miércoles, 24 de marzo de 2010

San Andrés camina hacia el Colapso

El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo ha comunicado la oferta de empleo público para este año. Se puede consultar en el Boletín Oficial de Castilla y León del 3 de marzo. 7 de los 128 puestos de trabajo (si no he contado mal) son de nueva creación. En la actual coyuntura financiera de la institución proceder a nuevas contrataciones -realizadas además en categorías altas- y consolidar numerosos puestos de trabajo es una medida incomprensible.
El municipio se encuentra en una tesitura de las más difíciles que podemos encontrar en León. Cuenta con unos gastos de 12 millones de euros en personal (que equivalen a unos 400 empleados), pese a tener sólo 31.000 habitantes. En los presupuestos de 2010 se plasman unos ingresos anuales de 32 millones, pero se puede comprobar que, desde que comenzó la crisis, son sistemáticamente menores por una abultada diferencia. En realidad se sabe que la capacidad recaudatoria de San Andrés ronda los 25 millones de euros, según cifró el año pasado, por lo que casi la mitad de los ingresos se dedican a gastos de personal. Si a ello se suma el resto de costes de funcionamiento se deduce que el consistorio carece de capacidad inversora. Además la deuda ha llegado a un punto en que muchos proveedores ya no sirven y algunos concursos quedan desiertos. Se recurre a créditos para pagar las nóminas en ciertos meses. Aún así han continuado las contrataciones, incluso de asesores.
Por añadidura, se ha realizado una enorme inversión de 2,4 millones de euros con cargo al Plan E consistente en intercambiar la ubicación de un parque y un campo de fútbol, preexistentes y en estado de uso normal. Parece ser que no se han encontrado necesidades más imperiosas o productivas como podrían haber sido adecentar el polígono industrial o crear nuevas rotondas en las zonas con más tráfico.
Casos como el de San Andrés, en los que se muestra una gestión económica disparatada, hay muchos. Lo más preocupante es la falta de reacción de las instituciones de control. Incluso ahora, que el país atraviesa una situación comprometida, no hay respuesta. En estas condiciones el futuro se intuye poco alentador.

viernes, 19 de marzo de 2010

León, Siglo XXI

León ha iniciado el siglo XXI atravesando uno de los cambios más agudos de su historia: el paso de una sociedad en la que la presencia de lo rural estaba omnipresente a otra donde el predominio urbano es casi absoluto. El campo adquiere ahora un valor más estético que económico. En un plazo muy corto la secular visión leonesa del mundo está cambiando radicalmente.
Los datos del censo indican que el campo leonés se ha quedado casi vacío. Es más, si asumimos que los de nuestros pueblos están inflados por aquéllos que quieren conservar un coto de caza o pagar menos por el impuesto municipal de su coche descubriremos que vive mucha menos gente de la que dicen los papeles. En realidad hay comarcas enteras como Omaña, La Cabrera, Babia o Riaño que están desertizadas. Muchos pueblos son meros decorados para el fin de semana o ni eso.
Por su parte, en torno a las dos mayores ciudades se han configurando grandes áreas de perfil crecientemente urbano. Con las nuevas autovías se está fraguando un gran León que abarcará en breve desde Mansilla de las Mulas hasta Hospital de Órbigo y desde la Robla hasta Santa María del Páramo. La suma de los trabajadores directos del campo no llega ya a 9.000 y muchos viven en La Chantría, desde donde se desplazan a trabajar los días de labor hasta su pueblo. También Ponferrada avanza hacia Cacabelos y Toreno mientras las montañas de Oencia y Ribas del Sil se despueblan sin remisión.
En consecuencia los planteamientos que se hacen sobre el futuro de nuestra tierra han de cambiar en consonancia si no lo han hecho aún.

miércoles, 17 de marzo de 2010

La Descapitalización de la UPL

La UPL afronta la presentación de candidaturas a la dirección ante su próximo congreso. Lejos de estar claro el resultado, son varios los candidatos que han acudido a la convocatoria. Nunca existió tanta concurrencia, lo que indica una crisis de liderazgo.
Durante los últimos años este partido asistió a la marcha de militantes con veteranía; gente de reconocido leonesismo, capacidades de propuesta y discurso, e independencia en lo económico y laboral, irrecuperables ya en su mayoría. Esta erosión eliminó una parte notable de los recursos que la formación hubiese necesitado en tiempos de dificultad como los presentes. Por el contrario, una marea de personas a las que se atribuyó la bondad como valor capital se ha adueñado de la UPL, pero mostrando reducida inteligencia política.
Esta dirección gris, que carece de criterio frecuentemente, sin capacidad de propuesta leonesista, tímidos en la reivindicación, de oratoria pobre, y sin atractivo para liderar equipos se ha atrincherado en el partido. De manera inevitable, algunos militantes se pronuncian sobre tal o cual tema y la dirección, inerme hasta ese momento, se irrita contra el que se manifiesta.
Dicha deriva ha hecho desaparecer la UPL de los medios de comunicación porque ni hay mensaje ni existen interlocutores reconocibles. Tal pareciera que existe un pacto para liquidar desde dentro la formación.
En el Ayuntamiento de León ha terminado por desaparecer el leonesismo de la acción de gobierno, que sólo el PSOE protagoniza. La cohesión interna en el partido, ante la falta de un núcleo fuerte en el que el entorno capitalino es clave, se desmorona. La continuidad de la formación en la provincia se va desvaneciendo. Para empeorar la situación el MAS se expande e intenta recoger parte de las candidaturas de la UPL, que han quedado en la orfandad, pero ni aún así la actual dirección reacciona.
De lo que pase en este congreso depende que la UPL quede excluida de numerosas instituciones en la próxima convocatoria electoral. Es evidente que si adopta una línea de continuidad el final está cerca. Y para más incertidumbre, si entra otro equipo no lo tendrá fácil.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Ponferrada: Incertidumbre y Crisis

Ponferrada viene acumulando datos preocupantes en las últimas semanas. La evolución de su mercado laboral es notablemente negativa, las obras de la autovía Ponferrada-Monforte se retrasan y, por último, acaba de conocerse que el tren de velocidad alta que partirá hacia la provincia de León desde Venta de Baños no llegará al Sil cuando estaba previsto. Por añadidura se pone en duda que continúe su itinerario hacia Galicia. En este momento se debería formular unas preguntas: ¿Se está actuando correctamente? ¿Merece la pena un cambio de rumbo?
La tendencia del mercado laboral se relaciona con la crisis general, aunque también con el previsible final del Plan del Carbón -providencial para la fijación de empresas hasta hoy- y con los problemas que rodean este sector. Dichas circunstancias pueden propiciar una expectativa negativa que hay que romper. ¿Cómo? Creando agrupaciones de cada sector económico para que las empresas, PYMES la mayoría, trabajen juntas en la conquista de mercados externos y crezcan. Otra clave podría estar en atraer corporaciones con actividades novedosas en la comarca. En cualquier caso un estudio de consultoría sería de gran utilidad para acometer un cambio de estrategia industrial.
Por su parte, los retrasos de la autovía y del ferrocarril están ligados a la incapacidad para hacer entender a quienes toman decisiones en Madrid que Ponferrada desarrolla un papel nuclear para recomponer el menguado papel del noroeste. Dudo incluso que muchos ponferradinos tengan claro este aspecto. ¿Se ha redactado una breve y explícita memoria sobre este aspecto esencial? ¿Se ha divulgado dentro y fuera de Ponferrada? ¿Se ha hecho llegar a los ministerios correspondientes aprovechando la oportunidad del alcalde-diputado? ¿Está liderando Ponferrada la reivindicación del acceso a Galicia con la notoriedad necesaria? Hay que pensar que con el suficiente énfasis y eficacia no.
Mientras tanto hay otras cuestiones pendientes como avanzar hacia el futuro “Gran Ponferrada”. Para ello se tendría que tender dobles vías desde la ciudad a Cacabelos, Fabero o el Barco, obras menores, que se pueden impulsar ya.

miércoles, 3 de marzo de 2010

La Crisis, las Empresas y los Deberes

En la crisis económica que atraviesa España podemos apreciar una primera fase de conciencia social. Durante la misma o no estaban claras las causas o se recurría a una variedad de explicaciones en la que los culpables siempre eran casi todos menos uno mismo. Parece que concluye esta primera etapa y ya se va divulgando la que figura como causa central: es una crisis bancaria y la causa reside en que llevamos muchos años consumiendo (casas, coches, electrodomésticos, vacaciones, servicios públicos, etc) más de lo que ganamos como país. Eso se tradujo en la importación masiva de bienes a crédito, pero ahora hay que pagar la cuenta, que ha resultado desmesurada.
Los bancos han de devolver a sus colegas europeos un torrente de euros y apenas somos capaces de generarlo como mercado. En consecuencia falta crédito, por ello cae la inversión, por lo que no se crea empleo, sólo se destruye, y, en resumen, o bajamos nuestro nivel de vida y trabajamos más en cosas productivas o esto no tiene fácil arreglo.
En este apresurado análisis falta la segunda fase de la conciencia social: ¿qué hacemos ahora? Para responder debemos bajar al detalle de cada sector. Hablando de economía llama la atención que los empresarios no hayan tomado la iniciativa. Si España tiene que emerger y recuperar su estatus anterior necesita producir bienes y servicios capaces de desbancar a otros de la competencia (Alemania, Japón, USA, Francia, Corea, …) y, además venderlos dentro y fuera en mayor cantidad que la de los que compramos al exterior.
Para lograrlo nuestras empresas han de salir de la condición mayoritaria de PYME, es decir tener ambición de crecimiento y realizarlo; deben dejar de ser compra-ventas para empezar a fabricar, al menos, algo de lo que venden; además tendrían que acostumbrarse a registrar patentes. ¿Están dispuestos los empresarios a hacer los deberes en estos campos? ¿Se lo van a permitir los sindicatos y los gobiernos central y autonómicos? ¿Estamos todos preparados para dar ese salto cualitativo y cuantitativo? Como en este lío estamos todos, más vale que tomemos conciencia de nuestra parte también en la solución.