jueves, 18 de diciembre de 2014

PROPUESTAS PARA LEÓN

El año 2015 se plantea políticamente como un fin de ciclo electoral. En mayo tendrán lugar las elecciones municipales y autonómicas. Las elecciones generales, si no hay adelanto, se celebrarán en noviembre. En otras palabras, dentro de un año el panorama político puede ser radicalmente distinto al que tenemos hoy. Con la atención centrada en la profunda crisis económica y ética que atravesamos, el debate político sigue embarrancado en las críticas al adversario y en la resolución de las demandas por corrupción. El molesto ruido de fondo de los ataques destructivos lo ocupa todo, agotando la atención y cerrando la posibilidad de debatir otros temas. Y no es que pueda dejarse pasar el comentario ante una situación objetivamente escandalosa, pero eso no debe expulsar del debate público otras cuestiones más constructivas. Hacer balance de la gestión realizada es otro de los aspectos que ocupan buena parte de la discusión preelectoral. Sin duda es necesario porque da verosimilitud o no a las promesas electorales de los partidos que han ejercido el gobierno. De poco sirve prometer si no se ha sido capaz de conseguir los objetivos en la institución en la que se ha tenido el poder en los últimos cuatro años. La campaña electoral tiene que empezar a centrarse en las propuestas. A una lista electoral se le vota para hacer algo concreto, lo haga o no luego. Es ahí donde se aprecia si en los partidos existe un cierto nivel de reflexión sobre el presente y el futuro de León. También se mide así la capacidad de análisis basado en cifras y datos con que se debería contarse en los partidos. En resumen, el debate preelectoral ha de repartirse entre el balance de lo realizado, las propuestas y la crítica a la situación general. Esto, que parece una obviedad, permanece totalmente desequilibrado en la actualidad. Los leoneses tenemos que exigir más rigor a los partidos para elaborar propuesta, para que digan a dónde quieren llevarnos. Y si no son capaces es que sólo perviven como maquinaria para alcanzar el poder. En el caso de León existen colectivos con capacidad de propuesta global, como Proyecto León, o de propuesta parcial, como la Plataforma por la Autovía León-Braganza. Hasta el momento se han pronunciado más argumentos técnicos y análisis de la situación de estos colectivos que de las propias esferas de los partidos políticos. Sería necesario escuchar a cada candidato pronunciarse sobre las propuestas que estos y otros grupos emiten, producto de un análisis apartidista de la sociedad leonesa.

jueves, 11 de diciembre de 2014

HORARIOS Y CONTRADICCIONES

Los pequeños comerciantes de León hacen público el desacuerdo con la libertad de horarios y de días de apertura que, progresivamente, quiere introducir la Junta de Castilla y León. Argumentan la imposibilidad de competir con las grandes superficies por el público generalista. Por su parte la Junta basa la liberalización en unos determinados volúmenes de afluencia turística cuyo impacto es necesario aprovechar. Más allá de otras consideraciones los dos argumentos tienen aspectos contradictorios en sí mismos. La afluencia turística a cualquier lugar busca sobre todo los elementos diferenciales de esa zona, aquello que resulta nuevo, desconocido o exótico al visitante. Por eso el argumento de la Junta de que haya que abrir más horas, cuando se sabe que los únicos que pueden hacerlo son las grandes superficies, entraña un absurdo. Nadie va a hacer turismo a una ciudad para comprar en cualquiera de las grandes superficies franquiciadas, que son prácticamente iguales en todas partes. La desregulación horaria solo puede favorecer a aquellos que, con grandes facturaciones, diluyen los costes de personal por tenerlo muy escaso. No en vano se llaman “autoservicios”. Por su lado el pequeño comercio se basa en la atención personalizada, en la disposición de productos de carácter local y producción pequeña, que por su naturaleza no están presentes en la gran superficie. Ése es realmente el nicho que atiende al turista. Sin embargo los costes de personal son mucho más altos, la presencialidad de los dependientes es fundamental y las horas con baja afluencia de público suponen pérdidas importantes. Eso por no hablar del infraempleo, que se vive ya en las grandes superficies, por la baja actividad comercial devenida con la crisis. Si por debajo de un cierto umbral de facturación mensual no hay clientela a ciertas horas, solo queda reducir salarios, alargar las jornadas, reducir las vacaciones, excluir a los menos productivos por distintas causas; en definitiva generar empleo-basura. Todos debemos defender la limitación de horarios, o bien abrirlo todo: administración pública, bancos … No puede haber distintas varas de medir. Por eso, si no queremos degradar aún más las condiciones de vida de este país, hay que poner riendas a los horarios y también forzar las condiciones del pequeño comercio para hacerlas más flexibles, menos amodorradas y sujetas a costumbres que ya no tienen razón de ser. Esa es la forma de defender un pequeño comercio que no se puede convertir en tienduchas donde los empleados se eternizan.

jueves, 4 de diciembre de 2014

LOGÍSTICA Y EMPRESARIOS

El sábado pasado se celebró una reunión en el Parador Nacional de León organizada por el PSOE local, pero abierta al público. En ella se trataba la situación de la provincia ante el anuncio del trazado del Corredor Atlántico por parte de la Junta de Castilla y León, así como la nueva coyuntura ante el cierre de la autopista del mar entre Gijón y Saint Nazaire. Las intervenciones revistieron un carácter fundamentalmente técnico, con participación de ponentes asturianos, zamoranos y leoneses. La conclusión más sustancial es que existe un movimiento político desde ciertas instituciones para apartar a esta provincia en el nuevo diseño de ejes de transporte transeuropeo. Por una parte la Junta de Castilla y León apoya abiertamente un solo corredor, que sigue el trayecto Burgos-Valladolid-Salamanca, donde pretende concentrar las inversiones. Esto a pesar de que en la documentación europea figura un segundo ramal que discurre desde Burgos hacia Galicia y Asturias por León. Por otro lado parece que en el traslado del operador de la autovía del mar Gijón-Nantes a Vigo, queda en evidencia que hay un movimiento para cazar subvenciones trasladando el mismo tráfico de puerto en puerto. Nadie se ha opuesto o pronunciado. Todos los territorios de España cuentan con 4 niveles de la administración pública para defender sus intereses: el gobierno central, el autonómico, el provincial y el municipal. En León es palmario que el escalón autonómico no existe en la promoción económica. La Junta de Castilla y León o no defiende o toma partido contra los intereses de León. Además, cuando está a punto de cerrarse el diseño logístico del Corredor Atlántico, dejando apartado a León, llama la atención el silencio de la Diputación Provincial y del Ayuntamiento de León. Ambas instituciones permanecen en una pasividad letal para el futuro económico de esta provincia. Capítulo especial requiere el papel de la organizaciones empresariales leonesas, que no se han pronunciado sobre estos temas ni tampoco sobre el plan estratégico de la Junta en materia de política industrial, llamado III Acuerdo Marco para la Competitividad e Innovación Industrial. Parece que ambas organizaciones –CEL y FELE- inician un proceso de acercamiento en estos días. Sería bueno que se aprovechase la ocasión para revisar el pobre papel que están desempeñando, junto a la Cámara de Comercio, en la defensa de los intereses económicos leoneses y hacer un propósito de la enmienda. Parece como si el debilitamiento del mercado leonés no les importase.

jueves, 27 de noviembre de 2014

LA CLAVE ES LEÓN-BURGOS

La Junta de Castilla y León ha trazado un plan para implantar la mayor parte de las actividades logísticas y los polígonos industriales clave en la línea Burgos-Valladolid-Salamanca. Así se desprende de su apuesta por un determinado trazado del Corredor Atlántico en las instituciones europeas. Con ello consigue integrar en ese corredor 3 de los 4 mayores rururbanos de la autonomía y las 3 mayores ciudades por la población de sus ayuntamientos. En toda la documentación emitida se esquematiza en mapas este esquema, que cuenta con un centro fundamental: Valladolid. Según ese planteamiento el cuarto ayuntamiento por población, que es León, y el segundo rururbano, que lo rodea, quedan fuera de la línea principal. Se pone León como punto de referencia en el mapa, pero queda en evidencia que está fuera del corredor principal, que ninguna nueva infraestructura clave se va a ubicar en su cercanía y que no queda claro el por qué de esa señalización en un lugar que está fuera de los planes principales. Uno de lo aspectos más llamativos de todos los esquemas de la Junta es que el corredor León-Burgos, donde existe una autovía, desaparece del mapa. Y resulta aún más extraordinario cuando se tiene en cuenta que, según los datos de la propia Junta, es el corredor de mercancías más importante de la red autonómica. Las mediciones de tráfico (IMD) no mienten. Por eso resulta evidente que la León-Burgos rompe el plan que alguien trazó en la Junta para montar un esquema de desarrollo logístico que centralizase en Valladolid las inversiones. A esto se añadirá la apertura a mediados del próximo año del tramo pendiente de autovía entre Benavente y Zamora. Se trata de otro corredor que no entra en el esquema logístico de la consejería autonómica y que abre una ruta para el tráfico pesado entre Gijón y Sevilla debilitando el papel distribuidor de Tordesillas. Por eso se puede afirmar que el despliegue logístico planificado por la Junta no era el único posible. Se ha elegido uno determinado que favorece a Valladolid. Además el esquema elegido perjudica el papel de León en la red logística. Por último, si se potenciase al papel de la autovía León-Burgos y, a partir del año que viene, el de la León-Salamanca, Valladolid se vería perjudicada en sus expectativas y León se beneficiaría. De todo ello se colige que León y Valladolid compiten como centros de distribución de mercancías y que la Junta se ha decantado por Valladolid. ¿Qué van a hacer los dirigentes de las instituciones leonesas para mejorar nuestra perspectiva?

jueves, 20 de noviembre de 2014

EMERGENCIA TÉRMICA

En las últimas semanas se ha filtrado la información de que la empresa propietaria de la central térmica de Compostilla podría estar contemplando la posibilidad de cerrarla. Llama la atención la pasividad de las autoridades políticas e intelectuales de la provincia ante tal eventualidad. León cuenta con una parque térmico de 3 instalaciones: Compostilla y Anllares, en el Bierzo, y La Robla, en la comarca de Alba. Se trata de grandes instalaciones industriales preparadas para obtener energía eléctrica a partir de la combustión de carbón. La razón de ser originaria de estas centrales fue la proximidad a las minas para reducir los costes de transporte a la mínima expresión. Por lo tanto la relación entre las minas de carbón y la presencia de centrales térmicas es estrecha. De ahí que la búsqueda de nuevos sistemas de explotación más eficientes, limpios y baratos debe ser un empeño para las empresas mineras, los operadores térmo-eléctricos y los investigadores de León. Plantear el cierre de una central térmica de carbón aquí supone asumir el cierre definitivo de las minas que hay en su cercanía. Lo contrario no tendría sentido. Por otra parte, Compostilla puede ser un globo sonda de la empresa y del gobierno –ambos competentes en esta decisión- para saber cómo seria acogido el cierre del resto de térmicas leonesas. Y parece que nada se mueve en León. Para valorar el alcance de esta decisión hay que saber que estas industrias dan trabajo a varios miles de personas entre empleados de la propia compañía generadora y los numerosos subcontratistas con que cuentan estas instalaciones. Las centrales de combustión de carbón son estructuras con una fuerte base de ingeniería, que implican a técnicos y puestos de trabajo cualificados. Perder esto es una descapitalización intolerable. Por esta causa se puede afirmar que en torno al ciclo del carbón trabajan en León miles de personas entre mineros, empresas de movimiento de tierras, técnicos en explosivos, vigilantes, transportistas, recambistas, asistentes de maquinaria industrial, ingenieros, operarios de las centrales, personal de mantenimiento, administración pública en torno a ambas actividades, empleados de ferrocarril, servicios de apoyo de todo tipo (gasolineras, talleres, grúas, mayoristas de material químico …). Que se esté desmantelando el sector mientras las autoridades no dicen nada y los catedráticos de la Escuela de Minas dormitan, clama al cielo. O falta responsabilidad, o capacidad intelectual, o están muy ocupados en vaya usted a saber…

jueves, 13 de noviembre de 2014

LEÓN Y LOS DRONES

El doble uso del Aeropuerto de La Virgen del Camino, que es militar y civil, permite garantizar una actividad más amplia que la que tendría si solo se explotase en una de esas vertientes. Casi siempre, desde su habilitación para el transporte comercial de viajeros, se habla de los resultados como aeropuerto civil. Sin embargo el uso militar puede tener un impacto económico muy interesante para todo su entorno. Por otra parte, las mejoras que se producen en una de las líneas de su explotación se suelen traducir en ventajas para la otra. Así el aumento de las pistas que se realizó para la aviación civil ha facilitado que se haya hecho pruebas de aviones militares de gran porte como el A400M. Por su parte, los controladores militares han facilitado el uso de la instalación civil en diversas ocasiones. Los drones son aeronaves que se caracterizan por estar tripuladas desde tierra. En otras palabras, carecen de piloto. Su uso se extiende rápidamente y el desarrollo de todo lo que los concierne recibe cuantiosas inversiones en investigación. Uno de los usuarios más importante es el ejército, aunque estas tecnologías se están aplicando a múltiples sectores civiles. En unos años habrá buena parte de las flotas de aeronaves dronizadas, ya que tiene grandes ventajas, como el descenso de costes y el aumento de operatividad de los vehículos, que no dependerá del cansancio de los pilotos. En estos momentos se está decidiendo la ubicación de una unidad de drones del ejército. León se encuentra entre los candidatos más sólidos para acoger este grupo. Su llegada implicaría a varias instituciones, aparte de la propia base aérea, como la universidad, a través de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y Aeroespacial, las empresas TIC del “cluster” de León, el Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial y algunos otros. La unidad de drones supondría atraer profesionales en un sector tecnológico de vanguardia y participar en sus avances, situando a esta ciudad como uno de los referentes. En consecuencia la fijación de la unidad de drones del Ejército del Aire es un objetivo fundamental para el futuro económico, formativo y empresarial de León. Los representantes públicos deben comprometerse en su consecución influyendo a todos los niveles. Sería recomendable saber qué gestiones están haciendo al respecto el alcalde de León, el presidente de la Diputación, el subdelegado del Gobierno de España, el rector, el comandante de la Base Aérea y el responsable del antigua INTECO, hoy INCIBE para lograrlo.

jueves, 6 de noviembre de 2014

ALIMENTOS, ESCUELAS Y TONTOS

Parece ser que los niños de Almanza no pueden llevar la comida de sus casas si quieren ingerirla en el comedor escolar. Se argumenta que la administración pública no se puede responsabilizar de los efectos de esa comida porque su estado no está supervisado por los técnicos. En otras palabras, el mismo aparato administrativo que ha permitido el servicio de comida en condiciones inadecuadas a los niños impide que la comida que preparan sus madres sea consumida en el colegio. De la misma manera cabe preguntarse por qué la Junta de Castilla y León no inspecciona las cocinas domésticas de las familias de esos niños. Si nos ponemos puristas, podríamos exigir a la administración que inspeccionase las cocinas domésticas de todos los ciudadanos. Al fin y al cabo lo que se hace en esas cocinas afecta potencialmente a nuestra salud y es responsabilidad pública. En consecuencia el afán inspector se puede elevar hasta el absurdo y eso es lo que está pasando con el caso de la comida escolar con gusanos y con todas sus derivadas. La Junta ha sido incapaz de garantizar que se sirva una comida de catering que esté simplemente rica, pero cierra sus comedores a lo que elaboran las madres para sus niños. Y lo que empieza a aflorar como pregunta tras todo esto es para qué sirve tanta legislación alimentaria, tantos inspectores y tantos políticos legislando una semana tras otra, si lo que se ha perdido es el sentido común. Hay una regla fundamental en el mundo de la empresa y, en general, de las organizaciones: si algo funciona bien, no lo toques, no lo cambies. En el caso de la comida para los comedores escolares alguien cambió de proveedor sin analizar en profundidad la clase de servicio que se iba a prestar a los ciudadanos. No se hizo un seguimiento adecuado a posteriori. El protagonista de ese cambio debería tener responsabilidades por lo que ha pasado. Además, tendrían que saber él y todo el aparato administrativo, que los ciudadanos nos empezamos a cansar de tonterías, de inspecciones sobre cosas que no generan problema alguno, pero que se hacen para justificarle el sueldo a alguien. La administración, más allá del legalismo, tiene que usar el sentido común. Sobran diletantes de la política discutiendo sobre las musas mientras cosas tan elementales como el servicio de comida a los niños en el colegio están fallando. No podemos seguir creando leyes e inspectores a mayor gloria de la nada, creando indignación e ineficiencia y llenando el país de costes innecesarios e inútiles. Basta ya de bobadas.

jueves, 30 de octubre de 2014

CALIDAD ALIMENTARIA EN EL COLE

El escándalo de los gusanos en la sopa dispuesta en los comedores de los colegios públicos se ha centrado en el aspecto sanitario. Las dudas se han extendido, como es lógico, sobre la salubridad de la comida que se les ha servido a los niños. Si la ingesta de esas viandas produce o puede producir intoxicaciones o toxiinfecciones a los usuarios es una primera preocupación, ya que se pone en peligro la integridad física de esas personas. Del control de ese aspecto ha de ocuparse la red de laboratorios correspondiente y el sistema de calidad de la empresa que lo sirvió. Ha quedado claro que los controles de la adjudicataria del servicio han fallado clamorosamente, ya que no sólo se ha servido la sopa con el mismo problema en un colegio sino en varios. ¿Cuál ha sido el papel de la inspección pública? Un segundo aspecto es el relativo a las cualidades organolépticas de los alimentos que se sirven. En ese apartado hay que evaluar el color, el sabor, el olor, el aspecto general, la textura de lo que se sirve para comer. En otras palabras, más allá de la seguridad sanitaria está la calidad gastronómica. Es en esta vertiente donde la investigación sobrevenida a raíz de los gusanos de la sopa evidencia que no se controla como es debido lo que se les da a los niños. Parece que no importa lo que se les sirva, ni si la mitad de la comida queda sobre las mesas porque no está buena. Este apartado, que afecta a la educación del paladar y a la nutrición de los alumnos ha quedado relegado en el debate, cuando afecta directamente a toda la red de comedores escolares. En estos días nos hemos enterado de que la comida se cocinaba dos veces por semana en Málaga y se traía en camiones hasta Valladolid, desde donde se distribuía. Cuando uno examina lo que come un niño, concluye que es imposible poner comida con buenas cualidades organolépticas en esas condiciones. Imagínense el atractivo gastronómico de una pizza o una tortilla de patata hecha hace dos días. Eso por no entrar en la degradación de sus aportes nutritivos. Fenómenos como el secado, la oxidación, el viraje de color, la pérdida de esponjosidad … hacen que los alimentos no deban permanecer en espera por la pérdida de la calidad percibida a simple vista. Por eso me pregunto quién estaba vigilando este aspecto en la administración pública. En consecuencia me interrogo por los responsables de que a los niños se les sirvan en los comedores productos infraalimentarios, sin necesidad de que en estos haya peligro para la salud. ¿Es que para los niños vale todo?

jueves, 23 de octubre de 2014

EL ABANDONO DEL CAMPO

Uno de los debates emergentes en España es el proceso por el que amplias zonas están quedando desertizadas. El hecho de que alguna de ellas, como el gran vacío del Sistema Ibérico entre Guadalajara, Cuenca, Teruel y Soria, tengan densidades de población inferiores a las zonas del Ártico, desata las alarmas. En León también hemos asistido al proceso de vaciado de gran parte de la provincia y superficies enormes como Omaña o el entorno de Riaño y Picos de Europa presentan densidades de población consideradas desérticas. El fenómeno no tiene comparación en los países de nuestro entorno europeo. El proceso de emigración hacia las ciudades tiene dos causas fundamentales. La primera, que motivó las oleadas iniciales hacia los centros urbanos, fue el desprestigio de la actividad profesional agraria y de todo lo que la rodea.Vivir en un pueblo era considerado durante decenios una condición de inferioridad social. En consecuencia la gente más joven emprendió la mudanza hacia las ciudades en cuanto tuvo la oportunidad. Para muchos padres era una aspiración legítima que sus hijos viviesen en la capital más próxima. Afortunadamente esta apreciación social negativa de la población agraria se ha transformado y actualmente carece de sustancia. La segunda causa de emigración es mucho más reciente: la falta de alternativas económicas y de empleo en los pueblos. Esto se debe a que las posibilidades de obtener ingresos en el campo se basan en mantener una actividad principal y una serie de posibilidades complementarias que ayuden a redondear la renta familiar. Cuando se observa la población rural en el resto de Europa se puede comprobar que esa es la composición. En una casa familiar del campo se puede tener animales de renta, una huerta, algunas habitaciones de alquiler para turistas, elaboración de quesos para venta, o de mermeladas o de otros alimentos. La actividad en el campo se fundamenta en la producción de alimentos sin elaborar. Habría que poder procesarlos. Sin embargo la normativa española impide que cualquier granja pueda vender su producción al consumidor con sencillez. Una maraña de inspecciones, requerimientos sanitarios, permisos y otros obstáculos bloquean la posible transformación de alimentos para la venta. No se trata de que no haya normas, sino de que no se pida lo mismo a una pequeña unidad de producción rural que a una industria. Ese es el problema central, que en lugares como Francia está resuelto y en España no. Y, mientras no se modifique la normativa, no habrá solución.

jueves, 16 de octubre de 2014

LA CRISIS DEL AEROPUERTO

La semana pasada se ha hecho público que el aeropuerto de León acumula este año menos pasajeros que el de Burgos. Ha hecho falta este dato para que un latigazo agitase la vida pública leonesa, pese a que las cifras de tráfico de La Virgen del Camino vienen cayendo agudamente desde hace mucho. Y no es que tengamos que pensar que León es, en movimiento aeroportuario, mucho más que Burgos, o que tengamos complejo de superioridad respecto a esa provincia. Sin embargo el Aeropuerto de Villafría ha estado siempre en unas cifras modestas de pasajeros, que nunca alcanzaron los 40.000 anuales, y con tasas de ocupación de sus vuelos por debajo de las leonesas. El Aeropuerto de León llegó a tener no hace mucho tiempo más de 160.000 pasajeros anuales. Este año va a superar escasamente el 10% de esa cifra. No hay ninguna crisis económica que justifique ese descenso; sólo la mala gestión en la comercialización y en la promoción de sus servicios. Repito: nada puede justificar, en condiciones normales, una caída del 90% en el número de viajeros del Aeropuerto de León. Aunque en al aeropuerto hay varios actores, dos de ellos sobresalen más que los demás: AENA y el Consorcio Provincial para la Promoción. Que acudan operadores a La Virgen del Camino, con el resultado final de un aumento del número de pasajeros, es fundamentalmente producto de la gestión de ambas instituciones. Para ello hay que hacer un análisis primordialmente comercial. Puesto que el aeropuerto no puede ir peor, puede haber llegando el momento de hacer una evaluación de este tipo, aprovechando la nueva presidencia del Consorcio. Las cuentas son ahora relativamente fáciles: un vuelo a Barcelona a las horas adecuadas y con los precios adecuados aportaría por sí solo 35.000 pasajeros al año, casi el doble de los que volarán en 2014. El resto de vuelos, muy inferiores en aportación, pueden acercar la cifra total a 50.000 tal y como están las cosas. Y para este examen no hace falta mucha investigación porque los datos ya se tienen de cuando el aeropuerto permitía volar en esas condiciones de horario y precio, y no había crisis. Entonces solo el destino a Barcelona aportaba 65.000 pasajeros. Por otra parte, es imprescindible salir a buscar compañías con personal eminentemente comercial que domine el inglés. No se puede volver a hacer el ridículo que se sufrió con Ryan Air, cuando quienes tuvieron acceso a su propuesta no la entendieron al estar redactada (cómo no) en inglés. Hay que saber ceder el puesto cuando no se está preparado.

jueves, 9 de octubre de 2014

ÉBOLA Y GASTO PÚBLICO

La posibilidad de que apareciese una infección por virus Ébola, una vez que se había trasladado a un enfermo a España, tenía una probabilidad más alta. Es así en cuantos países han repatriado a enfermos. Que se haga es algo que entra dentro de lo discutible, dada la enorme mortalidad que produce el virus, porque hay argumentos que justifican tanto la repatriación como la atención sanitaria en origen. Sin embargo las dudas que han prendido en la sociedad por cómo se ha hecho frente a este problema en suelo español dejan traslucir inseguridad en nuestro sistema sanitario. Nadie duda de la aptitud de nuestros profesionales sanitarios para trabajar en condiciones de alto peligro infectivo. Sin embargo la primera sorpresa que recibimos los contribuyentes es que las camas hospitalarias mejor adaptadas para este tipo de tratamientos habían sido desmanteladas en Madrid. Es ahí donde las dudas tienen sus raíces. Se ha querido hacer responsable a la ministra del primer caso de transmisión de virus Ébola en humanos en Europa. Personalmente no creo que la tenga, cosa que no la exime de su demostrada debilidad intelectual ni de su cara dura arguyendo no saber nada de qué coche tenía su marido en las declaraciones en torno al caso Gürtel. La sanidad es una competencia transferida a las comunidades autónomas -cuestión ésta que ahora hay que empezar a reexaminar a la vista del papelón-. Por lo tanto los responsables máximos son los del desmantelamiento de camas de hospital costosas y equipos humanos cualificados (y caros), los que acabaron con plantillas redundantes en previsión de emergencias sanitarias y que están al frente de las comunidades autónomas. Es bien conocido cómo Esperanza Aguirre y su sucesor Ignacio González hicieron de la erosión de la medicina pública madrileña una cruzada. Por tanto a ambos les toca explicar cómo aprobaron cerrar las plantas de hospital para tratamientos de infecciones más peligrosas. La cuestión tiene más aristas cuando se conoce que la nómina de familiares de Aguirre en puestos de libre designación de la administración es notoria. Esos liberalismos peculiares que tanto abandera cuestan inseguridad pública en las crisis, graves daños a la imagen internacional y quebrantos en los ingresos del país. Dañan al bien general. La respuesta a enfermedades como el Ébola tiene mucho que ver con el gasto público. Lo mismo que el prestigio de la sanidad española, dañado ahora por esos políticos, que no han desmontado más porque las mareas de profesionales se lo han impedido.

miércoles, 1 de octubre de 2014

LEÓN Y LA POLÍTICA INDUSTRIAL

Tradicionalmente León ha estado al margen de la política industrial a todos los niveles. Se entiende por política industrial una acción global y planificada para orientar el desarrollo de las empresas del sector secundario. En los momentos actuales León atraviesa uno de los momentos más críticos para su futuro en este campo. Teniendo en cuenta que la política industrial depende de la Junta de Castilla y León habría que estar atentos a sus movimientos. A propósito de esto acaba de hacerse público el III Acuerdo Marco para la Competitividad e Innovación Industrial de Castilla y León 2014-2020. Se trata de todo un plan para apoyar y desarrollar el sector industrial en la autonomía. Su redacción corresponde a la de un plan estratégico que, tras su lectura, con toda probabilidad ha sido encargado a técnicos. El documento, de 158 páginas, fue firmado por los sindicatos y las organizaciones empresariales. Solo para este año compromete cerca de 500 millones de euros, por lo que podemos asegurar que se trata de un elemento central para definir la política industrial. Resulta extraño que en León no se haya hablado de este tema. Es más, dada la enorme importancia del documento, sorprende que ni las organizaciones empresariales locales ni los sindicatos tengan nada que decir. Pensando mal se diría que o no lo han leído o, si lo han hecho, no lo han entendido. En todo caso, cuando casi todos los síntomas económicos de León son de estancamiento, hay que pedir cuentas a estas organizaciones, que reciben fondos públicos. Igualmente hay que preguntarse si la consejería responsable va a desarrollar el plan estratégico como lo dé la gana o si estos agentes sociales tienen voluntad y criterio para decir algo. Estamos ante una oportunidad que León no puede perder: aprovechar las herramientas de este plan para cambiar la inercia negativa del entorno leonés. Cabe cuestionar si las organizaciones socioeconómicas tienen la altura para constituirse en interlocutores de la Junta en esta cuestión o si deben ser arrinconados por otras organizaciones más activas, más formadas y con criterios centrados en el bien común de los leoneses. La actividad de la Cámara de Comercio, de la FELE, del CEL, de CCOO, de la UGT, de USO y del resto de agentes no puede consistir fundamentalmente en salir a declarar obviedades o a reír las gracias del político de turno. Hay un trabajo técnico que hacer (¿estarán capacitados?) y una acción de interlocución que realizar (¿habrá habilidades para realizarla con eficacia?). Y se ciernen muchas dudas sobre su cualificación.

jueves, 25 de septiembre de 2014

INFRAESTRUCTURAS SIN CRITERIO

La proximidad de las elecciones de 2015 ha dado celeridad a los proyectos de infraestructuras pendientes. Cada vez que las convocatorias electorales se acercan se produce la compra de votos con obras públicas. Al hilo de esta costumbre hay quien piensa que ojalá hubiese que votar cada poco, ya que así se aseguraría la concreción de muchas promesas políticas. Tras el parón veraniego, la Ministra de Fomento está visitando cada provincia para asegurar que tal o cual obra se concluirá en unos meses. En este caso su actuación es poco racional y, ya que está de moda el término, populista. La ministra no ha revisado la idoneidad de buena parte de los proyectos y algunos de ellos, con criterios de hoy, carecen de sentido. España ha reducido su riqueza relativa en los últimos 7 años. Esto contrasta con un país que tiene la más amplia red de autovías de Europa, que despliega unos ferrocarriles de alta velocidad entre los cuatro primeros del mundo por su extensión, que cuenta con la mayor red de aeropuertos de Europa para su dimensión, y cuyo parque de puertos de mar ofrece una enorme capacidad respecto a la demanda que atiende. España tiene un problema de sobrecapacidad en transporte y solo debería realizar un ajuste limitado en infraestructuras pendientes y en ciertos cuellos de botella. De no ser así el país continuará hundiéndose, como ahora, en gastos de mantenimiento de cosas que no se usan, como sucede hace tiempo con el disparatado y enorme parque de generación eléctrica, que lleva camino de arruinar a todos. Nada de eso parece haber tenido en cuenta Pastor. En el caso de León, así como la autovía hasta Santas Martas tiene una carga potencial de tráfico relevante según las “Intensidades Medias de Tráfico” (IMD) de hoy en día, la que une Santas Martas con Villanubla, pendiente de construcción, no crea expectativas que la justifiquen. La necesidad de mejorar el trayecto León-Valladolid en ese tramo se resolvería con circunvalaciones en los pueblos. Sin embargo se prosigue con ese plan exagerado. Otro tanto sucede con la Ponferrada-Monforte, que redujo su IMD, y que con un tramo desdoblado hasta el límite provincial de León y mejoras para aumentar los límites de velocidad cumpliría su función. Y qué decir del desatino de la Autovía del Duero, que atraviesa un despoblado, o de otros muchos dislates. Mientras tanto, obras pequeñas con alto potencial, como la vía rápida León-Braganza, esperan en los cajones. No se puede seguir construyendo sin criterio si queremos salir de esta depresión económica.

jueves, 18 de septiembre de 2014

REINVENTAR LEÓN

La crisis económica y los malos resultados de la gestión política, empresarial y social en León han situado a nuestra provincia en un estatus inferior al que tuviera antes de la depresión que todavía atravesamos. Se puede analizar las causas por sectores o, quizás por aspectos transversales como la actitud de los leoneses, pero dudo mucho de que a estas alturas eso sea de gran ayuda. Cada vez que se intenta acometer un análisis riguroso de las causas del declive leonés afloran fobias y odios que, justificados o no, nada aportan para conseguir la solución. En resumen, despotricar contra quien sea no ayuda a mejorar. Lo cierto es que no parece que muchos aspectos de León tengan una perspectiva de recorrido a la baja aún mayor. El empobrecimiento económico, la pérdida de relevancia a nivel nacional, autonómico y regional, el escaso reconocimiento de León fuera de su territorio o la debilidad de su entramado político, empresarial, sindical y asociativo no permite pensar que las cosas puedan ir a peor. Se diría que en muchos casos hemos tocado fondo. Por eso puede ser este un buen momento para olvidarse de las críticas furiosas y pensar en positivo cómo querríamos que fuese León en 10 años, por ejemplo. La provincia que empieza a salir de esta crisis poco tiene que ver con lo que era hace 20 años. Por eso es un buen momento para reinventarla, para trazar nuevos caminos, fijar horizontes nuevos y olvidar a aquellos personajes que no quieran colaborar. Hay bastantes figuras tóxicas para la iniciativa. Por eso lo mejor es ignorarlos e iniciar el movimiento de recuperación con los que quieran de manera fehaciente sumar esfuerzos. No se puede perder el tiempo con los malos y con los tontos porque, como dice un buen amigo, los tontos no descansan -lo son siempre- y los malos descansan a veces, pero no merecen la energía que se les dedica porque son malos. Una herramienta útil para reinventar León es trazar un plan a fin de llegar dentro a un escenario de León que todos deseemos. A eso se le llama “plan estratégico” y se puede pactar entre las fuerzas vivas y positivas de León. Las elecciones pueden ser una oportunidad para que ese plan estratégico se plasme, siquiera parcialmente, en los programas políticos. Ese es el reto de León en los próximos meses. No cabe esperar que ningún partido reflexione sobre León, sus problemas propios y sus soluciones porque o no hay la capacidad intelectual o falta la voluntad. Por eso habría que crear un foro de trabajo, pero sin sectarios, que para eso ya existe alguno.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

UN FUTURO SIN TRABAJO

Comentan algunos gurúes que el futuro laboral se complica. Sostienen que la necesidad de trabajadores desciende sin remedio. Esa coyuntura nos llevaría a tener un paro estructural –otra forma de decir paro irresoluble- muy alto. Sin embargo este diagnóstico no es del todo cierto porque podemos apreciar modelos sociales (cada país representa un modelo social) en que no hay un paro estructural sustancial. Cuando observamos esos países lo primero que nos llama la atención es que los salarios, incluso en trabajos poco cualificados, son muy altos respecto a los de España. Lo segundo es que los que más ganan en esas sociedades, no ganan más que los ricos de la nuestra. Eso significa que son sistemas económicos que se basan en recircular el dinero a través de las rentas del trabajo, es decir, de los salarios. En realidad lo que sucede allí es que los precios, arrastrados por los costes salariales, son también muy altos. De hecho el poder de compra de un ciudadano medio en esos países no es superior al de un trabajador de clase media alta en España. Sin embargo eso es compatible con que nadie o casi nadie viva en condiciones precarias. Por lo tanto la conclusión acerca de los gurúes que tienden a justificar el alto paro estructural es que sus asertos son más ideológicos que técnicos. Hay personas que creen que para no cobrar impuestos a los ricos se puede justificar que haya gente pobre, que para que los ricos cobren ilimitadamente mucho se puede admitir que haya gente en la miseria. El mensaje se suele mandar a la inversa para despistar: los ricos no deben pagar impuestos y tienen que poder ganar cuanto puedan porque eso producirá inversión y desarrollo económico para el resto. La práctica nos enseña que eso es falso. Los ricos pueden y deben serlo, pero el acuerdo social ha de establecer límites en las diferencias entre los que menos ganan y los que más, y también debe gravar con más impuestos a los que más ganan. Así es en los países que representan la cumbre del desarrollo social: centro y norte Europa. Y para llegar a esa conclusión no hace falta más que abrir los ojos y mirar el entorno de las economías nacionales ahora que los datos fundamentales son de libre acceso. Por eso el reequilibrio social español debería basarse en inyectar más recursos entre los trabajadores que ganan el salario mínimo, limitar en una escala cuántas veces puede multiplicar el que más gana de una empresa el salario más bajo, y mantener los impuestos directos progresivos cuidando de que quienes más tienen, paguen más porcentaje: socialdemocracia de toda la vida.

jueves, 4 de septiembre de 2014

EL MODELO COYANZA

Uno de los fenómenos más comentados este verano ha sido el éxito de las piscinas de Valencia de Don Juan. La afluencia de visitantes diarios se cuenta por miles y se ha convertido en un emblema de la villa del castillo. Hace pocos días me hablaban bien de ella –para mi sorpresa- en Santander, hasta allí llega su impacto, pero es que hay personas de Asturias, que se acercan a pasar el día. Las piscinas se han convertido en un centro impulsor de la actividad económica y de la imagen de una pequeña ciudad de 5000 habitantes. ¿Cómo se ha llegado hasta aquí? Las piscinas de Valencia de Don Juan son el producto de una inversión continuada durante años. Han experimentado ampliaciones progresivas, añadiendo cada vez más vasos, servicios y oferta de ocio. Las piscinas son producto de una visión de largo plazo. Su éxito hace que puedan servir de ejemplo de cómo se debe realizar una gestión correcta de las iniciativas. Por añadidura el ayuntamiento no está especialmente endeudado y tiene fama de ser de los que pagan en tiempo y forma. En resumen, las piscinas no han supuesto una inversión que haya desequilibrado las cuentas municipales; antes bien, impulsan la economía local generando ingresos directos e indirectos. El caso de las piscinas no es una excepción en el municipio de Valencia de Don Juan. Estoy seguro de que hay cosas criticables en ese ayuntamiento. Sin embargo el balance global es tan positivo que hace palidecer cualquier crítica. El crecimiento de la población, cuando muchas cabeceras de comarca la pierden, el equilibrio financiero, cuando el endeudamiento es agudo en otros muchos municipios, y la generación de proyectos de largo plazo, cuando lo que predomina es el cortoplacismo y la falta de visión global, hace destacar la gestión, pese a las posibles críticas. Coyanza ha mantenido esta línea durante años y por eso hoy en día su gestión puede ser considerada un referente: el “modelo Coyanza”, en un momento que se caracteriza por el vaciado de gran parte del territorio leonés y, a un nivel superior, español. No se trata de si su alcalde cae mejor o peor, sino de que hay incontestablemente buenos resultados. Por ese lado merecen felicitaciones el equipo municipal y los empleados de la casa, que tan bien están cumpliendo su cometido, porque de todos es el éxito. Sería interesante que desde otras instituciones se aprendiese del “modelo Coyanza”. Cuando otros municipos pierden población de manera preocupante y continuada es necesario fijarse en nuevos referentes cercanos.

jueves, 28 de agosto de 2014

EL SECTOR ALIMENTARIO DE LEÓN

León se presenta como una de las provincias de más interés alimentario. Siglos de aislamiento y compartimentación comarcal produjeron una gastronomía característica, variada y abundante. Ha sido la búsqueda secular de medios de conservación de esos alimentos, sumado a la polivalencia de estas tierras lo que ha generado una carta de productos regionales que no es comparable a la de la mayoría de las provincias. Existen dos denominaciones de origen de vino: Bierzo y Tierra de León. Existen legumbres como la Alubia de La Bañeza o la Lenteja Pardina de Tierra de Campos. Hay curados como el Botillo del Bierzo, la Cecina de León, o la marca “Chorizo de León”. Encontramos productos de la huerta como el Pimiento Asado del Bierzo o el Pimiento de Fresno. Hay quesos como el de Valdeón. Las frutas también tienen su representación con la Reineta del Bierzo. Los dulces -las Mantecadas de Astorga, por ejemplo- también tienen presencia. Si cito estos alimentos en concreto es porque cuentan con algún tipo de sello que los reconoce como productos diferenciados. Sin embargo hay más que pueden ser objeto de esta labor de selección y promoción como la castaña parede del Bierzo, la cerezas de Cabreros, las mollejas de ternera, la cecina de chivo, el puerro de Sahagún, la morcilla de León, las patatas de la Vega del Tuerto, las peras asaderas de las Arrimadas, etc. León ofrece gran variedad de producciones y por eso la industria alimentaria leonesa debería ser considerado un pilar central en el renacer económico de León. Por otra parte, la capacidad de producción de alimentos de León es poco común tanto por la gran superficie provincial como por sus regadíos y avanzados esquemas productivos. Además existen aquí las tecnologías de transformación para hacer de los productos primarios objetos de consumo final en los mercados al por menor. Por estas causas urge trabajar en varios campos desde las asociaciones de empresas y también desde la administración, que no parece ser consciente. En primer lugar hay que seguir diferenciando nuevos productos a través de la creación de denominaciones de origen, de indicaciones geográficas protegidas o por otras fórmulas. Por otro lado es necesario apoyar el crecimiento de la dimensión media de las empresas que, si son muy pequeñas, no pueden penetrar en los mercados con eficacia. Además debería cuidarse la creación de un parque de empresas de apoyo como laboratorios, envasadoras, transportistas, etc. Por eso alrededor de la tradición puede ponerse un pilar industrial de León.

jueves, 21 de agosto de 2014

EMPRESARIOS Y ESTRATEGIAS

Comentan en una asociación leonesa de empresarios que León debe estar más implicado en proyectos propios y menos en quejarse de Valladolid. Igualmente las cámaras de comercio, que agrupan también a empresarios, han proporcionado una lista de obras públicas nuevas que consideran necesarias. Entre ellas hay infraestructuras de León. Parece que este tiempo veraniego ha dado pie a la reflexión estratégica en el colectivo empresarial local y es motivo de alegría porque, si algo le ha caracterizado hasta hoy es el cortoplacismo, la escasa visión global del territorio y la deficiente capacidad de reflexión para proponer estrategias propias. Se puede estar de acuerdo o no con lo que proponen, pero eso importa menos. La disensión da pie al debate y de él salen conclusiones positivas. Dice Cepedano que los leoneses debemos estar más atentos a nuestros propios problemas y tiene razón. Aunque hay grupos de reflexión sobre los temas leoneses y capacidad para proponer alternativas, no se percibe ese compromiso en las organizaciones empresariales o en las élites de León. Se suelen unir a reivindicaciones que han creado y fundamentado otros. Por eso no debaten ni proponen nuevos argumentos. Puede que hayan decidido cambiar. En Valladolid, por cierto, tienen buenos ejemplos de cómo lanzar iniciativas como “Valladolid Siglo XXI”, que se pueden imitar. Respecto a la excesiva preocupación por Valladolid, tienen la razón sólo en parte. Allí nadie se preocupa por León. Cierto grupo de políticos de la Junta se ha dedicado a apropiarse de cualquier iniciativa que surgiera en León y que les interesase durante los últimos años, pero no se puede hablar de una acción programada y sistemática. Eso es bueno en cuanto a que no hay un plan organizado contra León; pero es malo también porque no se cumplen los deberes de la autonomía con este territorio (de acción proactiva por el desarrollo, como se hace con Valladolid desde siempre), ni León tiene quien le represente en el nivel autonómico de la administración, lo que es una desventaja competitiva grave. Que las propuestas de las asociaciones empresariales puedan paliar ese déficit no se duda. Ahora hay que demostrar que existe capacidad para proponer, para negociar y para conseguir que se haga. Sin duda uno de los mayores problemas que sufre León es la dificultad de sacar adelante cualquier iniciativa ante las administraciones de la propia provincia: ayuntamientos, Diputación, Delegación de la Junta. Ese es el primer gran reto: un cambio en la mentalidad de la gestión pública.

jueves, 14 de agosto de 2014

CRISIS E HIPERFORMACIÓN

El enorme porcentaje de desempleo que sufre España ha hecho recurrir a lugares comunes que no son ciertos por más que se repitan. Uno de los más habituales es que los trabajadores no encuentran trabajo por falta de formación. Según este mantra, si se forma a los trabajadores, la demanda de empleados surge. Por esa causa muchos jóvenes prolongan su periodo de estudios indefinidamente de manera inútil y frustrante. De esa pulsión perversa vive un sector económico tan inflado como poco eficiente. Las ofertas de empleo son las que son, con independencia de la calidad académica de los trabajadores que se demandan. Incrementar el nivel formativo de los aspirantes supone meterlos en una carrera de hipercompetitividad, pero no aumenta el empleo. Es habitual que se llegue al absurdo de un currículo lleno de cursos, carreras y hasta doctorados para empleos que requieren una cualificación básica. Eso le cuesta al país una fortuna descomunal y una frustración no menor. En general podemos distinguir dos grupos de desempleados según su formación: los que acumulan multitud de cursos y los que apenas cuentan con alguno. Entre los que reúnen hitos formativos como quien acumula cascotes se suele dar que el uso vehicular del inglés coloquial y el conocimiento de un tercer idioma, son puntos débiles. Alguien debería explicar a alumnos y profesores que si una lengua no sirve para comunicarse con fluidez, es que no sirve –salvo para filólogos- para trabajar. Es el uso y no el título lo que se busca en la economía real. Respecto a los parados poco formados, a estos sí les hace falta el inglés coloquial, que ya es un estándar, y conocimientos en tareas profesionales con demanda real. Si no, huelga cualquier gasto en formación. El problema de paro en España ha degenerado en una burbuja en el sector formativo porque se sobreforma a millones de alumnos que no lo necesitan. Otra cosa sería que quisiesen formarse por afición, pero no nos engañemos, la formación está siendo una alternativa al paro puro y duro. Hay que supervisar el perfil formativo de los demandantes de trabajo y subvencionar la formación que se considere estrictamente necesaria, pero no toda. La formación no puede convertirse en un simple entretenimiento para parados. Por otra parte es imprescindible encaminar a los alumnos en itinerarios formativos según sus aptitudes y la demanda real y constatada del mercado. La experiencia nos ha demostrado que la libertad de elección académica es bonita en principio, pero desastrosa en cuanto a los resultados.

jueves, 7 de agosto de 2014

LEÓN Y LA SEGURIDAD SOCIAL

Los datos de cotizantes a la Seguridad Social de julio han sido portada en casi todos los medios de comunicación. Esta etapa preelectoral -puesto que queda menos de 9 meses para las próximas elecciones- hace que el gobierno se muestre triunfalista con la tímida evolución de las cifras, mientras la oposición pone en duda el positivo significado de estos datos. Por nuestra parte debemos analizar fríamente, sin banderías, la serie estadística de cotizantes para sacar conclusiones propias. En primer lugar hay que decir que España empezó a perder cotizantes a la Seguridad Social en junio de 2008 respecto al mismo mes del año anterior, sin que en ningún momento ese diferencial se haya vuelto positivo hasta enero de 2014. Durante ese periodo, de cinco años y medio, se pasó por momentos de aguda destrucción de empleo, como el final de 2008, 2009 y el primer cuatrimestre de 2010 -casi dos años-, y el intenso, pero menos hondo, entre el final de 2011, 2012 y 2013 -dos años justos-. El resto de la etapa de crisis se destruyó empleo cada mes respecto al año anterior, pero con una intensidad algo menor. En resumen, el país llevaba casi seis años destruyendo empleo fuertemente, con dos picos muy graves en 2009 y 2012. Esto es lo que denominan una crisis en “W”. Ahora cambia la tendencia, pero débilmente. Por otro lado, según esta serie estadística, León entró en la etapa de destrucción de empleo en agosto de 2008. Este mes de julio de 2014 es el primero en que hay una cifra interanual positiva. Hablamos por lo tanto de seis años de destrucción de empleo. Pero podemos también comparar su intensidad con la global de España. Los datos de León, que habían sido mejores –o menos malos- que los de la media nacional hasta abril de 2010, empiezan a mostrar entonces una evolución de nuestra economía peor que la española. Luego repuntan débilmente a finales de 2011, pero tras el primer cuatrimestre de 2012 caen abruptamente otra vez respecto a España sin que haya variado esa tendencia. El momento más desfavorable comparativamente para León respecto a la media española se concentra entre finales de 2012 y la actualidad. En otras palabras, León sufrió la crisis con menos intensidad en la primera fase de caída aguda, pero desde 2012 se encuentra en una tendencia peor que la media española. En consecuencia, desde 2012 León está perdiendo peso de manera notoria en el conjunto del país. Visto la pusilanimidad de los políticos de León, me pregunto qué tienen que decir las organizaciones empresariales sobre esta cuestión.

jueves, 31 de julio de 2014

MODELO DE COMERCIO Y MODELO DE CIUDAD

Hay un sector de los políticos que, bajo la justificación favorecer al consumidor, pretenden ampliar el horario de apertura comercial y relajar las licencias hasta la completa liberalización. Esta propuesta se suele presentar como un ejercicio de libertad, como la única medida para garantizar la eficiencia del mercado, pero es una trampa. Como en casi todo, es la regulación oficial lo que permite el desarrollo de mercados eficientes para el ciudadano. Si la sobrerregulación ahoga la iniciativa, la liberalización destruye la calidad. Cualquier extremo es malo. La cuestión de cómo se abren los establecimientos comerciales afecta al modelo urbano. Los ciudadanos debemos saber que la ultraliberalización tiende a vaciar los centros de las ciudades de comercio, que queda recluido en un pequeño espacio central, y deja desparramados locales cutres, de bajo coste, sin garantías higénicas o sanitarias. En resumen, liberar horarios comerciales supone empobrecer los cascos urbanos. Otra cosa es que se quiera favorecer a empresas constructoras, propietarias de centros comerciales, o a macroempresas de distribución, pero eso poco tiene que ver con los intereses del ciudadano. La capacidad de compra del consumidor es limitada y se halla acotada dentro de un presupuesto, tanto si se abre el comercio mucho, como si se abre poco. Lo que sí varía son los costes de apertura, ya que si se abre más horas hay más gastos generales. Además, en los horarios comerciales libres hay que aumentar la plantilla para cubrir la amplitud horaria, hacer turnos en horas intempestivas y ajustar los salarios para que los sobrecostes no se disparen. En otras palabras, la apertura indiscriminada del comercio es encarecedora, ineficiente, nada ecológica, antisocial e impide la conciliación familiar, además de debilitar la trama urbana por la pérdida de atractivo de las calles. Es evidente que la libertad de horarios comerciales afecta al modelo de ciudad y al modelo de vida en ella. Por eso, antes de entrar en argumentos simplistas acerca de supuestas ventajas para el público, hay que saber que la libertad de horarios tiene más inconvenientes que ventajas; además entrega el dominio de las ventas a las grandes corporaciones, sacando recursos del comercio tradicional- que se reinvertirían en la propia ciudad- para entregárselo a emporios que se los llevan. Por eso hay que proclamar que este afán por liberar los horarios comerciales responde a intereses particulares y que no se puede argumentar como una mejora global para la urbe.

jueves, 24 de julio de 2014

ACERCA DEL PALACIO DE CONGRESOS

Recientemente leía un artículo extenso sobre la crisis que está sufriendo el mercado de ferias y congresos en los principales centros del sector de España. El volumen de negocio está disminuyendo como efecto de la crisis, lo que provoca que los precios abonados por los expositores bajen, que el número de éstos disminuya y que las cifras de visitantes también se vean erosionadas. Durante el recorrido del artículo por la coyuntura se citan los grandes referentes del sector como IFEMA (Madrid) o la FIRA (Barcelona), que representan un gran porcentaje del negocio en España, pero los recintos de Zaragoza, Valencia y otros menores no se comportan mejor. En consecuencia se están buscando nuevas fórmulas y actividades para explotar estos grandes recintos y compensar así las pérdidas que el negocio tradicional genera. León cuenta con la construcción de un gran recinto para congresos y ferias. De hecho es la mayor obra que se observa en la ciudad. La infraestructura llega tarde para un mercado que, como decimos, está tomando otros derroteros. Sin embargo el hecho de que el edificio de Perrault esté en construcción puede ser una ventaja porque aún habría oportunidad de adaptarlo a otras demandas y a otros eventos. En todo caso la perspectiva del negocio de ferias y congresos en el nuevo edificio no es muy halagüeña y debería plantearse de nuevo qué se va a hacer en él y revisar su distribución si hiciese falta inmediatamente. Ahora que está solamente la estructura, cualquier posible redistribución del espacio interior tendría un coste menor. En este sentido hay que decir que al nuevo e imponente edificio hay que darle polivalencia. Su aspecto cuenta con un atractivo grande para lanzar la reactivación de la actividad en la zona de la ciudad en la que se enclava. Quiero decir que la fachada es atractiva por sí mismo. Por otra parte la ciudad tiene algún déficit en grandes recintos, lo que le impide presentar su candidatura como sede de grandes convocatorias. Un ejemplo ha sido la imposibilidad como subsede olímpica, o de un campeonato internacional de balonmano o de baloncesto. Además, si se tiene un gran recinto cubierto con buenas condiciones acústicas se puede organizar grandes conciertos y espectáculos que sólo los muy grades pueden acoger. Por eso es necesario que el ayuntamiento lidere una reflexión sobre el proyecto actual del palacio de congresos para ver si es el que más posibilidades aporta a la ciudad o si es necesario modificarlo a fin de que alcance nuevas facetas de funcionalidad hasta ahora no previstas.

jueves, 17 de julio de 2014

LA ATENCIÓN TURÍSTICA EN LEÓN

Cuando un visitante llega a una ciudad espera que la recogida de información sobre qué visitar o qué puntos reúnen el mayor interés sea fácil. Por eso supone que los establecimientos hoteleros ofrecerán mapas y folletos. También sería lógico contar con una oficina de atención al visitante en la que se diesen explicaciones detalladas, así como soportes gráficos que den una idea clara de qué y cómo se puede conocer el entorno. Hace una semana ha llegado un amigo mío a nuestra ciudad. En el hotel donde se hospeda le proporcionaron amablemente un mapa de la ciudad, aunque era el único porque parece ser que ni la oficina de turismo ni ninguna institución de León los facilita a estos establecimientos. Es asombroso que cuando tenemos en cada hotel un punto de información de visitantes no lo aprovechemos. Además el hotel se juega en la buena atención la fidelidad del cliente, lo que garantiza cierta calidad. Hablando de la oficina de turismo, hay que decir que la máxima preocupación percibida es la de tomar nota de cuántas personas van con cada interlocutor y de dónde proceden. El resto de cuestiones pasan a un segundo plano. En la oficina de León, en frente de la Catedral, había poca información; las explicaciones fueron difusas; no hay horarios integrales de los medios de transporte; tampoco un folleto con la oferta de espectáculos y convocatorias de la semana. Eso sí, a esta amistad le han ofrecido folletos de Valladolid, y la cartelera de espectáculos y circuitos culturales de esa provincia. No cabe más desconcierto. Y no es un problema de los empleados de la oficina, como alguien podría pensar. El meollo está en la irresponsabilidad de quienes rigen el consorcio provincial de turismo y de quienes hacen lo mismo con la consejería del ramo a nivel provincial. En cualquier empresa tendrían un apercibimiento grave y verían el despido asomar si se repitiesen los mismos errores. Es inadmisible que en una ciudad y una provincia en crisis profunda, en la que el turismo es uno de los recursos con más posibilidades de desarrollo se hagan las cosas tan mal. Conclusión: faltan profesionales en la dirección de las instituciones y sobran aficionados con carnet de partido. Es la única explicación que encuentra mi indignación. ¡Y luego hay quien se asombra de que el voto de los ciudadanos se radicalice! Hay que entender que cuando la pusilanimidad, y la falta de criterio se apropian del poder sin que se aprecie solución, no queda más que un camino: el desalojo electoral. O eficacia o calle, no dejan otra alternativa.

jueves, 10 de julio de 2014

LEÓN Y LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO

Ha llegado a los ayuntamientos leoneses el modelo de ordenación del territorio de la Junta de Castilla y León. Se trata de una propuesta que persigue garantizar la prestación de servicios públicos de competencia local en todo el territorio y para todos los ciudadanos. Para ello se realiza una concentración de los centros de servicio en cabeceras, pero sin que se varíe la arquitectura de municipios. El planteamiento de la Junta ha sido buscar una solución sin tocar los ayuntamientos ahora existentes. Por más que se ha dicho lo contrario, va a existir una duplicación de estructuras y de puestos de trabajo, ya que la cuadratura del círculo no existe. Si no se suprimen instituciones municipales y se crean otras nuevas, los costes globales de la gestión aumentarán. La clave de mejorar los servicios estaba en la reducción de los costes de gestión, puesto que muchos ayuntamientos se han quedado sin habitantes, pero sus divisiones municipales son las mismas, así como sus costes. Por lo tanto la lógica estaba en realizar una fusión municipal global, programada, simultánea y racional. Así se evitaba que ayuntamientos que quedasen rezagados en el proceso tuviesen que unirse a otros ya fusionados y configurados de acuerdo a sus propios intereses. Por su parte el gobierno central sacó hace meses una ley de sostenibilidad de las administraciones públicas locales que contemplaba este problema y proponía la solución: forzar las fusiones. No es la mejor, como ya se han explicado, pero pone en evidencia que España tiene un problema con su estructura municipal y que es urgente resolverlo. Hay que planificar una nueva distribución de los municipios, que deben ser muchos menos, y dejar un mapa coherente con una buena calidad de prestación de servicios. En consecuencia, tampoco el gobierno central ha actuado con criterios de estado. ¿Y qué se hizo en otros países europeos? Este problema está resuelto ya en casi toda Europa occidental. Los gobiernos estatales han realizado fusiones generalizadas. En alguno de ellos incluso más de una en los últimos 50 años. Por lo tanto no hace falta inventar nada. Hay que fusionar los ayuntamientos desde el poder central preservando los intereses de los ciudadanos. Luego nos asombraremos de que el campo se despueble, de que los servicios públicos se presten mal, de que el transporte urbano sea ineficiente o de que el mantenimiento de calles, parques o cementerios sea deficiente. Si importa más mantener alcaldes que atender las necesidades ciudadanas ¿qué se puede esperar?

jueves, 3 de julio de 2014

LEÓN Y EL BERNESGA

La relación de León ciudad con sus ríos siempre ha supuesto un punto de conflicto. El pobre Torío, segundón y algo apartado, no ha merecido más atención que la que las asociaciones de vecinos de Puente Castro han arrancado a las autoridades con sus reivindicaciones. El río principal, el Bernesga, se ha visto sometido a diversas modificaciones a lo largo de su historia urbana. Al principio la ciudad no creía mucho en él y unas rampas de tierra, para bajar a lavar la ropa, eran todo su capital en la primera mitad del Siglo XX. Más tarde llegó el ajardinamiento, el descubrimiento de un jardín lineal que se escondía tras aquel cauce exhausto en verano y torrencial en invierno. La regulación del cauce con un azud a la entrada a la ciudad y pequeños diques escalonados dignificaron a un Bernesga hecho río urbanita y floral. Por circunstancias que desconozco, tras años de mejora continua en el aspecto y aprovechamiento de ese cauce fluvial, se decidió demoler la regulación principal del Bernesga a la altura del puente de San Marcos. No sé qué importantes razones alimentaban una obra costosa que suponía un paso atrás. El hecho es que se revirtió el río a la situación original. Si lo lógico es aplicar la ingeniería para regular el curso del agua en el río y así gestionarlo, ahora se eliminó el principal elemento de regulación. Una obra ha de evaluarse por los resultados. Las avenidas de este año, copioso en lluvias, han permitido examinar la bondad de la obra. En mi opinión ha resultado una mala idea. El azud de San Marcos, aunque pequeño, era un recurso para contener y modelar el río, atrapar los sedimentos y retener los restos vegetales que arranca antes de llegar a la ciudad. También servía para proteger lo que más abajo se encuentra el agua: las escolleras que protegen los jardines, las pasarelas, el cauce en sí …. Ahora vemos como resultado de la cuestionable obra que los estériles, que antes contenía el dique, se extienden hasta la plaza de toros, que las pasarelas fueron dañadas como nunca, que las escolleras fueron removidas, que los restos vegetales se colaron por todas partes y que el cauce en su conjunto está asilvestrado, contra la mano humana. La dichosa obra que se llevó por delante el azud no sólo fue demoler el dique y sus acciones complementarias, sino que ha de sumar ahora la reparación de todo lo destrozado por una medida sin medida, con poca previsión. Y lo que más me sorprende es que haya sido auspiciada por la Confederación Hidrográfica. ¿Pero no eran especialistas en gestión de ríos?

viernes, 27 de junio de 2014

IDEOLOGÍA Y REFORMA FISCAL

Se acaba de anunciar una reforma fiscal con un descenso de los impuestos para la mayoría de los contribuyentes. La medida merece varios juicios de valor porque se anuncia como consecuencia de unas premisas, pero la realidad trasluce que se debe a otras causas. Se ha proclamado que la incipiente mejora macroeconómica lleva a trasladar al ciudadano un aumento de sus recursos para mejorar la capacidad de consumo. Sin embargo la pretendida mejora no ha equilibrado recaudación y gasto. El país sigue generando déficit público y la deuda española rebasará pronto el 100% del PIB. Si ahora se reduce la recaudación fiscal, el país se encamina a una situación insostenible. En consecuencia hay que pensar que esta rebaja de impuestos tiene más que ver con el periodo preelectoral, puesto que el año que viene habrá elecciones locales en mayo. Otro aspecto que se ha destacado es que los principales beneficiarios son las clases menos pudientes. Esto es falso, puesto que se calcula que el beneficio por contribuyente en las capas con menor renta es de unos 170 euros al año. Por el contrario, los perceptores de las rentas más altas, aquellos con más de 60.000 euros brutos al año, verán reducido su tipo marginal un 7% en dos años. A nadie se le escapa que eso supone que quienes más ganan se van a ahorrar muchos miles de euros que hasta ahora aportaban al erario público. La reforma es por lo tanto desigual y beneficia sobre todo a los que más tienen. Pero el trasfondo de la medida enlaza con convicciones ideológicas profundas. Actualmente existen dos tipos de capitalismo: el capitalismo industrial, basado en las inversiones para la producción, y el capitalismo financiero, basado en productos bancarios especulativos. El capitalismo industrial se basa en un mayor reparto de la riqueza a través de rentas del trabajo más altas para generar consumo, demanda al fin, lo que deriva en la creación de empleo. El capitalismo financiero se basa en potenciar la inversión en derivados financieros reduciendo empleo y rentas percibidas por los trabajadores. En el primer caso la expansión monetaria se redistribuye por la sociedad; en el segundo se concentra en pocas manos. Si se rebaja la tributación de los que más ganan, ese efectivo va a parar a la inversión en derivados financieros, puesto que sus titulares, ricos, no lo necesitan para el consumo. En definitiva, este gobierno apuesta por un modelo de capitalismo insolidario. En democracia esto es legítimo, pero lo que resulta inaceptable es mentir para justificarlo.

jueves, 19 de junio de 2014

LA PROYECCIÓN EXTERIOR DE LEÓN

Si algo se puede decir de este equipo municipal de la Ciudad de León es que ha puesto orden en las cuentas. La cuestión no era fácil porque se venía de una dinámica de gastar con alegría y desorden. Además se habían relajado muchas costumbres en cuanto a funcionamiento interno. El grupo de Gutiérrez, aún con fallos, va a atesorar en su patrimonio político haber metido en cintura el equilibrio entre ingresos y gastos. Se puede disentir de cómo se ha hecho, pero indudablemente se ha logrado. No sé si este difícil objetivo estaba al alcance del resto de los contendientes en la liza de partidos aspirantes. Lo dudo. Sin embargo hay que concluir también que este es un equipo ensimismado. La gestión se ha volcado en el funcionamiento interno de la ciudad y de su aparato de gestión. La proyección exterior de la urbe no ha sido una preocupación del equipo de Gutiérrez. Y tengo que deducir que no es un problema de poco equipo, ya que la mayoría absoluta garantizó un número sobrado de concejales. En otras palabras, aunque el reto más importante era llevar a cabo la reflotación financiera municipal, se podía haber dedicado algunas personas a mantener la presencia de León en el exterior. León es una ciudad de 130.000 habitantes que encabeza un área metropolitana de 205.000, según contabiliza el propio ILDEFE, y que lidera un rururbano de 330.000, según reconoce la Junta de Castilla y León. Se trata del segundo metropolitano autonómico, también del segundo rururbano y de una ciudad intermedia con una posición envidiable en el mapa, cosa que la Junta no ha sido capaz de cambiar y creo que se le va a resistir. Con esa base cualquier equipo municipal que llegue a León capital debiera tener un plan de medio y largo plazo para influir a dos niveles: en su espacio próximo, que es todo el rururbano, hasta Benavente, y el resto de la Provincia de León, y en segundo término en todo su entorno geográfico, que es el noroeste. Además al liderazgo de un nodo de este nivel debe pedírsele presencia y proacción ante las instituciones autonómicas y estatales tanto propias como cercanas. En resumen, está muy bien la labor de gestión económica y la de mantenimiento de la ciudad, pero no es incompatible con la de proyectar como se debe a una ciudad como León, que debe tener una voz potente en Valladolid, que tiene que tener presencia en Madrid, que es interlocutor ante Asturias y Galicia a todo los niveles. Gobernar un ayuntamiento es mucho más que equilibrar cuentas y limpiar calles. Esa es la deuda de Gutiérrez y su equipo con la ciudad.

miércoles, 11 de junio de 2014

LEÓN Y EL NOROESTE

La nueva configuración de nuestro país como un conjunto de ciudades y sus áreas metropolitanas, rodeadas de vacíos, viene dado por los cambios en la distribución de la población. Grandes zonas rurales han visto marchar a sus habitantes a las ciudades o hacia las coronas de éstas, formadas por poblaciones dormitorio. Ni siquiera el borde cantábrico se ha resistido a esa tendencia en los últimos años. Por eso cuando hablamos ahora de la Provincia de León nos referimos sobre todo a las aglomeraciones de León y Ponferrada, diferenciadas, en las que se incluyen Cacabelos o Mansilla de las Mulas por ejemplo. El resto del territorio de la provincia, unas dos terceras partes, ha quedado casi vacío. Cuando se examina en la distancia esas áreas de vida ciudadana, llamadas rururbanos, se observa cómo el León metropolitano queda rodeado por la gran aglomeración del centro de Asturias, por la de Lugo, por la de Orense, por la de Zamora -menor que la de Ponferrada- y por la de Valladolid-Palencia, la segunda en tamaño tras la asturiana. La corona metropolitana del Bierzo es un enlace perfecto hacia Galicia y la de León un nexo con el resto de las urbes citadas. Son dos eslabones contiguos en una cadena. Ninguna de las zonas metropolitanas que circunvalan las de León tienen globalmente una periferia tan densa e importante como esta provincia y su capital. Unas por estar prácticamente empotradas en estrechos corredores de comunicación (por ejemplo Lugo u Orense), otras al borde del mar (el centro de Asturias) y otras por la debilidad y la lejanía de las ciudades que les rodean (por ejemplo Valladolid respecto a Soria, Segovia, Ávila o Zamora) no pueden comparar su posición geoestratégica con el rururbano leonés. En consecuencia se puede afirmar que el triángulo León-Astorga-Benavente ocupa el centro del noroeste de España y que es la zona óptima para fijar infraestructuras e inversiones que se asocien a la logística. Pese a esa centralidad la Junta de Castilla y León hace caso omiso y se permite incluso borrar de los mapas ciertas autovías, como la León-Burgos, para que León parezca excéntrico. Todo su interés se concreta en resaltar Valladolid. Por eso, aunque en muchas ocasiones los leoneses son un problema para su propio futuro, en las cuestiones de carácter estratégico la Junta es actor principal del declive de León. Esa institución vallisoletana tiene ya una deuda gigantesca con esta provincia con la que se comporta en ocasiones -como ésta- como una metrópoli frente a su colonia.

jueves, 5 de junio de 2014

LEÓN Y EL IMPULSO DE LAS CIUDADES

Las ciudades y, en general, las áreas metropolitanas han experimentado una importante transformación en los últimos decenios en casi todo el mundo. Las tendencias marcadas por los planes estratégicos de las ciudades más vanguardistas van poco a poco trasladándose al resto de ciudades, porque en realidad estas urbes van en la cabecera de la evolución, pero el resto siguen su camino. De esta manera el bienestar, la habitabilidad y la calidad de vida encuentran acomodo hasta en los últimos rincones de las metrópolis desarrolladas. León no ha sido una excepción. Desde el ya lejano despliegue del Ensanche hasta la revolución de los nuevos espacios peatonalizados en los años noventa, la ciudad ha seguido una trayectoria de mejora que la ha hecho amable y acogedora. Si bien en algunos momentos ese proceso ha sido producto de la iniciativa local, en otros casos llegó por la vía del seguidismo y la copia. En todo caso la ciudad a la que hemos llegado está bastante bien -a mi juicio- y por eso tanta gente quiere venir aquí cuando se jubila. Sin embargo el área metropolitana de León ha pasado por momentos de mayor pujanza y por otros de una declinante atonía. Se puede decir que éste es uno de los de estancamiento. La debilidad financiera y conceptual al frente del ayuntamiento central y de los municipios satélites está depauperando la progresión del conjunto urbano. No hay ideas nuevas y transformadoras; tampoco hay recursos para ejecutarlas; falta ímpetu para exigir a otras instancias cosas necesarias para que la ciudad no pierda porte; y se echa de menos un liderazgo ascendente sobre toda la corona metropolitana, constituida ya como un conjunto de barrios dormitorio funcionalmente dependientes del municipio capitalino. En una reciente convención sobre el futuro de las ciudades se expuso que el siguiente objetivo es hacer de ellas lugares para el progreso, centros donde sea fácil innovar, emprender y desarrollar iniciativas. Me pregunto si León es una ciudad fácil para el progreso o si está llena de obstáculos puestos por la administración, o por los propios ciudadanos y colectivos civiles con una visión anclada en coyunturas pasadas. Esa puede ser la actividad perfecta para un ayuntamiento sin recursos económicos: remover obstáculos a la innovación y el emprendimiento, garantizar la facilidad para que las iniciativas crezcan, educar a la población en las bondades del progreso y en los mecanismos que lo facilitan. León tiene una oportunidad en ese camino. Podemos volver a tomar la iniciativa.

jueves, 29 de mayo de 2014

DOS RUPTURAS DE LAS ELECCIONES EUROPEAS

Cuando todavía no nos hemos repuesto de las sorpresas que ha deparado la elección de parlamentarios europeos en España, podemos extraer algunas conclusiones renovadoras. Y esto es conveniente porque, si se continúa enfocando a los detalles, perderemos algunas claves del trascendental cambio de cultura política que se está produciendo. La conclusión primera es el descenso de la fidelidad del votante medio. El caso más gráfico es el del PP, que tenía un suelo electoral casi indestructible. Ahora ha perdido más de dos millones y medio de votos, y el número de apoyos es el más bajo de los últimos decenios. Al PSOE, con un electorado tradicionalmente menos fiel, le ha pasado lo mismo pero amplificado proporcionalmente. De hecho el conjunto de los dos partidos mayores no ha superado el 50% de los votos, lo que es una cifra insólita. Esto abre la puerta a gobiernos de coalición en el futuro, que es una buena noticia tras lo sucedido con la mayoría absoluta del PP. Los populares han tenido la mayor concentración de poder de la democracia y no la han utilizado para defender globalmente los intereses de estado. Hay omisiones imperdonables como la reforma de la administración pública o la definición a largo plazo de la política industrial o la energética. A nivel local todo indica que, aunque los resultados no son plenamente trasladables a las elecciones locales, los populares perderán la mayor parte de las mayorías absolutas municipales y buena parte de las alcaldías. Una segunda conclusión es que el voto del descontento, sin ser mayoritario, puede determinar la formación de mayorías de gobierno. Tal composición puede condicionar la adopción de medidas antisociales, como la contención de los salarios mínimos, e impulsar otras que controlen a grupos poderosos de influencia y a minorías adineradas, como la subida fiscal a las mayores fortunas. Si algo define a los partidos emergentes del descontento -UPyD, Ciudadanos y Podemos- es que no tienen programas de gobierno en sí, pero apuntan sin tapujos a los culpables de la crisis y proponen medidas concretas para corregir los abusos sobre el ciudadano medio. Eso puede cambiar profundamente la forma en que se gobierna, ya que hasta ahora el poder emana de élites de partido, que en buena medida viven del mismo y de conceder favores para recibirlos. Las nuevas formaciones no tienen prácticamente historia política y sus miembros carecen de ataduras sólidas con ese entorno. En definitiva, son mucho más libres para tomar decisiones que rompan el estatus quo.

viernes, 23 de mayo de 2014

LOS MIRADORES EN LEÓN

Comienza la etapa del año en que la frondosidad conquista el paisaje leonés. La leonesa es una frondosidad poco común porque se despliega con aspectos muy diferentes, pero en zonas contiguas. En una misma mirada confluyen las vegas con los campos cereales, los prados alpinos con los sabinares, los bosques de roble con las rastreras que tapizan las peñas. Un paisaje leonés es un caleidoscopio ecológico, una suerte de cubo de Rubik natural. Y habrá quien piense que estas son consideraciones para diletantes, para preciosistas o para poetas descarriados, pero con solo darse una vuelta por las regiones periféricas: la Asturias de los verdes vivos de pradera y ladera, la Galicia de los verdes apagados del eucalipto, la Tierra de Campos que despliega toda la gama de los verde-amarillos cereales salpicada del rojo sanguíneo de las amapolas, se dará cuenta de que León es diferente en algunas cosas, que las variaciones sobre el mismo tema tienen un punto de sorpresa que en nuestros vecinos cuesta más encontrar. Por esta razón las posibilidades que esta provincia proporciona para el disfrute paisajístico son poco comunes. Además dos tercios del territorio o son montañosos o plenos de colinas. Esto abre la posibilidad de acceder a atalayas de vistas formidables. Lugares como el Campo de las Danzas en Ponferrada, el repetidor de Sabero, el cerro Matadeón, en los Oteros, el mirador de las Lomas sobre León ciudad, la vista de la precordillera cantábrica desde Fontanos de Torío, el mirador del Valporquero, el puerto de Tarna, el mirador de Corullón, el de Alija del Infantado, las vistas desde el Puente atirantado de la autopista o desde la ermita de San Froilán en Correcillas son algunos de los miles de ejemplos de estaciones privilegiadas para la contemplación del paisaje. El arco de casi 300 kms de montañas que ciñen la provincia por el norte y el oeste son una materia prima sin fin para los amantes de la contemplación. León necesita una red de miradores, ubicaciones fácilmente accesibles para todos los públicos desde las que disfrutar de la inmensidad que proporciona un aire transparente alejado del mar. Lo más difícil, que es tener las vistas y el aire cristalino, ya lo tenemos. Hace falta habilitar accesos, preparar las zonas de observación, indicar dónde están, facilitar información sobre lo que se observa y, lo más importante: publicitar una ruta para visitar los miradores que atraiga incluso al que no acostumbra a bajar del coche. León es diferencial en esto. Sólo hace falta venderlo.

jueves, 15 de mayo de 2014

OTRO AÑO SIN PLAN TURISTICO

Comentábamos estos días que, cuando se acompaña a visitantes por la provincia de León mostrando lo que consideramos más atractivo, se quedan asombrados. Casi nadie imagina las posibilidades de esta provincia hasta que viene y se la enseñan. Alguno de ellos comenta sin rubor al término de la visita que somos muy malos vendiendo lo que tenemos. Comienza el buen tiempo y el verano asoma a pocas semanas de distancia. Cualquier producto que se pretenda vender en esas circunstancias tendría que empezar a promocionarse ahora, que los potenciales clientes empiezan a considerar los destinos para el turismo de verano. Sin embargo sólo llega quietud del Consorcio de Turismo. Cuando otras instituciones similares están lanzando ya sus primeras promociones nada sabemos aún de León. ¿Y qué habríamos de saber? Lo primero cuál es la imagen corporativa de León que se va a utilizar en las promociones; una imagen que debería mantener la continuidad de años para hacer una planificación de medio plazo. También habría que saber de qué centros visitables se va a disponer (iglesias, museos, centros de interpretación, parajes ...), cuáles con guía y cuáles sin él, qué soportes gráficos se aportarán al visitante, quiénes van a hacer la labor de guías y con qué instrucciones, cómo se va a mejorar estos lugares este año, y en qué guías van a aparecer. Un aspecto más es la coordinación de los centros de visitantes y oficinas de turismo: ¿están dotadas de los folletos y soportes que deben tener? ¿saben dos idiomas extranjeros todos los trabajadores? ¿qué van a explicar y cómo? La coordinación con el sector privado es muy importante. ¿Tienen las recepciones de los hoteles información normalizada sobre la Provincia? ¿Y los restaurantes? ¿Se forma a los trabajadores del sector hostelero sobre los puntos a destacar de nuestra provincia? ¿Existe algún manual para orientar a los que atienden los bares de León? Un aspecto que se repite entre los consorcios de turismo más ineficientes es la falta de acciones fuera de su ámbito de actuación. Me pregunto qué se ha hecho y qué se pretende hacer para promocionar la Provincia de León en el exterior. También habría que elegir cuáles son las zonas de destino de esas promociones, ya que actualmente nadie hace publicidad indiscriminadamente porque es cara y además debe ir dirigida a ciertos segmentos de público. En resumen, que en materia de promoción del turismo no se están haciendo las cosas bien porque o no consta el trabajo o se hace y carece de relevancia.

viernes, 9 de mayo de 2014

LAS ELECCIONES Y LAS PRISAS

La lectura de los datos de la Encuesta de Población Activa de la semana pasada ha retratado la inquietud que se empieza a registrar en las filas del Partido Popular. El equipo de Rajoy confiaba en ver revertidas las negativas tendencias de la economía antes de las elecciones. A finales de mes asoman las europeas, dentro de un año las municipales y autonómicas, y seis meses más tarde las Elecciones Generales. Queda poco tiempo. Por el contrario, las cifras de la EPA han mostrado una línea en la que hay menos gente trabajando cada vez, y que lo hace en peores condiciones. Esta situación hace muy difícil resolver el núcleo del problema: la deuda privada. Los créditos pendientes de las familias y las empresas no se podrán devolver si los salarios caen y las ventas no suben en cifras absolutas. Por eso, aunque se retuerzan los guarismos extrayendo ratios luminosas, mientras las familias no vivan desahogadas y compren más productos a las empresas, no mejoraremos. Por eso las únicas medidas eficaces para la crisis de deuda son incrementar los salarios más bajos, contener los más altos y grabar con más impuestos el capital dedicado a inversiones no productivas como las financieras. Cualquier otro discurso es desviar la atención. Por su parte, las cifras de cotizantes a la Seguridad Social en abril muestran un ascenso interanual de casi doscientas mil personas. Sin embargo nada explica sobre las condiciones de trabajo y remuneraciones. La nómina de cotizantes caía de manera continua desde junio de 2008 (interanual) hasta su estancamiento en enero de este año. Los 3 meses siguientes ha mostrado una tendencia alcista llamativa, pero hay que insistir en que habría que conocer cómo evolucionaron los salarios para diagnosticar la situación real de los ciudadanos. En el caso de León la coyuntura es más preocupante. Entró en una evolución interanual negativa de cotizantes en agosto de 2008, pero menos acusadamente que la media española. Sin embargo desde agosto de 2010 la deriva ha sido mucho peor y aún continúa. Habrá que ver las ingeniosas propuestas que los políticos traen para esta provincia antes de votar. Y digo ingeniosas porque, si bien los cotizantes en España aumentan, en León siguen cayendo acusadamente y no hay indicios de que tal tendencia se modifique. En tan grave situación cabe preguntar a los responsables qué piensan hacer. Además no parece que esta depauperada economía esté para ocurrencias; requiere planteamientos llenos de rigor, de sentido común y de compromiso.

jueves, 1 de mayo de 2014

LEÓN Y EL CARBÓN

La evolución del sector carbonero es una preocupación de los leoneses hace muchos años. A pesar de haber llegado a ocupar a miles de empleados las cifras actuales de cotizantes en el régimen especial del carbón de la Seguridad Social al mes de marzo no alcanzaban los 1300 en la Provincia de León. El ajuste producido en las explotaciones ha sido drástico tanto en ocupación como en términos salariales. De tal sacrificio cabría esperar una estabilización, dado que el carbón es una opción más del sector energético en un momento en que la diversificación es fundamental. No tiene sentido liquidar la producción termo-eléctrica autóctona con carbón para dar paso a las centrales de gas cuando se ve la inestabilidad de algunos grandes proveedores: Rusia y Nigeria. Ha llegado la coyuntura en la que hay que exigir la preservación de los intereses estratégicos del país. Por eso se debe conservar en cierta medida cualquier fuente autóctona de energía con costes ajustados. En el carbón el proceso de ajuste ya se ha efectuado. Eso exige que haya una interlocución entre el gobierno y las eléctricas donde se preserve el interés nacional frente al de los consejos de administración del lobby generador. Por otra parte, hay que ser conscientes de que el cierre de los grupos mineros a pie de térmica condena a esas centrales a medio plazo. León no debe permitir la pérdida de la centrales térmicas, que aportan miles de puestos de trabajo -muchos de ellos cualificados- a la economía provincial. Hay que buscar minas de máximo rendimiento cerca de Anllares, Compostilla y La Robla, dotarlas del carácter de reserva estratégica nacional y plantear sistemas modernos de explotación que permitan su discontinuidad. En gran parte del mundo desarrollado la minería se mantiene con sistemas de apertura y cierre temporales en función de los precios internacionales del mineral. Ese va a ser –es ya en buena parte- el futuro del sector minero en Occidente. León debe defender la implantación inmediata de esas estrategias de explotación, que ajustan la producción a las oportunidades del mercado. Así una minería de costes ajustados, eficiente, adaptable a la demanda y con mínimos costes de transporte podrá sobrevivir. Y todo lo que sea dejar a la iniciativa de las compañías eléctricas el futuro del carbón es poner en manos del cortoplacismo, del bonus a cualquier precio -de las ambiciones de los consejos de administración al fin- los intereses de todo un país. Así ha sucedido con el insostenible parque de centrales de gas.

sábado, 26 de abril de 2014

LEÓN, PENSIONES Y TRABAJO

Se comenta con cierta frecuencia que León es una tierra de jubilados porque hay una cifra desproporcionadamente alta de este grupo de ciudadanos. Con ello se da a entender que en esta provincia trabajaba mucha más gente de la que hoy lo hace. Sin embargo, cuando acudimos a las estadísticas comprobamos que esa afirmación no es cierta. Si tenemos en cuenta que la esperanza de vida está en 80 años en números redondos y que los pensionistas lo son desde los 65 años aproximadamente, podemos razonar de esta manera. A 1 de marzo de 2014 había 142.000 pensiones contributivas en la provincia de León. Admitamos que éstas han de proceder de quienes se jubilaron mayoritariamente hasta hace unos 15 años. En marzo de 1999 había 143.000 cotizantes a la seguridad social en León. Esto supone que todos esos cotizantes tendrían que haberse jubilado hasta hoy, en sólo 15 años, y además sólo podrían haber fallecido 1000 en ese periodo. Como eso es imposible hay que concluir que es mucha la gente que, después de años de trabajo en otras provincias, vienen a León a residir. En consecuencia, León es una provincia muy atractiva para venir tras la jubilación. Cabe hacerse la pregunta sobre si el sector de servicios geriátricos recibe la atención que merece en nuestra tierra. El segmento de ciudadanos jubilados es comparativamente muy importante en León y reúne un poder adquisitivo nada despreciable, puesto que hablamos de pensionistas que han cotizado previamente para tener esta remuneración y que, por tanto perciben más que los pensionistas asistenciales. Pensemos que en Valladolid, con 40.000 habitantes más, hay 35.000 pensionistas contributivos menos. De la misma manera podemos ponderar la importancia de este sector si lo sumamos al de cotizantes actuales a la seguridad social. De ello resulta que en León hay 289.000 personas que reciben una remuneración de carácter no social. En Valladolid son 296.000, sólo 7.000 más, que es la diferencia de empleados al servicio de la administración pública entre Valladolid y León según el último boletín del ministerio del ramo. En conclusión, cuando se habla despectivamente de que León es una tierra de jubilados, se hace bajo una perspectiva falsa. León es muy atractivo y por eso vienen tantos jubilados. Aprovechemos esta oportunidad de negocio y ojalá vengan muchos más. Además contribuyen a aumentar el peso de esta provincia, ya que sólo gracias a su retorno a León las cifras de población no han caído entre 60.000 y 80.000 personas más en nuestra provincia.

jueves, 17 de abril de 2014

TORMENTAS DE SEMANA SANTA

El alcalde de Valladolid ha dicho que la Semana Santa de allí es mejor que las del resto de la Autonomía. La gente se mesa los cabellos en León y yo no salgo de mi asombro. No salgo por la simpleza de unos y otros. León de la Riva hace una simplificación, porque basa su discurso en que la de Valladolid fue declarada de interés internacional antes que el resto. Personalmente no creo que ese título, adquirido hace veinte o más años, sea mucho más que un elemento de promoción turística; lo mismo que las declaraciones del alcalde. Por su parte, las reacciones iracundas en León caen en el seguidismo. Si algo tiene que hacer la Semana Santa leonesa es parecerse lo menos posible a ninguna. Si queremos una llamada efectiva a los visitantes hay que hacer hincapié en la leonesidad de las celebraciones de estos días y atenuar su parecido a cualquier otra. En este aspecto la cohabitación de los desfiles sacros con el Entierro de Genarín ha hecho más por León que todas las declaraciones oficiales de interés que se quieran poner. Pregunten ustedes a un madrileño si sabe si nuestras procesiones son de interés internacional o si ha oído algo de Genarín. De Genarín, del Barrio Húmedo o de las tapas sabrán muchos, pero del interés internacional nadie. A León le hace falta en esto y en todo perder complejos. Ni tenemos que parecernos a nadie ni debemos hacerlo más que los justito. Tenemos que mantener nuestra fuerte personalidad porque eso nos hace atractivos y mejores que los otros. El mercado turístico de Semana Santa es un campo de juego donde hay mucho que ganar y poco que perder. Ponerse dignos porque de la Riva dice cosas provocadores es jugar en tercera división. Lo lógico es propinar al alcalde pucelano una respuesta explosiva que aparezca en todas las portadas. Actuando así, ganamos. Dándonos por aludidos por sus repetidas chorradas provocativas perdemos. La Semana Santa es una celebración religiosa que tiene tintes de espectáculo, de exhibicionismo, de exaltación colectiva, de juerga y de muchas cosas más que nada tienen que ver con la fe. Por eso el espíritu semanasantero tiene que ser leonés y ha de demostrar que esta ciudad tiene estilo propio, que despliega su iniciativa, que no acepta copias, que tiene indpendencia y que en Valladolid, en Sevilla y en Sebastopol pueden hacer lo que les venga en gana. Nosotros sabemos hacer bien las cosas y cada año lo estamos demostrando en estas fechas. Y además, si esa reflexión le ha venido a la mente a de la Riva es que algo le preocupa la relevancia de lo que hacemos aquí. ¡Pinta bien!

jueves, 10 de abril de 2014

LA INDEPENDENCIA DE SAN ANDRES

Es evidente que hay movimientos para la fusión de los municipios de León y de San Andrés del Rabanedo. La reciente manifestación de algún sindicato hablando de la inviabilidad económica del Ayuntamiento de San Andrés obtuvo reacciones como no se recordaban. Ahora el grupo socialista en la oposición rubanense, el que fuera peor equipo económico de la historia de esa institución y que dejó en la ruina sus finanzas, lo favorece. Y digo que lo favorece porque, si unos gestores tan nefastos se oponen a la fusión con León, es seguro que conviene hacerla. Además parece que la actual alcaldía tampoco les replica, lo que viene a confirmar que asiente a la fusión. La absorción de San Andrés del Rabanedo por León es una necesidad apoyada en la eficiencia económica. Ahora toma cuerpo con la Ley de Racionalidad y Sostenibilidad de las Administraciones Locales, aprobada hace pocos meses. El grupo de opinión Proyecto León ya explicó repetidamente –desde 2009- que no tiene sentido mantener unos barrios de la ciudad como entes independientes. Eso no ha traído nada bueno: dos redes de autobuses, peores servicios de transporte, servicios públicos no homologables a los de León ciudad, una policía municipal diferente a la de León (cosa absolutamente injustificable e ineficiente), ni una sola avenida de intercomunicación entre ambos municipios que naciese para eso y no como carretera general, diferente planificación urbana, convenios para arreglar cualquier cosa de sentido común que debería decidirse en dos minutos, duplicación de cuerpos municipales… Puede que hubiese un tiempo en que San Andrés del Rabanedo tenía sentido como entidad diferenciada, pero terminó hace mucho. Hoy no lo tiene: es una agrupación de barrios dormitorio de León con todas las desventajas de ser un pueblo y con todas las desventajas de ser un barrio urbano. No hay centro urbano, ni estructura, ni se cuida el patrimonio, ni se piensa en cómo llegar y volver fácil y rápidamente desde el centro de León. El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo es un anacronismo, una anomalía institucional ruinosa, un peso muerto para los contribuyentes. En nada mejora a León, en todo lo desmerece. Ni siquiera las referencias tan socorridas a Armunia logran esconder la evidencia: ese ayuntamiento subsiste a mayor gloria de concejales y asesores, pero sin aportar nada sustancialmente positivo. Encima los pisos valen más si se dice que están en León. ¿A quién no le gusta? Y realmente lo están, pero debido a ese escollo municipal no se puede decir.

viernes, 4 de abril de 2014

LOS MITOS DE LA CRISIS

Una crisis tan larga como la que sufre España ha permitido que los ciudadanos lleguen a comprender los mecanismos económicos por los que se desencadenó. Así podemos percibirlo en la unanimidad sobre las causas entre capas de población de distinta renta o formación. Preguntes a quien preguntes responderá algo muy parecido en el fondo. Aunque nos hemos acostumbrado, eso no es lo normal. Hace cuatro años, si hubiésemos preguntado por las causas de la depresión económica, encontraríamos mucha más dispersión. Así se explica que la respuesta social vaya en aumento: la unanimidad. Marchas como la de la dignidad de este fin de semana en Madrid, que fue masiva, -y que se intentó minimizar utilizando los medios bajo influencia gubernamental- se van a repetir con más virulencia si la crisis no remite en las familias. Al abrigo de esta lección de economía que la realidad nos ha entregado están apareciendo ciertos axiomas que son tomados como verdades irrefutables. Por citar algunos está, por ejemplo, que las empresas españolas están exportando más por la reducción de costes laborales. Esa afirmación es falsa en buena medida. Si examinamos las nóminas de las empresas exportadoras veremos que en la mayoría los sueldos no han bajado. Es más, como muchas de ellas van bien, resulta que han subido. Lo que de verdad ha sucedido es que muchas empresas jamás se habían planteado exportar porque vivían cómodas con las ventas del mercado interior. El desplome de éste impulsó una forzada salida exportadora. La sorpresa fue que, frente a otro mito falso, los productos españoles eran tan buenos como los de otros países e incluso mejores, a fuer de más baratos. Otro mito es que España continúa creciendo en exportación, pero es falso. Las exportaciones se han estancado desde finales de 2013. Un mito más es que se ha controlado el déficit público. Esto es literalmente mentira. Un déficit público del 6,5% sobre el PIB (aproximadamente) significa que los gastos públicos rebasan en más de un 15% a los ingresos. Es así porque el presupuesto supone un 40% escaso del PIB, así que es como si usted gana 1000 euros y gasta 1150. Ya sabe las consecuencias …, pero los políticos no tocan lo suyo. Como digo, los técnicos de ciertas tendencias y los políticos intentan construir un discurso que vuelva nuevamente incomprensible para la mayoría lo que está pasando en España. Para ello crean mitos falsos. Por eso, más que nunca, es necesaria una intelectualidad comprometida para explicitar qué mantras del poder son tinta de calamar.

viernes, 28 de marzo de 2014

LEÓN Y EL TURISMO DE OCIO

La visita a otras ciudades de nuestro entorno próximo puede dejar algunas conclusiones interesantes sobre el sector de servicios leonés. La primera es que en muy pocas ciudades, si las hay, existe una proporción tan alta de bares sobre el número de habitantes. La segunda es que en ninguna ciudad hay tantas zonas de vinos y tan amplias como aquí: el Húmedo, el Romántico, la Pícara, la Junta … La tercera es que en pocas ciudades hay una oferta de tapas gratuitas como la de aquí. La cuarta es que la oferta de vinos en muchos bares de León no tiene comparación en casi ninguna ciudad. La quinta es que el número de personas que vienen atraídas por el ambiente de bares los fines de semana no tiene réplica en casi ningún sitio: despedidas de soltero, cumpleaños … La sexta es que la oferta de música en vivo de distintos tipos y la de actos culturales es muy superior a la de cualquier ciudad de nuestro tamaño. La séptima es que la población local está enganchada a esta dinámica y tanto bares como actos culturales no están precisamente sin público, aunque la crisis se haya dejado notar. Pese a la reconversión del sector hostelero en León, la ciudad cuenta con una oferta de ocio excepcional, que se mantiene con una amplia base de consumo local. La cuestión es que, tal y como está la economía, este recurso se podría explotar mucho más. La publicidad de León no hace hincapié en esta característica destacada, que además forma parte de la idiosincrasia de la ciudad desde hace decenios. Por otra parte, actos como las fiestas universitarias, el Entierro de Genarín o concentraciones de jóvenes deberían estar directamente toleradas y sometidas a cierto grado de control (todo lo laxo que se necesite) que vendría a paliar sus efectos negativos (fundamentalmente el de la suciedad). Quejarse de que este tipo de celebraciones ensucian y pretender prohibirlas es propio de alguien que no comprende que esta ciudad es eso al menos en parte; no sólo, pero una parte importante del alma leonesa es golfa sin tapujos y sin aspavientos. La capital del reino es seria a ratos y a ratos bandarra, y eso es lo que la hace atractiva, chocante, exótica y agradable de vivir para los que la habitan y para los que la visitan. Por eso el ayuntamiento no debe pensar con premisas de otra ciudad, porque la que regenta es ésta y ha de estar preparado para lo que, en consecuencia, venga. Y hacerse el ofendido de nada sirve cuando se es usuario intensivo de las principales barras de bar de este nuestro regio, entrañable, divertido y golfo León.

miércoles, 19 de marzo de 2014

LA IMPORTANTE DECISIÓN DE FEVE

Se discute estos días sobre las posibilidades que existen para el desarrollo del tranvía desde la estación de Matallana. Uno no puede evitar la desazón que causa que las argumentaciones se pierdan en un debate de salón entre partidos. La cuestión de lo que va a pasar con esa obra tiene mucho más alcance para la ciudad y para la provincia de lo que está trascendiendo. La primera cuestión que hay que tener clara es que la incomunicación del tren de FEVE con el centro de la ciudad está haciendo un inmenso daño a ese medio de transporte. Si se quiere vender billetes de este ferrocarril o de cualquiera, lo primero que hay que buscar es la fácil accesibilidad de la estación. Lo que está sucediendo es justo lo contrario. Como la obra se eterniza, se corre el peligro de que muchos potenciales clientes terminen por ignorar este servicio de transporte. En definitiva, la falta de una solución inmediata para el ferrocarril de vía estrecha puede suponer su cierre por la reducción drástica de pasaje. En este sentido la falta de decisiones taxativas y rápidas es inaceptable. Si lo que se pretende es acabar con el servicio de FEVE en esta provincia, dígase abiertamente y que cada uno asuma sus responsabilidades. Si el servicio se pierde por dejadez, habrá que llamar a los responsables incompetentes y mandarles a su casa antes de que hagan más daño. La segunda cuestión es saber de una vez -que tiempo han tenido los responsables para decidirlo- qué se va a hacer con el tramo entre la estación de Renueva y la Universidad. Si no se mete el tren hasta el centro, será porque quitan los raíles. Si fuese el caso ¿qué alternativas existen para explotar rápidamente ese corredor urbano? Hay que salvar el tren, así lo creo, y esta cuestión no puede esperar más. Y este tren no es sólo de León, sino que da servicio a una parte del área metropolitana y a varias cabeceras de la montaña, pero su mantenimiento depende de lo que haga la ciudad. Y no es una cuestión de criticar por criticar. Sin embargo no hay ningún proyecto en marcha para la ciudad que se vea decididamente impulsado desde que entró el actual equipo municipal. Da la impresión de que los proyectos se les pudren en las manos en el perpètuo lamento de que no hay dinero. Y es verdad, los anteriores (todos) dejaron las arcas municipales vacías, pero no todo son los dineros; está la voluntad de defender una idea de ciudad, si es que se tiene. Y ahí anida una duda que se ha de despejar: ¿tiene una idea de ciudad este equipo municipal o es un grupo de contables?