viernes, 29 de febrero de 2008

El Vuelco Anímico

La evolución de los acontecimientos en León es positiva. Esta semana se ha podido advertir uno de los cambios más notables y sorprendentes que ha experimentado esta sociedad en los últimos decenios. La llegada de Zapatero a León en loor de multitudes era algo esperado, sin embargo su visita se acompañó de un inesperado cambio ambiental.

En los últimos veinte años la sociedad leonesa ha presentado un preocupante sesgo derrotista. La propia prensa ha reflejado, en general, ese pálpito descorazonador. No parecía haber espacio para un mensaje abiertamente positivo en las portadas de los medios o en las conversaciones de la calle. Cierto es que no han existido momentos muy favorables en ese periodo, sin embargo, en los últimos cinco había cambiado la tendencia. Las infraestructuras de transporte se están completando, y León y Ponferrada han concluido una etapa de transformación urbana sin precedentes. Con todo, el desánimo prendía en las gentes sin que se viese remedio alguno para cambiar esa visión melancólica.

Tras la victoria de Zapatero se ha dejado sentir un hálito de alegría en la provincia. Parece que, lejos de cautelas pasadas, el ciudadano cree que ahora sí se aproxima un momento de prosperidad. Con independencia de que vaya a ser así o no, este vuelco en la mentalidad colectiva tiene una enorme importancia para el impulso de nuestra región. La economía se mueve en función de espectativas y las de León, a los ojos de los leoneses, no pueden ser mejores. La autoconfianza es su primer y más importante factor de desarrollo.

Por otra parte, para los escépticos con la futura ejecutoria de Zapatero, también el escenario ha cambiado. Zapatero no se comprometió antes con León y ahora, que es presidente, no le corresponde ya hacerlo expresamente. No obstante se ha rodeado de un grupo creciente de leoneses de reconocida trayectoria en pro de esta región. Estas personas pueden ser actores fundamentales para que León pese más de lo que ha pesado hasta ahora.

Por último, la complacencia no debiera implicar pasividad. Es aconsejable reivindicar algunas acciones esenciales para confeccionar el anunciado Plan Oeste. Puesto que es imprescindible para asegurar el futuro que el área fronteriza con Portugal recupere población y peso económico, se debería considerar la posibilidad de constituir regiones –denominadas NUT 2- con elementos de esta área y de las limítrofes de Portugal, a fin de no perder la consideración de Zona Objetivo 1. Se trata de demarcaciones que, sin necesidad de que sean autonomías o sus equivalentes, son reconocidas a efectos estadísticos. Así se paliaría que la actual mezcla de las cifras de León con las de otras provincias más ricas de la autonomía oculte ante Bruselas la necesidad de ayudas de nuestra región.

jueves, 28 de febrero de 2008

De Legitimidades y Economías

Coincidiendo con el nombramiento de Miguel Alejo como Delegado del Gobierno ha tenido lugar cierto desasosiego en el gobierno autonómico. Alejo hizo un comentario reconociendo la legitimidad de los que reivindican la segregación de León para formar una autonomía propia. Como consecuencia, se ha podido leer y escuchar comentarios con cierto aire de escándalo. La reacción de un leonés ante esto es, probablemente, el asombro.

Se ponen aquí de manifiesto varias cuestiones que merecen una reflexión. La primera es que un tema presente habitualmente en las conversaciones de casi todos los leoneses de cualquier credo político es la inoportunidad y el perjuicio que la integración de León en esta Autonomía ha supuesto para nuestros intereses. En la mente de una mayoría está que en cuanto exista una oportunidad política para la segregación habrá que aprovecharla, sea con la ayuda del PP, del PSOE o de la UPL. Casi nadie en León que no tenga relación de beneficio económico directa o indirecta con la Junta defiende el actual estatus territorial.

La segunda cuestión que se pone de manifiesto es el desconocimiento de este estado de cosas en Valladolid, lo que indica una notoria desconexión de la sociedad pucelana respecto a la leonesa. Eso no hace sino remarcar más la necesidad de una solución porque difícilmente se puede administrar con acierto aquello que se desconoce.

Por otra parte, la posición de los que defienden a ultranza la actual configuración territorial tendría sentido si, al menos, los resultados económicos así lo avalasen. Sin embargo los datos de empleo, como los que ha hecho públicos recientemente el INE, son demoledores. Castilla y León es la autonomía que más activos pierde, con Extremadura, respecto a igual periodo del año pasado. Además es la única comunidad autónoma que destruye puestos de trabajo. Por añadidura, de las diez peores provincias en tasa de actividad dos son castellanas y otras dos, las últimas, leonesas.

El presunto motor económico de la autonomía, Valladolid, emplea el veinte por ciento de su población ocupada –unas cuarenta mil personas- en la administración pública, y al menos otro tanto en la actividad inducida por aquélla, ya que casi todos los suministros de bienes y servicios se contratan en allí.

Ante eso, que se ha mostrado como un problema estructural, sólo se puede pedir ya mesura y reflexión. Es necesario otro planteamiento, en el que se ponga la administración al servicio del progreso económico, de la voluntad de las personas y de las regiones. La afirmación de Alejo es atinada no sólo por ser legítimo hablar de la autonomía de León, sino porque va siendo hora de dialogar con naturalidad sobre los problemas reales que están llevando a esta entidad a una situación económica insostenible.

Butrón Electoral

Durante esta semana ha perdurado el debate más importante abierto en la sociedad leonesa. El PSOE ha seguido alimentando la polémica sobre la posibilidad de que León alcance el autogobierno autonómico. El hecho de que no se haya tratado de una declaración aislada hace pensar que ha comenzado el asalto al bastión electoral del PP en que se había convertido Castilla y León.

La Federación Socialista Leonesa parece dispuesta a redimirse ante los electores tras su oscura etapa durante la presidencia de González y va a por todas. Los responsables socialistas son ambiciosos y, en algunos casos, tan leonesistas como la militancia de la UPL. Esto hace que el impulso del debate autonómico de León tenga valor más allá de lo simplemente electoral. Cuando pasen las elecciones europeas sabremos el calado de esta discusión en el seno del PSOE.

Mientras tanto en el PP autonómico parece reinar el desconcierto. En Valladolid se ve el famoso “Plan Oeste”, que va a incluir a León, Zamora y Salamanca según parece, con preocupación. Es un indicio más de que algo puede estar pasando en la Autonomía, aunque se desconoce aún su alcance. Si León se ve fortalecido económica y demográficamente los problemas de la Junta crecerán. Si se pierde el control electoral de Zamora y Salamanca la cuestión puede ser crítica para ganar las elecciones autonómicas. Si el PSOE impulsase una autonomía de una, dos, o las tres provincias, el PP quedaría relegado a la oposición por mucho tiempo en León, y una Castilla popular vería reducido su peso en Madrid notablemente.

Para empeorar las cosas el alcalde de Valladolid, exconsejero de la Junta y procurador en Fuensaldaña, ha pedido que se demuestre que su provincia recibe un trato de favor. Mal se puede lograr eso cuando el gobierno se ha negado en los últimos diez años a proporcionar en Fuensaldaña la ejecución provincializada de sus gastos e inversiones. Además, la raíz del problema supera lo económico porque afecta al abandono de la cultura leonesa y a la desaparición de León de la política nacional.

Por último, se ha formulado una propuesta que supondría el reconocimiento de León como región dentro de la autonomía actual a través de una Diputación Regional de León. Podría ser una opción plausible por su pragmatismo, ya que las dificultades legales para lograrlo serían menores que las necesarias para alcanzar la autonomía. Sin embargo, si los temas de fondo -fijar el poder de decisión en León y territorializar el presupuesto- no quedasen resueltos, estaríamos ante una institución carente de contenido. En otras palabras, no importa tanto la denominación de lo que se pueda hacer como su autonomía presupuestaria y de decisión, y su dotación financiera con arreglo a parámetros de superficie, población y solidaridad interterritorial.

martes, 26 de febrero de 2008

Prerrománico en León

Las recientes noticias acerca del descubrimiento de nuevas pinturas en la iglesia de Peñalba de Santiago han tenido escasa repercusión pública. La importancia de este hallazgo parece diluirse con el paso del tiempo, quizás, por un desconocimiento generalizado. Por ello habría que procurar que sea ponderado en la medida justa.

Como es bien conocido, en la centuria del 800 los reyes asturianos promocionaron en los territorios bajo su control un estilo arquitectónico peculiar que hoy denominamos “prerrománico asturiano”. En esa época las corrientes artísticas no eran de carácter europeo aún, sino más bien locales. Por esta razón el arte asturiano resulta de una gran singularidad y se ha erigido en un elemento representativo de la actual Comunidad de Asturias.

Una vez trasladada la sede regia a León, en la centuria del 900, los reyes comenzaron a promocionar un nuevo estilo en sus edificios. Ese modelo se denominó “mozárabe” hace setenta años, aunque hoy se admite que no existe una base consistente para afirmar tal filiación, ni consta fehacientemente que sus principales rasgos tuviesen origen andalusí. Tampoco resulta necesaria la intervención de los mozárabes para explicar sus principales características. Sin embargo existe la certeza de que se trata de la arquitectura que promovieron los reyes de León, por lo que algunos técnicos lo denominan “arte prerrománico leonés”.

Su importancia es enorme porque, como el asturiano, es un estilo arcaico y singular en Europa. Se trata de una rareza producto, probablemente, de una evolución propia. En la provincia de León se han conservado, entre otras, tres obras fundamentales del prerrománico leonés. Se trata de Santiago de Peñalba –la más completa-, San Miguel de Escalada –la más espectacular- y la cúpula de Palat del Rey –el origen-.

La situación en la que se encuentra ese conjunto actualmente es triste. A Peñalba se accede por una carretera angosta. Las otras dos reciben el tratamiento más inadecuado que imaginarse pueda. San Miguel de Escalada sufre unas obras inacabables, infradotadas y cuestionables. Palat del Rey está cerrado desde hace años. Nada presagia su apertura ni su puesta en valor.

Ante tal desaprovechamiento de nuestros recursos es lógico reclamar algunas medidas urgentes. Por ejemplo, una de ellas podría ser la difusión de un estudio global sobre este estilo arquitectónico desde la ciudad de León, lugar del que partió como idea hace mil cien años. Además, la apertura de Palat del Rey al público y la creación de un aula de interpretación cercana a cada uno de los tres edificios son necesarias.

Por otra parte, hay que vigilar y concluir las obras de San Miguel de Escalada antes de que se termine por dañar el edificio. La situación del templo es insólita y carece de justificación.

La Convulsión de UPL

La UPL vive una transformación que merece especial seguimiento por su incidencia en la política leonesa. Para comprender el estado actual de esta formación conviene hacer una recapitulación de lo acontecido en el último año.

Tras las elecciones municipales y autonómicas de 2003 se pudo comprobar cómo, a pesar del crecimiento general de la UPL, la candidatura del municipio de León sufrió un retroceso notable. Esto, sumado a las frecuentes decisiones unilaterales de su líder, Rodríguez de Francisco, produjo o aumentó el distanciamiento de éste con buena parte de los miembros relevantes de la formación.

Se dice que los malogrados intentos de la comisión ejecutiva para dar una estructura eficaz al partido alimentaron aún más las diferencias. El episodio más desconcertante se produjo en las elecciones generales de 2004, cuando de Francisco irrumpió en la campaña a una semana de los comicios y, además, pidió el voto para el PSOE en la jornada misma de las elecciones. El día concluyó con una insólita foto del alcalde de León con de Francisco, entre otros, en la sede de la UPL, con rostro jubiloso a pesar del batacazo.

Tras esa escena incomprensible parece ser que la paciencia de gran parte de la militancia se agotó. En un tenso comité ejecutivo posterior se le pedía explicaciones y se convocaba el congreso en Astorga en su ausencia. Algunas peticiones de disciplina, atenuadas por un Otero conciliador, aconsejaban el relevo al frente de la formación, y un nuevo reparto de responsabilidades. De Francisco disintió públicamente mientras sus apoyos continuaban en línea descendente.

Tras la convocatoria del congreso parece que las relaciones siguieron empeorando. Rodríguez comunicó a la prensa que no concurriría al mismo. Tal actuación hay que interpretarla como un intento de debilitar al oponente y de echar un pulso a la dirección, si se considera que personas que le son afines telefonearon a varios militantes para que no acudiesen.

Una vez en Astorga, se comprobó que la maniobra del presidente saliente contra el partido que hasta entonces le había sustentado no tuvo éxito. Acudieron la mayor parte de los notables de León, La Virgen del Camino, Sariegos, ... El número de asistentes fue similar al del congreso más concurrido hasta la fecha. En consecuencia el perdedor de la refriega era de Francisco.

A pesar del cúmulo de deslealtades hacia sus colegas y de dejar tras de sí una deuda –desconocida para el resto, según se dice- de unos 330.000 euros, parece que no se pretende actuar contra de Francisco. Habrá que esperar, por tanto, la reacción del impredecible expresidente de UPL –del que se dice que ya ha registrado otras siglas- en los próximas semanas. De ella va a depender su futuro político y el de la UPL.

domingo, 24 de febrero de 2008

Las Fuentes del Bernesga

Son muchos los casos de comarcas de nuestra Provincia con una cantidad asombrosa de atractivos. Pese a ello el aprovechamiento que se hace de los mismos suele ser insuficiente. En estos días reclama la atención una de estas zonas, que luce en su máximo esplendor. Se trata del Alto Bernesga.

Parece imposible explicar tanta dejadez, tan escaso aprovechamiento y tan poca autoestima como la de esta demarcación. No se comprende cómo en este lugar no se ha explotado ordenadamente tantos y tan notables recursos como atesora. Villamanín, su centro, se encuentra en un valle que transmite una peculiar sensación de amplitud, cosa inusual en una zona de montaña. Sus accesos desde León son excelentes. Apenas cuarenta minutos de coche desde las puertas de la capital nos sitúan en el núcleo de la comarca por una buena carretera nacional, la mejor del norte provincial.

Todo aquello interesante y visitable queda cerca a partir de allí. Lo más sobresaliente es, bajo mi punto de vista, el acceso a Millaró, que transcurre por uno de los más bellos desfiladeros de León. Una subida -en coche o a pie- por esta vía es una experiencia inolvidable.

Merecería la pena crear un aula explicativa de la “arquitectura de zonas arrasadas”, promovida por el régimen franquista en la posguerra. En Villamanín se encuentran los ejemplares más representativos, producto de la reconstrucción de la zona, que sufrió las consecuencias de ubicarse en el frente de guerra de 1936. Este trance histórico conllevó la destrucción de buena parte de la arquitectura popular tradicional de la Tercia. No obstante, los hermosos ejemplares restantes, como los de Camplongo, merecen una ojeada y un plan de conservación.

La visita a Pendilla y su calzada romana -con visita a un castro incluida- es otra posibilidad. La iglesia románica de Arbas es el edificio monumental más notorio de la zona y debería recibir mejores promoción y cuidados. El mirador de Pajares, también a diez minutos de Villamanín, ofrece uno de los grandes paisajes españoles, aunque pocos habitantes del lugar lo valoren así.

En la zona occidental el perfil de las “Tres Marías”, tres picachos puntiagudos, es digno de una explicación. El paseo hasta la inacabada presa de Casares, una mirada a los roquedos de curiosas formas sobre Viadangos o, incluso, la contemplación en la cercana Santa Lucía de ese lugar indescriptible que es la nueva mina de la Hullera Vasco-leonesa se suman a lo anterior.

En resumen, el Alto Bernesga dispone de más recursos que la mayoría de las zonas similares de León. Sin embargo el Ayuntamiento parece sumido en la modorra de una población envejecida y en el conformismo. Podría ser éste un buen momento para que las fuerzas vivas argollanas desarrollasen las posibilidades de este interesante lugar.

sábado, 23 de febrero de 2008

El CEAR en Peligro

Hace unos días, con motivo de la entrega de unos premios, acudió José María Odriozola a León, presidente de la Real Federación Española de Atletismo. Su presencia y declaraciones tuvieron una gran importancia, aunque pasaron casi desapercibidas.

A propósito del Centro de Alto Rendimiento Especializado en Lanzamientos, Odriozola ha venido a expresar su cansancio por la acumulación de problemas que han impedido que esta instalación esté ya construida y en funcionamiento. El CEAR es necesario para la estrategia de la Federación y hay unanimidad en el grupo directivo para desarrollarlo de una forma inmediata.

Para ello la entidad está dispuesta a que, si en el plazo aproximado de un mes no se remueven los problemas que existen en León, el CEAR se construya en otro lugar. De hecho ya está decidido y negociado dónde iría a parar el centro de atletas de élite de no resolver León los obstáculos. Esa circunstancia viene a dejar claro que la Federación Española está harta de excusas. Si León no desbloquea el CEAR, antes de terminar 2004 las obras comenzarán en otra ubicación.

Al perder esta infraestructura deportiva, el grupo de atletas de élite agrupado en torno Carlos Burón se iría al nuevo y adaptado lugar de entrenamiento. El propio Carlos Burón, seleccionador nacional y uno de los pocos técnicos de nivel mundial de España, terminaría por marcharse. En resumen, la pérdida del CEAR supondría un descalabro deportivo irreparable.

Si analizamos quiénes personifican los problemas para la construcción del Centro en León encontramos dos núcleos. El primero está formado por los políticos. A estas alturas la cesión de terrenos y los problemas urbanísticos debieran estar resueltos, pero la tramoya institucional está reteniendo el proyecto. Una vez más la Junta, como en el circuito de La Bañeza o en la Estación de esquí de Riaño, torpedea esta iniciativa impidiendo que se sustancie en León. El segundo núcleo de problemas se aglutina en torno a aquellos que quieren condicionar la construcción del CEAR a la edificación anexa de una instalación cubierta para corredores y saltadores. Por alguna razón no disciernen que esta segunda instalación no tendría qué ver con el centro de élite ni en cuanto a su financiación (autonómica), ni en cuanto a sus objetivos (atletas de menor nivel), ni en cuanto a su gestión. El CEAR es de promoción estatal y el centro cubierto polifuncional lo promovería la Autonomía.

En definitiva, es necesario poner de manifiesto que, si no cambia la situación, León está a un mes de perder definitivamente el Centro de Alto Rendimiento de Lanzamientos, único en España, y todo el capital humano e intelectual que lo ha generado. Esperemos que los leoneses seamos capaces de mostrar el sentido común necesario para evitar ese dislate.

Cavilaciones Municipales

Si entretenido había estado el ruedo político leonés a cuenta de la reconstitución de la UPL tras el ya famoso congreso de Astorga, más lo puede estar a partir de ahora. El escenario resultante afecta principalmente a lo que pueda pasar en el Ayuntamiento de León, y podría influir en los de Villaquilambre, Cistierna y Astorga. Por esta razón el comportamiento de Francisco Fernández con sus socios de gobierno va a tener una proyección política inusual. Los próximos meses el alcalde capitalino tendrá que desplegar su habilidad, de la que depende la conservación del cetro de la ciudad de León, símbolo de los nuevos tiempos del Presidente Zapatero.

En los últimos episodios del culebrón leonesista observamos la apelación a un debate de verdulería de Soto -en el que llama “cobarde” a su compañero de grupo y portavoz municipal en un medio- y el repliegue posterior de su jefe, con lo que ambos quedaron en evidencia. Se pudo comprobar que la terna Chamorro-Herrero-Otero no quiso entrar en ese lodazal dialéctico. Así, con la fractura del grupo municipal consumada, los defrancisquistas quedaban en una posición de debilidad negociadora sin precedentes. Por ejemplo, en los órganos de su partido apenas significan nada, pues se autoexcluyeron al no comparecer en el congreso. Casi nadie de la militancia ideológica parece apoyar al grupúsculo disidente.

Después de haber cerrado otra vía de escape al criticar a Mario Amilivia y mostrar explícitamente la aversión personal que profesa por él, de Francisco tampoco podría ya negociar acuerdo alguno con el PP. Por ello un desencuentro con el PSOE le dejaría fuera del equipo de gobierno municipal, en tierra de nadie. En esta coyuntura el sublevado ha quedado con poco margen de maniobra.

Por otro lado, el grupo leal de la UPL en el consistorio, constituido por Chamorro, Cabezas y Valderas, acumula en sí más poder del que nunca hubiesen imaginado sus miembros. Rotas las ataduras con el defrancisquismo, los leonesistas no se deben a nadie. Lo mismo podrían votar con el PP que con el PSOE, con lo que habrían recuperado la iniciativa política. Es con ellos con quien Fernández tendrá que contar a partir de ahora si no quiere verse desalojado de la alcaldía. Veremos en las próximas semanas si el grupo que encabeza Chamorro da la talla para hacer valer su fuerza en el Ayuntamiento de León y para mostrar eficazmente sus logros al electorado.

Asistimos, por tanto, a un momento de grandes retos para los concejales y, en especial, para los cuatro cabezas de grupo: Francisco Fernández, Javier Chamorro, Mario Amilivia y José María R. De Francisco. Será ilustrativo ver quiénes aguantan mejor la presión, quiénes gestionan más acertadamente la crisis y, finalmente, quiénes salen triunfantes de este difícil trance.

viernes, 22 de febrero de 2008

Valladolid y sus Estrategias

El debate de fondo suscitado por la reclamación de que se potencie el aeropuerto de Villanubla y se limite el resto en la autonomía merece un análisis sosegado. A tal fin cabe recordar que el alcalde de Valladolid tomó la iniciativa y que posteriormente se adhirió la líder socialista en esa ciudad. Los argumentos en que se sustenta esta petición invocan “la lógica” y su carácter “estratégico”. Resulta elocuente que nadie contestase a estas peticiones desde allí.

No se puede afirmar que esta u otras reivindicaciones similares sean producto de la mala fe. Más bien parece que los vallisoletanos creen que les asiste la razón y cierta superioridad. Por eso, si se quiere cambiar su discurso y ejecutoria, hay que escucharlos, entenderlos y rebatirlos.

Hace unos meses tuve oportunidad de charlar con uno de los asesores de ese alcalde y del presidente de la Diputación de Valladolid. Tal y como me habían transmitido otros, mi contertulio manifestó que invertir en León era desaconsejable. Explicaba que se trata de una zona marginal y que, por el contrario, Valladolid ocupa un lugar central en España. También me aseguraba que ésta es una provincia muy dinámica, y me daba a entender que León venía a ser un peso muerto. Por añadidura, me confirmó que entre las autoridades se asume que Valladolid es la capital autonómica y que el resto de ciudades, como León, están en un rango inferior. He de subrayar en la falta de beligerancia de mi interlocutor, que daba todo lo expuesto por asumido y cierto con naturalidad. Por lo tanto los cisastures se encuentran ante un triple desafío.

En primer lugar otra ciudad se autoproclama como de un rango político superior a León. Ese paso, que no tiene respaldo legal, no ha recibido la contestación adecuada; en consecuencia los vallisoletanos han asumido que se acepta. En segundo término, se afirma que Valladolid ocupa un lugar central sin que se contraargumente. Por ello hay que explicar que los límites autonómicos son virtuales, mientras que la centralidad viene determinada por la posición respecto a otras urbes peninsulares. Valladolid yace a medio camino entre la red de ciudades vascocantábrica, la asturgalaicoleonesa y la circunmadrileña. En realidad es un nodo de enlace entre esos racimos urbanos, rodeado de muchas zonas vacías. Por tanto, tiene débil centralidad. Por último, las cifras muestran que existe un dinamismo bajo, como prueba que es la ciudad-provincia con mayor necesidad de financiación pública por habitante. En resumen, Valladolid no es la capital autonómica, ni ocupa un lugar central, ni es dinámica.

En conclusión, la ciudad debería buscar un camino estratégico que no se fundamente en la suplantación de los papeles de las ciudades de su entorno. Sólo así dejará de ser un problema para León.

jueves, 21 de febrero de 2008

Restauración y Futuro

Asistimos en las últimas semanas a algunas noticias muy positivas para nuestro patrimonio inmobiliario. Por un lado, se ha hecho pública la partida económica de la Diputación para la recuperación de arquitectura tradicional leonesa. Se trata de la institución que más fondos dedica para recuperar nuestras edificaciones populares, ya que la Junta de Castilla y León poco hace al respecto y la Junta de Galicia excluye las tipologías leonesas -abundantemente representadas en Valdeorras y en otras zonas gallegas- de sus líneas de ayuda. Sería deseable que estas partidas fuesen progresivamente más abundantes, entre otras razones, porque se trata de uno de los mayores atractivos de León. Además, se podría actuar en una segunda línea promoviendo la incorporación de ciertos rasgos arquitectónicos típìcos a casas de nueva factura. La convocatoria de algún premio o la exposición periódica de los mejores proyectos serían actuaciones recomendables.

Por otra parte, esta semana hemos tenido noticia de que el palacio de los Condes de Luna, en León ciudad, puede recibir un impulso definitivo para su recuperación. La noticia es excelente por cuanto la casona reúne elementos especialmente singulares. Sin embargo, la conservación de su interior no parece bien definida. Este palacio, como toda la ciudad medieval, estaba construido en buena medida con barro o sus combinaciones. Venimos observando cómo el rastreo arqueológicoen nada respeta estas estructuras en aras de alcanzar los niveles de la ciudad militar romana. Aún se está a tiempo de hacer un estudio en profundidad de la planta de este palacio y de recuperar algunas estructuras, como su hermoso patio con corredores. Otro asolamiento como el del Palacio de Don Gutierre sería una broma de mal gusto.

Al hilo de esto se echa en falta un grupo leonés de arqueólogos especializado en la arquitectura del barro -que aquí encontró una de sus máximas expresiones- y también de restauradores que usen ese material. Las instituciones podrían propiciarlo en facultades y escuelas-taller.

Las futuras obras en el Castillo de Cornatel son otra excelente noticia, que contrasta con el oscuro porvenir del Castillo de Alba, en La Robla, que, según parece, será demolido. Sería ésta una decisión ilegal adoptada con la anuencia de todas las instituciones. Conciliar pasado, presente y futuro es un deber colectivo que en este bastión medieval, lo más valioso de la comarca, puede encontrar una oportunidad. Ha de existir una solución para que la cantera afectada se extienda en otro pago. Así no se comprometería la actividad de la empresa promotora por la conservación del recinto amurallado. Para ello las instituciones deberían buscar alternativas. ¿Se está haciendo todo lo posible para salvar esa fortificación única?

martes, 19 de febrero de 2008

Transfuguismo e Inestabilidad

La evolución de los acontecimientos en torno a la disidencia de la UPL y su impacto en el Ayuntamiento de León es una fuente, hasta ahora, inagotable de noticias. Para no perder el hilo conviene recordar que De Francisco desafió al comité ejecutivo de la UPL porque no deseaba el paso de una dirección unipersonal a otra basada en los órganos que establecen los estatutos. El desafío salió mal y perdió el control de la UPL en el congreso de Astorga.

La nueva dirección le pidió que ocupase una posición relevante haciendo valer su experiencia y consejo. De Francisco rechazó esa posibilidad y se colocó en la oposición interna. El enfrentamiento se ha enconado al comunicar la pasada semana en una rueda de prensa que abandonaba la UPL.

El disidente deja la formación, pero ha comunicado que conservará su condición de concejal en el Ayuntamiento de León, la de procurador en Fuensaldaña y la de consejero en Caja España. La decisión de continuar en estos cargos remunerados ha levantado ampollas entre los leonesistas, que arrastran una abultada deuda.

La escalada de tensión ha culminado cuando De Francisco ha hecho público que es posible que monte un partido. Con ello el daño que infligiría al leonesismo es incalculable, aunque no parece que las cuestiones ideológicas sean su móvil principal en este momento, en que los odios se han exacerbado.

En el Ayuntamiento capitalino, según ha comunicado, pasa a la oposición, pero proclama que apoya al alcalde del PSOE. Extraña postura ésta porque o se es oposición o se gobierna, pero estar sólo para las fotos parece poco explicable. Por otra parte, ¿cómo se conciliará la negociación de Francisco Fernández con la UPL y, a la par, con De Francisco? ¿Cómo se compatibilizará la permanencia de Soto en la UPL cuando dice estar plenamente de acuerdo con De Francisco? ¿Es la continuidad de Soto en la UPL un elemento de perturbación de esa agrupación?

Por otro lado, De Francisco ha denunciado que existe un pacto entre la UPL y el PP para desalojar al alcalde. ¿Resulta verosímil esta acusación o se trata de una estrategia para evitar que la UPL pueda pactar con el PP dejándolo aislado?

Como queda formulado, el Ayuntamiento de León se encuentra en tránsito hacia un nuevo equilibrio de fuerzas. Los próximos meses nos descubrirán cuál es el peso real de cada una de las partes más allá de su impacto mediático. Queda en evidencia que el solitario concejal se ha convertido en un factor de inestabilidad institucional para el resto. Su acción no parece tener límites y escapa a cualquier previsibilidad. En consecuencia se abre un periodo en el que los partidos del Ayuntamiento leonés deberán hacer una reflexión en la que pongan los pilares para alcanzar la estabilidad institucional en este nuevo escenario.

lunes, 18 de febrero de 2008

Inercia Norteña

Si revisamos las noticias no deportivas que más seguimiento han recibido por parte de los leoneses en las últimas semanas hallaremos los festejos de León y Ponferrada, el cambio en la UPL y su repercusión en el Ayuntamiento capitalino como temas centrales. Sin embargo no son estos asuntos cuestiones de especial relevancia para el medio y largo plazo de León.

Resulta preocupante que a dos semanas de que se haga público el Plan Oeste los leoneses no hayan manifestado en los medios de comunicación cuál esperan que sea el contenido del mismo. Son demasiado evidentes las carencias de nuestra región como para esperar que a otros se les ocurra qué es lo necesario para sacarla del retraso económico que muestran las estadísticas. Hay demasiada pasividad, lo que denota una preocupante falta de proyecto y compromiso colectivos en la mayoría de los círculos leoneses.

El gabinete ministerial está compuesto por un grupo muy heterogéneo de personas. Algunas, como Magdalena Álvarez -andaluza, ministra de fomento- apenas conocen nuestra tierra. La implicación de cada ministro en nuestros problemas ha de ser, por fuerza, diferente, y Zapatero no podrá dedicarse a vigilar exclusivamente las actuaciones gubernamentales en León para compensarlo. El hecho de que la mencionada ministra detuviese los trámites de la obra del túnel de Pajares y negase la posibilidad de paliar los peajes de las autopistas mientras hablaba de una nueva línea del AVE entre Sevilla y Cádiz con el Consejero de Fomento andaluz es un aviso para navegantes. Luego hubo de recular, e inmediatamente reactivó el proceso de tramitación del AVE a Oviedo y se desdijo de no poder limitar los peajes.

Por otra parte, el gobierno saliente ha dejado gran parte de los fondos comprometidos y, además, había ocultado una deuda notable. Esto supone que no existen remanentes presupuestarios sobrantes para hacer frente a proyectos extraordinarios, como el Plan Oeste. O se contienen algunos capítulos del gasto -como el trasvase del Ebro- o no habrá dinero con el que afrontar el Plan.

Por esta razón los leoneses no deberíamos esperar pasivamente al día 23 de Julio. Es necesario establecer un diálogo sobre las necesidades concretas de nuestra región a fin de evitar un posible Plan Oeste más cosmético que efectivo, compuesto de acciones ya comprometidas.

Por ejemplo, el adelanto de la Autovía de La Plata y su conexión con Madrid desde Salamanca, la conexión de León y Braganza por vía rápida o el enlace por una vía de gran capacidad de Ponferrada con la costa asturiana por Salas pueden ser peticiones concretas. La disponibilidad inmediata de suelo industrial competitivo en torno al corredor León-Ponferrada o ayudas excepcionales para la implantación de empresas entrarían también dentro de esas prioridades.

sábado, 16 de febrero de 2008

Claves para un Plan-1

La ejecución de un plan especial para el progreso económico del oeste de la Autonomía de Castilla y León -eufemismo con el que se intenta anular el toponímico “Región Leonesa”- puede ser el acontecimiento más importante de cuantos nos ocupen en esta legislatura. Si no se trata de una pretensión con afanes exclusivamente electorales, podemos estar ante un hecho histórico clave para que esta zona de la Península recupere el tono económico en el Siglo XXI.

Se ha dicho que uno de los logros del gobierno socialista en el aspecto de la cohesión territorial fue la conexión del sur del estado con el norte, aspecto éste fallido en otros países próximos, como Italia o Grecia. La acción conjunta en materias como infraestructuras, cultura o política industrial produjo un impulso económico sin precedentes en los últimos cuatrocientos años en Andalucía y Murcia. Ambas quedaban así incorporadas a los grandes flujos de la economía nacional.

El gobierno popular marcó el despegue de Valencia como uno de los grandes centros culturales y de negocios del Mediterráneo. Las Islas Canarias cobraron también un notable impulso económico y una autonomía financiera desconocida hasta ahora. La conexión del norte –Cantabria, Asturias y los puertos gallegos- con los grandes corredores de comunicaciones marcó la segunda legislatura conservadora.

Sin embargo el amplio núcleo del noroeste compuesto por Lugo, Orense, León, Zamora y Salamanca vio acumular un desfase enorme en sus niveles de dotaciones y de atractivo económico. El Plan Galicia podría subvenir en buena medida las necesidades de inversión y apoyo público de Lugo y Orense. Quedaba por tanto el País Leonés varado en medio de la nada económica. Si el Plan Oeste cumple las expectativas deberá proporcionar un extra de inversiones e incentivos sobre los del resto de España que sirvan para situarnos al nivel económico de Aragón o el País Valenciano y así reequilibrar el territorio.

El área objetivo viene marcada por carencias muy claras. En primer lugar falta una gran vía de comunicación interna, pese a que el trayecto Ponferrada-León-Benavente-Zamora-Salamanca-Madrid debería ser una de las principales rutas logísticas del noroeste. Una vez establecido el eje interno por autovía y ferrocarril, habría que lanzar los proyectos de las interconexiones de la región con los centros económicos más notables de su alrededor. La fijación del puerto seco de Aveiro y Oporto en los alrededores de Salamanca debe ser apoyado con un impulso a sus conexiones con Lisboa y Aveiro, así como a las de Zamora con Oporto. León ciudad, al margen de otras obras menores, habría de ser conectada con Braganza y Oporto. Ponferrada, en el extremo noroeste, también debería quedar comunicada por grandes vías, con Santiago, Vigo y Asturias.

Claves para un Plan-2

Si el lunes abordábamos las necesidades de comunicaciones por ferrocarril y carretera que podría cubrir el Plan Oeste, hoy realizaremos algunas sugerencias que vendrían a completar este breve inventario de posibles acciones gubernamentales.

La mayor parte del millón de personas que viven en León, Zamora y Salamanca habitan núcleos urbanos. Más de medio millón viven en las cuatro áreas metropolitanas más grandes: León, Salamanca, Ponferrada y Zamora, por este orden. Además, otro grupo de ocho poblaciones de tercer nivel reúnen a más de cien mil habitantes: Astorga, Béjar, Bembibre, Benavente, La Bañeza, Ciudad Rodrigo, Toro y Villablino.

A primera vista se aprecia la necesidad de apoyar los centros principales potenciando sus aeropuertos, ya que para el desarrollo empresarial y urbano el avión es muy importante. Además, los vuelos regionales son cada día más rutinarios en la Unión Europea. La juventud, de mentalidad abierta, va a pasar, si puede, el fin de semana a Londres o París.

La singular ventaja de que Zamora y Salamanca disten sesenta kilómetros debería ser aprovechada fraguando un eje de desarrollo mediante la fijación de un polo empresarial entre ambas. La posibilidad de hacer así efectiva un área metropolitana de casi trescientos mil habitantes abriría oportunidades excelentes.

La colaboración entre los campus leonés y salmantino mediante acciones promocionales al respecto, y la fundación de un núcleo de investigación y aplicación biotecnológica compartido podría ser un acierto. Hay que recordar que las industrias farmacéutica y alimentaria, potenciales receptores de estas aplicaciones, tienen una implantación sobresaliente en todo el territorio. León y Salamanca cuentan con núcleos trabajando en estas líneas. La acción debería completarse con la dotación de incentivos para la implantación de empresas de este campo, y para el crecimiento y modernización de las ya establecidas.

Un capítulo que no debería ser olvidado es el de la red de espacios naturales por su riqueza y variedad. Se trata de un recurso muy valioso cuya explotación ordenada apenas se ha aprovechado. La promoción de singularidades como las Arribes, los Picos de Europa leoneses o los desfiladeros cisastures, por citar sólo algunos, merecería una actuación diferencial.

Las redes de telecomunicaciones requerirían mejoras, así como apoyo para su uso intensivo en las zonas urbanas. La familiarización de los leoneses con las nuevas tecnologías es un factor que puede ser la clave para crear un tejido productivo próspero, autóctono, creciente y con buena proyección a ambos lados de la cercana frontera.

Sin duda hay otras vertientes interesantes, como la energética o la social, pero solamente hemos pretendido contribuir con estas dos columnas a un diálogo necesario.

Embalses, Agua y Futuro

Recientemente se ha hecho pública la suspensión de las obras de los embalses del Eria y del Duerna. La Ministra de Medio Ambiente ha expuesto que los regadíos que generarían sólo pueden producir cultivos excedentarios. Las reacciones al comunicado gubernamental han sido escasas y sectorializadas. Los sindicatos agrarios se han pronunciado sobre el tema negativamente argumentando que la necesidad de agua para los regadíos los hace imprescindibles. Sorprende la pasividad del resto de colectivos sociales leoneses, ya que tras la construcción o no de los embalses subyacen muchas otras cuestiones.

Durante los últimos decenios hemos experimentado un notable cambio del clima. Sus efectos medioambientales han sido muchos. Uno de los más perceptibles ha sido la desaparición prematura de las nieves en las cumbres más altas de nuestras cordilleras. De esta manera la reserva de aguas dulces que aportaban los neveros ha desaparecido en amplios periodos del ciclo anual. La disponibilidad de agua para distintos usos se ha mantenido gracias al embalsado de muchos de los ríos de las cuencas cisastures.

El proceso de calentamiento se ha hecho más patente los últimos años, lo que ha coincidido con unas necesidades crecientes de agua. Si bien una buena parte -la mayor- se ha dedicado tradicionalmente a usos agrícolas, el consumo urbano e industrial se ha incrementado y continuará haciéndolo, previsiblemente, en los próximos años.

El agua se ha convertido en un bien estratégico que determina la sostenibilidad del crecimiento económico. Si no existen recursos hídricos no es posible fijar población ni actividad. Por esta razón la construcción de los embalses del Eria y el Duerna sirve, más allá de destinar sus aguas a usos agrícolas, para garantizar suministros crecientes en las zonas urbanas de La Bañeza y Astorga, así como en los pueblos de su entorno, afectados actualmente por problemas de escasez.

Se puede argumentar que el futuro de gran parte de las áreas de cultivo es incierto y que su desaparición podría dejar libre un gran excedente hídrico, pero eso puede no ser del todo cierto. Hasta ahora la reducción de los ingresos agrarios no ha producido una disminución apreciable de la superficie cultivada o del número de animales domésticos de explotación. En cambio ha contribuido a impulsar la eficiencia. De esta manera la reducción de los márgenes comerciales de los productos agrarios se ha compensado con el aumento del tamaño de las explotaciones, la mecanización, la implantación de nuevas producciones y el descenso del numero de trabajadores agrarios.

Por todo ello es aconsejable que la sociedad leonesa se implique en la reclamación de los embalses del Eria y el Duerna; mucho más ahora que se aproxima el famoso Consejo de Ministros del Plan Oeste.

viernes, 15 de febrero de 2008

Un Gesto Significativo

El consejo de ministros del día 23 de Julio merece una especial valoración en los aspectos cualitativos. La interpretación de este cónclave más allá de las cifras nos puede dar importantes pistas para entender acontecimientos políticos venideros de esta legislatura.

En primera instancia hay que resaltar que esta convención ministerial ha supuesto una notable operación de proyección de la imagen de León en España. Ya sólo por esto sería excelente contar con otro acto institucional similar cada poco.

Pero, además, para la opinión pública leonesa la reunión ha significado la redención de Zapatero. El diputado por León se había caracterizado por una evidente pasividad ante los problemas de esta tierra. La celebración de este consejo de ministros, que, en esencia, ha estado territorialmente dedicado a León, rehabilita la figura del político como defensor activo de nuestros intereses.

Por otro lado, para la Junta de Castilla y León el consejo ha supuesto un demérito y una advertencia. El Plan Oeste ha venido a poner de manifiesto que la administración central se ve obligada a actuar porque la Junta se ha mostrado incapaz de alcanzar el equilibrio territorial y la redistribución de la riqueza en los territorios de su responsabilidad. Las consideraciones previas que justifican la acción gubernamental ponen en tela de juicio la ejecutoria autonómica y plantean subliminalmente dudas sobre la idoneidad de la institución para los fines que se le suponen. Para quitar hierro, el presidente del gobierno se ha reunido con el autonómico. Éste, por lo manifestado, no ha captado el mensaje subyacente en los acontecimientos de estos días. Sería positivo que el equipo de gobierno de Valladolid reflexionase y obrase en consecuencia.

Respecto a las nuevas actuaciones en León, suponen unos 130 millones de euros. Los 3000 de los que algunos hablaron pueden dar para un titular triunfalista, pero ni se ajustan a la realidad, ni corresponden propiamente a un nuevo programa. El grueso de las inversiones a que se refiere el Plan son obras en curso que verán garantizados o adelantados sus plazos. Esto ni es menos importante ni resulta poco estimable, pero se trata de inversiones ya previstas. La Autovía de la Plata, por ejemplo, se halla en su integridad en diferentes fases de tramitación, como lo dejó Cascos. Otra cosa es que ahora se ve la decisión, que antes no hubo, de desarrollarlo rápido. La favorable voluntad política es nueva. Sin embargo puede haber expectativas defraudadas ante la escasez de sorpresas.

Por último, cabe preguntarse por qué Palazuelo, alcalde socialista de La Bañeza, no ha sido respaldado con una inversión en contraste con los también socialistas de Astorga, Villablino, León y San Andrés del Rabanedo. ¿Será descuido, o castigo?

jueves, 14 de febrero de 2008

Montaña de Oportunidades

León dispone de un largo arco montañoso que ocupa, entre áreas rocosas y pie de monte, casi las dos terceras partes de la superficie provincial. Sobre este territorio se desarrollo la vida de un importante contingente humano hasta hace tres décadas. A partir de entonces la montaña inició un dramático descenso poblacional causado por la desinversión pública, la crisis minera, la pérdida de competitividad ganadera y la falta de implantación industrial.

Como todo mal tiene su fin parece que se advierte un cambio de tendencia. La despoblación está deteniéndose, aunque muchas zonas se encuentran en los límites de la desertización. Pese a todo, prolifera un sistema de habitación en forma de segundas residencias, que se ven ocupadas un periodo de tiempo cada vez más largo durante el año. Este nuevo modelo, propiciado por el notable cambio climático que se está registrando en nuestra tierra, va a permitir la recuperación parcial de amplias zonas provinciales.

Al hilo de esto están produciéndose una serie de actuaciones fragmentarias que están acumulando iniciativas en nuestro arco cantábrico de forma creciente. La reivindicación de la estación deportiva de San Glorio, el futuro Museo Minero, el polígono industrial de Vidanes, la colaboración entre San Isidro y Fuentes de Invierno, el Museo de la Fauna Salvaje, los nuevos espacios naturales de las Hoces de Vegacervera y Valdeteja, la comunicación con Asturias por Vegarada, el aula de interpretación de la Cueva de Valporquero, su comunicación por Villamanín, el área recreativa de Casares, la carretera de Omaña, el parador de Villablino, la vía rápida del Sil, la conservación de Pozos, o la carretera de La Cabrera por el Campo de las Danzas son iniciativas que han de contribuir a convertir ese gran espacio en un enorme parque de ocio de la naturaleza, del agua, de los desfiladeros y de la roca.

Sin embargo se percibe la falta de una visión global que busque la interconexión entre los distintos núcleos de estas iniciativas. Se echa en falta en esta lista el Valle de Babia, el prodigioso curso del Selmo o las boscosas cabeceras del Cea, por ejemplo.

Es evidente la pérdida de atractivo de una parte de los consumidores del turismo de sol y playa al mismo tiempo que crece, a costa del primero, el de naturaleza e interior. León debe aprovechar esa oportunidad ofreciendo lo más espectacular que la geografío y la ecología le han brindado. La Diputación ha iniciado un camino en el que deberá perseverar, pues reúne las condiciones para liderar ese proceso de reconstrucción ordenada de la economía leonesa.

martes, 12 de febrero de 2008

León y la Innovación

Cada cierto tiempo el campo se ve aquejado de incertidumbres. La última, referida al cultivo de la remolacha azucarera, podría dejar amplias zonas de España baldías, ya que sus campos, se dice, no son aptos para otros cultivos rentables. En el caso de León, un territorio en el que la agricultura y la ganadería subsisten en simbiosis, el impacto de los cambios podría ser menor. Sin embargo es necesario asumir que el ciclo agrícola de nuestro país ha cambiado. Por ello, León debería poner su capital intelectual a trabajar en la elaboración de nuevos proyectos en los que reinvertir los recursos. En aras de la rentabilidad se habría de buscar alternativas que diferenciasen las producciones leonesas de las de otros lugares tanto como sea posible. Para ello se deberían utilizar medios que escaseen en el resto de la Península. Uno de ellos es el agua.

Con el agua se pueden realizar multitud de actividades de alto valor dirigidas a extensos mercados. Por ejemplo, en un momento en que la producción de pescado en los caladeros y las aguas dulces está en franco descenso, su producción programada puede ser una actividad ventajosa para nuestra economía rural.

Si examinamos las condiciones que reúne León veremos que tal propuesta, aparentemente descabellada, no lo es tanto. Esta tierra interior despliega unos recursos hídricos excepcionales. Dispone además de una red de canales y acequias para desplazar masas importantes de agua a distintas zonas sin réplica en el resto del país. Por añadidura existe experiencia en la fabricación de acequias, embalses, impermeabilizaciones y canales. A ello se suma la existencia de unas zonas relativamente llanas y extensas, lo que permitiría la explotación acuícola fuera de los cauces fluviales con relativa facilidad. Con estas premisas se podría trabajar incluso en condiciones de salinidad con especies marinas en balsas estancas.

El “saber hacer” acuícola tiene sus bases en el numeroso grupo de piscifactores que ya existen en León. Además, la Universidad ha trabajado en la cría de truchas, cangrejos y ranas, es decir, ya reúne un cierto conocimiento de las técnicas de producción.

Por otra parte, el problema de los residuos es relevante en la piscicultura. En la Facultad de Biológicas ya se ha trabajado en aspectos de depuración que ahora podrían ser ampliados. En cuanto a los potenciales problemas con la manipulación de las salmueras, la cercanía al mar y algunas soluciones de la microbiología podrían dar viabilidad a esta propuesta.

Por último, no es la intención de esta columna encontrar la “purga de Benito” para nuestros males. Se trata de tomar conciencia de que la senda del progreso ha de discurrir por la innovación y la complejidad. Tenemos muchos medios y es tiempo de utilizarlos con rigor, sistemática y esfuerzo.

lunes, 11 de febrero de 2008

La Importancia del CEAR

Hace pocos días se ha llegado a un acuerdo para construir en León un módulo cubierto para el entrenamiento de atletas. Para muchos lectores esta cuestión no pasará de la anécdota dado que el atletismo es un deporte minoritario. Sin embargo esta instalación tendrá una repercusión notable en la oferta de León como ciudad y como provincia. Por ello merece la pena profundizar en el proceso de su gestación y en las posibilidades que abre para todos.

El hecho de que se haya podido unificar en la misma instalación un espacio cubierto para el entrenamiento atlético multidisciplinar y un centro de alto rendimiento para lanzadores de élite es merecedor felicitaciones por varias razones. La primera es que gracias a la suma del gasto previsto para el CEAR de lanzamientos y el centro cubierto multidisciplinar –unos seis millones y medio de euros- se podrá edificar un centro mayor, mejor y más racionalizado. Podría tratarse de una de las mayores instalaciones en su género en una ciudad de la dimensión de León. Otra razón es que los practicantes medios que utilicen el pabellón podrán recibir una motivación extra al entrar en contacto con atletas consagrados de alto nivel. En deportes individuales con tal grado de exigencia esto puede ser determinante para conseguir la constancia en los entrenamientos, la continuidad y la consecución de mejores resultados.

El CEAR de lanzamientos de León podrá ser un núcleo mundial de atracción de atletas destacados. Además, un centro de este tipo puede propiciar la celebración de congresos y simposios internacionales de técnicos. Incluso, si Carlos Burón, el hombre clave, retomase el modelo de gestión que le permitió llenar una provincia en la que apenas había nada de buenos entrenadores, se podría crear una escuela leonesa de técnicos en lanzamientos.

Sin embargo hay que advertir que la explotación del módulo mixto sólo será un éxito si las partes mantienen, una vez construido, una posición flexible. Objetivamente León tiene un plantel provincial de técnicos excelente y amplio en el marco nacional. El trabajo con la cantera, en las escuelas municipales, no tiene parangón en casi ningún lugar de España. Los atletas leoneses sobresalen por encima de cualquier provincia de las dimensiones de ésta. Todo eso son armas que, bien utilizadas, pueden hacer de León la potencia atlética que ha quedado en puertas de ser en las últimas temporadas. El buen uso del módulo puede marcar la diferencia.

La nueva instalación, además, puede convertir la ciudad en un lugar de referencia. Es el atletismo un deporte que ha forjado el carácter de una buena parte de los altos cargos de la administración pública, líderes políticos y directivos españoles. El módulo mixto es, por esa vía, una fuente de notoriedad para esta tierra.

Turismo de Paso

Uno de los problemas que más dificultades presenta en materia turística para los gestores públicos es aumentar los días de permanencia de los visitantes en un lugar. En el caso de León, la escasa duración de las estancias en la Provincia es una queja repetida cada año.

Sin embargo no es éste un problema al que sea fácil dar solución, pese a que las causas parecen bastante claras. Cuando uno acude como turista a un lugar, suele hacerlo tras elaborar un programa previamente. Por ello hay que deducir que la imagen de León que existe en el resto de España es la de un lugar que no merece más atención que la de una parada de uno o, a lo sumo, dos días.

Una de las causas es la pérdida de presencia pública de León hasta llegar casi a la irrelevancia, o la impresión que se llevaron anteriores viajeros que ya pasaron por aquí. También la contumaz política turística de la Junta, con unos folletos que, año tras año, repiten errores y barbaridades, o que presentan León como “una tranquila ciudad de provincias”, tiene que ver en la actitud de los que se informan para programar su viaje. Afortunadamente la Diputación viene a paliar en parte la desacertada política turística autonómica.

El primer problema comentado, la pérdida de relevancia de la Provincia, podría tener a corto plazo un antídoto parcial: la presencia de la promoción turística de la Diputación en los medios de comunicación nacionales, para lo que es necesaria la captación de las competencias turísticas y su dotación económica.

La segunda cuestión, la impresión que los viajeros se hayan llevado tras la estancia aquí, es un aspecto en el que habría que trabajar en varias vertientes. Es inevitable que cualquier turista que pase por León o Ponferrada constate que son ciudades pequeñas, con una cantidad de atractivos demasiado limitada como para dedicar más tiempo a su visita. A pesar de eso es necesario poner todos los recursos en valor porque es la vía más fácil para aportar unas horas más de estancia. El Palacio de los Luna, el aljibe del castillo de Ponferrada con su coracha o Palat del Rey son ejemplos de lo que se debe recuperar con urgencia. Poner a disposición guías e informantes que “enganchen” al visitante es otro recurso que, en lugares de tanta enjundia, puede dar excelentes resultados.

No obstante la clave podría estar en la apertura de una nueva etapa que enfatice en la amplitud de las ofertas al visitante, ya que los cascos urbanos por sí no son suficiente para retener al viajero. Hay que realizar una oferta integral, incluyendo recursos en la cercanía de las ciudades. Por ejemplo, se podría explotar el prerrománico leonés -lo más singular que tenemos-, los conjuntos arquitectónicos populares, las bodegas, los miradores o la naturaleza ribereña. Posibilidades no faltan.

sábado, 9 de febrero de 2008

Grandes Superficies

Se acaba de conocer algunas de las conclusiones del futuro Plan de Equipamientos Comerciales. Al margen de la sorpresa que causa que se afirme que la Provincia de León admitiría hasta once grandes superficies, esta ley debería dar pie a dialogar sobre qué modelo de comercio queremos y las consecuencias que ello producirá.

Conviene recordar que la cesión de mayor o menor cuota de mercado a las grandes superficies es una decisión fundamentalmente ideológica, que debe tomarse, en buena medida, en función del bien común y de la voluntad general. Hay que tener en cuenta que las grandes hipermercados impulsan la competitividad, con lo que el comercio más clásico se ve espoleado para mejorar la calidad y cantidad de sus servicios. En consecuencia, la convivencia de ambos es positiva.

En otro orden de cosas es una evidencia que los beneficios del comercio tradicional tienden a revertir localmente, mientras que los de las grandes superficies se trasladan para acabar frecuentemente en manos de inversores internacionales. En función de esto resultaría más interesante potenciar el comercio tradicional.

Por otro lado, las grandes superficies han encanallado el mercado de trabajo con condiciones laborales que rozan con cierta frecuencia lo abusivo, pero han inducido la profesionalización del trabajador, aletargada en el comercio tradicional en muchos casos. La formación continua es una constante en la gran distribución, cosa que no sucede en el comercio tradicional, que suele atender al cliente de forma menos técnica. En cuanto a la relación laboral del trabajador con la empresa, suele ser impersonal en el caso de la gran corporación. En el pequeño comercio predomina el paternalismo, que suele garantizar la continuidad laboral.

La personalización en la relación vendedor-cliente es incomparablemente superior en el comercio tradicional. Este aspecto cubre un ámbito de las relaciones sociales que estamos descuidando con frecuencia. ¿Cuántos miles de horas pasamos comprando en nuestra vida? ¿Qué clase de interacción deseamos para esos momentos que tanto tiempo nos ocupan? La respuesta entraña implicaciones relevantes sobre lo que consideramos “bienestar” en términos sociales.

Por último, la decisión de dar una presencia predominante a las grandes superficies lleva implícita la elección del modelo urbano. Existen países cercanos –Italia, Portugal, ...- donde el centro de las ciudades alberga un abundante y dinámico comercio que convierte el paseo en un atractivo y concurrido pasatiempo. En contraste, otros países -y en la propia España en muchas de sus ciudades- muestran un trazado urbano crecientemente degradado como foro público, sin oferta comercial y escasamente frecuentado por transeúntes. ¿Cuál de ambos modelos urbanos es el que más nos conviene?

viernes, 8 de febrero de 2008

Crisis, Confusión y Desaceleración

El empeoramiento de la coyuntura económica preocupa a la mayoría de los leoneses. Por ello su utilización para fines electorales se está traduciendo en una marea de opiniones extremas que provocan aún más inquietud y confusión. Por esta causa merece la pena dedicar unos minutos a ordenar los acontecimientos y extraer conclusiones más certeras que las proporcionadas por tanta opinión interesada.

En primer lugar hay que explicar que no es lo mismo una recesión que una desaceleración. Se acepta que una recesión económica supone que la economía presenta un retroceso del PIB y que, además, lo hace por tres trimestres consecutivos. Una desaceleración, por el contrario, equivale a un crecimiento más lento. En consecuencia, puesto que la economía española acaba de completar 2007 en cifras positivas, como los últimos 14 años, nadie bienintencionado puede afirmar que nos encontramos en una recesión. Dado que los datos de crecimiento muestran un avance más lento de la economía hay que afirmar que asistimos a una desaceleración.

Es destacable que en una desaceleración difiere el comportamiento de los distintos sectores. Así mientras unos crecen, otros decaen notablemente. En el caso del sector de la construcción de viviendas se experimenta una cuasiparalización. Esto no supone que toda la economía esté dañada, sino sólo este sector y también aquéllos relacionados, aunque en menor medida. Dado que es una actividad muy visual, se está divulgando con desproporción el alcance de esta crisis sectorial.

Sin embargo en el origen de la desaceleración aparecen causas nacionales e internacionales. Entre las nacionales sobresale el disparatado aumento de los precios de los pisos, por lo que han dejado de ser una inversión atractiva. El resto de los factores negativos nacionales son de orden menor.

En contraste, las causas internacionales de este mal trance son más poderosas y la capacidad de intervención sobre ellas limitada. La subida de los tipos de interés en Europa -no muy pronunciada-, que afecta al crédito, es una de ellas. La subida global de los precios del petróleo y de otras fuentes energéticas es más influyente. Pero, sobre todo, el aumento mundial del precio de los alimentos básicos (trigo, maíz, leche, …) es grave. Mucho más porque carece de corrección posible a corto plazo, ya que las cosechas llegan una vez al año y los animales tardan varios en ser productivos.

La desaceleración económica de España no tiene solución en el ámbito estatal porque sus fundamentos principales desbordan esos límites. Sin embargo la economía española nunca ha estado en mejor disposición para afrontar una turbulencia de este tipo. En definitiva, las economías familiares han de estar preparadas para un periodo de dificultad, pero sin atender al catastrofismo.

miércoles, 6 de febrero de 2008

León y la Crisis Turística

Se está hablando en las últimas semanas de que el sector turístico nacional está entrando en crisis. Sin embargo, si se considera su evolución por áreas geográficas, se observa que ésta es desigual. Ni todas las zonas pierden ingresos, ni todo tipo de ofertas salen igual paradas. Las áreas y segmentos con servicios turísticos más baratos y de menos calidad son los que peor se comportan. Mientras, los segmentos de turismo medio- alto están manteniéndose bien.

Por esta razón las masificadas costas mediterráneas de Valencia, Murcia y Andalucía, así como las Islas Baleares se están llevando la peor parte. Por su parte, el norte, -salvo Cantabria- el interior y Cataluña mantienen una evolución positiva.

Si se analiza el precio de los alojamientos en la oferta de las zonas en declive se aprecia que no ha variado de forma llamativa. Por el contrario, es la hostelería de bares y restaurantes la que ha entrado en una dinámica de encarecimiento disparatado. A ello se suma que la incorporación masiva de trabajadores mal pagados y sin formación haya convertido estos negocios en servicios basura en muchos casos. No se trata de echar las culpas a la incorporación de inmigrantes como camareros, sino a su falta de la más elemental formación –algo perfectamente subsanable- a la par que el empresario ha subido exageradamente las tarifas. Valga como anécdota los siete con veinte euros por dos cafés y una botella de agua que ha pagado un servidor, con tazas y vaso sucios, y un detritus inclasificable adherido al platillo en que venía la cuenta. La camarera entendió a la tercera lo que pedíamos.

La respuesta de los turistas a esta situación no se ha hecho esperar. Son muchos los que han pasado de disfrutar dos semanas o tres a orillas del Mediterráneo a permanecer sólo una. Esto explica que el número total de turistas aumente, pero que los ingresos desciendan. También se ha triplicado la oferta de “todo incluido”, fórmula mediante la que se contrata en un precio cerrado los consumos de comida y bebida en el hotel. Por esta razón los restaurantes, chigres y bares levantinos, auténticos culpables de esta situación, han elevado notoriamente sus quejas. Por el contrario, nada dicen del enorme daño que han causado a la imagen internacional de España como destino turístico.

Por nuestra parte, en León, es necesario que saquemos enseñanzas para no caer en los mismos errores. Tenemos un creciente negocio turístico que debemos cuidar. El tipo de turista que aquí acude es diferente, con más poder adquisitivo en términos generales. Esto no quiere decir que haya que explotarle, sino que debemos conseguir que repita sus cortas estancias en una provincia que le ha dejado un recuerdo agradable y atractivo. Pensemos que el negocio turístico es una carrera de fondo.

martes, 5 de febrero de 2008

La Gestión del Agua

Una de las utilidades del descanso vacacional es la posibilidad de contrastar las informaciones que recibimos a lo largo del año. Uno de los aspectos que podemos valorar es la gestión del agua en la costa mediterránea. El tema es de especial interés, ya que la falta de agua ha sido el argumento fundamental para justificar el trasvase del Ebro a las cuencas del Segura y el Júcar, ahora paralizado por el nuevo gobierno socialista. Se trataba de la mayor obra de ingeniería emprendida por el Estado.

Tras las encendidas protestas de los responsables autonómicos de Valencia y de Murcia por la paralización del trasvase, podríamos esperar un exquisito cuidado en ajustar los consumos hídricos a lo razonable, que no a lo escaso. Por el contrario, un viaje al litoral levantino nos sacará del error. La costa está jalonada por un importante número de playas de piedra, lo que ha impulsado la construcción de millares de piscinas en otras tantas urbanizaciones. La inmensa mayoría utilizan agua de la red de abastecimiento en vez de líquido desalado o extraído del mar. Además, la depuración de aguas residuales está en muchas zonas en mantillas.

Por otra parte, el modelo levantino de crecimiento urbanístico en las áreas de veraneo apunta a la ocupación de buena parte de los espacios naturales con viviendas individuales. Estos edificios, aparte de invadir ilegalmente la primera línea de costa en muchos tramos y de ocupar los escasos parajes sin urbanizar que quedan, necesitan de su propia red de abastecimiento de agua potable. Ello pese a que en su gran mayoría están vacíos buena parte del año. Esto supone que se dedica una porción notable del suministro a llenar las conducciones de viviendas que no se utilizan.

En estas condiciones suspender el trasvase del Ebro parece una medida razonable. La inutilización progresiva del acueducto Tajo-Segura, puesto que en Castilla-la Mancha tienen zonas con auténtica escasez, sería lógica también. La desalación y el pago del agua a precios reales ha de ser una tendencia natural ante este urbanismo desaforado, como ya sucede en Canarias.

Los territorios de todo el país, una península semiárida, deberían hacer de la sostenibilidad de su desarrollo una cuestión central. Habría que acostumbrarse a pagar el agua al precio real de cada zona de la Península. Sólo así sabremos la auténtica capacidad de desarrollo del Mediterráneo, de la Mancha o del Norte.

En esa línea habría que reflexionar en León, que con el cambio climático verá reducida la disponibilidad de agua en ciertas etapas del año. Embalses, depuración y ahorro hídricos deberán ser los ejes centrales del desarrrollo económico en una región que va a pasar de ser ampliamente excedentaria a ver más ajustados sus suministros a sus consumos.

lunes, 4 de febrero de 2008

El Plan Forestal

Se anuncia la ejecución de un plan forestal por la Junta de Castilla y León en la montaña leonesa, de acuerdo con “Cuatro Valles”. La noticia podría ser buena si tenemos en cuenta que la explotación de amplias zonas de estos valles de montaña podría crear una oferta excepcional de puestos de trabajo. Esto permitiría fijar población joven en unas áreas caracterizadas por el derrumbamiento demográfico y la falta de expectativas laborales. Sin embargo esta nueva actividad económica también puede tener efectos muy negativos.

Como se sabe, la planificación de la actividad silvícola suele dejarse en manos de técnicos con una visión productivista y, en muchas ocasiones, escaso respeto por la naturaleza. Esto se traduce en la plantación intensiva de pinos, como se siembra campos de trigo. La cuestión no tendría mayor importancia si se tratase de zonas sin vegetación arbustiva, pero no es así. Si atendemos a los precedentes, los técnicos forestales proceden a arrancar la vegetación autóctona, arando montes y valles como quien conduce un tractor en Medina del Campo, para transformar el paisaje montañés en un conjunto de enormes dunas roturadas.

Los efectos actualmente serían devastadores. Buena parte de la montaña leonesa se está cubriendo de un tapiz de rebollos y bosque autóctono de gran valor. Con el plan forestal podríamos verlo convertido en un labrantío sin diversidad alguna. Una zona idónea por su pluviosidad y sus temperaturas -progresivamente más cálidas- para las especies de hoja caduca puede quedar reducida a un campo de cultivo de vulgares pinos.

Una situación intermedia, más razonable, sería que se destinasen sólo determinadas áreas a la plantación de árboles de hoja perenne, dejando el resto como está. Otra posibilidad estaría en la especialización de la zona en maderas de caducifolios, de gran valor añadido. Es cierto que su crecimiento es más lento y que pueden requerir menos mano de obra, pero no lo es menos que su valor económico es muy superior y que en estos valles no es determinante una oferta de empleo masiva, puesto que gran parte de los trabajadores entonces no vivirían en estos valles. En cambio, fomentar un paisaje de bosques de hoja caduca supondría una singularidad que sí contribuiría a la fijación de población mediante la proliferación de establecimientos hosteleros, artesanos y serrerías.

Se trata, por tanto, de ser conscientes de que el plan forestal no es la panacea para “Cuatro Valles” o para cualquier otra zona de montaña. Su ejecución, si no se realiza con los criterios adecuados, puede contribuir a un empobrecimiento del paisaje, principal patrimonio de estas zonas.

Por último, cabe preguntarse por qué no se impulsa la plantación intensiva de pinos en los secarrales más improductivos de la meseta.

Vuelta, Tráfico y Promoción

La Vuelta Ciclista a España ha iniciado su andadura el pasado fin de semana en León. Para muchos ha resultado sorprendente su impacto sobre el acontecer diario de la ciudad. Tanto por el enorme movimiento de elementos publicitarios, deportivos y humanos, como por su repercusión mediática cabe decir que pocas veces esta provincia ha disfrutado de un espectáculo de tal calibre.

La gestión municipal del evento ha sido aceptable, salvo en la dirección del tráfico. Se hace difícil pensar en un grado mayor de imprevisión que el sufrido por los conductores a manos de sus ayuntamientos. Es incomprensible que el área metropolitana quede dividida en dos compartimentos viales estancos, durante seis horas, en un día para muchos laboral, y con la hora de la comida por en medio. Para alguien que acudiese a Trobajo del Camino o al centro de León y que viniese desde el exterior la llegada por sus propios medios de locomoción a su destino era imposible. La cantidad de policías informando de los trayectos resultó insuficiente y las colas en las distintas carreteras de acceso a la ciudad así lo mostraron. ¿Tan difícil era abrir tres o cuatro puntos de acceso o separar los puntos de salida y llegada de la carrera para dejar un área de entrada?

Por otra parte, el hecho de que el alcalde omitiese innecesariamente a la oposición -formación que posibilitó la salida leonesa de La Vuelta durante su mandato- en su discurso fue una bajeza impropia del estilo de este equipo de gobierno. Puede que la política acabe por erosionar la sensibilidad de sus jugadores, no obstante los ciudadanos mantenemos cierto aprecio por el juego limpio.

La vertiente positiva, que fue la más importante, nos trajo nuevamente la presencia del Presidente del Gobierno, dando su apoyo a la ciudad y a la Vuelta Ciclista. La repercusión de la marca “León” en toda Europa ha sido la más notable de los últimos años. Por eso es importante que tomemos conciencia de lo rentable, a pesar de lo gravosa, que puede resultar una gran inversión publicitaria de este tipo.

Sin embargo falta algo para que este esfuerzo mediático sea bien rentabilizado. Debería prepararse de inmediato una campaña de continuidad en los medios nacionales por parte de Ayuntamiento y Diputación. En esta ocasión el hecho de que la ciudad y la provincia se denominen con idéntico topónimo tiene una enorme utilidad por lo que de suma de esfuerzos puede implicar para introducir la marca “León” en toda España.

Además, no olvidemos que el segmento del turismo en el que esta tierra se está especializando se genera, en términos promocionales, en etapas no veraniegas, justo cuando la fórmula de “sol y playa” diluye su presión sobre el mercado. Gracias a la Vuelta, León parte con ventaja en la carrera publicitaria otoñal.

sábado, 2 de febrero de 2008

Déficit Sanitario

Durante los últimos meses los leoneses hemos podido escuchar las crecientes quejas de los trabajadores de la sanidad pública. Según manifiestan, se está aplicando una política de ahorro que conduce a situaciones comprometidas en la rutina asistencial.

El aspecto que se está denunciando con más insistencia es la falta de personal. Parece ser, según los representantes de los trabajadores, que en los periodos de vacaciones la plantilla de ausentes no se ve sustituida por nuevos efectivos contratados para tal fin, como sucedía hace unos años. Encontrar una explicación a estos hechos hace conveniente recapitular el proceso de transferencias que protagonizaron el Gobierno Central y la Comunidad Autónoma.

Como recordarán, el Ministerio de Sanidad se sentó a negociar con los responsables autonómicos las condiciones para la transferencia de dichas competencias. Uno de los temas que más dificultades comportó para los negociadores fue acordar el montante económico que el Gobierno de España transferiría a la Autonomía para dar continuidad a la atención médica. La cuestión no deja de ser llamativa porque, en lo fundamental, el Ministerio tenía que conocer de primera mano las cifras de gasto necesarias para sostener el entramado sanitario de las nueve provincias, pero los consejeros autonómicos no.

A estas alturas, cuando todas las autonomías elevan sus quejas por la insuficiente financiación de su sanidad, ha quedado claro que el equipo ministerial jugó con ventaja, logrando transferir las competencias subfinanciadas. Así se fraguó el tan cacareado déficit cero del Gobierno Central en la última legislatura: se traspasó el déficit a las comunidades autónomas en una negociación en que la información de la que disponían las dos partes era muy desigual. Las autonomías quedaron así en posición de clara desventaja.

En estas circunstancias cabe esperar que el Gobierno Autonómico reclame al central algún tipo de compensación, dado que el equipo socialista muestra una sensibilidad social superior a la de sus predecesores. Sin embargo no será suficiente, por lo que habrán de tomarse nuevas medidas de ahorro y buscar otras vías de financiación.

No obstante, esto no debiera conllevar la degradación del ambiente laboral en el sistema asistencial público. El servicio sanitario es, sobre todo, una atención de personas con personas, por lo que la atmósfera de trabajo es una condición más para la buena prestación del servicio. Podría ajustarse en alguna medida la política de personal, pero no se debiera caer en situaciones de abierta carencia de medios, como las que se están denunciando. En cualquier caso, pedir transferencias supone que se asumirán y resolverán los nuevos problemas que de su gestión se deriven. ¿Está para todos clara esta premisa?