ine.es).
Aparte de ésta sigo mensualmente los datos de cotizantes a la Seguridad Social. Si se compara el dato de la Provincia de León con el de España se comprueba que León siempre evolucionó peor que la media española. Sin embargo ese perfil cambió en enero de 2007. Desde entonces nuestro dato de cotizantes respecto al mismo mes del año anterior es siempre mejor que la media española en porcentaje.
El cambio no ha sido brusco, sino progresivo. El año 2000 (primer dato comparativo) arrancó muy mal. Hubo una mejoría hasta 2004 que nos acercó a las medias españolas de creación de empleo, pero sin igualarlas. 2005 y 2006 supusieron un empeoramiento. Por el contrario, 2007 y 2008 han supuesto un giro. En sus registros mensuales se aprecia un diferencial de crecimiento de entre el 0,6% y el 2% respecto a España.
No me atrevo a interpretar las causas de estas fluctuaciones. En cualquier caso es una excelente noticia. Esperemos que dure.

sábado, 21 de febrero de 2009

Interpretando el paisaje

Quiero haceros algunos comentarios basándome en la foto anterior. Como he comentado, nos encontramos llevando la exposición itinerante sobre "El Corredor en la Vivienda Tradicional Leonesa" por distintas poblaciones. Dentro del estudio en que se ha basado están algunos apuntes prácticos que quiero divulgar aquí.
Como observaréis la mayoría de las casas tienen un corredor. Esto es el resultado de una evolución de nuestra vivienda tradicional que la peculiariza. En origen son secaderos, que en nuestra arquitectura siempre aparecen como un elemento adosado al cuerpo principal de la casa. En este caso son mayoritariamente corredores volados, es decir, flotantes sobre la calle. Los hay de dos tipos más en otros pueblos: de portalina y caidizos.
Las casas tienen tejado a dos aguas. Son estrechas (de unos 4 metros de anchura) y alargadas. Esto se aprecia especialmente en las que siguen el desnivel de una rampa, formando escalones.
Las casas son de una gran homogeneidad en todo el núcleo, lo que evidencia una estructura social predominantemente plana, sin segmentaciones sociales muy evidentes. En estos aspectos no difiere de lo que es un pueblo en otras zonas de León, salvo en el grado de modernización y reedificación con criterios diversos, que está en relación con la evolución económica reciente.

Pozos

Algunas acciones estimulantes

Quiero llamar la atención sobre dos acciones que tienen gran valor para el reforzamiento de la conciencia de pertenencia a León. Por una parte La Crónica publica una colección espléndida de DVD sobre los ríos de León donde se puede conocer y apreciar mejor nuestra tierra. Es una excelente noticia porque no recuerdo nada parecido en soporte DVD. La calidad visual es digna de las mejores producciones.
Por otro lado el Diario ha sacado una nueva serie de libros sobre tradiciones leonesas. Al margen de que se queden en los anaqueles de muchas casas sin leer, su mera presencia allí es un recordatorio de que tenemos una identidad colectiva diferenciada. Además la elaboración de estos libros ha servido para movilizar un poderoso grupo intelectual para revisar o crear estas obras.
Ambas iniciativas son magníficas y ponen de relieve que el tema leonés vende. Además es una tendencia que se retroalimenta porque cuanto más conoce la gente de su tierra, más quiere saber y más acude a todo tipo de celebración colectiva. En los dos casos hace que cada vez seamos más y mejores.

jueves, 19 de febrero de 2009

La normalización del leonesismo

Durante los primeros años de tránsito de la autonomía de Castilla y León las referencias a la reivindicación leonesa eran vistas como una reacción extraña y ambivalente.
Por una parte la mayoría de los leoneses estaban de acuerdo con la posible segregación de León como autonomía uni o triprovincial. Más con el primer supuesto que con el segundo.
Por otra parte suscitaba extrañeza porque la contestación al poder había venido hasta entonces de la izquierda ideológica, cuyos principales representantes se habían puesto a favor de la configuración con Castilla. Además el leonesismo naciente no tenía adscripción ideológica concreta. Se parecía más a un movimiento social sin reflejo partidario, cosa completamente nueva en León.
En definitiva, se trataba de una corriente extraña de filiación desconocida en los esquemas mentales de los 80 y 90. De ahí que algunos pensasen en la necesidad de "normalizar" el leonesismo en la sociedad leonesa. La repetida publicación en la prensa de cartas al director, así como la llegada de periodistas y columnistas abiertamente leonesistas a los medios contribuyó, pienso que definitivamente, a afianzar una normalización del problema leonesista necesaria.
Ha sido ese proceso el que permite ahora que dentro de los partidos nacionales haya dos tendencias claras: la de los castellanistas anexionistas y la de los leonesistas. El PSOE, en la oposición autonómica, es el que muestra más claramente esta normalización/división. El PP la experimentará en cuanto pierda el poder en Valladolid y ya no pueda sostener sus redes clientelares, único recurso que mantiene el discurso popular monolítico.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Mirando con perspectiva al pasado

La recuperación de las columnas de los años 90 me ha traído muchos recuerdos sobre la situción de León en esos años. No puedo evitar la comparación con la actualidad. En aquellos momentos sufríamos el abandono institucional más devastador de los últimos decenios. Se desplegaba el mapa de autovías, pero no había proyectos para nuestra provincia. El AVE nos quedaba legísimos. La actuación de Borrell como ministro de obras públicas fue lesiva para nuestro futuro.
El leonesismo en los periódicos se veía como algo raro, exótico, minoritario y curioso, aunque nunca marginal. Seguía apareciendo una lluvia de cartas al director reivindicando la autonomía y la identidad de León.
En el 96 la derrota de González nos hizo pensar en una mejoría, pero fue sólo un espejismo. Tuvo que marchar Arias Salgado y llegar Cascos para ver como se ponía en servicio la malla básica de autovías en León. Hasta que pasó el 2000 no vimos completa obra alguna. En diciembre de 2003 se inauguraba la León-Benavente y en marzo de 2004 el PP perdía las elecciones. La etapa Zapatero ya la conocéis.
No puedo comparar con nada el desplome de León en los 90. Fue entonces cuando la capital bajó de división, pasando de homologarse con Oviedo, Santander o La Coruña a ser como Albacete, Salamanca (también descendida) u Orense.

martes, 17 de febrero de 2009

Crisis Económica y Ministerial

Las carteras ministeriales sufren disensiones a causa de la falta de liderazgo en el gobierno. Una divergencia destacada es la del titular de Economía y Hacienda, Solbes, y el de Industria, Sebastián. La aguda caída del mercado automovilístico pone de manifiesto tensiones crecientes entre ambos que podrían desembocar en una crisis.
La industria automovilística cuenta con 11 plantas de montaje en España, con capacidad para producir unos 3,5 millones de vehículos al año. Da empleo a unas 300.000 personas y aportó el 25% de las exportaciones en el año 2007, ya que el mercado interior sólo absorbió 1,5 millones de unidades pese a ser un año record.
El desplome de las ventas, sobre todo en España, hace que las marcas piensen en cerrar factorías. La principal acción para estimular la demanda y evitarlo es bonificar la compra de vehículos. El plan PREVER, que descontaba un importe concreto al comprador por sustituir un coche viejo, funcionó eficazmente. Sin embargo Solbes se opuso a mantenerlo, incluso aunque esta medida haya estado más ligada al ministerio de Industria. Sebastián, pese a ser partidario de volver a incentivar con ayudas directas, reaccionó creando el plan VIVE, que las hace indirectas. Se puede concluir ya que este plan no da el resultado esperado.
Esto se traduce en críticas a Sebastián, aunque el responsable de la falta de ayudas directas es, como decimos, Solbes. La tensión entre ambos crece. ¿Por dónde romperá?

lunes, 16 de febrero de 2009

Las cosas que nos pasaban en 1993 con el aeropuerto ¿os suena?

AEROPUERTO DE LEÓN
En esto días de debate y, posiblemente decisivos para el futuro del aeropuerto civil de León, parece conveniente que quienes hacemos uso de este medio de transporte en vuelos interiores (en mi caso entre 9 y 12 veces al año) demos nuestra opinión.
Para empezar quiero dejar sentado que si tuviese un aeropuerto en León me evitaría viajes, horas perdidas y por supuesto muchos gastos que ahora son inevitables. Asimismo me podría permitir traer al equipo de mi empresa a un hotel de la zona para realizar periódicas reuniones, y puedo asegurar que suponen un montante económico considerable.
Este tipo de beneficios jamás son percibidos en las cuentas de un aeropuerto. Hablar de pérdidas del aeropuerto en los términos en que se está exponiendo en la mayoría de los casos no es lógico ni real. Hay un efecto sobre la economía productiva que es indudablemente positivo y no directamente medible.
Ahora extrapolen este efecto al resto de profesionales y empresarios que viven en el entorno inmediato y hacen uso del avión. El resultado es que el efecto sinérgico del mismo amortizaría la inversión de las instituciones y afloraría como economía productiva.
Si el aeropuerto civil no se construye olvídense de León como ciudad de congresos. El Parque Científico será una quimera. Ninguna empresa con un proyecto de auténtico peso se instalará en la provincia.
Observo con sorpresa que ninguna institución ha escrito un plan estratégico para la provincia o la ciudad. En ese marco donde se aprecia la enorme importancia que tiene un aeropuerto para definir el papel de esta zona en los próximos 25 años y la evolución de su desarrollo.
Por pasar a consideraciones más generales podemos observar qué hacemos los que viajamos en avión “desde León”. Salir desde Villanubla es una mala opción para ir a Barcelona ya que te obliga a hacer una noche extra como mínimo en esta ciudad. El horario es sencillamente pésimo, como en Santander.
El aeropuerto de Villanubla está condenado por la lógica a desaparecer cuando el AVE nos deje desde Valladolid en el puente aéreo de Barajas con un horario abierto desde la 6 de la mañana hasta las 11 de la noche. Los franceses de Renault tendrán menos problemas para llegar a su hotel, en el centro de Valladolid.
El aeropuerto de Asturias mantiene el horario justo para hacer día completo en Barcelona con salida de León en tu coche a las 6:30 de la mañana y peaje en la autopista.
El puente aéreo en Madrid es la opción más flexible sin duda. ¿Le parece razonable a alguien tener que elegir entre madrugón y peaje, noche de hotel extra y 700 kilómetros de coche para hacer un negocio en o desde León? ¿Quién va a ser el loco que venga a esta provincia?
Es necesario que todos los leoneses nos concienciemos de que en pocos años va a quedar decidido cuál es el mapa de comunicaciones de España. Esa definición estará determinada por la capacidad reivindicativa de las distintas regiones, no por los técnicos como falsamente se cree. No “perder el avión” ahora es una de las cuestiones de supervivencia a medio plazo para la base aérea, los campos de golf, San Marcos, el polígono de Onzonilla, el Parque Científico, la Universidad y para muchas cosas más porque todo es una cadena y el aeropuerto es una ficha en el dominó. El aeropuerto no lo decide todo, pero es un elemento clave en las decisiones importantes.
No quiero dejar pasar la ocasión de comentar una nota aparecida en un rotativo nacional el 25 de octubre y no desmentida sobre la posible aportación de 24.000 millones a la FASA por la Junta de Castilla y León para la instalación de la nueva fábrica de motores. Si se tiene en cuenta que no se ha pactado la continuidad de todos los empleos me pregunto cómo se le puede negar al aeropuerto de León unos exiguos cientos de millones que, por otra parte, ya se habrán ahorrado con el cierre del aeropuerto de Villafría para todo uso.

domingo, 15 de febrero de 2009

Hay cosas que no han cambiado lo suficiente desde 1988

CASTELLANOS POR NARICES
No puedo evitar la indignación que me produce el hecho de que, de forma repetida y, me imagino (para no dudar de la profesionalidad de nadie), consciente se haga la generalización de “castellanos” a todos los que vivimos en este ente autónomo desde la televisión y otros medios de comunicación.
Idéntica reacción suscita en mí el hecho de que sean pocos los que levantan la voz contra este atropeyo entre la filas de nuestros intelectuales.
No es alarmismo, sino que se está intentando eliminar oficialmente unas raíces culturales y una identidad que, al margen de que se sea leonesista o no, que no entro en eso, se deben respetar por encima de todo si esto es todavía un país civilizado.
El conjunto de esas señas reciben el apelativo de “León” y como tal deben ser reconocidas, le pese a quien le pese, entre otras cosas porque los leoneses también pagamos impuestos.
La omisión de ese término, “León”, y de su derivado “leoneses” es la ignorancia consciente y, creo que intencionada, de un grupo más o menos diferenciado en el cual me incluyo.
Y tampoco voy a discutir la cuantía de la diferenciación porque el solo hecho de que exista en las condiciones objetivas en que existe la hace acreedora de denominación propia y distinta de las de “Castilla” o “castellano” sin que por ello las quiera contraponer.
Exijo que se respete mi denominación regional y que no sea sistemáticamente avasallada. Tengo el derecho de ser diferente y quiero seguir siéndolo. Entérense.

sábado, 14 de febrero de 2009

Cambio de etapa en el blog

Una vez he colgado todos los tribunas y columnas que tengo digitalizados me dispongo a llevar nuevos comentarios al blog. Recuperaré algunos más si los considero interesantes o curiosos porque tengo un archivo de borradores y recortes de prensa. También quiero dejar a vuestra disposición y opinión algunos comentarios sobre la economía y la actualidad, leonesa fundamentalmente, sin cambiar el tono mantenido hasta ahora. Por supuesto, los miércoles colgaré la columna del martes en La Crónica de León.
Aprovecho esta nota para comentar que aún se puede ver la exposición "El Corredor en la Arquitectura Tradicional Leonesa" en el Palacio Don Gutierre. Termina el día 20.
Es una exposición itinerante promovida por la Plataforma Regional Proidentidad Leonesa, financiada por Caja España y la propia Plataforma, y realizada sobre fotografías de Miguel Sánchez y Puri Lozano, y mías. Los textos y estructura están realizados por mí a partir de la investigación que me encuentro desarrollando desde 1994. Todos lo hemos hecho desinteresadamente, lo que honra a Miguel y Puri, que se ganan la vida con este tipo de trabajos.
La siguiente estación (novena ya) será Valencia de Don Juan en marzo.
Además os participo que el lunes 16 a las 18:00, en el salón del Ayuntamiento de León, en Ordoño II, impartiré la conferencia "Qué es la Cultura Leonesa" en el ciclo que organiza la Concejalía de Cultura oara gente mayor. Me imagino que la asistencia es abierta.
Espero que el nuevo formato os guste e interese.

viernes, 13 de febrero de 2009

Leonesismo e Ideología (1993)

A medida que distintas personas manifiestan públicamente sus opiniones sobre el leonesismo va quedándome el poso de lo que podrían llegar a ser certezas: 1-Abunda la carencia de una base ideológica sólida lejos de los tres tópicos habituales más propios de las barras de los bares que de una postura real de compromiso. 2-Parece existir un desconocimiento general del leonesismo y su significado confundiéndolo con un nuevo sistema de ideas. Por ambas razones pienso que es conveniente es conveniente deslindar y ordenar algunos conceptos que creo, son el meollo de la cuestión
La ideología He leído recientemente algo así como que las ideologías están “periclitadas”. Ese discurso es el que permite al gobernante hacer lo que le dé la gana según cambien los vientos, puesto que no tiene directriz alguna. Suele ser el lenguaje del populismo demagógico que hace de la coyuntura diaria su ley desconociendo el significado de la palabra “planificación”. Es evidente que, si bien el socialismo se encuentra en una fase de redefinición de conceptos, en general la gestión económica de los recursos públicos tiene un color claramente ideológico de uno u otro signo salvo en los populismos, que malgestionan el desorden. De hecho el planteamiento ideológico tiene sustantividad en tanto se traduce a la vida económica de los administrados en la rutina diaria. Podemos distinguir tres aspectos que definen la vertiente económica de la ideología:
-La participación y control del estado en la economía: la tendencia a la mínima intervención va ligada a la derecha ultraliberal. La máxima intervención es la del estado comunista. En el primer caso está Chile y en el segundo China. -La existencia de una rigidez variable en el marco legal: los países a la izquierda suelen presentar una gran rigidez en su marco legal frente a la total flexibilidad de los ultraliberales. En el primer caso estaría Japón y en el segundo Estados Unidos de América. -La intervención estatal para garantizar la redistribución de la riqueza hacia las capas sociales más desfavorecidas: mientras en el ultraliberalismo la intervención es nula, en el socialismo es total. El primer caso se corresponde con Bolivia y el segundo con Cuba. Como el lector podrá imaginar estas tres claves son aplicables a todos los niveles de la administración (ayuntamiento, diputación, comunidad autónoma o estado). De su interrelación nace todo el mapa político con sus distintos matices. En realidad hablamos de tres formas diferentes de planificar la administración pública. De todos modos la degradación de la vida política española permite que nos encontremos populistas dentro de partidos de todo signo ideológico.

El leonesismo El leonesismo es una actitud social reivindicativa que nada tiene de ideológico. El leonesismo no es en sí mismo una alternativa a los partidos políticos. Se basa en la existencia de una cultura, la leonesa, y por lo tanto de un pueblo, el leonés, que la sustenta consciente o inconscientemente, que esa es otra discusión. La existencia de un “hecho diferencial leonés” (que se puede conocer o desconocer, pero no cuestionar) y de unas diferencias socioeconómicas muy importantes (que en otra ocasión se podrían explicar) con nuestro entorno ha creado una conciencia de grupo. Esa conciencia ha llevado a algunos al compromiso con la defensa de los intereses de ese grupo, los leoneses.

La interconexión leonesismo-ideología El único andamiaje teórico serio elaborado para justificar la integración de León en esta autonomía era el del PCE. Los que lo compartimos entonces reconocemos hoy que era un modelo bienintencionado pero fallido. En definitiva los leonesistas creemos que es necesario un cierto grado de autogobierno en León para acometer la solución de problemas concretos y peculiares de aquí. El resto de los partidos han dado un espectáculo bochornoso de incoherencia, fontanería política y coyunturalismo. Hoy también lo da el PCE, incapaz de reelaborar sus fracasadas tesis. Los populismos no tienen que ser coherentes con nada. Su espectáculo es bochornoso permanentemente. La acogida de populistas como fuente de votos ha tomado carta de naturaleza en los partidos nacionales. Los partidos regionalistas leoneses han surgido de la incapacidad de la clase política para acercarse a la realidad civil, no del nacimiento de una ideología. La inconsistencia ideológica actual de un partido regionalista leonés es fruto de dos factores contrapuestos: -La tentación del populismo, que es su peor vicio, pero el más vigilado. -La realidad de un pluralismo ideológico interno, huérfano en el mapa político actual, que es sin embargo su principal activo al demostrarse que León como cultura aglutina por encima de ideologías. Por este pluralismo se parecen mucho más a coaliciones donde la discusión madura las decisiones. Ese precepto no es una guía ideológica. Se trata de variar una realidad administrativa, y por ello transitoria, inadecuada (la Junta de Castilla y León) desde el movimiento civil puesto que los partidos políticos han abandonado la defensa de los intereses de los leoneses por intereses de poder.
La complicada singladura de partidos como los leonesistas en sus primeras fases nace de la dificultad de conciliar tendencias a veces divergentes. Sin embargo para quienes queremos correr el riesgo de acertar o de confundirnos y, sobre todo, de participar, las coaliciones leonesistas (con sus coloridos y miserias) son hoy por hoy la única posibilidad de madurar a medio plazo una alternativa capaz de acometer el primer objetivo común de los leoneses: la solución de nuestros problemas desde nuestra región, León. Si a esto le sumamos que el proceso autonómico español ha estado trufado de irregularidades legales y de actuaciones de dudosa legitimidad (casos de León, Segovia, Almería, Jaen, etc) nos explicaremos la realidad que justifica el leonesismo.
Con todo es perfectamente explicable la reticencia de muchos leoneses leonesistas a integrarse en coaliciones leonesistas ya que son formaciones víctimas a veces de su propia bisoñez y también por el profundo descrédito que supone actualmente sentarse al lado de los políticos y salir en las fotos de la prensa a su lado. Por último sólo me queda una reflexión: la madurez es siempre un estado que se alcanza con el tiempo. León es un valor permanente y la Junta de Castilla y León es un suceso coyuntural no reconocido por el común como leonés. Con estos dos elementos cada uno que saque sus conclusiones.

jueves, 12 de febrero de 2009

Regionalismo, PDI y Plan Hidrológico Nacional (II) (1994)

La intención del Estado en estas circunstancias sería no repercutir en el productor alejado del agua sus gastos. El coste se cubriría con los impuestos y, sobre todo, con un incremento del déficit público. Es decir, aunque los tomates se pueden producir en las dos zonas, uno de los productores paga vía impuestos el agua del otro, que resulta subvencionado de forma disimulada. Además se llega a poner en peligro el equilibrio financiero del Estado con el aumento de deuda pública por una cuestión regional. La política que acumula inversiones innecesarias en la economía conduce a que todo el sistema productivo soporte unos costes mayores que son asumidos por la vía de la presión fiscal. De esta manera la economía española se convierte en menos competitiva que la de sus vecinos por obra de la mala planificación estatal.
Se nos vende repetidamente desde los partidos nacionales los “vicios del regionalismo”, pero día a día se comprueba que la regionalidad del Ministro de Obras Públicas es importante por no hablar de la del Presidente del Gobierno. Se crean males estructurales para todo el país en función de tomas de decisión regionalizadas. Lo que en la cabeza de unos es un sueño para otros supone una pesadilla. Una carga sobre costillas que llevan decenios financiando de forma velada el bienestar de otras áreas del Estado. Bienestar creado a la sombra de mercados intervenidos donde sólo se liberaliza aquello que interesa a ciertas regiones. Queda una pregunta en el aire: ¿por qué entonces se propone esto? Podría responderse a esta cuestión con algunas otras: ¿por qué la EXPO 92 fue en Sevilla? ¿por qué la Olimpiada 92 fue en Barcelona? ¿por qué la política portuaria de España se basa en el superpuerto de Bilbao? ¿por qué los fondos no expuestos de El Prado no salen de Madrid? ¿por qué el AVE no llegará al Noroeste? ¿por qué ...
La opción de adoptar el actual PHN no está basada en necesidades de eficiencia sino en planteamientos cuya premisa es el desarrollo al coste que sea de Cataluña, Madrid, Valencia y Andalucía. Esta cruda realidad se intenta presentar como la necesidad de agua para beber cuando dicho consumo es sólo un 11,6% del total. Lo cierto es que el déficit de agua para usos no consuntivos (regadíos e industria) se conocía ya hace al menos 10 años en Valencia, pero el objetivo de crecimiento se estableció como irrenunciable. No hay nada que objetar a ello si el coste lo paga Valencia. De la misma forma que éste se considera un objetivo irrenunciable para Valencia lo es también por ejemplo para León. Si lo pagamos los demás se frenará nuestra posibilidad de desarrollo por una cuestión de estricto regionalismo.
Mientras tanto los gregarios de partidos nacionales nos dan mensajes de tranquilidad en las regiones con menos conciencia de pueblo, pero no por ello menos diferenciadas o con menos posibilidades de futuro. Nos quitan el agua, los recursos humanos, las inversiones en infraestructuras, nos cobran cara la energía y nos contingentan las producciones, pero si protestamos queremos romper España y Europa. ¡Cuánto fariseísmo! El PDI y por ende el PHN territorializan el desarrollo. Lo hacen con criterios que no son técnicos. Hay interés en acallar este debate porque cada vez más, asoma el humo de la explotación colonial de unas regiones por otras. Se argumenta sobre el peligro para la unidad de España cuando el debate en realidad trata de la igualdad de todos los españoles ante la ley. Premisa que según se demuestra día a día no se cumple. Causa, en fin, por la que sólo estamos luchando los regionalistas de las áreas menos concienciadas y, por ello, más desfavorecidas. En el Estado Español y en Europa nadie debe renunciar a la defensa de sus intereses de Pueblo. La única garantía de mantener el equilibrio es conocer y luchar por los propios intereses y ceder sólo tras negociar. El abandonismo, la concesión por sistema y la entrega a estrategias de otras regiones nos puede convertir en pobres; eternos emigrantes en pos de un futuro desarrollo de nuestra tierra que nos permita volver algún día. El agua tiene un valor y su transporte también por lo que es necesario establecer unas reglas del juego iguales para todos. Nuestro regionalismo en este aspecto como en otros nos hace más leoneses y por ello más españoles y más europeos. Nos permite pertenecer a un lugar y a un entorno para ocupar un hueco en la Historia. Nos hace finalmente mucho más humanos. Es necesario un nuevo Plan Hidrológico Nacional porque es necesario otro Plan Director de Infraestructuras. No debemos admitir que el Estado nos deje al margen del desarrollo para el cual el agua es un factor decisivo. Sólo obtienen lo que buscan aquéllos que luchan. Tenemos ejemplos bien cerca. Queda una pregunta más para la reflexión y la duda: ¿cuáles pueden ser los efectos sobre la naturaleza del desvío masivo de recursos hídricos?; ¿es necesario que lo experimentemos en carne propia? Este sería un debate tanto o más largo que el expuesto hasta ahora, pero sobre todo una incógnita más que añadir al Plan Director de Infraestructuras.

Regionalismo, PDI y Plan Hidrológico Nacional (I) (1994)

Con motivo del polémico trasvase Tajo-Segura mucho se está hablando de esos dos documentos que en realidad son el mismo, ya que el Plan Hidrológico Nacional se halla comprendido dentro del Plan Director de Infraestructuras. Es imprescindible el debate en esta cuestión porque sus efectos a largo plazo, siempre obviados, son precisamente los más importantes. Conviene explicar que el PDI (Plan Director de Infraestructuras, MOPT, 1992) es posiblemente la mayor aportación a la planificación geoestratágica global del Estado Español. Además tiene enorme importancia para la homóloga que se ha de desarrollar en Portugal. Este documento, que es un libro de casi 400 páginas a la venta en librerías, consta de dos partes. En una se hace el análisis técnico de la situación actual de desarrollo, comunicaciones, accesibilidad, potencialidad y otros importantes elementos de valoración de cada área española. En la otra se establecen las grandes líneas que marcarán el desarrollo y, sobre todo, la distribución de los recursos en el futuro. Ambas se entremezclan en la redacción del documento formando un todo inseparable a primera vista. Sin duda un esfuerzo de este calibre era necesario y el Señor Borrell, máximo responsable del MOPTMA, merece una felicitación. Hasta aquí todo parece de un rigor intachable, pero debemos entrar en profundidad sobre el origen del escrito. Cuando me he referido a la definición de las grandes líneas en que se proyecta el futuro socioeconómico de España no he dicho que su trazado sea de una objetividad, ecuanimidad, lógica o rigurosidad inocentes. Es más, de hecho no lo es. Lo cierto es que nunca se explican los porqués de esas proyecciones ya que sus motivos son estrictamente políticos. Podría proponerse un mapa del futuro en España absolutamente diferente al que se explica sin faltar un ápice a criterios de lógica macroeconómica o desarrollo sostenible. Entonces ¿qué propone este plan? ¿qué motiva estas propuestas? El PDI nos pinta un futuro sustentado sobre los grandes ejes industriales del Mediterráneo y del Ebro (página 53 del libro). En este mapa se observa un abrumador predominio del área oriental del estado en función del desarrollo que induciría el propio PDI.
Ello no mantiene la situación descrita en la página 26, donde se expone el mapa actual del sistema de ciudades. En él se percibe una tetrapolarización País Vasco-Andalucía-Levante-Noroeste con potenciales de crecimiento muy similares. De alguna forma se intenta colar la posibilidad de concentrar la actividad económica en la zona oriental de España sin que se den motivos aparentes. Quiero remarcar un obstáculo insalvable para muchas personas que gustarían de consultar y debatir sobre el PDI. A pesar de estar disponible en todas las librerías su precio es prohibitivo: 6000 pts. Me pregunto cuál ha sido la voluntad real del ministro para popularizar una discusión que nos afecta tan decisivamente a todos los españoles. Estoy seguro de que pocos pueden gastarse alegremente ese dinero en el PDI. Queda por tanto la sombra de una duda sobre la voluntad explicitada por los responsables del equipo del Sr Borrell para crear un auténtico debate en la calle
Acerquémonos a los últimos capítulos del libro: el Plan Hidrológico Nacional (incluido en la Sección quinta de un total de ocho, pág 289). Esta parte es importantísima ya que se hace una proyección de las demandas de agua hasta el año 2012. Dicha proyección se realiza partiendo del esquema anteriormente comentado. Es decir, primero se proyecta concentrar desarrollo y recursos en la zona oriental de España y luego se calcula la evolución de la demanda de agua en el conjunto del País. El resultado no puede ser más lógico: en las cuencas orientales faltará agua. Llegados a este punto lo normal hubiese sido replantear toda la estrategia de crecimiento expuesta anteriormente, es decir, hacer compatible el plan con los recursos disponibles. Sin embargo se hace lo contrario: supeditar la distribución del agua al plan de desarrollo elaborado. La cuestión no tendría mayor importancia desde un punto de vista de estado si careciese de coste. Sí la tiene y es aquí donde reside el gran problema oculto del PHN. Las obras necesarias para mantener el esquema de desarrollo propuesto son numerosas y con un coste cuantiosísimo de construcción. Si suponemos que un tomate obtenido con riegos de agua procedente de un cercano río tiene unos costes inferiores a los de otro tomate obtenido con agua venida de un lugar a 200 kms. Es necesario poner los medios para trasladar ese agua unos metros en un caso o bien muchos kilómetros en el otro. En palabras de Ramón Tamames “el PHN es un sueño de tubos”. ¿Cómo repercuten esos costes? ¿Quién paga?

miércoles, 11 de febrero de 2009

Asalto a las Cajas: Segunda Parte

El PP de Valladolid, a través de la Junta de Castilla y León, lleva varios meses queriendo apropiarse del poder sobre las cajas de ahorros de la autonomía. Para lograrlo intentó coaccionar a sus órganos directivos, y escenificó diversas reuniones para así imponer una fusión encubierta bajo la forma de cabecera única de grupo. En síntesis se trataba de crear una supercaja, con sede en Valladolid, que decidiese por todas, para culminar la unificación después.
El primer asalto de esta pugna ha concluido la semana pasada con la declaración de las cúpulas de las tres cajas más grandes de que lo que haya de hacerse se decidirá en las propias entidades. Sin embargo esta primera batalla ha dejado abundantes escombros entre las débiles estructuras sociopolíticas de Castilla y León.
En todos los foros abiertos de Internet se percibe que la reclamación “Castilla y León disolución” se ha extendido desde León a Burgos, Salamanca, Segovia y Ávila con virulencia. CECALE, la patronal autonómica que firmó el “protocolo” que se pretendía imponer a las cajas, quedó desautorizada por sus organizaciones provinciales. Óscar López, un miembro gris del aparato socialista y ajeno a León, devino en peón del gobierno popular, incapaz de hacer oposición. CCOO ha quedado fuera de juego. Presidente y consejero de la Junta salieron políticamente revolcados. Mientras, estallaba el escándalo de la nueva Consejería de Economía. Comienza ahora el segundo asalto.

domingo, 8 de febrero de 2009

El Contenido de la Identidad (1994)

Polémicas como la recientemente surgida a cuenta de la actitud de la Junta con las casas regionales de León sacan a la calle conceptos de contenido esencial para la sociedad misma. Hemos tenido oportunidad de ver repetidas palabras como “identidad”, ”hecho diferencial”, “región”, “cultura” y algunas más de este estilo que seguramente me olvido. Estos nombres son de uso tan frecuente que se da por supuesto que todo el mundo conoce su significado y coincide en su explicación. La realidad demuestra que si preguntamos a varias personas sobre ello comprobaremos que las reflexiones obtenidas son diferentes, ambiguas, nada elaboradas y desde luego balbuceantes por la sorpresa. Sorpresa por la propia pregunta, nada común, y por la apreciación de que la respuesta no es tan sencilla si no se realiza un análisis previo. El resultado de una discusión con estos términos es por tanto un guirigay indescifrable donde falla lo más elemental: el código, y en el que siempre aparece tal o cual político para pescar en río revuelto.
Estando hace poco con unos compañeros de trabajo en Barcelona, por cierto profundamente catalanistas, les pregunté en qué consiste el hecho diferencial catalán. Me respondieron de inmediato que la lengua. Yo añadí que entonces Cataluña no es más que un área lingüística, o sea , un hecho político sin otra sustantividad. Aún se encuentran en un mar de confusiones. Personal-mente dudo que Cataluña sea sólo un dominio lingüístico sin más interconexión. La lengua oficial desde la llegada de los romanos a nuestra zona no es más que el órgano de expresión de la ley escrita por el poder. Por tanto deja de ser un hecho netamente cultural para ser un imperativo político. Entonces ¿qué es la identidad? Durante los últimos meses he realizado unas jornadas de trabajo con algunas personas (unas treinta) en las que hemos buscado una definición amplia pero precisa de parte de esta terminología aplicada a la existencia de los pueblos. Las conclusiones son muy esclarecedoras. Existe para nosotros una la relación causa-efecto entre los conceptos siguientes: Cultura-Pueblo-Región-Identidad-Hecho Diferencial No es posible definir particularizando el último término sin saber qué es el primero. Además es necesario dar una definición general en cada idea para luego saber si es aplicable a León o a cualquier pretendida región en particular. Así una “cultura” define un grupo humano que es un “pueblo”. Ese “pueblo” habita o se identifica con una “región”. Los individuos del grupo, el “pueblo”, se reconocen entre sí por la “identidad” que les diferencia del resto de miembros de otros grupos. Cada uno de los factores simples de “identidad” son los “hechos diferenciales”. La manipulación de la historia, tan extendida en el proceso autonómico, es un vano y repetido intento de emular los condicionantes que producen una cultura. No deja de ser un vicio de instituciones inmaduras no saber reconocer el objetivo básico que tienen en las sociedades democráticas: la buena gestión de los dineros públicos sin menoscabar las libertades individuales y colectivas. A lo largo de la historia el poder político ha ido desidentificándose de la voluntad de los pueblos en la medida en que crecía su dominio. Sin embargo parece existir un desesperado intento de reinventar la organización social por parte de ese poder una vez desarraigado. Intento fallido ya que no puede recrear las condiciones que producen el nacimiento y desarrollo de un pueblo. Así ha intentado emparejar ciertas instituciones oficiales a la organización natural de los pueblos. En León encontramos la junta vecinal versus el concejo, la comarca versus el partido judicial o la provincia versus la región.
Sin embargo no quisiera separarme de lo que es el “leit motiv” de este escrito: el contenido de la identidad. Según las conclusiones del grupo de trabajo la “identidad” es “la capacidad de reconocimiento mutuo entre dos personas de un colectivo y la constancia de que hay diferencias con el resto”. Tomamos conciencia a través de los bailes, las comidas, los vestidos, la vivienda, las herramientas, las fiestas, etc. En todos los casos se trata de comportamientos que buscan la solución a un problema: la búsqueda de pareja, la alimentación, el abrigo, el cobijo,… Se hará con los medios materiales que el propio ambiente ofrece y con unos conocimientos que dependerán de la propia inventiva del grupo y de las informaciones que lleguen del exterior, es decir, del grado de aislamiento. Además llegan otros puntos de vista del exterior mostrando las diferencias respecto a otras regiones. El reconocimiento ha de venir de una coincidencia de puntos de vista, actitudes ante la vida y comportamientos, o sea de la cultura de un pueblo, por el contraste con el exterior de la región.
Entre tanto ya tenemos, por contraposición, un conjunto de factores que actúan durante siglos sobre un grupo humano para que este dé respuestas a los problemas y preguntas que día a día se le plantean formando su cultura. Existe la presión de un medio que es frío/caliente, húmedo/seco, montañoso/llano, fértil/estéril, etc. Para sobrevivir en él es necesario dar solución a los problemas. La cultura de un pueblo no es otra cosa que “el conjunto de respuestas que un colectivo humano con similares problemas ante sí da al medio ambiente”. Se puede ya afirmar que esta argumentación está profundamente enraizada en los puntos de vista de Julio Caro Baroja aun cuando nuestro grupo de trabajo no lo hizo deliberadamente. Esta concepción, y no conocemos otra mejor, dinamita el actual mapa político si lo que se ha pretendido con él es colmar las aspiraciones de las personas que aquí, en León, en el Norte, en España, viven. De hecho la actual división provincial, propuesta por Javier de Burgos al inicio de los años 30 del siglo pasado, se ha mostrado administrativamente más útil que todas las anteriores, pero frustrante si lo que se intentó fue reconocer áreas con nexos culturales. Supongo que sería muy del agrado de la mayoría de los lectores que este escrito se explayase sobre León y lo leonés, pero eso es materia para tocar en otra ocasión. Quizá así demos tiempo a que sea el sano debate y la libre opinión, por encima de pruritos personales, los que seguramente mejoren esta exposición con un barniz de aún mayor racionalidad. Exposición que ha intentado ser tan esclarecedora como el espacio, que amablemente cedido por el rotativo, permite. Por tanto dejemos para otra ocasión lo que podría sacarnos del camino de análisis que nos hemos trazado: la fuerza de los sentimientos y la resistencia a aceptar unas circunstancias que cambian, porque nada hay más dinámico que la historia.

sábado, 7 de febrero de 2009

Crémer y el Aeropuerto Civil de León (1994)

No es mi intención prorrogar indefinidamente el envío de escritos a la prensa sobre el aeropuerto. Sin embargo he advertido que el mismo día en que Diario de León ha tenido a bien incluir en sus páginas mi argumentación a favor de la creación de un aeropuerto civil en La Virgen del Camino aparecía todo un alegato en contra a cargo del ilustre escritor y periodista Victoriano Crémer. Como quiera que tan famosa personalidad lo es hasta el punto de crear opinión deseo polemizar, eso sí, en tono relajado, y rebatir uno a uno sus argumentos, pues no es bueno que los leoneses permanezcan con una visión sesgada o incompleta. Quede desde este momento expresada mi admiración por un hombre de tan notable trayectoria en el campo de las letras. Hoy es el momento oportuno para afrontar la construcción del aeropuerto civil y no otro. ¿Cuánto puede durar un aeropuerto militar con pistas de tierra y sin proyectos de inversión a la vista? Si se espera oportunidad mejor o peor muy probablemente habrá que levantar un aeródromo completo porque con los presupuestos de defensa en la mano hay que cerrar éste y unos cuantos más. Sólo es cuestión de tiempo. Si el Ministerio de Defensa puede compartir algunos gastos con otras instituciones y dispone de una buena pista de aterrizaje no es difícil que mantenga la instalación en uso. La economía leonesa está mejor que la de su entorno. A veces se nos olvida que nuestro entorno económico es sobre todo Asturias y luego Lugo, Orense, Zamora, Valladolid, Palencia y Cantabria. Lamento que Don Victoriano desconozca las perspectivas económicas de nuestro entorno pero en todos los casos son peores. La industria en León existe, basta con mirar los “rankings” que aparecen en este preciso momento en varias revistas económicas, y no factura menos que en provincias de similar calibre de otras zonas salvo las autonomías uniprovinciales.
El avión es un elemento imprescindible para la atracción de clientes y proveedores de la industria y empieza a ser un planteamiento de restricción para el establecimiento de una cabecera productiva. Mucho más si hablamos del asentamiento de directivos al lado de ésta. Las perspectivas económicas en el año 1991 del Pacto por León, hagamos memoria, eran peores para León que las actuales. La concentración de la inversión pública y del capital extranjero ya se estaba produciendo en otras áreas. Por ello se puede sostener con todos los datos en la mano que nunca hubo mejor oportunidad para acometer las obras del aeródromo con instituciones ajenas a León o en solitario con las instituciones locales. Para que nadie se pierda conviene explicar que hemos sido convidados de piedra peninsulares cara a las celebraciones del 92. Nuestra situación era de una desigualdad mucho más clara que la actual en la que se hace perentorio corregir los profundos desequilibrios interregionales acumulados. Hablamos de una inversión de 350 millones según lo aparecido en prensa, o sea algo residual. Y cuando lo califico de residual me refiero a que el Ayuntamiento de León tiene un presupuesto superior a los 10.000 millones de pts, la Diputación de más de 14.000 y la Junta de Castilla y León de más de 200.000. Renunciar a un compromiso de este calibre cuando se están repartiendo cientos de millones en subvenciones de dudosa utilidad pública parece un insulto al contribuyente. Por tanto espero que aquellos de cuya buena intención no se puede dudar coincidirán ahora conmigo en la solidez de las razones que nos asisten a ambos como leoneses para apoyar la construcción del aeropuerto. Por último desearía romper una lanza por lo mejor de la entraña leonesa. Entraña que ha permitido una enorme prolificidad de personajes notables como el señor Crémer y tantos otros en sectores como la empresa o las ciencias. Una de sus grandes virtudes ha sido hacer caso omiso del victimismo y la contumacia para tomar la iniciativa y marcar el ritmo de su propia historia.
En este caso entre las grandes palabras y el pragmatismo hay una pequeñísima distancia. El aeropuerto es decididamente el proyecto estratégico más importante en este momento. Así mismo convendrán en la posibilidad económica de realizarlo puesto que es imprescindible para la futura proyección económica de León con un coste relativamente bajo. La capacidad financiera no es obstáculo porque existe y ello no significará distraer recursos actualmente dedicados a necesidades perentorias (salvo que ir de excursión o hacer deporte y hasta verlo sea una iniciativa de las que marcan la diferencia) y dejar pasar oportunidades como esta no demostraría sino la escasa ambición del conformista . Reciba, señor Crémer, mi más cordial saludo. Polemizar con usted ha sido un honor.

viernes, 6 de febrero de 2009

Autonomía y Centralismo (II) (1994)

Sin embargo existe una segunda fuente de desarrollo que no supone la transferencia de recursos adicionales a las provincias administradas: la buena calidad de la gestión y la defensa de los intereses de los contribuyentes. Si alguien conoce respuestas positivas a estas preguntas puede responder a algunas apreciaciones pero en mi opinión la gestión de la Junta es desastrosa. ¿Por qué no se ha hecho un plan especial ante la PAC? ¿Por qué no protegió el sector lechero de León como se hizo en cada autonomía del Noroeste? ¿Por qué se homogeneiza el sector con los de otras provincias muy diferentes a medio plazo? ¿Cuándo van a dejar de ir los mineros a 250 kilómetros de distancia para negociar? ¿Cuándo traen la Dirección General de Minas a la provincia de León? ¿Se empezará algún día a exigir las restauraciones de los cielos abiertos? ¿Cuál es la decisión en la denominación “Lechazo de Castilla” o “Lechazo de Aranda”? ¿Así se premia la lucha del colectivo ganadero de la comarca de Aranda de Duero? ¿Por qué no se ha establecido una política agresiva para la mejorar el porcino ibérico de Salamanca? ¿Dónde están las medidas que aseguren la supervivencia del sector lechonero de Zamora? ¿Qué se ha hecho para afianzar el sector porcino de Segovia? ¿Cuál es la estrategia de la Junta ante la crisis de lúpulo (de la que ya se hablaba en el 91)? ¿Qué se hace por el sector frutícola de León? ¿Qué se hizo de especial para evitar el previsible fraude de la subvención del girasol? ¿Qué proyecto tiene la Junta para el sector cerealista? ¿Cuál es la política de reempleo en las zonas mineras del carbón? ¿Por qué los recursos que se extraen de la minería y que ahora devuelven parcialmente las eléctricas se invierten en Boecillo (Valladolid) y no en las cuencas?
En cuanto al sector industrial sería bueno conocer qué piensa hacer la Junta de Castilla y León aparte del Parque Tecnológico de Boecillo y el apoyo al Polígono de San Cristóbal y, por extensión, el de La Cistiérniga, Valladolid. Viendo las 14 empresas de participación pública autonómica que arrastran resultados sin beneficios desde el 89 no es mucha la confianza que irradian los gestores del Ente. Todo lo que han conseguido de nuevo es el contacto con empresas israelíes obtenido a través de la Oficina de Desarrollo Municipal del Ayuntamiento de León. No voy a entrar a repasar la actuación en el sector de servicios porque la política de sedes, de la que ya he hablado suficiente, permite una evaluación documentada. Para no hacer este escrito excesivamente largo me limitaré a describir dos cuestiones más . La primera se refiere a la falta de planes que se observa ante el práctico despoblamiento del flanco sureste de la Autonomía. Soria va rumbo a los 95.000 habitantes sin plan estratégico provincial y en la carencia más absoluta de recursos. La tan pregonada solidaridad con la que se quiere tapar la boca del leonesismo no está en ninguna parte. La segunda se refiere a la política de comunicaciones. La Junta mantiene el aeropuerto de Valladolid excluyendo de sus planes el de León. Al parecer dicen que no tiene sentido desarrollar el segundo. Sin embargo el aeropuerto de Villanubla perdió pasajeros el año pasado (regresa hacia los 120.000) y presenta un déficit considerable que está produciendo una reducción de empleos negociada en estos días con los sindicatos. ¿Por qué no se acepta el hecho de que Villanubla está muy cerca de Barajas y que no es competitivo? ¿Por qué no se asume que cuando la alta velocidad llegue a Valladolid la primera opción para los viajeros será el aeropuerto de Madrid? ¿Qué interés hay en cercenar el crecimiento de León? Respecto a las carreteras sólo cabe añadir una esperanza. Ojalá se asuma como simple maniobra política la conversión del corredor del Duero en autovía. Aparte de pasar por Soria, tierra de nacencia de Juan José Lucas, y por Valladolid, capital del Ente, no se vislumbra razón alguna que apoye su construcción. Ni los tráficos (medidos en IMD), ni el enorme impacto ambiental, ni el inmenso coste de tal iniciativa, ni la escasez de generación de sinergias para el desarrollo permiten plantearlo como alternativa plausible. Que en una Autonomía con las carencias de infraestructuras de ésta se pierda el tiempo en discursos de salón parece escalofriante por la irresponsabilidad que implica. Lo complejo de los problemas que se arrastran en cada una de las regiones de esta autonomía es más que suficiente motivo para reclamar la disgregación autonómica ya no por sentimientos o historia (que sin duda también son importantes) sino por puro sentido común. Tratemos de acercar de verdad la administración al ciudadano para territorializar la riqueza.
Además se debería evitar una triste plusmarca: que Valladolid, tras Madrid y Sevilla, sea la siguiente en el club de las provincias que cuentan una de cada tres personas ocupadas en la administración pública. Esquivar esa posibilidad nos alejará del subsidio y la ineficacia. Quien lucha contra esta situación de profunda injusticia debiera ser un ejemplo para cada español y de todo leonés comprometido con el futuro de su gente.

Autonomía y Centralismo (I) (1994)

El inicio del proceso autonómico a finales de los setenta estuvo basado en una filosofía que se nucleaba en torno a un principio: la descentralización de la administración pública. Este planteamiento partía del deseo de acercar la administración al ciudadano. Se pretendía un ejercicio de lo público que tuviese como fin aumentar la eficacia de la gestión. Sobre esas bases comenzó una etapa de trámites de aspecto legalista y democrático que derivaría en varias piruetas totalitarias, ilegítimas cuando no ilegales. Segovia y León quedaron integrados en “Castilla y León” en contra del mandato popular. La irregular aprobación del estatuto andaluz a pesar del “no” de Almería (era condición “sine qua non” la aprobación en todas las provincias andaluzas) y algunos hechos más que no viene al caso repasar ponen en tela de juicio el actual mapa autonómico desde sus raíces. El tiempo ha demostrado que este desenlace ha tenido consecuencias sobre el desarrollo general. Sin embargo quiero concentrar mi mirada sobre el caso de Valladolid por ser éste el que más de cerca nos toca a los leoneses. Es muy fácil cuando se habla de cuestiones que atañen directa o indirectamente al desarrollo de la región leonesa caer en victimismos mendicantes y facilones o pecar de indocumentado. Por ello evitaré referirme a cuestiones concretas de las que no tenga una información cuantificable o escrita en letras de imprenta. Dejo su enjuiciamiento al amable lector.
Partamos del hecho de que los pacientes de esta situación kafkiana que voy a describir somos los habitantes de ocho provincias. Sin embargo asumo que el interés se centra en la actual región de León, hoy reducida prácticamente a la provincia del mismo nombre.
He de dejar sentado que considero un clamoroso fracaso el modelo adoptado como optimizador de la cosa pública muy especialmente en las autonomías de gran extensión. Como dijo un famoso Nobel de economía “los grandes espacios económicos acumulan ventajas en sus áreas centrales y desventajas en las periféricas”. Los casos de Sevilla, Barcelona, Valencia o Toledo merecerían todo un examen en cuanto a la eficacia de redistribución en los recursos regionales y en las políticas de redistribución.
Los presupuestos de la Comunidad Autónoma de Castilla y León ascienden a 218.000 millones de pesetas aproximadamente para 1994. El número de personas ocupadas por la Junta de Castilla y León es de unas 20.000 lo que supone en dinero casi la tercera parte del presupuesto. De ellas 12.000 trabajan en Valladolid. El sueldo medio de un empleado de la administración pública según las estadísticas está en torno a las 3.100.000 pts brutas. Como en Valladolid se encuentran todos los altos cargos de la Autonomía la media debe ser un poco superior. Si multiplican estas cifras, siempre obtenidas salvando un muro de opacidad administrativa, descubrirán que la Junta deja en Valladolid unos 40.000 millones de pesetas sólo en sueldos. Estamos hablando de un 20% del presupuesto total sólo para empezar. Recordemos que en León, la provincia más poblada, extensa y con más actividad privada, sólo hay unos 2.000 empleados de la Junta. Sin embargo no termina ahí el agravio. Pueden deducir que esos señores ocupan oficinas que aún hoy son alquiladas por no tener sede propia como por ejemplo la Consejería de Fomento o la de Agricultura y Ganadería. Todos los suministros de material de oficina, muebles y servicios auxiliares como la limpieza y mantenimiento se contratan por abrumadora mayoría en Valladolid. Se da el caso de empresas que han optado por trasladar su domicilio mercantil, ya que viene muy bien tener conocidos dentro del “aparato” político para poder visitarlos con frecuencia. Así se mejora la obtención de contratos.
Aparte está la inversión para la construcción de las sedes de cada consejería (7 en total). Como ejemplo podemos poner una de las más recientes, la de Economía que con su coste de más de 2.000 millones de pesetas supera el de los servicios centrales de algunas provincias, por lo que se ve, menos afortunadas. Esto ha supuesto además la rehabilitación de gran parte del parque inmobiliario de Valladolid, que estaba cercano a la ruina, para su uso ya sea transitorio o definitivo. Como estas partidas no suelen imputarse en gastos de inversión a la afortunada Provincia le cae además por esa vía una lluvia de inversiones en carreteras de la periferia capitalina como las de las zonas de Boecillo y las cercanas al río Cega, al lado de El Pinarillo, que por añadidura disponen de firmes especiales. A estas alturas hemos rebasado con largueza el 25%, camino ya del 30% del presupuesto de la famosa Junta, que muy bien se cuida de no darlo jamás íntegro y provincializado simultáneamente para evitar “estallidos sociales”, que es como se le llama ahora a la justa indignación popular.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Alfonso VI y el Impulso de Sahagún

Durante este año se celebrará la conmemoración de los 900 años de la muerte de Alfonso VI. Con el fin de preparar dicha efemérides se constituyó en 2005 un grupo de trabajo que, de acuerdo con el ayuntamiento de Sahagún, ha desplegado diversas actividades. La semana pasada tuvo lugar un importante acto en torno a la figura del rey allí enterrado.
El equipo, que coordinan Javier Pérez Gil y Eduardo Martínez Fraile, ha alcanzado una primera conquista: que los facundinos conozcan y aprecien la figura regia que puso la villa de Sahagún en el mapa de Europa. Asimismo hay que destacar el avance en el conocimiento del destacado papel que este monarca desempeñó en la Europa medieval. La comisión también ha revalorizado los restos de la abadía de Sahagún e implica a las fuerzas vivas de la zona en la recuperación de los restos que se diseminan por el casco urbano.
El último acierto del ayuntamiento y la comisión del centenario es el ingreso de Sahagún en la red europea de lugares cluniacenses. Diversas autoridades internacionales han visitado la zona gracias a estas gestiones. En consecuencia Sahagún está cobrando una relevancia desconocida en diversos ámbitos. La constancia, complejidad y densidad de los trabajos de la comisión debiera convencer a las autoridades competentes para apoyar una acción intensa sobre los restos del monasterio y su entorno (La Peregrina, San Lorenzo, etc). La rentabilidad de ese esfuerzo estaría garantizada.

martes, 3 de febrero de 2009

Turismo, Peregrinos y Negocios (1994)

En meses pasados tuvo lugar la declaración del Camino de Santiago como primer Itinerario Cultural Europeo por parte de las autoridades comunitarias. Tal declaración supone el reconocimiento de dicha ruta como portadora de valores europeístas, como lugar que reúne a todos los europeos en busca de un destino común. Igualmente, supone un espaldarazo a la promoción turística que muchas instituciones han desarrollado a fin de crear en torno a este eje un área dinámica de turismo interior. Pocas veces se produce una coincidencia de criterios tan unánime y una oportunidad de negocio tan clara como ésta.
En dichas circunstancias se han producido manifestaciones de diferentes cargos de la Junta de Castilla y León acerca de la necesidad de afianzar el sector turístico en la Comunidad Autónoma, y para ello encargaron una campaña promocional con el lema “VEN” cuyo erróneo planteamiento nace de ciertas directrices emanadas del propio consejero de las que ya hablaremos en otro momento.
En parecidos términos se expresaban autoridades provinciales cuando se ha buscado alternativas de actividad económica para las áreas mineras y, por ende, para toda la Provincia. El resultado ha sido una serie de actuaciones más o menos deslabazadas en apoyo a este sector de negocio con mucho colorido y poca planificación.
Durante las anteriores elecciones municipales el hoy alcalde saliente de la ciudad de León incluía entre sus promesas electorales la construcción de un albergue para los peregrinos del Camino de Santiago que aún en la actualidad es inexistente no ya en la realidad, sino en la voluntad de llevarlo a cabo.
Además, todos los colectivos empresariales de León han coincidido en lo necesario de propiciar el desarrollo de un negocio turístico a imagen y semejanza del establecido en otras provincias a fin de crear nuevas alternativas al crecimiento económico de León.
En todas las manifestaciones que he descrito hasta ahora hay un hilo conductor: el turismo es un sector interesante para su desarrollo, León es un lugar del interior y, por lo tanto, sin playas, y el turismo cultural es, posiblemente, la oportunidad más clara para desarrollar un mercado turístico aquí apoyándose en todos aquellos elementos de atracción que ya existan. El más importante de todos ellos es el Camino de Santiago que, además, recibe el apoyo institucional desde todos los foros europeos.
Cualquier lector que haya llegado hasta aquí comprobará que en realidad el Camino de santiago no existe para nuestras instituciones. La argumentación aportada por el Sr Alcalde, sustentada por ciertos grupos de empresarios hosteleros, es la siguiente: si alguien quiere venir a León, que sea pagando; no queremos mendigos ni oportunistas. Pues bien, en León ciudad, en contra de todo lo explicitado, el Camino de Santiago no estaría mal si no escondiese una triste realidad: nos hemos quedado a merced de personas sin la preparación profesional mínima esperable en puestos de responsabilidad. ¿Por qué hago esta dura afirmación?.
En primer lugar porque tengo la secreta esperanza de que estos señores tengan la predisposición de aprender algo de lo mucho que los demás nos molestamos en estudiar en temas empresariales. En segundo, para demostrar lo importante que es la labor formativa desarrollada, fundamentalmente, por la Cámara de Comercio y, también, por otras instituciones en el campo de la empresa. En tercero y último, para reclamar la atención sobre lo necesario que sería crear una escuela de negocios en la Provincia para aumentar la vida media, la rentabilidad y el crecimiento de nuestras empresas y, en este caso, sobre todo de las hosteleras, frecuentemente mal atendidas y peor gerenciadas.
Cualquier empresa de servicios debe conocer a qué segmento o segmentos de consumidores dirige su acción. Este proceso de elección de clientes objetivo, que en un plan de “marketing” se llama “segmentación”, parte de un hecho sociológico: los mercados se comportan como la suma de segmentos cuyos integrantes, consumidores, responden básicamente a unos patrones en su comportamiento de compra.
Si no somos capaces de ajustar nuestra oferta a un determinado segmento, éste permanece indiferente a lo ofertado en productos o servicios; no es el cliente el que se adapta a la oferta que hace un negocio sino al contrario, la oferta ha de adaptarse al cliente o no habrá compra. Esto conecta directamente con el tema que nos ocupa. Si preguntamos a los miembros de la asociación sociocultural Iniciativa Social Leonesa, que atendieron a los peregrinos que llegaron a León ciudad, durante mes y medio en 1994, el perfil típico de peregrino, descubriremos que, efectivamente, predominaban dos tipologías: -Grupos de jóvenes desde 20 años de edad hasta 35 con un nivel formativo medio-alto (COU y Universidad) todavía estudiando o con su primer trabajo y en puestos promocionables. Vienen con una presupuestación restringida y, al no poder quedarse en León como peregrinos, continuaban viaje sin ver la ciudad. Su interés estaba en la experiencia humana y en el valor monumental de la ruta. -Personas de edades superiores a 40 años con nivel cultural medio-alto y alto (conocimientos de arte y documentación sobre las características de la ruta) trabajando en puestos fijos de la administración o en empresas privadas. Flexibles presupuestariamente, pero con una valoración muy negativa por la inexistencia de un albergue de peregrinos (que, quizá, no hubiesen utilizado) razón por la que suelen descartar León como estación intermedia de descanso (uno o dos días de estancia). La nula hospitalidad es tan negativamente valorada por el peregrino, profundamente implicado en el viaje y sus dificultades, que cabe esperar que ninguna de estas personas tendrá ganas de venir otra vez. Todo gracias a ese fantástico estudio para la fidelización de estos clientes que nunca ha encargado el Ayuntamiento o los empresarios de hostelería. La clave del Camino de Santiago nunca estará en la capacidad de consumo del peregrino, sino en su fidelización para que vuelva y en el “efecto altavoz”. En ambos casos se trata, insisto, de personas con nivel cultural alto y con posibilidad de volver en viajes posteriores. Su estrato económico y necesidades de consumo cultural se lo permiten. La travesía por León es corta, pero está cargada de referencias para futuros viajes de ellos y de las personas de su entorno. En términos de “marketing” estamos hablando de que el peregrino no es un consumidor, sino un influenciador. ¿Dónde queda León en estas consideraciones? Perder una oportunidad así es un pecado imperdonable: 7 Gobiernos autonómicos, 13 diputaciones provinciales y cientos de ayuntamientos vendiendo el mismo producto ¿Cuántos en total vendiendo el mismo producto? ¿Puede haber una acción más rentable cara al turismo? ¿Quién, con una experiencia mínima en el mundo de la empresa, no se da cuenta de una oportunidad tan clara de negocio? Hasta hoy al menos, un alcalde y un puñado de pequeños empresarios hosteleros en una provincia perdida del interior.
Nada mejor que los números para que cada uno juzgue: Iniciativa Social Leonesa atendió en sólo un mes y medio a 2.500 peregrinos. Sumen a todos aquellos que no consiguieron localizar las casetas en esas fechas (dicha asociación no recibió apoyo público) y a todos los peregrinos que llegaron en el primer mes y medio, en el que no estaba montada dicha iniciativa. Estamos hablando de unas 6.000 personas siendo conservadores. ¿Cuál es el coste de una acción eficaz de “relationship marketing” (“marketing relacional”) para unas 6.000 personas prescriptoras? ¿Conocen algún medio de conseguir que influenciadores o clientes vengan? Les aseguro que yo conozco uno: conseguir que el Camino pase por nuestra puerta.
Esperemos que la llegada de las elecciones lleve, como un soplo de aire fresco, el buen sentido y, sobre todo, la profesionalidad elemental a los cargos de más responsabilidad de nuestra Institución Municipal para que este verano, sin más demora, León tenga un digno albergue (dicha iniciativa es hoy privada, pobre en medios y altruísta) de peregrinos y puntos de información turística diferentes a ése, de triste recuerdo, que la Junta dice mantener en la Plaza de la Catedral. En definitiva, acciones de promoción tal y como manda la coherencia con esa voluntad tan pregonada y tan poco ejercitada por nuestros políticos: el desarrollo del sector turístico en León.

lunes, 2 de febrero de 2009

Expectativa de la Provincia de León (1995)

La lectura diaria de los titulares periodísticos sobre León es demoledora. Nuestra prensa, como los ojos de las personas, es el espejo del alma cazurra, la expresión pública de la actitud colectiva de esta tierra. Nos refugiamos con lujurioso placer en la hecatombe económica regional que día a día destila puñales de crisis sobre el tan victimista unas veces, víctima otras, paisano leonés. Este Pueblo mantiene un secular vicio: plañir, llorar, autocompadecerse y echar las culpas al prójimo de todo lo malo y hasta del lado malo de lo bueno. Será ésta mi última queja para evitar los mismos errores que critico. Los leoneses, como decía, somos de natural pesimista y de vez en cuando es necesario bajar a las cifras para hacer un examen real de dónde nos encontramos, cómo hemos llegado ahí y qué podemos hacer para alcanzar nuestros objetivos comunes. León es una provincia con más de medio millón de habitantes, lo que en su condición de provincia interior, norteña y sin sedes autonómicas, la convierte en la más poblada de las que presentan iguales condicionantes. Esta situación viene siendo así desde siempre. Ya en la etapa romana resulta chocante la altísima cifra de población de la Asturia para su época (un territorio que abarcaba la casi totalidad de las actuales provincias de Asturias y León y partes de Zamora, Orense y Tras os Montes ). Por otro lado, el modelo de distribución de la población leonesa aún hoy resulta disperso. El área periurbana de la capital no llega a concentrar al 40% de la población provincial. Poquísimo comparado con el núcleo central asturiano (más del 70%), el cántabro (más del 60%) por no hablar de extremos como el castellano (Valladolid cercano al 90%). No creo que saturar de datos esta lectura nos sea más útil por lo que voy a evitar más números y a dar mi primera conclusión: León es, de este modo, una Provincia con capacidad para mantener una población muy alta y dispersa en función de los recursos que han existido sobre ella históricamente.
Presenta una red densa de cabeceras de comarca similar a la de regiones vecinas del Nororoeste. La mayoría cuentan con dimensión superior a los 3000 habitantes, masa considerada crítica para poder garantizar la oferta de unos servicios mínimos a su comarca. Esta estructura es incluso anterior a la existencia de la minería del carbón y a los regadíos; frutos ambos de una coyuntura que también ha sido ventajosa en otras provincias o regiones con las que nos podemos parangonar. Cuando llegan los años 50 y 60 la Provincia alcanzó el techo de población de toda su historia: casi 600.000 habitantes. Pero eso se debe a que concurrieron simultáneamente varias circunstancias favorables que abonaron ese crecimiento. Se insiste en comparar nuestra situación actual con la de los años 50 a 70. Nada más falto de rigor para demostrar lo mal que supuestamente nos encontramos.:
-La política natalista hizo repuntar la población y la necesidad de alimentos. León los producía en gran cantidad.
-Entran en servicio varios regadíos como los del Páramo. La capacidad de producción aumentó todavía más.
-Se explotan las minas de todo León a plena capacidad para los medios técnicos de la época. -La paridad internacional de la peseta, recién recuperada en los 60, permite que España disponga de mano de obra muy barata para la producción en el sector primario, el que sobresale en León. Abastecemos una fuerte demanda interna en plena autarquía económica. -En el 52 se alcanza la renta per cápita del año 35 con lo que se considera finalizada la posguerra. Empieza el despegue económico, pero aún no comenzará la eclosión industrial que fomentarán los planes de desarrollo (el primero 1958-61) por lo que la emigración a las ciudades agraciadas aún no sería masiva. Eso creó presión para mejorar los sistemas de explotación agrícola en León.
Como se puede apreciar todo estaba a favor. Era una situación que podemos describir como atípica. Perdida la oportunidad de FASA-Renault por la torpeza de un Presidente de Diputación con pocos conocimientos de economía, dar continuidad al despegue era difícil. La ocasión desperdiciada fue especialmente importante si consideramos que determinó la desconexión entre sí de todos los grandes ejes de desarrollo posteriores que articularían el Noroeste, tal y como se expone hoy en el Plan Director de Infraestructuras: Onzonilla-Mieres-Oviedo-Gijón y Onzonilla-Astorga-Ponferrada-Monforte con los subejes Lugo-La Coruña, Orense-Vigo y Chantada-Santiago. En el País Vasco, Navarra, Aragón y La Rioja (el eje del Ebro), por ejemplo, se darán cuenta de sus propias prioridades y hacen sus propios planteamientos. La falta de cohesión de este área económica, sin centro de gravedad, ha contribuido de forma decisiva a que el Noroeste se descolgase de la España desarrollada desde los años 70. A estas alturas el amable lector se preguntará si aún me quedan motivos para el juicio positivo. La respuesta es sí y las razones son éstas: León no puede ser comparado con los parámetros de regiones del área mediterránea porque no es nuestro entorno. Tampoco con las medias españolas porque están determinadas por las 4 autonomías que acaparan el 60% de la población española: Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia. ¿Cuáles son las referencias? Lugo, Orense, Asturias, Cantabria, Palencia, Valladolid (provincia, no la capital), Zamora y en menos medida el resto de Galicia y Tras os Montes en Portugal.
No hay que ser un lince para saber que, con los datos de Banesto, el BBV, las Cajas de Ahorros o cualesquiera otros en la mano, Lugo, Orense y Zamora están entre las Provincias más pobres de España. Asturias y Cantabria sufren una crisis atroz.
Así alcanzamos una nueva conclusión: la Provincia se haya inscrita dentro de la zona económica noroccidental de la Península, la que podemos llamar galaico-astur. En otras palabras, tenemos mucho más que ver con Galicia o Portugal que con Valencia. Sin duda muchos lectores se preguntarán cómo crece el centro de la autonomía: reuniendo la población en una zona polar (Palencia-Venta de Baños y Valladolid-Laguna de Duero) despoblando el resto del territorio. De esta manera el mero crecimiento capitalino aparenta un crecimiento provincial. No deja de ser un sistema que desaprovecha recursos y alimenta un aparato funcionarial que se autosostiene. León, en el concierto de provincias de su entorno, se sitúa en la banda de desarrollo más alta. Sin duda muchos lectores estarán pensando que no digo más que evidencias, pero les lanzo la siguiente pregunta: ¿se actúa políticamente bajo esta premisa sobre León? Lo dudo.
No es ya un problema de que el presidente de la Junta de Castilla y León sea un señor de Soria, provincia en la órbita de Zaragoza. Insisto, no es un debate autonomista la cuestión de fondo. La clave es que se ha de optimizar el uso de unos recursos públicos muy escasos ya que se carece de capacidad de negociación con el estado. Armar de corredores el noroeste es fundamental y se debe profundizar en ese análisis. La posibilidad de convertir ciertas zonas de la llanura castellana vieja en bisagras, nudos de comunicación entre áreas industriales, pasa por fortalecer esta línea.
La última alternativa para la duda podría ser la autovía “Rías Bajas” entre Benavente y Vigo, que trabaja contra el fortalecimiento de la línea Onzonilla-Ponferrada. Cualquier plan de desarrollo del Noroeste español pasa por ésta y no por aquélla. El eje atlántico Lisboa-Oporto-Vigo-la Coruña, auténtica obsesión de la Xunta, carece de funcionalidad si no hay una salida norteña para los productos industriales. Casi 150 kilómetros de despoblados y un larguísimo periodo de ejecución por su gran longitud y las dificultades orográficas anulan la bondad de la Rías Bajas. Sólo el empecinamiento de algunas personas del partido en el gobierno la sostienen. Ello a pesar del criterio en contra de los técnicos de todas las administraciones y del gobierno autonómico gallego. Recapitulando, hemos dicho que León no está menos desarrollado que su entorno, si acaso más que Lugo, Orense y Zamora. Nos queda un último detalle a considerar. El dinamismo empresarial de León, tan denostado en las barras de los bares, es contrastadamente alto. Si desean comprobarlo repasen provincia por provincia los datos de población activa desocupada (paro real), población activa ocupada y número de licencias comerciales(empresas) en este área. También apreciamos que la evolución es sólo peor que la de provincias despobladas del entorno en las que ya no quedan comarcas que desmantelar. Descubrimos que Zamora o Valladolid, con mucho más paro relativo, producen muchas menos empresas, o sea, son menos dinámicas, y que León está en el grupo de cabeza de los emprendedores. ¿Casualidad? ¿Chauvinismo? Pura y simplemente cifras, que valen más que un titular de desilusión.
En las Jornadas de Motivación Empresarial “Conocer para Emprender” del 93 realizadas en las universidades de León, Salamanca y Valladolid, fue la primera la más exitosa por la gran participación de su alumnado a pesar de ser con mucha diferencia la de menor dimensión.
Supone quizá una buena expectativa, pero sólo si sabemos elegir a nuestros gestores y despedimos en las próximas elecciones a quienes sólo están para medrar en la política. Alguien se preguntará en qué se diferencia un gestor de un político. Los que inauguran parques tecnológicos que no existen o canales de regadío que revientan a los dos días, todo ello justo antes de las elecciones son políticos. Son, en definitiva, mercenarios del voto, toxicómanos del poder incapaces de trabajar. Sujetos que no consideraron al presentarse en las listas electorales la razón fundamental para estar en ellas: antes de pedir el voto pensar para qué se pide. Los gestores harían realidad el aeropuerto civil de La Virgen de Camino, la autovía Astorga-Burgos, la vía rápida a Portugal por La Bañeza, la autovía Ponferrada-Monforte…

domingo, 1 de febrero de 2009

Miedo al Pueblo (1995)

Las últimas manifestaciones de los políticos acerca de la reclamación de la Diputación de León para realizar un referéndum a fin de consultar la posible segregación de la provincia de esta Comunidad Autónoma son dignos de análisis y comentario. En primer lugar, es llamativo que fuera de León el debate se haya perdido en consideraciones del estilo de si el mapa autonómico está cerrado, o si falta disciplina en los partidos o, incluso, si ciertos grupos son independentistas o no. La cuestión que se propone nada tiene que ver con eso. Por otra parte, que el Presidente Lucas, quien gana en la Junta entre 8 y 10 millones de pesetas, diga que el mapa político es inamovible es lógico. ¿Cómo podría si no asegurar su carrera hacia Madrid? Por añadidura, la disciplina de partido lleva a que señores como Amilivia -jefe del PP en León-, que encabezó la mayor manifestación que se ha celebrado en León -la que pedía la autonomía en el 84- llegue a la esquizofrenia antiautonomista lo que hace poco recomendable escuchar sus consejos. ¿Qué miedo hay a que salga que sí se quiere la separación? ¿Quiénes y por qué tienen tanto miedo? ¿No es España, supuestamente, una democracia? ¿Qué decir de la complicidad de Quijano o Zapatero? Los jefes del PSOE ensayan el papel de caudillo olvidando la opinión de sus bases en León. La cuestión de fondo es que se pide una consulta popular, no la segregación directamente. La causa última es que el largo parto de la autonomía se inicia con promesas de referéndum y unas encuestas en León que indican el deseo de constituir una entidad territorial diferenciada. Cuando en 1977 se presenta el primer proyecto de estatuto no se había contado para su elaboración con los representantes de León. Toda una muestra de inercia fascista. El proceso quedó plagado de irregularidades para que León quedase incluido en la autonomía con Castilla. Ni una sola de las numerosas consultas posteriores indica un cambio en la opinión pública.
Es necesario que los castellanos comprendan que la Junta de Castilla y León es un organismo legal, pero de escasa legitimidad en León mientras no sea refrendado popularmente. Las diferencias de índole sociocultural y económica entre las tierras leonesas, de más allá del Esla, y las castellanas son clarísimas y desaconsejan una gestión conjunta. La regionalidad de León es un hecho palpable y luchar contra ello es puro estalinismo sociológico. Por último hay que ponderar que la toma de conciencia regional es un proceso que en León se ha impulsado a raíz de lo que se considera una agresión de los políticos contra la voluntad del pueblo leonés. El mismo proceso se producirá en esa mezcla de culturas que hoy llamamos Castilla y que, como el propio poder acepta, al día de hoy no tiene un solo elemento peculiar unificador. Lejos de ser este hecho un desdoro, es una realidad que reclama la evolución de la conciencia colectiva. Una evolución hacia el autoreconocimiento de los pueblos, que se inicia siempre en las periferias marítimas de esta piel de toro. ¿Le habrá llegado el turno a la meseta de reconocer sus distintas regionalidades?. Mientras tanto, una clase política distante y ajena a los problemas del común se atrinchera en la ignorancia y el temor a perder pesebres y gavelas. Ahondan en la miseria del poder por el poder y bloquean los mecanismos participativos de la democracia. Desarrollan, en fin, esa paranoia oligárquica a la que me he referido al principio: el miedo al pueblo.