martes, 13 de mayo de 2008

Auditorio y Salarios

Se oyen estos días comentarios acerca de la escasa atención del público leonés hacia varias de las últimas actuaciones del auditorio. La programación de este foro resulta, hasta el momento, de superior calidad a cualquier espectativa razonable. Hace dos años hubiese sido impensable para León acoger una secuencia de actos como los expuestos. Por lo tanto no se puede decir que sea la falta de calidad lo que vacía el Auditorio. Sin embargo hemos de tener en cuenta que sus aforos son un indicador de la salud económica de la sociedad leonesa.

León ha tenido históricamente una demanda de espectáculos musicales cultos alta, si se relaciona con su tamaño. Es larga aquí la tradición de conciertos, mientras que en otras urbes hace poco tiempo que se producen, y sólo de forma ocasional. Esa costumbre se enmarca en una economía que, hasta entrados los ochenta, presentaba un gran dinamismo en el marco de las provincias interiores. El tipo de público que demanda estos servicios se incardina, en buena parte, en las bandas salariales altas, propias del profesorado más elitista, técnicos, empresarios, ejecutivos y directivos. Tras el proceso autonómico León sufrió una descapitalización humana. A la marcha de las sedes territoriales de varias empresas y de unidades operativas de otras, se sumó la ausencia de localización de nuevas empresas externas y la pérdida de contenido de algunas instituciones locales. De esta manera, una importante fracción de consumidores de la oferta de ocio culto desapareció, sin ser sustituida por nuevos demandantes. Tal efecto desembocó en el cierre de varias librerías, la depauperación del espacio comercial del Ensanche -que perdió buena parte de sus tiendas de lujo- y la despoblación del centro urbano -copado por pisos caros-. En otras palabras, el Auditorio semivacío no es más que el reflejo del empobrecimiento profesional y salarial que ha sufrido la sociedad leonesa. Con todo, en León permanece un público formado, pero carece aún de acceso fácil a remuneraciones altas.

Recientemente el proceso de regresión salarial de las capas laborales superiores se ha estancado. León, vaciado ya de cuanto era trasladable, presenta el crecimiento rápido de una nube de empresas pequeñas y medianas, de capital local, que tendrán que crear nuevas estructuras jerárquicas –directivos- y subcontratistas –otras empresas- para consolidar su desarrollo. Nuestra peculiar coyuntura lo permite, a pesar de las habituales rémoras centralistas. Por ello cabe pensar que el Auditorio Ciudad de León vuelva a recuperar los aforos completos que conoció en sus primeras semanas. Eso será un marcador más en el que los leoneses veamos la progresión de nuestra economía en el Siglo XXI ¿Cuánto tiempo hará falta para ver el Auditorio lleno, con todo lo que eso significa?

2 comentarios:

Alfonso Mielgo dijo...

Lástima que desaparezca ese "poso cultural" con esas capas de población... cada vez quedamos menos y más envejecidos... y es difíoil crear esa clase culta que gusta de esos espectáculos.
En cambio, Ponferrada, poco a poco va cogiendo hechuras de ciudad (aunque a mi modo de ver todavía se ven diferencias con la gente de la capital, pero cada vez menos).
El auditorio lleno... a ver si con los congresos...

Cisastur dijo...

La columna es de 2003. Yo creo que León se está rehaciendo. Ponferrada está en pleno tirón, pero me da miedo cuando se acabe el plan del carbón. Ya estamos viendo que el recorrido de la ciudad no es enorme aun recibiendo fuerte apoyo público durante varios quinquenios. Cuando éste le falte como le falta a la capital ...
Por eso es necesario presionar para que se avance en lo político.