domingo, 19 de noviembre de 2017

DOCTRINAS FALLIDAS

Hace unos días he estado en Soria. Me ha llamado poderosamente la atención la ausencia de lo castellanoleonés en todos los puntos de la provincia que he visitado. Todo es exclusivamente castellano. La autonomía es un ente extraño y la leonesidad resulta algo remoto y ajeno. Valladolid está a 200 kms -lejos física y mentalmente- y las administraciones mantienen en el olvido ese territorio despoblado. Y así se percibe allí. Ni se ven edificios singulares del boom inmobiliario, ni se aprecia un tirón económico reciente. Soria, salvo en su españolidad, no tiene que ver con León. Hasta la cecina allí es “de vaca” y no “de León”. Pero la mentalidad de Soria, poco menos extremada, se reproduce en Burgos, en Segovia o en Ávila. Nada allí es castellanoleonés en el diálogo diario. Solo si se produce una situación forzada, las cosas se vuelven castellanoleonesas. Así lo castellanoleonés se circunscribe a aquellos lugares donde la Junta invierte mucho, sea en dotaciones, sea en publicidad. De hecho la Junta oculta cuánto ha gastado en publicidad institucional. Probablemente es una cantidad disparatada, que incluye la inserción pagada de noticias de Castilla y León en muchos periódicos. La Junta compra espacio informativo porque a los medios no les interesa desde el punto de vista publicitario. Nadie se anuncia en “Castilla y León”, que es un área inexistente en los planteamientos de márketing de cualquier empresa, si la Junta no pone dinero para reconsiderarlo. En consecuencia, tras 35 años, la toma de conciencia castellanoleonesa es una quimera. Ha costado decenas de millones de euros lo poco que existe, pero en cuanto faltan subvenciones desaparece. Castilla y León no pervive de forma natural en las mentes, más allá de los pasillos de la Junta. La sociedad no ha comprado la idea. A ello se une un planteamiento de desarrollo fallido. Además los consejeros ignoran casi todo de las provincias alejadas de la suya. Por eso esta autonomía tiene el mayor grado de despoblación del país. Bajo un punto de vista técnico es necesario replantear la administración autonómica. La recuperación de las provincias en primer término, a través de la delegación presupuestaria y de poder político es la solución lógica. La reconstrucción de la autoestima a través de la reivindicación ambas regiones es insustituible y barata. Y la descentralización generalizada del poder hacia unas diputaciones de elección directa es un imperativo histórico y de racionalidad administrativa. Y se requiere el cambio para esquivar el desastre al que Soria, Ávila y Zamora ya han llegado, y hacia el que se encaminan los demás.

viernes, 10 de noviembre de 2017

LEONESISMO ÚTIL

Lo común es criticar. Centrar las conversaciones en lo que no funciona o en lo que no gusta es un vicio extendido. Eso convierte a mucha gente en una mezcla de perro del hortelano, porque “ni comen ni dejan comer”, y de escopetero, porque “disparan” a todo lo que se mueve. Los leoneses no son ajenos a ese vicio nacional. Sin embargo hay casos en los que quien hace la crítica realiza al tiempo la propuesta de una alternativa que considera más razonable. El leonesismo ha agrupado a numerosos criticones bajo su paraguas, junto a otras personas de más valía. Eso ha transmitido en ocasiones una imagen destructiva que no se corresponde con la realidad de un colectivo que genera numerosas propuestas por una parte y que ha forzado a otros a la acción constructiva por otra. De hecho, si León no está peor es debido a que este colectivo sirve de palanca e impulso para obtener compensaciones ante la desmedida incomparecencia de las administraciones. Conviene recapitular algunas de los logros más visibles de la acción promotora del leonesismo. La primera que citaré por su antigüedad es el desarrollo del aeropuerto civil de León, que permite poner a esta ciudad y provincia en el mapa a pesar de quienes quieren hacerles pasar desapercibidos. Lo impulsó un equipo en la diputación que manifestó su pulsión leonesista en diversas ocasiones. Otro caso visible es el de la sede de la Junta en León, un edificio inexplicable –no hay más que ir a cualquier provincia sin sede autonómica- sin conocer la presión social leonesa contra el centralismo desaforado. Otra obra crucial que partió de las gestiones de un par de leonesistas es la autovía León-Burgos, que sitúa a esta provincia en los corredores principales de la península, desplazando 70.000 toneladas de mercancías a diario. Y un producto del compromiso con León es el Museo de la Energía de Ponferrada, uno de los mejores proyectos en su género. En el campo empresarial parece que fueron las gestiones de algunos leoneses comprometidos los que atrajeron el centro logístico de Zara a la ciudad. Leonesismo fue lo que provocó el nacimiento de la Universidad de León y leonesismo es lo que permite crear ahora una cátedra de lengua leonesa. Como lo fue el 1100 aniversario del Reino de León, que nos legó un museo y una mayor autoestima. Y es el leonesismo el padre de casi todas las propuestas de infraestructuras. Las administraciones más relevantes han dado la espalda a León y es la iniciativa de los leoneses lo que ha impedido que esta tierra sea como Soria: un despoblado. Sin el leonesismo solo queda el acomplejamiento y la derrota. Que no falte.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

PREPARAR LEÓN

La elección de León como Capital Española de la Gastronomía 2018 debe despertar un impulso a fin de preparar la ciudad y la provincia para la celbración. Es evidente que la publicidad va a atraer a León nuevos visitantes y que tenemos una oportunidad para fidelizarlos, haciendo de la visita una experiencia hermosa e inolvidable. Para eso hay que actuar rápidamente sobre la ciudad, que presenta un estado de abandono notable en algunos barrios y en algunas vertientes. Hay que iniciar una guerra contra los grafitis, que se encuentran por todas las esquinas, dando un aspecto suburbial a la urbe. Además habrá que crear un dispositivo especial de limpieza de las calles, con personal dedicado a cometidos concretos en las zonas clave de la ciudad: la estación, los entornos monumentales y las calles centrales de cada barrio. El cuidado y reposición de papeleras, y otro mobiliario urbano ha de tener una atención especial para que el 1 de enero la ciudad esté perfecta a la vista de todos. Una cuestión clave en el trato al visitante es la información. Tendría que haber puntos de recepción en las estaciones y en la Plaza de San Marcelo, que da acceso al casco antiguo, durante 2018. Además habrá que revisar los indicadores de los edificios más notables de la ciudad. Se debería testar con algún visitante si es posible recorrer las calles en su busca, apoyándose en los letreros. Por otra parte hay que poner en valor la integración de FEVE y repensar si es el momento para iniciar las obras de la calle Ordoño II, una auténtica fachada de la ciudad. La primera impresión de los visitantes debe ser espléndida y una calle en obras según se llega no es lo más recomendable para lograrlo. Por otro lado la Diputación debería aprovechar la capitalidad para proponer la visita de los puntos de interés más cuidados durante estos años: Valporquero, El Museo de Cultura Tradicional Leonesa, el Valle del Silencio, Maragatería… Por otra parte, si hay un momento para impulsar el aeropuerto leonés es éste. Realizar publicidad en destinos con posible conexión aeroportuaria debe ser estudiado de inmediato. Sobre el sector de restauración no me voy a extender, pero es evidente que habrá quien aproveche la capitalidad gastronómica para subir un peldaño de calidad y habrá quien no haga nada. Este año se va a abrir una brecha entre los locales con ambiciones de mejora y los que solo aspiran a chigre, con baños viejos y sin papel para secarse, ajuar sin renovación y oferta petrificada desde los años 80. Este año habrá sitio para todos, pero con el tiempo se caerán los peores y producirá una regeneración.

¿CAPITAL GASTRONÓMICA?

León ha sido elegida como “Capital Española de la Gastronomía 2018” en el certamen que convoca cada año la Federación Española de Hostelería y la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo. Es un título que, bien explotado, puede ser un revulsivo económico importante y que debe dar también una proyección exterior a la ciudad que lo ostenta. También podría pasar sin pena ni gloria, si no se aprovecha la ocasión. La candidatura leonesa resulta especialmente atractiva porque ha sabido explotar los puntos fuertes que podía argumentar para recibir el nombramiento. Por un lado ha querido reunir la especialización gastronómica de toda la provincia, lo que va a suponer que, en realidad, este año va a ser de promoción de todo nuestro territorio. León es un área con una peculiarización gastronómica excepcional por su compartimentación durante siglos por montañas, ríos torrenciales con grandes avenidas y mucha nieve. Eso configuró un espacio muy fraccionado, donde podemos definir más de 20 comarcas tradicionales con un alto grado de autosuficiencia durante siglos. La idiosincrasia leonesa ha permitido que en las aldeas se fuesen definiendo razas autóctonas de animales y plantas. Solo así se explica que tengamos el mayor número de alimentos diferenciados de las provincias españolas, con la salvedad de Huelva. A eso se añade un ya veterano núcleo de restaurantes de autor en la capital: Cocinandos, Delirios, MUSAC y Pablo, insólito en esta dimensión urbana, a los que se suma una nueva generación, así como otros restaurantes innovadores por la provincia. Y la tradición de las tapas, que en su sencillez nos hablan de un gusto por el buen comer, por el ocio, por la plática y por la buena vida. Quizás por ese espíritu vividor y un tanto diletante, pare esta tierra tanto escritor y tanto cronista periodístico. León tiene que hacer valer… lo que vale; y vale mucho, como sabemos los que hemos viajado algo por la piel de toro. Vamos a exhibir toda esa despensa que es producto de siglos de explotar nuestros recursos, de una tierra de aldeas que amarra montañas, riberas y llanos en una cultura arcaica de cocinas de humo, de madreñas propias de tierras húmedas, de vinos hechos con uvas propias y de quesos de mezcla de toda leche porque aquí de todo había. Y vamos a refinarla también. El Ayuntamiento de León tiene mucho que decir, pero la Diputación también lo tiene que aprovechar porque este año es una oportunidad para para toda la cosmología leonesa. Y para las iniciativas privadas que nacen con facilidad de nuestro fuerte individualismo. ¡Vamos a seducir al mundo!