jueves, 28 de mayo de 2015

MINORIAS Y OPORTUNIDADES

Las elecciones locales han proporcionado una excelente oportunidad para la ciudad de León. El resultado liquidó las mayorías absolutas. La trayectoria declinante que la ciudad ha sufrido en los últimos cuatro años puede ser revertida. Es imprescindible que quienes gobiernen escuchen a otras voces y mantengan una postura más abierta. Es cierto que las limitaciones económicas van a persistir, pero si existe una disposición a recibir ideas hay una probabilidad clara de recuperar el ánimo de la ciudadanía, que está por los suelos. La recuperación de la autoestima colectiva ha de ser una prioridad para el nuevo gobierno, entre quien entre en él. Para ello hay que alinear los esfuerzos de las diferentes fuerzas vivas de la ciudad. Nada mejor que cumplir el compromiso de encargar un plan estratégico refrendado por todos para recuperar el aliento perdido y hacernos pensar a todos en la ciudad que queremos dentro de diez años. Necesitamos metas y objetivos para tener algo por lo que luchar. Hay que recuperar el liderazgo en el noroeste interior, colaborar con Valladolid en lo que sea interesante y competir declaradamente con esa urbe en lo que creamos que nos da ventaja. La idea del reparto de papeles en las relaciones entre ciudades es una chorrada procedente de quienes quieren domesticar la personalidad histórica de esta ciudad. El papel de una aglomeración en el sistema urbano de un país es algo que se conquista, como muy bien sabían de la Riva y Villanueva. León ha de retomar su camino a pesar de quien se oponga, sea cual sea su cargo. Para eso es importante recuperar el equilibrio económico, racionalizar y abaratar mucho más la gestión municipal, dar más y mejores servicios públicos, proyectar la ciudad en el ámbito nacional y europeo, y contestar a todos los interlocutores con soltura, sin ambajes. Los leoneses necesitamos un proyecto claro de dónde queremos estar en unos años y debemos hacerlo público entre nosotros y a los que quieran saberlo desde el exterior. Somos ciudad; somos capital del ocio; somos una personalidad histórica; somos liderazgo y referencia en una zona amplia; somos servicios excelentes; somos una ciudad plana, sin cuestas, paseable, sana, donde se vive bien; somos vega y montaña; somos el acceso a las playas asturianas y al marisco gallego; somos prieto y mencía, botillo y chorizo, pimientos y mollejas; somos drones y medicamentos, software y cecina. Somos la pera y el mundo tiene que saberlo, pero todo empieza en el ayuntamiento.

jueves, 21 de mayo de 2015

DESCOORDINACION CULTURAL

El domingo pasado tuvo lugar un excelente concierto de órgano en la Catedral de León. Y era extraordinario por la calidad del órgano, que nada tiene que ver con el anterior, el marco de la Catedral, con las vidrieras iluminadas por el sol de verano, y el intérprete, Paolo Oreni, un reputado e internacional organista italiano. Por añadidura el programa era muy atractivo a la par que comprensible, con piezas de distintas épocas y un remate de improvisación, campo en el que Oreni está reconocido. Y encima de todo esto, era gratis. Todo reunía las condiciones para asistir a un buen concierto con una afluencia razonable de público. Sin embargo la asistencia podía rondar la exigua cifra de cien personas. Algunos turistas miraban asombrados los bancos vacíos. Buscando las causas de este desacierto, encuentro varias. Lo doloroso del caso es que se vienen repitiendo sistemáticamente sin que se ponga remedio. Por una parte está la escasa publicidad que se dio al concierto, del que tuve noticia por un pasquín del programa un par de días antes en la propia Catedral. Por otra parte está que en el Auditorio y al mismo tiempo existía un concierto de música clásica con otro intérprete. En los periódicos digitales no encontré referencias. En otras palabras, apenas se divulgó la información sobre el evento y además competía por el mismo público con otro similar. En estos días observamos cómo un montón de candidatos a la alcaldía se desgañitan explicando muchas cosas en términos tan precisos como “vamos a potenciar”, “impulsaremos” o “mejoraremos”, es decir, perdidos en la pura inconcreción. Una ciudad que pretenda tener proyección exterior ha de configurar una programación cultural. “Programa” es una palabra que nos trae a la cabeza conceptos como preparación, organización, divulgación y orden. Y ese programa, construido con convocatorias públicas y privadas de diferente procedencia, debe estar divulgado por el ayuntamiento, principal interesado en hacer de la ciudad un foro atractivo. A ver si los que vengan nuevos a regir la municipalidad tienen más claro este precepto, porque si algo sigue habiendo en León, a pesar de los recortes y de los obstáculos institucionales, es vida cultural. Y el ayuntamiento, sobrado de personal como está, debería poner publicidad por todas partes de tanto y tan interesante como se hace en esta urbe; de todo lo que se hace. Y que pueda fallar el público en una convocatoria menor es algo asumible, pero que en un concierto como el de Oreni falte público y que no haya un responsable municipal preocupado por el caso es inaceptable.

jueves, 14 de mayo de 2015

COMPROMISO PARA UN PLAN ESTRATÉGICO

El foro de asociaciones y colectivos “León en Positivo” ha presentado un compromiso a los partidos políticos en campaña para que asuman como parte de su programa la redacción de un plan estratégico para la ciudad. Un plan de este tipo es un ejercicio de análisis para saber cómo está la ciudad objetivamente, compararla con otras de su entorno más o menos lejano, y marcar el camino hacia una nueva posición más favorable para transitarlo en un plazo de tiempo concreto. Lógicamente un plan estratégico exige el compromiso a todas las partes para su ejecución. Y cuando decimos todas las partes, queremos apuntar a las fuerzas vivas de la ciudad en su conjunto. Eso no debería ser problemático, puesto que previamente se recogen las sugerencias de todos y se integran en buena medida en el plan, si son coherentes con él y razonables. En resumen, un plan estratégico alinea esfuerzos de todos en pos de un futuro mejor, distribuyendo trabajos, responsabilidades y plazos de ejecución. El horizonte es un objetivo en el que proyectarse, una ciudad mejor y más próspera, un lugar bueno en todas las facetas para vivir. Son infinidad las ciudades que han realizado un plan estratégico. Por ejemplo Valladolid ya va por el segundo, que concluye en 2016. Oviedo y Gijón también redactaron los suyos. Ciudades como Córdoba, que son capitales provinciales simplemente, han llevado a cabo sus planes estratégicos hace muchos años. En ese sentido León va muy rezagado. En 1994 Iniciativa Social Leonesa le propuso al ayuntamiento de León el encargo del plan estratégico sin resultado. Desde entonces son muchos los colectivos que ha intentado poner esta ciudad en el mapa mejorando su capacidad competitiva mediante un plan estratégico, la herramienta más usada y razonable para que los centros urbanos suban un escalón de calidad. La mayoría de las fuerzas políticas contendientes en estas elecciones se han comprometido a suscribir el compromiso propuesto por “León en Positivo”. Es el actual partido en el gobierno, el PP, el que rehuye la firma, de la mano del exconsejero Silván. No se entiende esta postura, que va en contra de algo objetivamente positivo para la ciudad. Silván, quien francamente no ha manifestado más que cuatro vaguedades sobre la ciudad en lo que va de campaña, no muestra madurez en sus pensamientos sobre León. Sin embargo tampoco apoya que se haga un estudio por una consultoría externa e independiente para redactar el plan que él y su equipo no son capaces de elaborar. No se entiende esa posición y debería dar una explicación al respecto.

viernes, 8 de mayo de 2015

LEÓN, INFRAESTRUCTURAS Y RENDIMIENTO

La provincia de León ha pasado en los últimos años de tener un vacío enorme en infraestructuras a tener unos niveles de cobertura altos. La provincia cuenta con más de 400 kms de autovías y autopistas. Antes de fin de año la capital estará conectada a la red de alta velocidad de ferrocarril. El Aeropuerto de La Virgen del Camino está a una hora o menos de cualquier centro urbano de la provincia. En este sentido León ha dado un paso de gigante que coloca a su territorio, aunque tarde, al nivel de los más avanzados. Las principales ciudades leonesas cuentan con red de fibra óptica y telefonía tanto móvil como fija sin limitaciones. La transmisión de datos está garantizada. Además existe una red de polígonos industriales suficiente, con mucha capacidad aún por ocupar. Hay buenos servicios sanitarios, contamos con numerosas titulaciones en la universidad y la oferta en otros niveles de enseñanza es prácticamente completa. Incluso existe un parque tecnológico y otro científico, dependiente de la universidad. Cuando uno hace balance de todo esto, ha de concluir que León cuenta con recursos materiales suficientes como para ser competitiva a todos los niveles. Incluso si analizamos la calidad de vida de nuestras ciudades, podemos decir que es bastante buena porque son planas y paseables, porque la oferta cultural es mejorable, pero no mala, y la oferta de ocio es relevante. A pesar de todo esto León ha mantenido una evolución negativa persistentemente. La población cae con rapidez, el peso económico en el país es cada vez más bajo, y su visibilidad y relevancia política son mínimas. ¿A qué podemos atribuir esta paradoja? Si las condiciones materiales son objetivamente favorables para el desarrollo y no se están aprovechando, puede deberse a dos causas. La primera puede ser la falta de talento entre quienes deciden en las instituciones, tanto públicas como privadas. La segunda podría ser que se estuviese trabajando en contra de León desde algunas instancias. Respecto a la primera, es evidente que quienes han dirigido hasta ahora los principales colectivos e instituciones de la provincia no han dado el rendimiento esperado, con algunas excepciones. Fallan en el aparato público, pero también en el social. Respecto a la segunda posible causa, el trabajo contra León, es evidente que hay centros que compiten por los mismos logros de una manera excluyente y con clara ventaja sobre nosotros. En muchos casos cada logro en esas ciudades y provincias es un demérito para León. Este último es un interesante análisis que habrá que pedir a los candidatos.