domingo, 24 de febrero de 2008

Las Fuentes del Bernesga

Son muchos los casos de comarcas de nuestra Provincia con una cantidad asombrosa de atractivos. Pese a ello el aprovechamiento que se hace de los mismos suele ser insuficiente. En estos días reclama la atención una de estas zonas, que luce en su máximo esplendor. Se trata del Alto Bernesga.

Parece imposible explicar tanta dejadez, tan escaso aprovechamiento y tan poca autoestima como la de esta demarcación. No se comprende cómo en este lugar no se ha explotado ordenadamente tantos y tan notables recursos como atesora. Villamanín, su centro, se encuentra en un valle que transmite una peculiar sensación de amplitud, cosa inusual en una zona de montaña. Sus accesos desde León son excelentes. Apenas cuarenta minutos de coche desde las puertas de la capital nos sitúan en el núcleo de la comarca por una buena carretera nacional, la mejor del norte provincial.

Todo aquello interesante y visitable queda cerca a partir de allí. Lo más sobresaliente es, bajo mi punto de vista, el acceso a Millaró, que transcurre por uno de los más bellos desfiladeros de León. Una subida -en coche o a pie- por esta vía es una experiencia inolvidable.

Merecería la pena crear un aula explicativa de la “arquitectura de zonas arrasadas”, promovida por el régimen franquista en la posguerra. En Villamanín se encuentran los ejemplares más representativos, producto de la reconstrucción de la zona, que sufrió las consecuencias de ubicarse en el frente de guerra de 1936. Este trance histórico conllevó la destrucción de buena parte de la arquitectura popular tradicional de la Tercia. No obstante, los hermosos ejemplares restantes, como los de Camplongo, merecen una ojeada y un plan de conservación.

La visita a Pendilla y su calzada romana -con visita a un castro incluida- es otra posibilidad. La iglesia románica de Arbas es el edificio monumental más notorio de la zona y debería recibir mejores promoción y cuidados. El mirador de Pajares, también a diez minutos de Villamanín, ofrece uno de los grandes paisajes españoles, aunque pocos habitantes del lugar lo valoren así.

En la zona occidental el perfil de las “Tres Marías”, tres picachos puntiagudos, es digno de una explicación. El paseo hasta la inacabada presa de Casares, una mirada a los roquedos de curiosas formas sobre Viadangos o, incluso, la contemplación en la cercana Santa Lucía de ese lugar indescriptible que es la nueva mina de la Hullera Vasco-leonesa se suman a lo anterior.

En resumen, el Alto Bernesga dispone de más recursos que la mayoría de las zonas similares de León. Sin embargo el Ayuntamiento parece sumido en la modorra de una población envejecida y en el conformismo. Podría ser éste un buen momento para que las fuerzas vivas argollanas desarrollasen las posibilidades de este interesante lugar.

2 comentarios:

Alfonso Mielgo dijo...

No conozco la comarca (no he salido de la carretera a Pajares)pero la descripción del entorno no deja lugar a dudas...

A ver si te copian tanto la Diputación como el Ayuntamiento a la hora de vender León.

Saludos

Cisastur dijo...

Es mucho lo que hay que ver, pero no te pierdas la mina a cieli abierto entrando desde la carretera del Fenar y saliendo por Santa Lucía. Es impresionante. El valle de Tonín y Pendilla, al lado de Villamanín es otra cosa digna de ver. Y el faedo. Y el hayedo de La Pola.
Curiosea, que está cerca de León y no requiere mucho tiempo para pequeñas salidas.