viernes, 30 de mayo de 2008

Junta, León y Braganza

La Junta de Castilla y León, defensora de los intereses de Valladolid, diferencia y modula su mensaje en León. Para ello pone portavoces específicos, de origen también leonés, que vienen presentando como ventajas para la provincia lo que en realidad son obstáculos.
Hace unos días esta portavocía oficiosa se congratulaba de que las cortes autonómicas hubiesen instado a que se haga un estudio de viabilidad de la León-Braganza. Como las apariencias engañan hay que explicar que eso no es ningún apoyo, sino que se trata de una maniobra dilatoria. El efecto de tal movimiento será retrasar cualquier decisión. La autovía es una obra de interés general, por lo que no requiere más que voluntad política; justamente lo que no hay, como se ha puesto en evidencia.
Esa gran ruta –de Oporto a Gijón- no requiere circunloquios ni informes redundantes, sino compromiso con León desde las instituciones autonómicas. Al que dude cabría preguntarle ¿dónde está el estudio de viabilidad del semivacío auditorio de Valladolid? ¿y el de la autovía Valladolid-Segovia? ¿y el de la inexistente y carísima autovía del Duero que reclaman en Pucela? En ninguna parte.
Todo indica que en la Junta se asume que dilatando el arranque de la autovía León-Braganza se agotará la legislatura. Entonces Zapatero -pieza clave en este caso- podría retirarse de la presidencia del gobierno. La infraestructura acabaría entonces en el olvido porque probablemente un sucesor no leonés carecería del interés necesario.
En conclusión, la Junta continúa vendiendo humo en León a mayor gloria del interés de Valladolid: que se potencie esa ciudad a costa de lo que sea mientras León se debilita.

jueves, 29 de mayo de 2008

Los Accesos a León

Tocábamos hace unos días el debate sobre el Plan General de Ordenación Urbana. Decíamos entonces que el documento presentado a información pública presenta carencias notables que es necesario subsanar.

El plan pretende plantear el desarrollo de la ciudad hasta más allá de dos mil doce y aspira, según la declaración de intenciones hecha por el concejal de urbanismo, ordenar la posible duplicación de la población de la ciudad. Sobre esa base cabe pensar que, si hoy existen unos 62.000 vehículos en ella, el horizonte del plan debe prever unos 150.000, justo el doble más un plus procedente del aumento de segundos vehículos. Dado que la trama urbana de lo que hoy consideramos centro –casco antiguo, Ensanche, Chantría, Corredera- no sufrirá cambios sustanciales podemos esperar el caos. La mayoría de esos 150.000 vehículos van a acceder una o varias veces al centro de la ciudad durante la semana. Sin embargo, las calles serán las mismas en esencia. Se debería contemplar algunas soluciones a ese problema, aunque fuesen parciales.

Lo normal en el desarrollo urbano proyectado es, entre otras cosas, promover la movilidad interior dentro de la zona más densamente poblada de León ciudad. Además, se debería agilizar el acceso y salida hacia el centro por corredores rápidos. Para conseguir tal cosa es necesario romper las barreras Bernesga-ferrocarril y ronda este-Torío tantas veces como sea posible y necesario. Por ambas razones llama poderosamente la atención que entre el puente de la Junta y el del León Arena el PGOU no trace más pasos sobre el río. Existe una oportunidad de franquear el Bernesga en la prolongación de Lancia hacia el polideportivo y Doctor Fleming. Se podría tratar con un puente monumental, algo de lo que carece, sorprendentemente, una ciudad ceñida por dos cauces fluviales. Esto abriría un corredor que arranca en el Portillo e iría a parar a Oteruelo. Un segundo paso podría construirse a la derecha de la pasarela de San Marcos, para enlazar La Condesa con el área del paso a nivel del Crucero, y seguir hacia la carretera de Alfageme. Por la parte del Torío tampoco está resuelta la estrangulada salida de León. Entre el cruce de Carrefour y el de Villaobispo –varios kilómetros- las salidas brillan por su ausencia. La posibilidad de acometer un nuevo acceso, en colaboración con el Ministerio de Fomento –quizás la autovía a Santas Martas-, debería ser una prioridad para la corporación municipal capitalina. En cambio, los enlaces tangenciales al casco urbano están resueltos eficazmente en el documento expuesto. Queda así la comunicación del centro y la ruptura de las barreras periféricas como los dos retos más importantes que el borrador de este plan no resuelve. ¿Hará frente el Ayuntamiento a ambas debilidades?

martes, 27 de mayo de 2008

León y el Estado Asociado

Hemos asistido estos días al debate producido por la propuesta de convertir la Comunidad Autónoma Vasca en estado asociado. Se trata de un episodio más dentro de la exasperante y desproporcionada atención informativa sobre el País Vasco. Tal agitación ha destapado una curiosidad creciente por las condiciones del concierto económico vasco. La conclusión es que la financiación de las haciendas forales cuesta dinero a todos, y a los empobrecidos leoneses también. Se expone ahora a los vascos -como lo ha hecho el foro de Ermua- que la propuesta del PNV podría poner en peligro este privilegio.

El “soberanismo” de Ibarreche pretende además romper la caja única de la seguridad social, y apropiarse de la gestión y recaudación de cuantos impuestos reste aún por controlar. Eso supondría que las empresas vascas pudiesen seguir vendiendo en todo el estado, pero sólo tributasen en Euskadi, sin posibilidad de redistribución de los recursos. Es inaceptable que una empresa radicada en el País Vasco venda en León e ingrese el impuesto de Sociedades, el IRPF, el IVA y casi todo el resto en unas haciendas forales estancas. En ese caso convendría plantear el traslado de la sede social de las empresas a otro punto del territorio o cerrar para ellas este mercado, como puede suceder con cualquier corporación portuguesa, por ejemplo. Si el actual acuerdo del cupo vasco se hace poco digerible, una posición de ese tipo, que convierte al resto del país en una colonia, no se puede tolerar. Para entender por qué tanto aspaviento baste citar que sólo Petronor tributó, en el año 2000, a la hacienda foral de Álava unos 14.000 millones de pesetas por el impuesto de sociedades. Sin embargo, el traslado de las cuatro patas financieras del País Vasco -Petronor, Iberdrola, BBVA y Corporación Cooperativa Mondragón- se ve como una agresión desde el gobierno vasco peneuvista.

Hemos echado de menos la voz de los partidos nacionalistas reclamando la corrección de un pacto que actualmente sólo puede significar que a León, por ejemplo, llegue menos dinero. El nacionalismo se debate entre la necesidad de denunciar un acuerdo de financiación injusto para sus comunidades, por un lado, y por otro la de no echar más leña al fuego y no dividir las posiciones de los nacionalismos. Sin embargo “comprar” la adhesión de las entidades forales no parece serio y, desde una postura responsable, tampoco sostenible por mucho más tiempo. Para un regionalismo responsable, el apoyo al foralismo debería desarrollarse bajo el requisito de estricta igualdad con el resto de las regiones. De no ser así se provocaría una ruptura en la unidad de mercado. El leonesismo no debería permanecer mudo ante tamaño atropello financiero. ¿Habrá valentía para dar respuesta a las posturas maximalistas del PNV?

Empobrecimiento Laboral

Durante los años precedentes España ha experimentado un crecimiento de la población activa asombroso. Igualmente, el aumento de cotizantes a la seguridad social en el último decenio no tiene parangón en el siglo XX. De unas cifras que apenas alcanzaban los doce millones de cotizantes en la crisis del 93 hemos pasado a los casi dieciseis millones y medio actuales. La situación en León difiere. El empleo no ha sufrido una expansión homóloga. Por esta razón cualquier análisis de la evolución del trabajo en España no coincide necesariamente con el que se pueda emitir sobre nuestra provincia.

El vigor expansivo del empleo en el conjunto español no se corresponde con los niveles de crecimiento del producto interior bruto. En el periodo que culminó en 1990, el crecimiento anual del PIB alcanzó el 5,5% (1987), cifra impresionante a la que nunca hemos vuelto a acercarnos. La expansión del empleo entonces fue de menos de dos millones y medio de trabajadores. En el último ciclo expansivo, que ahora parece terminar, el incremento ha sido de más de cuatro millones de ocupados, pese a que hemos asistido a incrementos del PIB que rondaron, como máximo, el 4%. ¿Qué explicación tiene esto? Sabemos que el salario medio ofertado a los trabajadores españoles ha sufrido un recorte importante. Esto ha forzado a los jóvenes a aceptar remuneraciones muy inferiores a las que diez años antes hubiesen percibido. Por esta causa muchos jóvenes no se pueden independizar hasta pasados los treinta años. Además, las jóvenes parejas, recién independizadas, se ven obligadas a buscar dos empleos. Donde antes se vivía con un salario ahora se necesitan ambos. Esa es una de las razones por las que, paradójicamente, el paro crece incesantemente mientras la ocupación, mayoritariamente de baja calidad, crece igualmente. A ello se suma una gran masa de inmigrantes, que se ha integrado en el mercado laboral dispuesta a aceptar condiciones precarias; y también el afloramiento de empleo sumergido, al calor de los ventajosos tratamientos tributarios propiciados por el actual gobierno. La consecuencia más notable del empeoramiento de las condiciones laborales es la pérdida de productividad individual. El PIB por trabajador se ha desplomado. Mal dato ese para afrontar la transición de un país que quiere pasar de la etapa industrial a la tecnológica.

En León no hemos vivido la parte positiva de estos cambios: la expansión. La Encuesta de Población Activa muestra una evolución errática. León ha perdido peso laboral en el conjunto de España. La apertura de las autovías restantes y el alargamiento de la pista del aeropuerto deberían abrir León a las corrientes expansivas del resto del país. ¿Conectaremos, por fin, nuestro comportamiento económico a las grandes tendencias españolas?

domingo, 25 de mayo de 2008

Empleo: Nueva Tendencia

Seguir los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) a lo largo de los últimos veinte años del siglo pasado ha resultado un ejercicio doloroso para los leoneses. Las cifras negativas se sucedieron hasta situarnos como la tercera provincia española que más empleos destruyó. El cuadro de honor de las provincias decadentes fue encabezado por Orense, seguido de Lugo, León, Asturias y Zamora. La evolución de Valladolid, que incrementaba un 50% su oferta de empleo, hacía más llamativo el bajón. Ese periodo, el más negro de nuestra historia reciente, parece haber concluido.

Asistimos a un nuevo estado de cosas y, según parece, a una fase emergente de nuestro futuro económico. Los datos de la EPA, que han sufrido una variación metodológica para su cálculo, muestran -a pesar del mismo- un cambio de tendencia. Tomando como base el tercer trimestre del año 2000, los datos de 2002 parecen indicar una recuperación, quizás producto de un rebote, tras haber tocado fondo, que nos permite remontar posiciones, entre las provincias creadoras de empleo. León se sitúa por debajo de la media española, pero lejos de resultados tan negativos como acostumbraba. De las siete provincias de nuestro entorno sólo tres evolucionan mejor –Orense, Cantabria y Asturias-, dos de ellas sedes autonómicas, que siempre disponen de más recursos. En la autonomía, Burgos y Soria se consolidan como la locomotora económica, que, sin grandes inversiones públicas, continúa creando empleo a buen ritmo. Valladolid, la “hunosa autonómica”, sigue peor trayectoria que León a pesar de ser una de las provincias con mayor consumo de recursos públicos por habitante según FUNCAS. La provincia hermana, Zamora, continúa con datos poco alentadores y es tiempo de que los leoneses tomemos conciencia de la importancia de esa zona para afianzar nuestras ventajas competitivas. Zamora debe importarnos por muchas razones, pero una muy principal es que constituye nuestra puerta hacia Portugal, hacia Oporto. Nuestra posición como “puente” hacia el país vecino se debilita en la misma medida en que Zamora lo hace.

Un dato nuevo es que la evolución del empleo en las sedes autonómicas se va igualando con la del resto de España. Sólo tres décimas contrastan con los diez puntos de diferencia acumulados entre 1981 y 2000. Por otra parte, bajo la media se sitúan siete de las nueve provincias de la autonomía. Alguien debería denunciar que el modelo de crecimiento propuesto está fallando estrepitosamente.

En cualquier caso es necesario observar los datos de los próximos años para constatar si estas tendencias se confirman. Lo que no deja lugar a dudas es que León afronta una nueva etapa y me pregunto: aunque no olvidemos lo sucedido ¿tendremos capacidad para abordar el futuro con mayor optimismo?

sábado, 24 de mayo de 2008

El Aliento de 2003

Llega la Navidad: un caramelo envuelto en colorín de consumismo y barbas blancas. Trepidan las calles bajo una multitud de emigrantes que, durante unos días, lo son menos ante la vista de los caminos que vieron derramarse su infancia. Niños de mirada madura pasean por las aceras donde en un tiempo corrieron y gritaron, donde sus hijos corren y gritan rompiendo el exotismo de un territorio mítico, en el que sus padres vivieron mil aventuras; porque sus papis, aquí, donde siempre esperan los abuelos, también fueron pequeños. La fiesta se descorcha en un torbellino de recuerdos, de rostros conocidos surcados por el tiempo, de enorgullecidas y senectas miradas paternas, y de momentos revividos.
León bulle como nunca en la Navidad de 2002. Atrás quedan decenios oscuros; por delante, un cielo sin más límites que los de nuestras mentes, sin más enemigos que los ya conocidos, sin más aspiraciones que el deseo de proyección colectiva. León muestra el rostro que nunca debió perder cuando, allá por los ochenta, personajes deletéreos le robaron el futuro. Ahora la multitud recupera hábitos perdidos. Los sueños dejan de ser pesadillas y la nueva etapa enseña las orejas tras el hito de 2003. Parece como si las calles, hirvientes de vida, hubiesen venido a darle la bienvenida. El viento del XXI trae sonidos de lucha y trabajo, de cambio y ambición, de impulso y valentía, de controversia en las formas y unanimidad en el fondo, de cambio generacional, de nuevos retos y tabúes superados. León cambia, y con él lo hacemos todos.
Tras estas calles de celebración y bullicio quedará una sensación nueva, un olor a futuro como nunca antes hemos vivido. La pugna no ha terminado, aunque empezó hace mucho tiempo, pero ahora sabemos que podemos ganar. La brisa del Mediterráneo, el ventarrón húmedo del Bocho, las galernas de Bares y la rosa de los vientos se acercan a los terrones rojos y negros para hacer florecer cosechas nuevas. Las barreras caen y las puertas se abren tras decenas de magos con chisteras vacías. Ellos cada vez tienen menos entusiastas y más indiferencia, porque ya conocemos sus argucias.
El eco de la diáspora en nuestra tierra es como el pistoletazo de salida para un tiempo que ha de llegar, que llega ya. La emigración es el cicerone que nos muestra un anticipo de lo que ha de venir si impedimos el burdo latrocinio a que quisieron acostumbrarnos.
El sol apura sus últimos minutos mientras el resplandor rosáceo del cielo refleja nuestras inquietudes. En San Marcelo, Lazúrtegui y Santa María se hace de noche y el rito comienza otra vez. La liturgia del brindis y la esperanza, de la conjura y el deseo, de la libertad de un porvenir abierto nos embriaga y excita. 2003 llega y está todo por hacer. ¡Buena faena, paisanos!.

jueves, 22 de mayo de 2008

Patrimonio Prerrománico

En las últimas semanas ha nacido la propuesta de trasladar a la UNESCO la solicitud de declararción de patrimonio de la humanidad para el prerrománico “mozárabe”. La idea resulta excelente, pese a los matices que se puedan aplicar a esa denominación.

Se trata de un conjunto de templos que preceden al románico, primer estilo medieval extendido por Europa. Hablamos por tanto de edificios con unos mil años. Su peculiaridad más notable es que, como sus contemporáneos, responden a un estilo propio. Son pocos, rudimentarios técnicamente y su ubicación está bastante acotada.

Un grupo abarca el espacio del Reino de León y otro el del Reino de Navarra. Los dos núcleos más relevantes son los del prerrománico leonés (Palat, Escalada, Peñalba y Montes en León, Celanova en Orense, Helguera, Moroso y Lebeña en Cantabria, y Wamba y Hornija en Valladolid) y el del Serrablo en Huesca, en el área de influencia navarra.

En consecuencia nos encontramos ante un valioso y raro conjunto con un centro principal en León. Por eso la declaración de patrimonio de la humanidad del prerrománico englobado en el término “mozárabe”, aunque resulte impreciso sería una gran noticia para León. A partir de ese momento podría recoger recursos que hoy no recibe, atención como nunca se le prestó y una promoción merecida.

En un tiempo en que la diferenciación es una necesidad si se quiere rentabilizar la valorización y explotación de un recurso, la UNESCO podría aportar un cartel distintivo a esta tierra. Son pocas las construcciones prerrománicas medievales en Europa y, en cada zona, corresponden a un estilo diferente. Así un trabajo fundamental estaría realizado de partida.

La Autopista de Oviedo

Hace pocos días se hacía público que una entidad bancaria perdió el interés por su inversión en la empresa que explota la autopista León-Campomanes. Al parecer, los tráficos que soporta esta vía no permiten obtener rendimientos interesantes para sus propietarios, según esta entidad.

Con independencia de lo que se pueda opinar sobre dicha valoración, los tráficos en esa vía de peaje nunca han resultado intensos respecto a los soportados por otros tramos de la red nacional. Excepcionalmente se puede encontrar un tráfico notable en ciertas fechas punta para la circulación. Analizar las causas de por qué sucede esto se debiera convertir en un argumento central del diálogo entre las alcaldías de León y de Oviedo. Una mejor conexión entre ambas capitales, de las más cercanas entre sí del Noroeste, sería beneficioso para toda la zona. La existencia de poblaciones intermedias y próximas, como Mieres, Pola de Lena o La Magdalena, facilitaría la consolidación de un eje potencial, que ya estaba considerado en el Plan Director de Infrestructuras de 1993, pero que no se ha fortalecido hasta ahora.

La autopista León-Campomanes supuso en su inauguración una mejora importante de las comunicaciones con Asturias. Sin embargo, el alto peaje resultó disuasorio para el usuario y ha fijado una percepción de “alternativa para casos extraordinarios”. La tardanza en concluir las obras, algunas de ellas esenciales como el relativamente reciente desdoblamiento del túnel del Negrón, contribuyó a minar la buena imagen de la autopista. Por otra parte, el itinerario alternativo, por el Puerto de Pajares, ha recibido inversiones durante el último decenio que permiten ofrecer una ruta bella, segura y rápida. La vía de pago ha dejado de ofertar ventajas importantes frente a la carretera nacional desde León. Las causas son varias, pero podemos destacar un par de ellas entre las más notables. Los malos accesos desde la ciudad a la autopista originan una pérdida de tiempo que permite al viajero alcanzar El Rabizo con la misma demora con que embocaría la vía de AUCALSA. Otra limitación relevante es la moderada velocidad media que se obtiene en la autopista por su anticuada traza. El tramo que bordea el embalse de Los Barrios de Luna reclama una mejora que permita alcanzar el área de servicio a 120 kms/hora desde La Magdalena. La salida hacia Asturias del túnel de Barrios o el zig-zag antes del Negrón son incomprensibles en una vía de más de ocho euros de peaje. Las velocidades medias alcanzables en varios tramos de la autopista son, incluso, peores que las obtenidas por la carretera nacional. Sin nuevas inversiones es difícil que la vía del Huerna alcance un uso masivo. ¿Abordarán los responsables las reformas imprescindibles para hacer tal itinerario más competitivo?

miércoles, 21 de mayo de 2008

Atasco en Onzonilla

Si se cumplen los planes previstos, en el mes de Mayo serán inaugurados los tramos restantes de la autovía entre León y Burgos. A partir de ese momento se producirá una redistribución de los tráficos que circulan hacia y desde el noroeste de la Península. Esos cambios, que ahora sólo podemos percibir débilmente, afectarán más al desplazamiento de mercancías. El factor determinante de tal suceso será la posibilidad de que los camiones pesados circulen por esta ruta, el Camino de Santiago, sin peligro. Actualmente la autovía tiene continuidad en un vetusto puente de un solo carril que desemboca, por uno de sus extremos, en una angosta y cerrada curva en ángulo recto y en cuesta. El puente de Melgar de Fernamental, cuyo mantenimiento como paso necesario en la ruta constituye un canto a la estupidez humana, es el motivo de que muchos transportistas hagan caso omiso de los tramos de autovía puestos en servicio hasta hoy. Los grandes “carriers” no cuentan siquiera con la ruta gracias a este paso sobre el río Pisuerga. Así, tras la apertura de los tramos pendientes -con el nuevo puente sobre el río incluido- los recorridos de estos grandes transportadores logísticos variarán para desplazar por la León-Burgos un enorme tonelaje, que ahora recorre la Autovía de Castilla. Será entonces cuando tomaremos conciencia de la importancia de esta infraestructura, que servirá para ponernos en el mapa. Sirva de orientación que los datos de tráfico de camiones por la autovía León-Burgos a la altura de Santas Martas son de unos 800 por día (IMD 2001, www.jcyl.es), a pesar de que no existían más que los tramos hasta Sahagún en el momento de medición. Solamente dos puntos en las cercanías de Ponferrada, uno en la de León, dos en Valladolid, uno en Salamanca y dos más en Burgos presentaban cifras más altas dentro de una extensa red autonómica, con cientos de estaciones de medida.

La masa de camiones que a partir de mayo llegarán a Onzonilla desde distintas carreteras podría suponer un entorpecimiento -si no el colapso- de la entrada sur a León. Tal cosa sucedería siempre y cuando nadie hubiese contado con la posibilidad de adelantar las obras de la conexión directa entre la autovía y la León-Astorga, aprovechando al menos uno de los carriles de la futura autovía León-Benavente. Eso liberaría el tramo de nacional, de un kilómetro, entre la León-Burgos y la vía rápida de Asturias, que no se encuentra preparado para tal densidad de desplazamientos. Adelantar la apertura del enlace entre la autovía de Burgos y la autopista de Asturias es una necesidad más que una propuesta. De cara a la “operación salida” del verano esa actuación es crucial para evitar un previsible caos en el tráfico. ¿Se tomarán las medidas oportunas ahora que todavía hay margen de actuación?

lunes, 19 de mayo de 2008

Devastación Parcelaria

Asistimos estos días a las protestas vecinales en algunos puntos de la provincia contra la concentración parcelaria indiscriminada. La reacción puede parecer paradójica para algunos ciudadanos que preguntan: ¿cómo es posible que la Junta reestructure las fincas para hacerlas más rentables, y los habitantes y propietarios de una zona no estén de acuerdo?

León ha cambiado su estructura productiva. Son muchas las zonas de vega donde no queda una sola explotación ganadera vacuna de leche, actividad esencial en nuestra provincia durante siglos. La vaca, como elemento productivo más valioso, ha constituido una fuente de ingresos incomparable a cualquier otra en las economías familiares y justifica estas drásticas actuaciones sobre el territorio. En una sociedad donde las familias comunes disponían de pequeñas tierras en propiedad o comunales –cedidas- se configuró así un reparto del terreno singular. Esas extensiones de bellísimos campos y vegas multifragmentados por sebes constituyen parte de nuestro pasado, de nuestro presente, y de nuestro patrimonio cultural y paisajístico. Son también un recurso ecológico y turístico de primer orden para quien vea esta tierra con la perspectiva necesaria para hacer de cada elemento diferencial un atractivo más.

La administración autonómica, que actúa igual en Soria que en León, parece obcecada en la destrucción de este capital. Se sabe que glosar en la Junta las singularidades de León es como hablar de la soga en casa del ahorcado, pero eso no autoriza a la destrucción de este elemento atávico, cuyo valor ecológico, además, es incalculable. Sin perjuicio de que existan vegas donde se asienten notables explotaciones -como la de Vega de los Árboles- que hagan insoslayable esa concentración, se está actuando sobre otras, como la del Torío o algunas en El Bierzo, en las que carece de sentido. El original paisaje desarrollado por nuestra cultura está siendo arrasado sin que la relación coste-beneficio u otras razones lo justifiquen. Se actúa sobre campos sin explotaciones que lo aconsejen a mayor gloria de la empresa adjudicataria. Nada racional sustenta a estos cruzados de la motosierra y la traílla en zonas abocadas a la chopera o al abandono.

Algo hay que hacer para detener esta depredación. Consumir con ligereza fondos públicos para devastar zonas que no producirán retornos apreciables es una irresponsabilidad. Nuestros singulares paisajes de sebes deberían ser declarados Bien de Interés Cultural. Aquellos que todavía se encuentren íntegros en zonas donde desaparecieron las explotaciones tendrían que ser protegidos como parte de nuestro patrimonio ecológico, cultural, histórico y paisajístico que son. ¿Habrá sensibilidad para evitar las concentraciones inútiles y perjudiciales para el común?

domingo, 18 de mayo de 2008

Monumentos de Pago

Durante los últimos meses hablar de nuestro patrimonio arquitectónico se ha convertido con frecuencia en comentar la ruina y el abandono en que se ve sumido. Hojeando la hemeroteca aparece el Palacio de Don Gutierre y su derrumbe, el de los Condes de Luna y su ruina, La Catedral de León y su abandono, el chalet de los Fierro semiderruido, el Palacio de los Allende crónicamente desmantelado, el Palacio de Grajal de Campos apuntalado, su castillo artillero en almoneda, el castillo de Coyanza y sus derrumbes, el de Corullón y sus muros amenazados, los restos de la casona de Otero de Escarpizo, los palacetes de la Calle del Agua olvidados, la vieja fábrica de Araú en semirruina, la azucarera Santa Elvira eviscerada, el alfolí de Boñar asolado, la Colegiata de Arbas con goteras, y así suma y sigue. No se trata de ser fatalista, sino de tomar conciencia del precario estado de nuestro patrimonio, ya de por sí escaso si se compara con el de otras zonas de España. Hay que tener en cuenta que en León hay multitud de núcleos en los que no se puede encontrar nada reseñable, circunstancia que no se da, por ejemplo, en Tierra de Campos.

Existe la creencia extendida de que el Estado es el responsable del mantenimiento de nuestro patrimonio, pero eso no es del todo cierto. La responsabilidad es de todos. En este sentido, iniciativas individuales o colectivas, desligadas de la administración, como la de Pro-monumenta, son merecedoras de todo elogio y deben considerarse ejemplares para lo que debería ser el normal actuar de los ciudadanos. No es que debamos eximir a la administración pública de una atención expresa y pormenorizada a todo aquello que produjo nuestro esfuerzo colectivo durante siglos, pero es necesario tomar conciencia de que los fondos públicos no bastan para mantener un creciente conjunto de elementos arquitectónicos singulares.

Los leoneses deberíamos empezar a considerar estos objetos histórico-artísticos como un recurso. Resulta inexplicable, por ejemplo, la crónica anorexia presupuestaria para el mantenimiento de la Catedral leonesa cuando es un edificio de tal singularidad que permitiría cobrar una entrada para su visita y disfrute; algo insustituible si no queremos perder esta obra para siempre en unos cuantos decenios. Las circunstancias de la vida actual provocan un deterioro sin precedentes en obras como ésta, cuyo mantenimiento no es barato. ¿Quién no pagaría veinte o treinta euros por una visita controlada al triforio para apreciar las vidrieras en toda su grandeza? ¿Quién no aportaría un euro por acceder a este templo de forma ordenada, con información puntual de lo más relevante? Sería mejor que fuese gratis, sí, pero ¿es posible prolongar la gratuidad si queremos conservar éste y otros monumentos en todo su esplendor?

sábado, 17 de mayo de 2008

Políticas Vacías

Los leoneses observamos estos días los primeros movimientos de los partidos políticos que se preparan para concurrir a las elecciones concejiles, municipales y autonómicas de Mayo. El debate, según se va transmitiendo a los votantes, gira en torno a las personas que completarán las listas, más que sobre otros aspectos, como podría ser las propuestas de cada partido. El hecho de que se dé tanto pábulo a los componentes de las listas y tan poco a los proyectos denota una merma del nivel intelectual del debate político, y un peligroso avance hacia cierto populismo inconsistente. Las nacientes listas de candidatos parecen intentar la captación del voto a través de un sistema clientelar. Si se incluye a alguien de una asociación de empresarios, por ejemplo, se supone que los asociados votarán por la candidatura. Si se incluye un dirigente de asociaciones vecinales, serán, asimismo, los ciudadanos de ese barrio los que, teóricamente, tenderán a votar a tal lista. Todo ello en aras de ser mejor tratados que el resto del municipio por el hecho de tener un “valedor” en el gobierno de la ciudad.

La última curiosidad que se observa es la de redactar el programa en función de encuestas. Preguntan por la calle a los votantes qué les gustaría que se hiciese en la población. Con los resultados se elabora una tabla de acciones que serán plasmadas como programa. No cabe menos esfuerzo intelectual ni más falta de perspectiva del municipio. Una cosa es añadir a un programa previamente elaborado por el partido correspondiente algunas propuestas de la calle y otra distinta es que el supuesto programa sea ni más ni menos que un conjunto de ocurrencias agavilladas, sin más coherencia entre sí que la que aporte la verborrea del cabeza de lista. A tal grado de perversión política hemos llegado.

Mientras tanto, la cuestión de fondo, que a todos debiera preocupar, persiste flotando en el ambiente para ser formulada con insistencia a los candidatos y a sus partidos: ¿cuál es su proyecto para esta provincia? ¿qué resoluciones va a tomar su equipo para alcanzar ese objetivo? Continuamos esperando una declaración, que no llega, sobre el papel que esta provincia y sus ciudades han de representar en España. A los leoneses nos tratan como si hubiésemos embarrancado en la condición de extranjeros o de insignificantes. Falta aún tiempo para el fin de la campaña y un servidor no pierde la esperanza de que alguien exponga su proyecto para León, esté de acuerdo con él o no. No pensemos que un ascenso de la relevancia de esta provincia en el marco de España pueda ser un producto de la casualidad. ¿Habrá categoría intelectual para plasmar en un programa el León futuro que cada partido quiere y los medios que utilizaría para lograrlo?

jueves, 15 de mayo de 2008

Propuestas para el Noroeste

Se abre estos días la puja electoral de los partidos políticos para hacerse hueco en los gobiernos locales. Es tiempo de promesas, pero también de lanzamiento de proyectos. Son muchas las ofertas e intenciones que se ven frustradas al final de cada legislatura, aunque también existen otras muchas que se terminan cumpliendo. Por esta razón debemos aprovechar los periodos preelectorales como ventanas de lanzamiento de proyectos que luego puedan ser adoptados por los políticos y, quizás, ejecutados.

Al hilo de estos pensamientos conviene divulgar que el tránsito entre Puebla de Sanabria y Braganza es penoso, revirado e ,incomprensiblemente, disuasorio. La carretera internacional, que conecta dos grandes vías nacionales -la Autovía Rías Bajas y la IP-4 Oporto-frontera-, es una pesadilla que supone la inversión de una hora para recorrer unos 40 kilómetros. Este itinerario, que conlleva un mareo garantizado, cubre una distancia real inferior a los 28 kilómetros. Presenta, asómbrense, curvas de trescientos metros para salvar distancias de cincuenta. Este vial recibe de la Junta millones de euros en mejoras del firme, cuando resulta intransitable por su pésimo trazado.

Por otra parte, hace pocas semanas que vino a León el Presidente Herrera a decirnos que vamos a ser la puerta de entrada al noroeste ibérico. Si los portugueses se desviven por conectar su Itinerario Preferente con nuestra red de autovías; si nosotros necesitamos una conexión eficaz con Oporto para asentar definitivamente como nudos de comunicaciones León, Astorga, Ponferrada y La Bañeza; si la única posibilidad plausible, relativamente barata y apoyada por el país vecino es la conexión por vía rápida de Puebla de Sanabria con Braganza ¿por qué no se deja de discursos la Junta y desbloquea esta conexión crucial? Dicha vía, de competencia autonómica, tiene un potencial efecto inducido sobre la economía muy superior al de decenas de carreteras en las que la Junta entierra millones de Euros.

La actual actitud de desinterés de la administración ha dejado también sin conexión la nueva IP-4, a través de Trabazos, también en Zamora. Esta cazurrería autonómica deja al departamento de Braganza y a la propia provincia de Zamora al margen del desarrollo que generan los nuevos flujos transfronterizos de mercancías. A su vez, sin desarrollo en Zamora y Braganza, León no despegará. Para paliarlo se sugiere el rediseño de unos treinta kilómetros de vía, de los que unos quince corresponderían a España. Es oportuno en estas fechas reclamar un poco de visión global a nuestros políticos, menos sectarismo a los de Valladolid y, sobre todo, grandes dosis de sentido común a fin de empujar propuestas tan favorables. ¿Habrá el talante de diálogo necesario para que alguien recoja esta propuesta?

martes, 13 de mayo de 2008

Agresivo Villalar

Se desarrolla estos días un comprometido debate sobre la participación institucional en una nueva fundación de promoción autonómica. Se trata de la Fundación Villalar, un proyecto cuyo fin es fomentar el sentimiento de pertenencia a un territorio, concebido desde Valladolid, denominado Castilla y León. La Fundación Villalar tiene sus antecedentes en el documento de la “Primera Hipótesis de Modelo Territorial” del año 1996, que editó la Junta dentro de las actuaciones para redactar la Directrices de Ordenación del Territorio. En él se incluía un capítulo sobre el “Programa de Identidad Territorial y Márketing Regional” que perseguía prácticamente los mismos objetivos que los de la citada fundación. La pretensión de crear una herramienta de adoctrinamiento de los ciudadanos en torno a la pertenencia a la autonomía es, por tanto, un aspecto recurrente de la iniciativa, primero del PP, en el gobierno, y ahora del PSOE, en la oposición.

Se ha vertido mucha subjetividad en el debate que ha propiciado tan peregrina iniciativa. Sin embargo es imprescindible que se haga un análisis más frío y distante de lo que significa esta propuesta. La creación de la Fundación implica en sí misma el reconocimiento de la inexistencia de una conciencia colectiva de pertenencia a la Comunidad Autónoma veinte años después de creada. Asimismo supone que cualquier avance en ese aspecto va a ser producto de la artificialidad, de la propaganda y de la eliminación de otros sentimientos de pertenencia. De hecho el profundo rechazo que se detecta en la sociedad leonesa -que ahora se traduce en pánico político- a apoyar la Fundación desde las instituciones hay que atribuirlo al reiterativo ataque a los elementos identitarios leoneses desde Valladolid. No puede pasar desapercibido que la Junta se niega a editar cualquier obra que trate exclusivamente de León, como se puede apreciar en sus fondos de publicaciones. No es menos cierto que se obvia el apoyo económico a cualquier iniciativa que hable del ámbito regional leonés expresamente, desde Valladolid.

Esa actitud, que es objetivamente un ejercicio de totalitarismo soterrado, se concreta ahora en una Consejería de Propaganda, la fundación, supuestamente independiente de la Junta. Nadie en su sano juicio debería prestarse a maniobras filofascistas como ésta, y menos aún con dinero público. Si ese dinero es de las víctimas, menos aún. El sentimiento herido del leonés no debiera cegar su inteligencia para desvelar la goebbelsiana raíz inmoral de esta pantomima. El totalitarismo y el pensamiento único no pueden quedar al abrigo de los fondos públicos. ¿Tendrá valentía el colectivo político leonés para mantener sus posturas tras las elecciones?

Auditorio y Salarios

Se oyen estos días comentarios acerca de la escasa atención del público leonés hacia varias de las últimas actuaciones del auditorio. La programación de este foro resulta, hasta el momento, de superior calidad a cualquier espectativa razonable. Hace dos años hubiese sido impensable para León acoger una secuencia de actos como los expuestos. Por lo tanto no se puede decir que sea la falta de calidad lo que vacía el Auditorio. Sin embargo hemos de tener en cuenta que sus aforos son un indicador de la salud económica de la sociedad leonesa.

León ha tenido históricamente una demanda de espectáculos musicales cultos alta, si se relaciona con su tamaño. Es larga aquí la tradición de conciertos, mientras que en otras urbes hace poco tiempo que se producen, y sólo de forma ocasional. Esa costumbre se enmarca en una economía que, hasta entrados los ochenta, presentaba un gran dinamismo en el marco de las provincias interiores. El tipo de público que demanda estos servicios se incardina, en buena parte, en las bandas salariales altas, propias del profesorado más elitista, técnicos, empresarios, ejecutivos y directivos. Tras el proceso autonómico León sufrió una descapitalización humana. A la marcha de las sedes territoriales de varias empresas y de unidades operativas de otras, se sumó la ausencia de localización de nuevas empresas externas y la pérdida de contenido de algunas instituciones locales. De esta manera, una importante fracción de consumidores de la oferta de ocio culto desapareció, sin ser sustituida por nuevos demandantes. Tal efecto desembocó en el cierre de varias librerías, la depauperación del espacio comercial del Ensanche -que perdió buena parte de sus tiendas de lujo- y la despoblación del centro urbano -copado por pisos caros-. En otras palabras, el Auditorio semivacío no es más que el reflejo del empobrecimiento profesional y salarial que ha sufrido la sociedad leonesa. Con todo, en León permanece un público formado, pero carece aún de acceso fácil a remuneraciones altas.

Recientemente el proceso de regresión salarial de las capas laborales superiores se ha estancado. León, vaciado ya de cuanto era trasladable, presenta el crecimiento rápido de una nube de empresas pequeñas y medianas, de capital local, que tendrán que crear nuevas estructuras jerárquicas –directivos- y subcontratistas –otras empresas- para consolidar su desarrollo. Nuestra peculiar coyuntura lo permite, a pesar de las habituales rémoras centralistas. Por ello cabe pensar que el Auditorio Ciudad de León vuelva a recuperar los aforos completos que conoció en sus primeras semanas. Eso será un marcador más en el que los leoneses veamos la progresión de nuestra economía en el Siglo XXI ¿Cuánto tiempo hará falta para ver el Auditorio lleno, con todo lo que eso significa?

domingo, 11 de mayo de 2008

Líneas de Futuro

Hace unas semanas tuve oportunidad de asistir a una mesa redonda en la que se abordaba el futuro de León y sus necesidades por destacados miembros de la profesión periodística. La sensación que transmitieron, pese a sus demostradas capacidades, fue la misma que se percibe cuando hablas con otras personas de este tema: falta de claridad y ausencia de análisis global. Afrontar tal labor es mucho más importante ahora que se acercan unas elecciones locales y autonómicas. Los partidos deberían explicar y debatir cómo proponen que lleguemos a ser un territorio emergente, si quieren convencernos de la bondad de depositar nuestra confianza en ellos.

Bajo un punto de vista personal, el crecimiento de León va a venir modulado por tres vectores fundamentales: la recuperación del orgullo colectivo, el desarrollo de un proyecto para León y la disposición de dinero público para desarrollarlo. El primer pilote ha de ser la recuperación de nuestro orgullo colectivo, porque los pasos previos han de fundamentar el compromiso activo de los leoneses con su tierra. Si hemos de acrecentar nuestro empuje, ha de hacerse de forma participada, con la implicación de todos. Ese impulso debiera materializarse en una entidad que tenga capacidad de interlocución y que permita proyectar dicho orgullo colectivo en tal institución representativa.

Un segundo aspecto para el desarrollo de León es la plasmación de un proyecto para esta tierra. Debe retratar cuál va a ser nuestro papel en España, en Europa y en el mundo. Ese es el único medio de que todas las fuerzas sociales, motivadas e implicadas, caminen en la misma dirección. León debería tener la posibilidad de aportar al mundo su visión particular, su forma de entender la vida y la convivencia. El “proyecto” se erige, además, en una pieza clave para vislumbrar el escenario futuro de nuestra región.

El tercer elemento debería ser la fijación del dinero público. No podremos alcanzar ritmos razonables de desarrollo si una buena parte de nuestra inversión y gasto continúa siendo desviada hacia otras zonas. El desarrollo adecuado de nuestro proyecto colectivo requerirá unos ritmos financieros públicos que no debieran desacompasasarse respecto a los de otras regiones. Por eso, la territorialización del presupuesto autonómico en el caso de León es imprescindible como herramienta de gestión y garantía de prosperidad. La atonía del gasto público autonómico –que cumple veinte años- supone una merma del crecimiento sustancial y un factor de debilidad insoslayable.

Las diferentes concepciones para alcanzar estas tres metas compondrían la esencia de lo que deben proponernos durante la campaña electoral. ¿Tendrán los partidos la disposición para explicar abiertamente cuál es su proposición?

sábado, 10 de mayo de 2008

Ambigüedad Electoral

Una vez concluido el plazo de presentación de listas electorales el lunes, día 21 de Abril, podemos hacer un repaso de aquellos aspectos más genéricos, comunes a todas. Son esas observaciones las que nos mostrarán por dónde van las tendencias de la política en León ciudad. La lista más madrugadora ha sido la del PSOE, sorprendente por lo que muestra: una radical renovación que mantiene solamente a Picayo, concejala en la legislatura presente. Si se tiene en cuenta la juventud de Natalia, la reaparición de Fernández al frente de la candidatura, después de unos años al margen, y la falta de experiencia política del resto de integrantes, podemos hacer una interpretación: el PSOE quiere mostrar un “borrón y cuenta nueva”, recuperar los votos tomados por la UPL en los últimos años y, quizás, aprovechar la oportunidad para proyectar una imagen distinta. La insistencia, además, en el pseudoleonesismo de los responsables del PSOE leonés parece indicarlo así.

La lista del PP fue la siguiente en ser conocida. La sustitución de los ediles moranistas marca también un giro aquí. La incorporación de una extraña mezcla de personajes más o menos conocidos (Martínez, Ordóñez, Valencia, Lamelas, etc) no puede ser más expresiva de un giro hacia cierto populismo y a una desideologización que puede causar desconcierto. Más si se toleran declaraciones como las de Martínez, que lo mismo podría ir con la UPL o con el PSOE según sus propias palabras. El deseo de renovación es evidente, pero no se ha hecho, como en el PSOE, contando con los afiliados del partido, sino unilateralmente y dando prioridad a la imagen.

La UPL ha esperado al último día para inscribir su lista en la Junta Electoral. La exclusión del edil con más ejecutoria leonesista -y único líder de un grupo amplio en ese partido con la salvedad de de Francisco- de la candidatura ha sorprendido a todos. La lista perdió así su contenido ideológico y, con la salvedad del cabeza de lista, es intercambiable con la del PP. Esta renovación parece intentar captar el voto por la derecha, pero es evidente que, a cambio, perderá una parte de los apoyos leonesistas y del voto joven, principal capital electoral de la UPL. En cualquier caso el resultado de este movimiento, como el del PP, resulta incierto, aunque no variará sustancialmente el gobierno resultante.

Lo que parece común a todas las listas es un abierto deseo de renovación y de captar nuevos filones de votantes. En el PP y la UPL el populismo y la desideologización han sido las herramientas utilizadas. Para el PSOE la renovación de la candidatura, pero con militantes, y un ligero leonesismo –con valor esencialmente cosmético- fueron las armas elegidas. ¿Triunfará la omnipresencia del pensamiento débil y de la ambigüedad en esta pugna electoral?

viernes, 9 de mayo de 2008

El PP y la León-Braganza

La Autovía León-Braganza es reivindicada por colectivos institucionales, técnicos y por particulares. Se trata de una comunicación que reforzaría las relaciones en una zona amplia del noroeste ibérico. El corredor rompería la frontera que separa ambas ciudades, próximas pero carentes de relaciones fluidas. Además permitiría explotar sus respectivas y numerosas sinergias más eficazmente. Por último, crearía mercados más grandes para las empresas locales sumando el medio millón de habitantes de la provincia leonesa y los cuatrocientos mil de la lusitana.

Hace unos días que fue presentada una moción de apoyo a la construcción de la Autovía León-Braganza en el Ayuntamiento de León. El grupo del PP puso varias excusas para no dar su voto favorable. De igual manera, la Junta de Castilla y León ha eludido un apoyo decidido a dicha infraestructura. En definitiva, la posición conservadora ha sido de dilación y obstaculización al desarrollo del vial.

Es reprobable que el PP de León se convierta en cómplice de los antileoneses que menudean en la Junta. O bien denota una falta de liderazgo apabullante, que impide el ejercicio de criterios proleoneses, o bien el PP de León pretende convertir la provincia, tras asolarla, en un lugar como Cuenca, Ávila o Teruel.

Es injustificable que la Junta excluya la autovía León-Braganza de sus prioridades por mucha sonrisa que se reparta. Tampoco es aceptable que se incluya como eje prioritario la Autovía del Duero, que no existe porque no está hecha, mientras se excluye de ese rango la Autovía del Camino de Santiago en Valladolid le interese a alguien. ¿Tiene algún criterio sobre estas cuestiones el PP de León?

Autovía Crucial (I)

La apertura de la Autovía León-Burgos conlleva el cambio de posición geoestratégica de León más importante desde la llegada del ferrocarril en la década de 1860. La vía recién inaugurada abre una nueva ruta al tráfico pesado y su impacto sobre el producto interior bruto de nuestra provincia va a ser sobresaliente. Tal afirmación puede parecer excesiva, pero hay que tener en cuenta que buena parte de los tráficos aportados por esta infraestructura son nuevos en nuestras carreteras. Ese hecho da a este vial una proyección que no tiene, por ejemplo, la León-Benavente, que recogerá una mayoría de viajes que ya tienen lugar actualmente, aunque sea en condiciones precarias de seguridad y fluidez.

El desplazamiento del distribuidor de comunicaciones Centro-Noroeste hacia Onzonilla desde Benavente -con una limitada capacidad de atracción, según se ha podido comprobar en los últimos diez años-, potenciará la horquilla Benavente-León-Ponferrada, convertida en colector de los principales accesos a Oporto, Vigo, La Coruña y la conurbación central asturiana (en total un “cluster” de centros urbanos medios y grandes con más de tres millones de habitantes, cinco grandes puertos de mercancías y un parque industrial notable). Este nuevo papel, propiciado por los 160 kilómetros de nuevo trazado, no debiera ser desempeñado con pasividad. La oportunidad que se le abre a la principal zona de poblamiento leonesa reclama una postura activa de los dirigentes que salgan elegidos en las urnas el 25 de Mayo. Lo aconsejable es explotar el éxito que supone la consecución de esta obra, ideada en la cabeza de leoneses y ejecutada por la presión de burgaleses. Así lo expresa la táctica militar, tan seguida por los estudiosos de la planificación estratégica. Una oportunidad así no debe ser desaprovechada.

Por ello, esclarezcamos una cuestión previa: es prioritario difundir que los enlaces en los extremos de la Autovía no son tan deficientes como algunos cenizos han expuesto en los medios de comunicación. Sólo los tráficos de origen y destino a León ciudad y a Burgos se tendrán que enfrentar a las carencias urbanísticas y consiguientes atascos de ambas ciudades. Quienes sigan una ruta hacia Galicia tienen la oportunidad de sortear la ciudad de León, por la vía rápida que prolonga la autopista del Huerna, para salir hacia Astorga. Quienes quieran evitar Burgos, en el otro extremo, han de partir de Villalvilla en dirección a Buniel, a 7 kilómetros, para tomar la autovía de Castilla en dirección al País Vasco. No es, por tanto, una obra tan inacabada como se ha comentado esta Autovía del Camino de Santiago. ¿Elaborarán nuestros políticos un paquete de medidas para que esta gran autovía sea conocida y rentabilizada con la máxima celeridad?

jueves, 8 de mayo de 2008

Autovía Crucial (2)

Como ya exponíamos la semana pasada, la apertura de la Autovía León-Burgos supone un relevante cambio en el horizonte económico posible de León. La adopción de medidas, por parte de nuestras instituciones, para rentabilizar rápidamente la nueva posición geoestratégica -mucho más notable ahora- es una necesidad inmediata. Por esta razón sería aconsejable que los nuevos alcaldes de León y Burgos entrasen en contacto, a fin de actuar independiente, pero coordinadamente para explotar las posibilidades que abre esta nueva vía.

La desaparición del viejo puente de Melgar de Fernamental, obstáculo permanente hasta ahora para la proyección de la naciente infraestructura, abre la posibilidad de que el tráfico pesado -protagonizado por grandes camiones articulados- utilice esta ruta. Para lograrlo en el más corto plazo de tiempo sería conveniente realizar una promoción de la Autovía del Camino de Santiago entre los grandes contratadores del porte de mercancías, empresas de mensajería, autónomos del transporte, etc. Las entidades dedicadas al desplazamiento en autobús también deberían ser informadas. Un sector muy influyente en este sentido -y no siempre tenido en cuenta- es el de los editores de mapas de carreteras. Las erratas de algunos de ellos en lo referido a las vias de la Provincia vienen siendo una constante, a pesar de las sucesivas quejas. La corrección de estos gazapos, el remarcado de otras vías relacionadas recién mejoradas, o desarrollar alguna promoción de esta autovía utilizando como herramienta algunas de las grandes guías de viaje pudieran ser medios con un efecto impulsor inmediato.

Otro aspecto a tener en cuenta es la eficaz potenciación de la autovía mediante el apoyo a las obras en carreteras afluentes, como la Vía Rápida de Campos en Sahagún, Grajal y Paredes de Nava, o la carretera a Saldaña desde Ledigos. También el despliegue de la autovía Osorno-Aguilar de Campoo, aún en mantillas, merecería una atención especial, así como el corredor Mansilla-Palanquinos-Villalpando.

Además, hay que destacar que la llegada de la autovía a León por el sur tiene implicaciones urbanísticas inmediatas. Se debería, por ejemplo, hacer una reserva importante de suelo industrial entre Cembranos, CLH y la autovía para su desarrollo cuando, dentro de unos diez o quince años, los polígonos disponibles hoy vean saturada su capacidad. La traza elegida para este vial delimita, pues, las zonas de concentración industrial, al sur y al oeste de la capital fundamentalmente. Esa circunstancia debería ser tenida en cuenta ahora para evitar situaciones urbanísticas caóticas -como la que tiene lugar en Santovenia de la Valdoncina- en el futuro. ¿Abordarán nuestros representantes electos los muchos retos que la León-Burgos representa?

martes, 6 de mayo de 2008

La Escuela Incógnita 2

Hablábamos la semana pasada de las modificaciones que ha sufrido el presunto proyecto de la escuela de pilotos para el cazabombardero Typhoon a la que aspira León.

Para ponderar la verosimilitud de dicha promesa electoral podríamos hacer varias consideraciones. Por ejemplo, una muy relevante es que el Ministerio de Defensa, el promotor, tiene problemas financieros para sufragar la renovación de la Armada, marcada como prioridad por los responsables de nuestro Ejército. El ritmo de compras de las fragatas F-100 y de los nuevos submarinos se considera insatisfactorio. Eso por no hablar de otras armas, como de la modernización de la envejecida flota de carros de combate, del programa de misiles anticarro, etc. ¿De dónde saldría el dinero para la renovación de la base aérea?

Por otro lado, España constituye parte del flanco sur de la OTAN y nuestras unidades deberían situarse cerca del potencial escenario de conflictos en la zona: el norte de África. Situar una escuadrilla en León no sería recomendable para esa labor dentro de la Organización. A esto se suma otro detalle importante; como expusimos en este espacio en Agosto de 2001, EADS recibió el pedido de dos simuladores de vuelo para que fuesen ubicados en la base de Morón por parte del Ministerio. Por añadidura, allí se reciben en estas fechas inversiones al respecto, los primeros aviones llegarán en pocos meses y aquí se acepta la idea de que en varios años no podría desarrollarse la escuela de los pilotos. Los nuevos pilotos serán formados, por tanto, en Morón de la Frontera. En consecuencia, desde esta perspectiva la posibilidad de la escuela de pilotos leonesa se va difuminando.

La confirmación la semana pasada de la escuela de técnicos de mantenimiento -ya comentada en este espacio el 26 de Junio de 2002- es una magnífica noticia. Anclar en León esta academia de vanguardia resulta una compensación muy estimable, pero insuficiente. La escuela debiera ser un primer paso para conseguir algo más, puesto que la diferencia entre el proyecto prometido y el confirmado es sustancial en calado e impacto económico.

Por otro lado, es evidente que cualquier inversión, sea cual sea, se ha de lograr antes de las elecciones generales, antes de la marcha de Aznar de la Presidencia del Gobierno–y de sus promesas con él-. El texto que comunica la decisión de fijar en La Virgen la escuela de técnicos muestra cómo el grueso de la inversión es pública, lo que trasluce que ha sido una decisión política -y no empresarial- la que ha marcado la decisión. Por eso los leoneses hemos de trabajar deprisa para decidir qué es lo que vamos a reclamar para alcanzar el equilibrio entre la promesa y la realidad. ¿Habrá la habilidad necesaria en las nuevas corporaciones para cimentar en sólo un año un nuevo proyecto?

La Escuela Incógnita-1

En las elecciones generales de 2000 el candidato Aznar prometió la ubicación de una escuela de pilotos del nuevo avión de combate Typhoon en León sin previo aviso. El anuncio tuvo tal impacto en la opinión pública leonesa que sus ecos no se han apagado aún. La prometida escuela de pilotos se encuentra ahora en el centro del debate electoral y es uno de los argumentos principales de la campaña. Sin embargo merece la pena que los votantes tomemos distancia con el fragor de la contienda y reconsideremos el estado actual de la cuestión.

El primer proyecto del que se habló consisitía en una escuela internacional de adiestramiento de pilotos de combate de este aparato, financiada por EADS –fabricante del ingenio-, que atraería a León personal de diversas nacionalidades –tantas como clientes tuviese el consorcio privado-. La escuela debería haber entrado en funcionamiento en 2002, según lo expuesto en aquel primer momento. Actualmente queda poco de ese primigenio planteamiento, puesto que los gobiernos de los países copatrocinadores optaron ya por crear escuelas de pilotos propias en sus territorios.

Esto supone un cambio cualitativo importante en lo financiero, puesto que dejaría el patrocinio de la nueva academia en manos del Ministerio de Defensa y no de EADS. En otras palabras, quien pagaría la factura de la nueva escuela sería fundamentalmente el Estado Español. La candidatura de León supondría una costosa renovación de la base aérea militar, ya que habría que ubicar aquí, al menos, unas cuarenta unidades de la aeronave –prácticamente la mitad de todas las adquiridas, ochenta y siete-, con una inversión más que notable para acoger los servicios de mantenimiento necesarios.

También supone este nuevo plan un sustancioso cambio cuantitativo en cuanto al calado del proyecto, ya que sólo pilotos españoles y, quizás, los de algún país, cliente de segundo orden, vendrían a la base para su formación teórica y práctica.

En otras palabras, ni la escuela tendría las dimensiones que inicialmente se habrían expuesto, ni es fácil que se dedique una cantidad importante del Ministerio de Defensa con el fin de remozar, ampliar y adaptar la base aérea de La Virgen del Camino. Sobre todo si se tiene en cuenta que existen otras instalaciones –Los Llanos, Morón de la Frontera- en las que las necesidades de inversión serían muy inferiores para acoger una escuela de estas características.

Por esta razón las claves para conseguir la ubicación aquí de alguna unidad operativa relacionada con el Typhoon han cambiado. Nuestros políticos debieran modificar su estrategia para conseguir que esa actividad se fije aquí. ¿Estarán al corriente todos los ediles entrantes de los cambios que se han producido con respecto a la escuela de pilotos?

lunes, 5 de mayo de 2008

Catarsis en la UPL

Una vez consolidados los últimos votos de las elecciones locales podemos hacer ciertas observaciones con carácter definitivo, hasta la llegada de un nuevo ciclo electoral. En términos generales se puede afirmar que esta convocatoria ha sido instrumentada por los dos grandes partidos nacionales como un anticipo de las generales del año que viene. Esto ha supuesto que ambos hayan dedicado una cantidad enorme de recursos y esfuerzos para obtener un resultado positivo en general y en cada territorio en particular. Tal situación ha provocado dos efectos apreciables en toda España: el drástico aumento de la participación a favor de ambas fuerzas, y la minoración o eliminación de todas aquellas siglas sin fundamentos teóricos sólidos. En esa línea observamos un barrido de formaciones independientes o con poca base social. En cambio, otros concurrentes como BNG, UPL, PRC, CHA, etc, han visto confirmada su fortaleza y apenas han acusado el choque de los dos grandes grupos de la política nacional.

UPL ha logrado una entrada contundente en Zamora, ha crecido en las autonómicas y municipales de la provincia de León, pese a la penalización provocada por el inusual –y, seguramente, transitorio- grado de participación, y se ha hecho fuerte en el cinturón de la capital, con notables aumentos de voto en San Andrés, Villaquilambre y Valverde. Incluso los resultados en El Bierzo son los mejores que ha cosechado esta formación.

En medio de ese tono expansivo, y asumidas las esperadas derrotas en Bembibre y La Bañeza, los malos resultados en León ciudad son llamativos. Es evidente que el desconcierto ha cundido entre los próceres de la formación por la falta reacciones una semana después de conocidos los resultados. Los votantes han cuestionado a la UPL en León ciudad. Es un síntoma de que de Francisco no conserva el tirón que tuvo, de que sus principales consejeros han fallado, de que sus acompañantes formaban una lista sin atractivo, y de que la campaña no estuvo acertada. La diferencia de tres mil votos entre los recibidos por la lista capitalina y la lista autonómica -en la que también de Francisco se presentaba-, en la ciudad contribuye a salvarlo en parte, pero cuestiona la idoneidad de sus acompañantes.

Por otra parte, se da la paradoja de que los dos concejales salientes y excluidos por quién sabe qué consejos, salen reforzados de esta contienda electoral en la que, a priori, quedaban como perdedores dentro del partido. Se acerca un momento de reflexión y cambios en los planteamientos y en las personas de la UPL en la capital. Las salidas de tono echando las culpas de la derrota a los votantes no podrán esconder por más tiempo las dudas que los resultados han destapado. ¿Serán capaces las cabezas de la UPL de abrir un debate de autocrítica?

sábado, 3 de mayo de 2008

Aeropuerto Fénix

Aparecía en días pasados un informe del Consejo Económico y Social cuestionando la viabilidad de los aeropuertos en la Comunidad Autónoma. Con independencia de lo que el texto expusiese no se puede evitar el asombro ante un planteamiento de este tipo. No se explica, entonces, cómo se acaba de inaugurar el Aeropuerto Civil de La Rioja, en Agoncillo, al lado de Logroño. Este aeropuerto nace próximo al de Vitoria, al de Pamplona, al de San Sebastián, al de Santander y al de Bilbao que, suponemos, competirán por el mismo pasaje. Sin embargo, ha sido una prioridad para el gobierno riojano. En Albacete está a punto de abrirse el Aeropuerto Civil de Los Llanos, primero de la Comunidad de Castilla-La Mancha y cercano al de Madrid, al de Alicante, al de Valencia, al proyectado en Ciudad Real y al futuro de Murcia. El nivel de prioridad que se ha dado al mismo no dista mucho del que mereció el de Agoncillo. Asimismo, se ha declarado de interés general la apertura del nuevo Aeropuerto Civil de Murcia, cercano al de Alicante y al de Los Llanos. Por esto resulta sorprendente que se pueda poner en tela de juicio la red de aeropuertos de Castilla y León, justo cuando la malla nacional de aeropuertos regionales está en plena expansión.

Otra cosa sería que se cuestionase la política que la Junta está siguiendo en la promoción y financiación de estas instalaciones. El Aeropuerto de Villanubla, que recientemente recibió la aprobación de otro medio millón de Euros de la Junta, se lleva una desproporcionada cantidad de recursos. Aún recuerdo un vuelo a París con seis viajeros en un avión de unas cien plazas. La Junta cubría el resto del pasaje necesario para enjugar las pérdidas. A su lado, los aeropuertos de León, Salamanca y Burgos reciben, sobre todo, desinterés.

En tal situación nadie debería dudar de la viabilidad de estos tres aeropuertos, a los que aún no se ha proporcionado los recursos necesarios para descubrir su potencial. Al de León, el que mejor conocemos, se le ha asignado ahora uno fundamental: Juan Martínez Majo, uno de los gestores políticos más valiosos de la provincia. Sin embargo ¿dónde están las gestiones de la Autonomía?.

La Junta sigue sin comprometerse y, hasta el momento, son más los mohines y obstáculos que la voluntad de desarrollar el Aeropuerto de La Virgen. La cuestión es que esto forma parte de un problema más amplio: hasta que en Valladolid no se entienda que el eje Benavente-León-Ponferrada necesita apoyarse en nuestro aeropuerto, como el Briviesca-Burgos-Pampliega necesita el suyo, en Villafría, o el Zamora-Salamanca-Santa Marta el suyo, en Matacán, esta comunidad seguirá constituida por un aluvión de provincias sin proyecto. ¿Replanteará el presidente con su nuevo equipo la actual política de nuevoriquismo aeroportuario?

viernes, 2 de mayo de 2008

Balance Municipal

Con el nombramiento del nuevo alcalde en el mayor municipio leonés ha llegado el momento de hacer balance de la etapa que termina, y de revisar las espectativas para la que comienza. Más si cabe tras el cambio de color político de la alcaldía.

Mirando hacia atrás podemos recordar algunos de los grandes hitos transformadores que la ciudad de León vio en las últimas legislaturas. Con Morano el casco urbano incorporó grandes áreas verdes periféricas, siguiendo el modelo vitoriano, aunque su aspecto no sufrió cambios sustanciales. En la primera legislatura de Amilivia el centro histórico se vio embellecido y se reincorporó a la vida ciudadana tras una depauperación prolongada. La ciudad desarrolló el Polígono de Eras y comenzó el cierre de huecos vacíos, como la Chantría. En la segunda legislatura con el mismo alcalde al frente continuó la reconcepción de León -como producto turístico fundamentalmente-. Los ríos fueron incorporados definitivamente a la trama urbana y se han concluido ciertas dotaciones relevantes, como el auditorio o la plaza de toros cubierta. León se ha transformado extraordinariamente en los últimos ocho años. La parte negativa de ese periodo está marcada por una institución municipal prácticamente en quiebra, una nómina de trabajadores inflada y una política urbanística que ha propiciado la expulsión de los jóvenes a los municipios periféricos por un desmedido aumento de los precios de la vivienda.

Parece que por ahí deberían discurrir las directrices del equipo entrante. Sanear las arcas municipales es una necesidad, más que una medida recomendable. Poner coto a las contrataciones innecesarias y acomodar las plantillas de trabajadores a los servicios que se han de prestar es otro aspecto que debería ser central para los nuevos gestores. Las medidas sociales en el ámbito de la vivienda contribuirían a dar oxígeno económico a una institución que ve cómo el censo de residentes decrece a causa de la exigente selección económica.

Otro aspecto relevante, sobre el que se suele pasar de puntillas, es la participación económica de la Junta en las obras de la ciudad. De muestra, un botón. Es llamativo que el ayuntamiento haya tenido que aportar una parte importante del presupuesto del auditorio cuando en Valladolid la Junta corre al cien por ciento con las obras del Centro Cultural “Villa de Prado”, una obra de 50 millones de Euros (más de ocho mil millones de pesetas) que incluye un auditorio -que casi dobla al de León en dimensiones-, un conservatorio de música, un centro de artes escénicas y una sede para la Orquesta Sinfónica. ¿Por qué allí sí y aquí no? Se trata, por tanto, de un capítulo de los ingresos que el PSOE tendrá que estudiar y promover si, como decía, “León ha de jugar un papel relevante en la Comunidad”.

jueves, 1 de mayo de 2008

La Junta y el Carbón

El reparto de los fondos mineros ha sido causa de disputa hace un par de semanas. Estos fondos, destinados a la reactivación socioeconómica de las cuencas mineras, son destinados a obras y proyectos concretos, determinados por el gobierno central. Una de las partidas, la de ayudas a proyectos empresariales, presenta un evidente desequilibrio. Para León y Palencia se destinan unos 42 millones de euros, cuando deberían estar asignados 60 en proporción a sus sacrificios.

El hecho ha proporcionado un pretexto a la Junta para reclamar la transferencia de esos fondos. De esa manera sería Valladolid quien decidiría su destino. Tal propuesta puede resultar a priori inocente y bienintencionada, pero los antecedentes hacen sospechar todo lo contrario. De hecho nada tiene que ver que se destinen a las cuencas mineras fondos proporcionales con la cuestión de qué entidad los gestione.

Como es conocido, los fondos del carbón del Ministerio de Industria están planteados como una adición a los que normalmente destinaría la comunidad autónoma. La Junta de Castilla y León viene rompiendo con ese espíritu y sustituye sus inversiones por las de los fondos MINER. En consecuencia si se consumase su transferencia a la autonomía habría que esperar lo peor. No es descabellado pensar que los fondos mineros terminasen aplicados en Valladolid.

Por esta razón es recomendable oponerse a cualquier movimiento que implique el traspaso de esos fondos a la Junta. Sólo como se gestionan actualmente es posible seguir su rastro, sorteando la habitual opacidad de autonomía. Además, eso no impide que se reclamen partidas presupuestarias mayores a la administración central.