miércoles, 30 de enero de 2008

El Problema de Soria

En las últimas semanas se viene escuchando con insistencia las reivindicaciones de la plataforma “Soria Ya” en los medios de comunicación. La organización argumenta, no sin razón, que la Provincia sufre un proceso de despoblación dramático sin que las administraciones pongan remedio. Esta iniciativa es homologable a la de la plataforma “Teruel También Existe”, cuyas reclamaciones siguen la misma senda.

Otro aspecto en el que los sorianos hacen hincapié es el retraso económico en la Provincia. Este argumento resulta sólo parcialmente cierto. Los niveles de renta de ese territorio están entre los más altos de la Autonomía y por encima de la media española, en línea con los del Eje del Ebro, en cuya órbita se encuentra. Puede que se trate de un lugar con bajo atractivo para la inversión empresarial, pero no se puede calificar de pobre.

Por esta razón la ruidosa crítica que ha propinado la citada plataforma al Plan Oeste ha sido lamentable. Teniendo causas para la protesta legítima ha caído en la desorientación. En poco se puede comparar el nivel económico del soriano medio con el de un zamorano, un salmantino o un leonés. Ojalá que la organización recobre la perspectiva y ajuste su queja a los problemas que realmente sufre Soria. Desafortunadamente no parece surgir hasta ahora de ella un análisis muy acertado de la coyuntura soriana.

En primer lugar hay que explicar que Soria ha sostenido en sus momentos más florecientes unos ciento cincuenta mil habitantes. Nunca ha sido un lugar muy poblado. Actualmente es la provincia española más deshabitada, con sólo noventa mil, de los que el cuarenta por ciento viven en la capital. Además, este fenómeno no es algo aislado. Teruel, colindante, es la segunda provincia más despoblada y tiene la capital más pequeña de España (treinta mil habitantes). Cuenca y Guadalajara, también vecinas, sufren la misma desertización más allá de sus áreas aledañas a Madrid.

Estamos, por tanto, ante un problema de Estado, que afecta a una zona amplia de la Península. Mientras la cuestión no se plantee en estos términos sólo se darán soluciones parciales. El Sistema Ibérico, que recorre estas provincias, necesita un plan para evitar que este amplio territorio se convierta, si no lo es ya, en un enorme despoblado entre el Mediterráneo y el Ebro, de una parte, y Madrid y el Oeste, de otra.

La petición de autovías en zonas de tan baja densidad demográfica denota un palmario desenfoque de la cuestión. Estas zonas requieren vías rápidas, circunvalaciones y una red de inversiones moderadas que exploten sus escasos puntos fuertes, así como conexiones rápidas con las áreas metropolitanas de su periferia, de donde puede llegar actividad.

Soria, en definitiva, necesita una visión supraautonómica que debe empezar a ser formulada.

martes, 29 de enero de 2008

Ciudades en Transición

León y Ponferrada han sufrido profundas transformaciones durante los últimos diez años. Los efectos provocados por estos cambios se han visto ya en parte. El embellecimiento de las dos ciudades, la nucleación en torno a un centro urbano y la jerarquización en barrios de diferente estatus social y económico son evidencias para cualquier observador. Sin embargo, aún hemos de observar otras mutaciones que están teniendo lugar actualmente.

El mercado español de la vivienda ha experimentado una explosión que ha ido pareja al cambio urbano. La construcción de edificios en masa perdura a la sombra de la inusitada demanda ciudadana de viviendas en propiedad. La caída en desuso del alquiler como medio de acceso a un hogar ha inducido cierta despoblación del centro de las ciudades. La causa es que los ingresos familiares que antes permitían pagar una renta en una calle más o menos céntrica sólo alcanzan ahora para adquirir un piso en los barrios periféricos.

Además, otra parte de las adquisiciones se realiza como inversión, lo que conlleva la proliferación de pisos vacíos. La tendencia no cambiará mientras sea más rentable comerciar con viviendas que otras inversiones alternativas. El dinero seguirá acumulándose en la compra, construcción y promoción de inmuebles.

En consecuencia, la expansión indiscriminada de los núcleos urbanos sin que se produzca un crecimiento paralelo de residentes tiene unos efectos que se empiezan ya a intuir en León y que no tardarán en ser perceptibles en Ponferrada. La pérdida de densidad de población en los cascos urbanos de las ciudades se traduce en una reducción relativa del consumo. Esto afecta directamente al comercio, lo que concluye dejando una buena cantidad de locales comerciales vacíos.

A ese empobrecimiento urbano se suma el aumento del número de grandes superficies, cada vez de mayor calidad, y la falta de acciones eficaces del comercio tradicional para competir y retener así a los consumidores. Por si esto fuera poco, el crecimiento desaforado de los precios en la pequeña restauración -los bares y cafeterías, siempre tan importantes en la vitalidad del urbanismo leonés- reducirá drásticamente su número en unos años. Sólo los locales de moda absorberán el gasto que antes se repartía entre muchos establecimientos.

La inmediata apertura de una gran área comercial en León, el proyecto de otra en Ponferrada, la debilidad comercial de Eras de Renueva, la notable desertización residencial del Barrio Húmedo o la abundancia de locales comerciales vacíos en el Ensanche, por ejemplo, no hacen más que confirmar estas líneas de tendencia.

León y Ponferrada ven cómo decaen el ocio en la calle y la oferta comercial, que tan amenos paseos proporcionaron siempre. ¿Podría existir otra alternativa para la urbe futura?

lunes, 28 de enero de 2008

Los Palacios de León

Los leoneses olvidamos con frecuencia que antes de que nuestra tierra callese en una profunda decadencia en el Siglo XVII y siguientes -de la que se empezó a reponer a finales del XIX- fue un lugar relevante en Europa. Esto, que nos produce asombro dada la precaria situación relativa actual, tuvo su reflejo en todos los órdenes de la vida.

Pese a todo, nuestra condición de provincia de tercer orden dificulta la toma de conciencia de la importante herencia que dejó aquel clímax. Aquellos siglos de pujanza económica vieron la construcción de edificios notables en nuestra red de ciudades. La capital contaba con un parque inmobiliario suntuoso y brillante. De todo aquello queda algo que, con ser poco, resulta aún hoy un conjunto destacable. Su recuperación y puesta en valor puede convertirlo en un motivo de atracción singular.

La mayor parte del patrimonio histórico arquitectónico que ha llegado hasta nuestros días son obras religiosas o militares. Si acotamos más son pocos los edificios medievales de uso civil que han llegado hasta nosotros. ¿Cuántas ciudades cuentan con algún palacio, casa o industria visitable anterior al Siglo de Oro? Muy pocas.

Sin embargo León cuenta con varios ejemplares sobresalientes. El Palacio de los Condes de Luna es uno de los más representativos. Su peculiar distribución, sus artesonados, la utilización de la muralla como un elemento integrado o su patio con corredores son rarezas que en ningún otro lugar pueden contemplarse. El caserón del Conde es uno de esos vestigios de lo que esta ciudad fue cuando rivalizaba con otros centros urbanos de Europa.

Por esta razón el tratamiento que se dé ahora a uno de los dos palacios medievales que quedan en pie en la ciudad tiene especial importancia. El otro, oculto bajo la circunstancia de un convento de clausura en la calle de la Rúa, espera el día en que podamos disfrutar de sus secretos. Es, por tanto, necesario que se dé al edificio de los Luna la importancia que tiene. No puede tratarse sólo de un contenedor para las imágenes de la Semana Santa o para cualquier otra cosa. Nos encontramos ante una casa noble de gran singularidad, aunque ubicada en una zona degradada del casco antiguo. No obstante, su contigüidad con la calle Ancha, uno de los más exitosos y atractivos espacios ciudadanos de León, permite abordar su recuperación arquitectónica con todas las garantías de éxito de público y de rentabilidad social que necesita una obra de esta importancia.

De la misma manera que se puede visitar el Palacio del Obispo Gelmírez, en Santiago, o las Reales Atarazanas, en Valencia, se debiera poder disfrutar de un paseo por esas estancias y pasillos que vieron el fulgor y caída de una ciudad que lo fue casi todo y que hoy se revuelve contra la adversidad histórica.

domingo, 27 de enero de 2008

El Futuro de Antibióticos

Las alarmantes noticias que la última semana se han hecho públicas sobre la factoría leonesa de Antibióticos son un pésimo augurio para el futuro de la planta química de la carretera de Zamora. Se trata de un paso más en el camino hacia el cierre que, desde que la instalación calló en manos italianas, parece ineluctable si un cambio drástico de rumbo no lo evita.

La historia de Antibióticos desde las etapas de Ferruzzi y Montedison, como la de ahora con Sir-Fidia, es la de una descapitalización o, si se quiere, de un expolio tecnológico. La empresa cuya venta preparó Mario Conde fabricaba varios antibióticos, algunos con buen valor añadido, e intermediarios químicos para la elaboración, en otras fábricas, de productos finales. La cartera de sustancias que Antibióticos ofertaba mantenía un equilibrio entre los productos baratos, de buena calidad y con una rentabilidad pequeña, pero razonable, y otros más modernos, con la protección de patente y márgenes muy interesantes.

La entrada de los italianos en la propiedad supuso la integración en un grupo químico con factorías en la propia Italia. Con ellos empezó a descender progresivamente la inversión en investigación en los laboratorios leoneses hasta el punto de que el propio comité de empresa tuvo que tomar cartas en el asunto hace unos años. Así se corrigió o, más bien, se amortiguó una tendencia que iba hacia la práctica desaparición del departamento de I+D de la planta. En esa línea se gestionó la cartera de productos, que sufrió el traslado de la producción de aquéllos más rentables a las plantas italianas, incorporando otros sin patente y con escasa proyección. Esto suponía, ya en aquel momento, competir con los nuevos productores de las emergentes economías asiáticas.

A pesar de las promesas y del cambio, al menos nominal, de dueños, Antibióticos agoniza desangrado por un vaciado tecnológico que, mientras permanezca en el mismo grupo, parece irreversible. En tanto se compita por las producciones más interesantes con factorías italianas, dentro de un grupo también italiano, la senda del cierre parece inevitable.

Un aspecto al que vigilar es cómo podrían plantear los directivos de Sir-Fidia un repliegue indoloro. Tras un cerrojazo podría esconderse una apetitosa operación urbanística simulando un traslado de la factoría. Por eso conviene recordar que los solares de una actividad como la de Antibióticos deberían de ser descontaminados por cuenta de la empresa, antes de destinarlos a un uso residencial.

A Antibióticos le queda una salida si aspira a un proyecto de futuro fiable: abandonar el grupo italiano por separado y encontrar un propietario capaz de implantar producciones de más valor añadido. Tristemente, mientras esto no se consiga seguirá declinando hasta desaparecer.

viernes, 25 de enero de 2008

Turismo y Ayuntamiento

La decisión del Ayuntamiento de León de abandonar el patronato provincial de turismo alcanza en estos días mayor repercusión mediática. La imposibilidad de participar en el expositor autonómico de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (FITUR) está siendo erigido a la categoría de catástrofe. Sin embargo, los munícipes capitalinos afirman que es la mejor opción. Para decantarse por una de ambas parece aconsejable examinar ciertas evidencias al respecto.

El patronato provincial de turismo, liderado por la Diputación de León, lleva años acudiendo a FITUR. Lo hace dentro del expositor que a tal efecto prepara SOTUR, sociedad de promoción dependiente de la Junta de Castilla y León. De SOTUR son famosos unos folletos informativos para el visitante que se caracterizan por la omnipresencia de errores edición tras edición, la minimización de la relevancia de León y la indefinición en términos promocionales.

Para SOTUR no parecen existir herramientas básicas del márketing como la diferenciación del producto, el posicionamiento de ofertas o la segmentación de los mercados. Por esa causa sus publicaciones informan poco e incorrectamente sobre León; no se dirigen a grupos de consumidores concretos y tampoco estructuran la percepción del turista, cuestión fundamental para que éste elija su ruta con criterio y acierto.

En la polémica participación en el pabellón de SOTUR, a la Provincia de León le toca un pequeño mostrador entre otros nueve, en el que se acumulan un batiburrillo de folletos de toda laya. Allí conviven el anuncio de una casa rural con un póster, un folleto de embutidos con otro de un grupo de acción local, y azafatas con mucha sonrisa y escasa capacidad para informar. No suele haber quien, aparte de ellas, aconseje con precisión sobre algo de León. La presencia en ese desnorte deprecia ante el público cualquier imagen de marca. Esa es la acción promocional que tanto se está defendiendo.

La acertada salida del Ayuntamiento de León de tal marasmo es doblemente positiva. Por una parte va a poner en un compromiso al patronato provincial, que, por fin, encontrará la motivación para actuar con más profesionalidad. Además, el Ayuntamiento lo hará mejor a poco que se esfuerce.

Por añadidura, el planteamiento de la empresa mixta de la capital es eminentemente profesional, ya que se ha contado con el criterio del sector hotelero desde el primer momento. La definición de los recursos turísticos promocionables por la ciudad, la acción selectiva hacia los mercados y la definición de un área de influencia de unos 30 kilómetros en torno a la urbe va a caracterizar la nueva etapa. Además, se invertirá con un criterio y ritmo propios y adecuados, cuestión fundamental para ganar eficacia. En conclusión el resultado será más fructífero y rentable.

jueves, 24 de enero de 2008

Villalar o el Luto de la Razón

Se ha publicado la primera obra patrocinada por la Fundación Villalar, ese pequeño ministerio de propaganda para la reeducación de los ciudadanos que la Junta ha creado. El primer paso editorial muestra la dirección que adopta la entidad en ese ámbito. Se publica un volumen sobre el proceso autonómico en el que lo importante no es tanto el tema como la manipulación del lenguaje. Frente a la evidente pluralidad cultural de los territorios de la Autonomía el libro insiste en hablar de “región”, incluso refiriéndose a los periodos preautonómicos. Lo “castellanoleonés” es ubicuo, aunque el autor no explique qué hay de contenido en ese término. Cualquier persona formada que lea la obra apreciará la tergiversación de fondo. El ensayo rezuma opinión, pese a que, con la vitola de basarlo en una tesis doctoral, quiera dársele un marchamo de objetividad.

Ese es el peligro de las disciplinas humanísticas como la Historia: su moldeabilidad ante los poderes. No se basan en el cálculo matemático ni en la repetibilidad de los experimentos, como las ciencias, sino en la opinión de personas ante una selección de documentos, de epigrafía, de datos arqueológicos o de estudios de campo. Pero ¿cuál es el criterio de selección en este caso? ¿No estarían algunas conclusiones escritas antes de iniciar el estudio? ¿Qué grado de documentación ha realizado el autor de la obra a la que nos referimos en León, el lugar más conflictivo del proceso autonómico? Poco. Ese es el baremo para medir la pretensión de objetividad de tal estudio, ya que parece que con otras fuentes se hizo alarde de exhaustividad.

El trabajo de la Junta en este campo viene de lejos. Varias cátedras se han puesto al servicio de la reinvención de la historia desde hace años, pretendiendo convertir unas opiniones ideológicamente interesadas en corpus teórico para futuros humanistas. El premio a estas fidelidades es conocido: publicación bien remunerada de sus obras, presupuesto para sus proyectos departamentales, y facilidad para la consecución de fondos para congresos y otros actos.

Esta suerte de reclutamiento de cátedras podrá observarse ahora con más transparencia gracias al invento reeducador de la Junta. Pronto sabremos, aunque algunos ya son viejos conocidos, cuáles son los departamentos más aplicados en hacer sus comunicaciones y estudios a la medida de las conveniencias de villalbas y villanuevas.

En definitiva, la fundación para la reeducación de los leoneses y los castellanos pretende regalarnos a partir de ahora con éstos y otros libelos editoriales a cuenta del dinero de todos. Ante esto cabe recordar a los políticos que el que quiera exponer legítimamente su opinión debería pagarlo con su dinero o el de su partido. Los presupuestos públicos están para otras cosas.

León y las Empresas

Acaba de aparecer el número anual de la revista ACTUALIDAD ECONÓMICA dedicado a escalafonar las empresas españolas según su volumen de facturación. Se trata de un clásico consultado asiduamente por seguidores que desean hacerse una idea de la situación de la economía empresarial española. El seguimiento interanual de sus cifras nos permite obtener indicadores útiles de la evolución del mapa económico.

Si comparamos este listado, que llega hasta las corporaciones con, al menos, 21 millones de euros de facturación, con el de hace cinco años, que llegaba hasta las de 3.000 millones de pesetas, encontraremos diferencias notables. En primer lugar, la Provincia de León ha pasado de contar con 20 empresas a tener 23 por encima del listón establecido. Esto es positivo en términos absolutos, aunque si se compara con la evolución de la Autonomía hay que concluir que es un dato más bien discreto. Ésta creció al doble del ritmo de León. Ahondando más, es llamativo que de 41 nuevas empresas incorporadas al listado autonómico, sólo 12 no están domiciliadas en Valladolid o en Burgos. Por esta razón si estas dos provincias reunían hace un lustro el 57% de las sociedades, hoy pasan del 60%. En el otro extremo, provincias como Ávila, Segovia o Palencia presentan una debilidad creciente.

En lo relativo al entorno, a los leoneses podemos congratularnos por la buena evolución de nuestros vecinos asturianos, lo que viene a confirmar la superación de antiguas crisis; también por la positiva marcha de Cantabria, con la que nos hallamos crecientemente conectados. Otra cosa son los registros de Lugo y Orense, tan moderados -si no peores- que los de León.

En otro orden de cosas cabe preguntarse a qué obedece la llamativa deslocalización de la sede social de varias empresas creadas en León y que mantienen aquí sus cabeceras productivas. Algo habría que hacer al respecto si queremos que esta tierra gane en importancia. Si León no alcanza a ocupar más espacio en estas clasificaciones será difícil atraer inversores. Las administraciones competentes deberían implicarse más en esta labor.

Por último, cabría llamar la atención sobre el hecho de que esta provincia cuenta con más empleos en el sector privado que Burgos y casi tantos como Valladolid. De estos datos se colige que los leoneses son más emprendedores que los trabajadores de otros lugares, aunque aquí se creen fundamentalmente microempresas. Además, esto indica la existencia de un vigoroso tejido de pequeñas y medianas compañías, por debajo de los 20 millones de euros de facturación anual. Con todo lo expuesto se concluye que para dar volumen a estos centros productivos es necesario y urgente facilitar el acceso a la asesoría técnica y a la captación de fondos mediante entidades de capital-riesgo.

martes, 22 de enero de 2008

Desaceleración en León

Como cada año, tras la llegada de los datos del tercer trimestre de la Encuesta de Población Activa del INE, procedemos a revisar la evolución económica de León, de su entorno y de España. Una vez más hay que explicar que dividimos el tiempo según los tramos de expansión y contracción del empleo en León.

Entre 1981 y el año 2000 esta provincia era la tercera del país con peor comportamiento, sólo superada por Lugo y Orense, y acompañada por Zamora en su caída. A partir de 2000 León ha visto reaccionar su economía con un avance de casi 20.000 empleos, por lo que abandonó los puestos de cola del escalafón. Sin embargo los datos de este último año han reflejado una desaceleración en la creación de trabajo. Aún así se mantiene en el puesto vigésimosegundo de las 33 provincias que no son sede autonómica y en el trigésimosexto del conjunto de España. El dato puede parecer desesperanzador, pero viniendo de una situación tan precaria y teniendo en cuenta que la economía no cambia del negro al blanco de un día para otro, no lo es tanto.

Nuestro mayor problema ahora se cifra en el entorno próximo. Es difícil crecer cuando todas las provincias de nuestro alrededor salvo Asturias y Cantabria progresan peor que León. Tampoco la Autonomía tiene una evolución prometedora. Sólo Burgos y Segovia han crecido relativamente por encima de nosotros desde 2000. Además Valladolid se configura como uno de los dos polos autonómicos más débiles, pese a la ingente cantidad de empleos que centraliza y de recursos que recibe. Como colofón a este negativo escenario Asturias, La Coruña y Pontevedra, locomotoras del empleo en el noroeste -nuestra ubicación natural- crecen por debajo de la media española.

Esto nos da una idea de la necesidad de que los planes “Galicia” y “Oeste” se traduzcan en un plazo corto en realidades palpables. El Plan Director de Infraestructuras de Borrell tumbó la economía del noroeste y Zapatero debe asumir que a él corresponde compensar los desfases que aquella etapa propició. La continuidad de las actuaciones que inició Cascos así como las conexiones con Portugal son fundamentales para la nivelación del noroeste con el resto de España.

En definitiva, podemos hablar de dos partes en los territorios peninsulares. Una, la nuestra, que vive una suave reactivación económica tras un periodo de intensa caída del mercado laboral; otra, que lleva hace tiempo un fuerte ritmo expansivo, muy por encima del nuestro, al otro lado de España. El hecho de que Lugo, Orense y Zamora permanezcan entre los últimos lugares en la creación de empleo tras más de veinte años de seguimiento hace pensar que nuestras autoridades deberían adoptar una mirada multiprovincial con el fin de impulsar la totalidad de las provincias interiores que nuclean el noroeste.

lunes, 21 de enero de 2008

León y los Centros del Empleo

La semana pasada repasábamos los datos de la Encuesta de Población Activa para conocer la evolución de León y de su entorno. Ésta nos ocuparemos de las zonas que se han mostrado más dinámicas y de lo necesario para aproximarlas a esta tierra.

Decíamos que León volvió a crear empleo a partir de 2000, aunque durante el último año haya sufrido una desaceleración. En nuestro entorno inmediato las dos provincias que más progresaron fueron Asturias y, especialmente, Cantabria. Por esta razón el AVE hacia Oviedo y Gijón, así como la autovía entre León y Santas Martas, y la de Cantabria a la Meseta son piezas fundamentales en las prioridades de inversión estatal desde el punto de vista de un leonés.

En el marco del noroeste sólo La Coruña y Pontevedra son, además de grandes, mercados laborales más dinámicos que el de León -aparte de la citada Asturias-. Por ello obras como la circunvalación de La Virgen del Camino, la Ronda Sur y la autovía a Monforte de Lemos, que contribuyen a aproximarnos, deberían ocupar los siguientes lugares de nuestras prioridades.

El ámbito autonómico, más amplio, destaca a Burgos entre las zonas más expansivas. En realidad Cantabria, Burgos, Álava y La Rioja conforman un núcleo notable de crecimiento. Por esta razón en el tercer grado del escalafón aparecerían las obras para concluir la Autovía del Camino de Santiago, entre Villalbilla de Burgos y la circunvalación de la capital.

En el cuarto puesto de las reivindicaciones se halla la aproximación con el cada vez más gigantesco mercado laboral de Madrid. Esto viene a subrayar, una vez concluida la autovía a Benavente, la necesidad apremiante de un AVE que enlace León con la capital de España.

Un quinto nivel lo constituiría la conexión con Sevilla y Córdoba, que reúnen ya más de 900.000 puestos de trabajo gracias a una expansión económica sobresaliente. Para ello sería imprescindible la anticipación de los trabajos en la Autovía de la Ruta de la Plata.

Por último, debemos contar con las grandes locomotoras del empleo en España, muy alejadas de aquí, por desgracia. Se trata de los dos archipiélagos y, sobre todo, del núcleo constituido por Almería, Málaga, Alicante, Granada y Murcia (conjunto con más de dos millones doscientos mil ocupados). Para crear vínculos con estas zonas, cuyas cifras de empleo han crecido más de un veinticinco por ciento en cuatro años, la única posibilidad es el desarrollo urgente del aeropuerto con nuevos vuelos que exploten la renovada pista.

Los leoneses estamos, por tanto, en una nueva etapa en que nuestras obras públicas más importantes han de realizarse mayoritariamente en otros lugares. En consecuencia es hora de apelar a la visión global de nuestros políticos y a su capacidad para influir allende las fronteras provinciales.

domingo, 20 de enero de 2008

Conservación y Racionalidad

En los meses precedentes se han desencadenado conflictos en torno a la conservación del patrimonio monumental en León. Por ejemplo, la aparición de las ruinas del Castillo de Alba, en La Robla, sobre terrenos que deberían ser ocupados por una cantera, pone en dificultades el desarrollo industrial. Si se respeta la ley, los restos del castillo deberían ser protegidos, por lo que la extracción de caliza tendría que efectuarse en otro sitio, pese a haberse realizado ya cuantiosas inversiones. Igualmente, en la capital la aparición de los restos arqueológicos del “principia” de la Legio VII ha detenido la edificación en una manzana del casco antiguo y amenaza con paralizar otros proyectos. Encontramos casos similares, como el de Astorga, donde el casco urbano intramuros reposa sobre restos de la ciudad romana.

Con la surgencia de hallazgos arqueológicos la geografía leonesa se va cubriendo de zonas protegidas y de obras frustradas. Todo ello se traduce en el bloqueo de numerosas inversiones y puede que haya llegado la hora de cuestionar si es lógico conservar cuanto resto antiguo aflore tras la remoción del suelo.

Existen personas que opinan que lo encontrado en la búsqueda arqueológica posee un valor intrínseco que lo hace digno de conservación. Por el contrario, hay otras que aplicarían la ley de la excavadora sistemáticamente si les dejasen. Sin llegar a estos extremos hay que afirmar que la preservación extensiva de los restos que vayan aflorando puede llegar a suponer una carga insostenible.

Por esto conviene seleccionar más, para lo que habrá que transformar las mentalidades. Así, en lo referente a la generación de recursos a partir de nuestro patrimonio, no se debería continuar considerando su visita un derecho gratuito, porque la conservación consume abundantes recursos. En las condiciones actuales su alta concentración en algunos lugares podría llegar a ser una desventaja, porque supondría más cargas sin que ello produjese necesariamente beneficios.

Aunque no se espere alcanzar la autofinanciación, la exposición guiada y pagada de nuestros monumentos y ruinas podría contribuir a su conservación y a mantener numerosos puestos de trabajo. En definitiva, es necesario racionalizar más el esfuerzo de la sociedad para preservar restos arqueológicos, que han de ser realmente significativos y valiosos para merecerlo. Es evidente que muchas de las ruinas que afloran carecen de entidad si no son acompañadas de su muestra recreadas y explicadas. Abundan las que, incluso así, no deberían recibir un tratamiento de preservación por su vulgaridad.

Por último, es imprescindible evitar que restos destacables se vean sometidos al olvido por un crecimiento desmesurado de los gastos de conservación en ruinas carentes de singularidad.

sábado, 19 de enero de 2008

Descapitalización Tecnológica

La Junta de Castilla y León ha promovido dos nuevos parques tecnológicos en el entorno de las ciudades de León y Burgos. Las declaraciones institucionales acerca de la vocación de la red de parques tecnológicos de Castilla y León han subrayado la necesidad de especializar éstos en determinadas áreas de investigación e implementación técnicas. Con ello se perseguiría crear complementariedades y evitar la competencia interna. De hecho, en esa línea había ido hasta ahora la concentración de empresas ligadas al campo de la electromecánica y las aplicaciones relacionadas con el sector del automóvil en Boecillo.
Tal política se había visto últimamente empañada, entre otras cosas, con la instalación en el mentado polígono de una empresa, Crystal Pharma, que por su especialización debería haber sido dirigida hacia el polo químico-farmacéutico de León. Sin embargo las obras de esa factoría avanzan a buen ritmo en Valladolid, como producto de las gestiones de la consejerías de la Junta.
No obstante, podría pensarse que se trató de un caso aislado. Pero un reciente viaje de Herrera a los Estados Unidos puso al ejecutivo autonómico en contacto con algunas corporaciones empresariales. Éstas manifestaron su posible interés en asentarse en España y, quizás, en esta Autonomía. Más concretamente, una empresa puntera en el campo biotecnológico denominada Pharma Mar acudió al encuentro. Dicha compañía, químico-farmacéutica, fue orientada hacia su instalación en Boecillo.
Estos dos hechos, aparentemente inconexos, corroboran que no parece existir la disposición para realizar una política tecnológica en favor de León. Sin embargo no es esto lo más preocupante. Lo más asombroso es que en León existe ya un centro de trabajo de Pharma Mar o, mejor dicho, de su filial Instituto Biomar S.A.. Dicha firma está dedicada a la investigación punta de moléculas para su uso farmacológico a partir de los organismos marinos. En consecuencia cabría sospechar que lo que la Junta pretende es apoyar su traslado a Valladolid. Una maniobra de este tipo debería centrar la atención de todos.
Mientras tanto, los leoneses permanecemos expectantes ante la posibilidad de que llegue alguna empresa a León gracias a la gestión, como primer protagonista, de la Junta. Han pasado veinte años sin que hasta ahora se hayan producido resultados positivos. Por el contrario no han existido escrúpulos para invitar, incluso recientemente, a diversas empresas a que trasladen sus centros de trabajo desde León hasta Valladolid, con éxito en algunos casos. La apertura del Parque Tecnológico de León va a poner de manifiesto la voluntad real de la Junta para llenarlo de actividad, pese a los precedentes. Pharma Mar supondría un primer paso para recuperar la menguada confianza de los leoneses.

jueves, 17 de enero de 2008

León y el Noroeste

En los prolegómenos de la convocatoria electoral de marzo se escuchan nuevas alusiones a León como centro articulador del noroeste. Se trata de una afirmación hecha con cierto automatismo, aunque no suela acompañarse de una explicación. Por ello conviene escudriñar el trasfondo, a fin de valorar su importancia para los programas electorales.

En las distintas zonas del espacio ibérico se han ido configurando territorios económicos que apenas atienden a los límites políticos. Estas áreas comprenden agrupaciones de ciudades intermedias –a partir de 100.000 habitantes- y, en algún caso, de orden superior. En ellas y su entorno se concentra la actividad económica. Así encontramos un área vasco-cantábrica donde se hallan Santander, Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Pamplona, Logroño y Burgos. Existe un área catalana y también encontramos un área levantina, que incluye Albacete y Murcia. El área andaluza integra las ocho capitales provinciales, y la de Madrid acoge además a Toledo y Ciudad Real.

De igual manera aparecen núcleos de enlace interregional, como Zaragoza, Valladolid, Salamanca, Cáceres o Badajoz, ubicados en cierta lejanía de esa masas, pero que actúan como puentes entre ellas. Cada agrupación reúne entre cuatro y nueve millones de personas, y cuenta con redes internas de comunicaciones que facilitan intensos flujos económicos. Estas unidades funcionan como una red de economías entrelazadas, lo que permite su integración en escalas superiores, en los torrentes económicos mundiales.

El caso del noroeste español representa la frustración de una de esas regiones económicas. Esto supone un coste enorme en términos de progreso. La estructura del noroeste aparece fragmentada, ya que existe un núcleo cantábrico menor, formado por Gijón, Oviedo y León, por un lado; otro atlántico, que incluye La Coruña, Santiago, Vigo y Orense, por otro, y en tercer lugar el luso norteño, que abarca a Oporto y Coimbra.

Su limitación mayor es la insuficiente relación de sus ciudades entre sí y con los centros intermedios de conexión: Ponferrada, Lugo, Braganza, Vilha Real y Braga. Si se quiere abordar la constitución de una econoregión es prioritario el enlace de sus agrupaciones, apoyándose en los centros intermedios que se verán catapultados a la dimensión de ciudades intermedias. De ahí la insistencia por conectar León con Braganza, y Ponferrada con el Cantábrico, con Braganza y con Orense.

Cuando se observa el papel de León y su entorno próximo en esta trama se observará que es la primera entrada a la región noroeste ibérica desde la Península y Europa, y representa el nexo común entre sus partes. Sin embargo, como la mayor parte del presupuesto público de León se gestiona desde Valladolid existen bloqueos para el ensamblaje definitivo de esta econoregión.

miércoles, 16 de enero de 2008

Desconcierto Municipal

El Ayuntamiento de León está siendo la fuente inagotable de noticias de las últimas semanas. La repercusión del follón municipal salpica la política nacional. Se puede afirmar que ya nadie controla las riendas de los acontecimientos, puesto que a todos afectan desfavorablemente, dando un aspecto lamentable a la política a través de los medios de comunicación.

El centro del huracán son el concejal asilvestrado y su gregaria. El edil afirma que el PSOE le ofreció una jubilación dorada a cambio de su retirada de la política, lo que argumenta tras haber acudido a negociar. Por ello se puede deducir que o miente, lo que sería muy grave, o no le dieron lo suficiente, lo que mostraría su catadura. En ambos casos se pone en evidencia que los dos que van por libre son un factor de inestabilidad para las instituciones.

El PP, que mintió en la comisión antitransfuguismo diciendo que los no adscritos habían sido expulsados de su partido, se está metiendo en un berenjenal de alcance desconocido por buscar el poder a cualquier precio. El pacto parece una salida –quizás la única- airosa para el exalcalde de León, pero podría llegar a dañar a su partido profunda y extensamente. Si la corte mediática del PSOE se encargase de lanzar algún escándalo en los próximos meses relacionado con alguno de los promotores de la moción de censura los efectos alcanzarían a Herrera y a Rajoy. Los medios de comunicación del entorno socialista se encargarían de amplificar los daños lo suficiente sin que los afines al PP pudiesen evitarlo.

El PSOE, por su parte, presenta una gestión municipal discreta. No es difícil intuir que programaba realizar una operación de saneamiento financiero en la primera mitad del mandato para concentrar las inversiones en la segunda. De ello y del desigual rendimiento de su equipo se desprende un balance pobre, excesivamente basado en lo que ZP pudiese aportar. A ello se suma ahora la sospecha –que, se confirme o no, ya ha sembrado la duda- del intento de sobornar a un tránsfuga. Ruin bagaje político para un año y medio de alcaldía.

La UPL compone un triste cuadro en el Ayuntamiento. Sin apenas medidas leonesistas que ofrecer, mal liderada y sin programa ha dejado que el PSOE degluta buena parte de su intención de voto. Las elecciones generales confirmaron que el votante leonesista es predominantemente de centro izquierda. Por eso si la UPL no es capaz de diferenciar su mensaje del de los socialistas en León –con Villalba lo tiene mucho más fácil en Valladolid- se verá rápidamente desplazada. En otras palabras, si no están para hacer leonesismo no hay motivos para que les voten.

En cualquier caso tienen que cambiar las cosas para que los leoneses puedan estar orgullosos de su institución municipal, convertida en un lodazal por unos pocos.

martes, 15 de enero de 2008

Desafortunadas Coincidencias

La sentencia de los tribunales acerca de la institución responsable de la gestión de los Parques Nacionales ha abierto un debate muy interesante. Como se sabe, la sentencia confirma a las comunidades autónomas como responsables de la gestión de estos espacios. Gracias a ella ahora conocemos que los criterios de conservación y explotación de estas zonas protegidas no son homogéneos, algo que podía darse por entendido previamente.

El caso de los Picos de Europa ha puesto de manifiesto los distintos intereses territoriales, ya que se trata del único Parque con espacios en tres comunidades autónomas: Castilla y León, Asturias y Cantabria, por este orden de importancia. Los problemas dentro de los tres fragmentos son diferentes, ya que en lado leonés existe un racimo de núcleos de población habitados sin parangón en los otros dos.

La gestión del Parque Nacional que se había llevado a cabo hasta ahora partía de una comisión tripartita en la que el espacio leonés quedaba en desventaja, puesto que cántabros y asturianos pactaban medidas e inversiones según su interés. Debido a esta situación los Picos de Europa leoneses han quedado sistemáticamente en desventaja económica y sujetos a reglas que iban en contra de la sostenibilidad de la población local. La sentencia judicial permite romper esta estrategia de los transcantábricos.

Por lo tanto tras la reivindicación de la Junta de una gestión no colegiada de su parte en el Parque Nacional subyacen, entre otros, motivos de autonomía de gestión y de presupuesto. La gestión de los tres fragmentos por separado supondría separar a priori la asignación económica del estado para ese menester, con lo que se acabaría con la frecuente transferencia de recursos correspondientes al lado leonés hacia Asturias y Cantabria. De ahí que ambas comunidades se opongan. Pero si otras autonomías van a poder gestionar en solitario sus Parques Nacionales no hay ninguna razón para no poder fraccionar éste en tres zonas para su gestión.

Otra discusión de superior calado es la relativa al grave error que se está cometiendo con la transferencia de estas competencias a las autonomías. La protección de los espacios naturales debería seguir criterios objetivos de rango superior al autonómico y alejados de los intereses locales, como la sanidad animal y tantas otras transferencias inadecuadamente transferidas. La gestión de los Parques Nacionales no gana en calidad con su descentralización, sino, más bien, lo contrario. Pero ese es otro debate.

Por otra parte, es paradójica la reclamación de la Junta para individualizar la gestión y evitar las fugas presupuestarias por cuanto en otras ocasiones parece utilizar otra vara de medir: ¿no es la reivindicación leonesa de autonomía una réplica de esta circunstancia?

El Declive de Carrizo

Carrizo de la Ribera hace veinte años era un pueblo con una actividad destacada y un potencial de proyección envidiable. Su ubicación geográfica, como puente entre la capital y una de las riberas más pobladas y prósperas de la Provincia, propiciaba un futuro alentador. Dos decenios después la decadencia ha hecho presa en este núcleo sin que se perciban indicios de reacción.

En estos dos decenios las cabeceras de comarca más destacadas fueron rellenando los espacios vacíos de sus cascos urbanos para aumentar su densidad demográfica y crear así auténticos centros cívicos. Los elementos monumentales más destacables fueron recuperados y embellecidos en un intento por dotar de atractivos lo que antes eran agrupaciones de casas desordenadas y feas. Las áreas de más trajín comercial empezaron a ser peatonalizadas y los tráficos pesados fueron trasladados a rutas cada vez más alejadas del núcleo urbano.

Así hemos visto crecer como pequeñas ciudades Valencia de Don Juan, Santa María del Páramo o Benavides de Órbigo, por poner ejemplos no muy lejanos de Carrizo de la Ribera. Por el contrario, pocas de las acciones citadas podemos observar en Carrizo. La población continúa sumida en el desorden urbanístico. Las zonas más comerciales permanecen como hace décadas. Lo poco que se ha peatonalizado no es lo más visitado. En resumen, Carrizo debe cambiar el paso si quiere volver a ser algo de lo que fue.

La localidad se enfrenta actualmente a dos transformaciones que pueden marcar su trayectoria futura. Por una parte está la recuperación y puesta en valor de su patrimonio monumental más valioso. Los dos elementos más sobresalientes en este aspecto son el monasterio y el puente de hierro. Pese a todo, existe un colectivo en Carrizo que pretende la destrucción del monumental puente. Si la construcción singular más visible de la población es destruida ésta perderá una oportunidad más para atraer visitantes o para crear, por ejemplo, un paseo romántico aprovechando la ribera fluvial.

La otra clave es la circunvalación. Carrizo ha perdido capacidad de atracción frente a otros núcleos como Benavides de Órbigo. Su mercado se reduce ya a aquellas poblaciones ubicadas en el curso superior del río. Dichas entidades se encuentran en un preocupante proceso de depauperación provocado en buena medida por su pésima comunicación, condicionada por la obligada travesía de Carrizo. No obstante, una parte de este pueblo se opone a la circunvalación.

La Junta debería velar activamente por toda la comarca. Las citadas cuestiones -puente y circunvalación- tocan aspectos, como la ordenación territorial y la preservación del patrimonio, cuyas repercusiones desbordan los límites municipales de Carrizo. La Junta ha de asumir más protagonismo en este conflicto.

lunes, 14 de enero de 2008

Perversas Prejubilaciones

La pasada semana Caja España, una entidad que se había resistido hasta el momento a recurrir a las prejubilaciones como herramienta para ganar rentabilidad, hizo público un plan para hacer llegar esta medida a unos doscientos cincuenta empleados. La corriente general en la banca, que empuja a deshacerse de cualquier trabajador que ronde o supere los 52 años, había llevado a la empresa leonesa a acumular un desfase en la ratio de eficiencia que ha hecho aconsejable su corrección.

La lectura de esta noticia, una de las más importantes de la semana, produce reflexiones contrapuestas. Por una parte hay que felicitar a Lagartos y su equipo por tomar una medida valiente, nunca fácil, pero necesaria en un entorno laboral muy competitivo. Por la otra, se manifiesta la rabia por ser incapaces de resistirse a la expulsión anticipada de trabajadores del mercado laboral.

Si examinamos las prejubilaciones registradas en los últimos años encontraremos dos tipos. Por un lado están las que han tenido lugar en empresas con dificultades o que deben adecuarse a las tendencias del mercado. En estos casos se utiliza la medida como recurso para aligerar los gastos e intentar así, o salvar el centro de producción, o rescatar la eficiencia perdida. Por esta razón parece justificado asumir tal coste social. En el otro extremo están las empresas que hacen uso de la prejubilación con el único fin de acrecentar sus ya abultados beneficios. En estos casos cabe preguntarse si no se trata de una medida que debiera ser sometida a condiciones más estrictas.

Las prejubilaciones producen costes directos (indemnizaciones, mensualidades) que son asumidas en algunos casos por la propia empresa. En otras ocasiones son soportados parcialmente por el erario público. Existen además otros costes indirectos, como los relativos a retirar profesionales perfectamente formados y hábiles de la economía productiva, y arrumbarlos hacia una jubilación que será anticipada y onerosa para las arcas públicas. Por esta razón las prejubilaciones debieran ser objeto de mayores restricciones por parte de ese estado del que todos formamos parte.

En consecuencia, el caso de las prejubilaciones de Caja España no merece crítica alguna, pero es un síntoma de otras cosas. Lo que resulta relevante es que una empresa rentable se vea obligada a recurrir a las prejubilaciones obligada por las condiciones de mercado; condiciones impuestas por otras entidades socialmente poco comprometidas. Deducimos así que se está permitiendo que la falta de escrúpulos de algunos imponga una ley no escrita en la que todos, a partir de los 52 años, quedamos excluidos de la economía productiva. ¿Se puede permitir una descapitalización intelectual como ésta un país con los problemas de baja productividad de España?

sábado, 12 de enero de 2008

Economía Empresarial e Instituciones

El tejido empresarial local es mucho más denso de lo que una mayoría de los leoneses creen. Es su falta de notoriedad, la debilidad de sus marcas, lo que provoca el despiste de la mayoría. Se trata de un entramado densísimo –mucho más que el de Burgos o Valladolid- de pequeñas y medianas empresas cuya tendencia general desde la apertura de las últimas autovías es el crecimiento. Actualmente soporta unos ciento treinta y cinco mil empleos de la masa provincial –casi el ochenta por ciento-. De ello se deduce que León tiene una estructura económica mucho menos dependiente de los fondos públicos que Valladolid y con menos participación de las grandes empresas que Burgos y Valladolid. Esto debería servir para que nos hagamos un primer planteamiento: León necesita una política industrial adecuada a sus peculiaridades.

En esa línea habíamos expuesto en una columna anterior lo conveniente que sería acercar los instrumentos de capital-riesgo a este cúmulo de empresas. Otro de los aspectos a potenciar es la creación de marcas poderosas. En ese sentido la potenciación de las denominaciones de origen puede ser una solución intermedia, pero insuficiente. Hace falta mostrar a las PYMES la importancia de fijar sus mercados en torno a marcas identificables. El papel de la Diputación, siempre comprometida con el hecho singular leonés, y de la Junta, que debe aprender a reconocerlo, son cruciales para fomentar un despegue en el que las pequeñas empresas pasen a ser medianas, y las medianas, grandes.

La mejora técnica y tecnológica de estas empresas sería otra línea de trabajo fundamental para contribuir a mejorar su productividad, y la calidad de sus productos y servicios. En este campo, como en el de la innovación, la Universidad de León debería tener un protagonismo que hoy no tiene. Con este propósito se han manifestado últimamente el rector y el alcalde de la ciudad.

Más concretamente, la transferencia de resultados de la investigación en los campus leoneses a los mercados debería convertirse en una prioridad. Es evidente que no existe experiencia en este tema. Igualmente se puede argumentar que los ritmos de esfuerzo de la universidad y de la economía real son diferentes. No obstante es oportuno y posible. Empresas, políticos e instituciones deben ponerse manos a la obra con grandes dosis de paciencia, respeto, algo de sacrificio y mucha perseverancia. La Universidad no puede seguir siendo un reducto casi al margen de las fuerzas del cambio la social.

2005 ha de ser el año de los polígonos de Cubillos, Onzonilla y Villadangos, así como del Parque Tecnológico. Necesitamos incorporar la Universidad para que esa expansión suponga, además, un cambio cualitativo en los diferentes sectores productivos de León en el nuevo año.

Aeródromo Gafado

Las alarmantes noticias sobre el cese de actividad de la compañía Lagun Air han suscitado acaloradas reacciones desde distintos sectores. Por esta razón conviene hacer una llamada a la calma y a la racionalidad a quienes han de actuar en consecuencia. Las emociones son poco aconsejables para elaborar estrategias acertadas.

Lagun Air comunica el cese de su actividad, no su traslado a otro aeropuerto, a pesar de las invitaciones que ha recibido para hacerlo. De ello que se colige que sus directivos han concluido que no es viable. Las causas son, probablemente, las mismas que obligaron a Air Madrid recientemente a seguir idéntico camino y parecidas a las que demoraron el desarrollo de Span Air y Air Europa hasta su entrada en el Puente Aéreo Madrid-Barcelona. El problema subyacente es que Iberia actúa de forma dominante con la permisividad gubernamental necesaria.

Hay que recordar que Air Nostrum, su filial de vuelos regionales, bajó los precios y mejoró los horarios cuando llegó Lagun Air a León, pese a haber asegurado poco antes que tal cosa era imposible. Iberia ha operado en pérdidas hasta hacer desistir a su competidor y probablemente lo hará con cualquier otro que aparezca. Durante ese tiempo se ha empujado la expansión de la demanda de viajes a Madrid y Barcelona, únicos destinos que realmente concitaban pasaje en cifras estimables. Ahora Iberia, la espectadora feliz, recogerá los frutos de ese esfuerzo, que nunca hubiese hecho por sí misma.

El papel de las instituciones leonesas podría ser el de negociar con el monopolista el mantenimiento y mejora de los horarios, la pernoctación de los aviones, así como el aumento de pasajes disponibles, ya que de lo contrario se quedarán pasajeros en tierra en más de una ocasión. Esto último provocaría un indeseable descenso en la actividad del aeródromo. La potenciación como base alternativa de Easy Jet o de cualquier otra línea de bajo coste podría suponer una línea de trabajo complementaria.

Por otra parte, hemos comprobado que de la Junta -que sólo tiene ojos para el aeropuerto de Valladolid- nada se puede esperar. ¿Se pronunciará el PP de León al respecto?

Una última prioridad, imprescindible para la buena marcha del aeropuerto, es el cese o traslado de la peor herencia de Álvarez Cascos: JulioEstévez, el director del aeropuerto. Su fulminante e inexplicado traslado desde el aeropuerto de Vigo no auguraba nada bueno. Entre sus méritos está no poder recibir a los representantes de Lagun Air mientras se tomaba un cafelito con personal de Iberia. El descuido de mangas de viento y accesos, denunciados desde esta columna, su repetidas ausencias o la pasividad escandalosa nos hacen añorar a su predecesor. Queda en manos del PSOE leonés hacer algo para que se rellene eficazmente ese vacío.

viernes, 11 de enero de 2008

Jornadas Técnicas León-Braganza

La Asociación Española de Amigos de Portugal en León continúa en sus acciones de acercamiento al país vecino. En esta ocasión el colectivo aborda las comunicaciones de León con Portugal a través de su capital más cercana: Braganza. Hay que congratularse de ello puesto que se trata de un objetivo estratégico para la Provincia de León

Para analizar las posibilidades que ofrecería una conexión por vía rápida entre las dos capitales se ha convocado a estas jornadas a personas de las áreas política, comercial y técnica. De la primera estarán todos los actores directamente implicados en ámbito municipal: los alcaldes de La Bañeza, ciudad organizadora, Santa María del Páramo, Puebla de Sanabria y Braganza. Se echa de menos la presencia de León, principal beneficiaria de esta conexión. También de la Diputación leonesa, de la zamorana y de la Junta de Castilla y León, para las que debería figurar entre sus prioridades.

En el área comercial se contará con representantes de

jueves, 10 de enero de 2008

Concentración Municipal

La Diputación de León comienza a impulsar uno de los procesos institucionales más relevantes que haya vivido esta Provincia en decenios. Sus gestiones persiguen que los ayuntamientos de menos población se agreguen para formar entidades que recuperen el margen de maniobra. Se da el caso de que hay unidades municipales que, por su escasa dimensión, carecen de los recursos más elementales para sostener incluso la vida institucional.

Haciendo un poco de historia, cuando el gobierno impuso la constitución de las corporaciones municipales en el Siglo XIX hubo distinta receptividad ante la nueva medida. Existen lugares como la Tierra de Campos donde muchas entidades de población asumieron su elección como algo propio. En otras zonas, como León, fue impuesto en buena parte de las poblaciones, por lo que fueron comunes los ayuntamientos que reunieron muchas pedanías, auténticos protagonistas de la vida local hasta entonces. De ahí parten las desigualdades que hoy conocemos.

El deterioro del desempeño de las competencias municipales viene de bastante tiempo atrás por lo que la iniciativa del equipo de García Prieto ha sido acertada e imprescindible. Parece que las actuaciones pretenden ir en dos direcciones: la primera sería la de reunir habitantes hasta alcanzar un tamaño mínimo, incluso hasta abarcar toda una comarca tradicional; la segunda iría en el sentido de potenciar las juntas vecinales que estén operativas, dotándolas de los instrumentos de gestión que eviten su degradación en taifas sin control.

Si el movimiento culmina con éxito podemos asistir al nacimiento de una estructura institucional mucho más ordenada y eficaz. Además, ésta podría ser razonablemente respetuosa con el espíritu concejil que caracteriza el sistema de ocupación del territorio cisastur. Si se avanza hacia un modelo similar al lacianiego, con un Ayuntamiento de Babia, otro de Omaña, uno del Selmo, de Riaño o de Valcárcel emprenderemos el camino para recuperar municipios con recursos suficientes para intervenir en sus demarcaciones.

Habrá observado el lector que se han hecho referencia a comarcas del arco montañoso. Esto se debe a que, si agudo es el despoblamiento en la Provincia, lo es más en estas zonas. Por añadidura es ahí donde los posibles límites de la agregación municipal están más claros que en ninguna otra parte por la orografía y las comunicaciones.

La descapitalización humana a que se ha visto sometido el campo leonés va a provocar posturas numantinas contra esta concentración. Es en la potenciación de lo comunal donde ha de encontrarse las compensaciones que permitan remover obstáculos allá donde se encuentren. Si se logra concluir esta reforma León puede afrontar el futuro de sus comarcas con mejores garantías que las que cuenta en la actualidad.

martes, 8 de enero de 2008

Empacho Vial

La difusión del Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte (PEIT) ha puesto de manifiesto otra vez la escasa talla del ruedo político para evaluar las necesidades de León. Paradójicamente nuestros representantes se inflan utilizando la palabra “estratégico” para demostrar segundos después que sus declaraciones adolecen de toda visión global, de objetivos generales y de la imprescindible priorización, que se traduce en plazos razonados. En otras palabras, se hace gala de una estrategia, que no existe en los planteamientos. La broma de la autovía paralela a la autopista del Huerna, que se comenta estos días, es un capítulo más de este recurrente problema.

León, por su posición geográfica, está destinado a actuar como nexo de los grandes núcleos urbanos del noroeste. Asumir esto resulta imprescindible para empujar eficazmente toda la zona, que acumuló un retraso notable en los últimos veinte años. Según desentrañan algunos especialistas, como Omahe o Porter, las zonas de crecimiento económico destacado necesitan, entre otras condiciones, una cifra de población mínima -unos cuatro millones de habitantes en nuestro actual nivel de renta e industrialización-, una cierta proximidad entre sus urbes y fuertes interconexiones entre ellas. Esas premisas, que Castilla y León no puede cumplir, se podrían reunir en el área formada por las regiones de Galicia, Asturias y León, y, más periféricamente, las ciudades de Valladolid, Oporto y Braga.

Para lograr ese objetivo es preferente completar la red interna de autovías. Por ello la inclusión de la Ponferrada-Orense en el PEIT es un acierto. Sin embargo el despiste de los que defienden la autovía a Asturias –y no hablo de los alcaldes afectados, que están en su papel- no tiene explicación. Acaso se podría justificar el desdoblamiento hasta La Robla y, desde ahí, un ramal hasta La Magdalena. Hacer más sería un derroche sin justificación. La mejora parcial del trazado de la autopista o una rebaja del peaje en la zona interprovincial serían medidas complementarias certeras.

Por otra parte, el PEIT sigue sin abordar la imprescindible conexión entre la Nacional VI y Braganza por La Bañeza. La garbanzada asfáltica de nuestros prohombres les impide intuir que sólo así puede romperse el “efecto frontera” que sufre todo el suroeste cisastur, auténtico baldón también para el despegue de las otras provincias occidentales. Por último, hay que insistir en que se echa de menos la actividad en torno a la autovía Benavente-Salamanca, cuyos tráficos tanto pueden aportar al desarrollo. Para imaginarnos lo que puede llegar a ser la Ruta de la Plata podemos comparar con la proyección de la autovía a Burgos, que de la nada se ha convertido en la principal ruta de tráfico pesado de la Red Autonómica.

lunes, 7 de enero de 2008

Empleo y Empresa

Son muchas las valoraciones que escuchamos sobre la economía leonesa. Recientemente me decían que se llega a hacer terrorismo informativo con esta cuestión debido a que los titulares que destacan los medios de comunicación no dan respiro a los optimistas.

Nadie duda que no tengan su parte de razón, pero lo cierto es que la prensa no está reflejando una imagen de la economía leonesa fiel a la realidad. Faltan afirmaciones ponderadas, basadas en datos, en informes fiables y no en la última ocurrencia del portavoz de turno. Por su parte los partidos políticos no contribuyen a esclarecer cuál es la coyuntura actual. Cuando acudimos a los datos de afiliación a la seguridad social, por ejemplo, se puede ver lo negativo, lo positivo e, incluso, relativizarlos. En cambio, en León casi todo parece estar siempre mal para los que dictan las noticias de cabecera.

En varias ocasiones he afirmado que la economía leonesa superó la caída libre en 1999. A partir de 2000 ha remontado en número de empleos. Cierto es que no marcha al ritmo del núcleo formado por Almería, Málaga, Murcia, Alicante, Granada, Cádiz y Sevilla, pero ¿cuántos espacios en Europa van a ese ritmo? Muy pocos. ¿Puede servir esa zona como referencia para la nuestra, que acaba de salir de una crisis profunda? No.

¿A qué ritmo crece entonces el mercado laboral en León? El ocho y medio por ciento en los últimos cinco años. Hemos pasado de uno de los tres últimos puestos provinciales al cuadragésimoprimero. Viniendo de una destrucción masiva de empleo se trata de un buen dato.

¿Por qué no crece más rápido el empleo en León? Porque dos sectores, que son la minería y el empleo agrario, han destruido más de cuatro mil empleos en cinco años, y eso hay que compensarlo. Además, la cifra de trabajadores autónomos sufrió un estancamiento en este quinquenio y creció por debajo de lo que es normal.

Entonces, ¿por qué el empleo en León está aumentando? Porque los datos de los afiliados al régimen general -que son las tres cuartas partes del total- nos indican que León está en expansión. Su incremento supera en un punto la media del país en el último lustro, situándonos en el puesto vigésimocuarto de España. Esto significa que las empresas leonesas, pese a Antibióticos, pese a Enervisa o pese a Rofer aumentan su número de empleados de forma notable y continuada. Ese clima lo corrobora el valioso “barómetro industrial LEÓN 50” elaborado por el profesor Lago, Pacho y Álvarez, que debería consultar más de un cenizo.

Por último, dado que quedan pocos puestos de trabajo que perder en la minería y en la agricultura, y que la generación de trabajadores autónomos se ha recuperado, podemos predecir una aceleración del empleo en León los próximos años. La cuestión ahora es cómo aprovecharlo.

Antipromoción Turística

Como cada año, la Feria Internacional de Turismo de Madrid se alza como principal cita del sector en España y como una de las primeras de Europa. En ella están presentes los operadores de ese mercado que tienen o pretenden tener algo que decir.

Para León el sector turístico es un recurso esencial de su desarrollo, tal y como han acordado instituciones públicas y privadas los últimos años. De hecho se piensa que ha de ser uno de los dos apoyos principales para el crecimiento de esta provincia a corto plazo. Con tal premisa cabría pensar en la existencia de una estrategia convenida entre todos los agentes políticos y sociales para dar sustentación a ese negocio creciente. Un comercio que se encuentra lejos de su máxima dimensión y aprovechamiento. Se hace así necesaria una planificación que, superando las diferencias, fije objetivos más allá del horizonte de dos o tres periodos electorales, mediante la adquisición de compromisos a largo plazo.

Por contra, casi nada de lo que parece lógico está siendo aplicado por las instituciones. La práctica ausencia de León en FITUR evidencia una dejadez extraordinaria y viene a demostrar que tenemos políticos que se pierden entre el humo de otros asuntos apenas relevantes. Ni la Junta, ni la Diputación, ni el Ayuntamiento de León han estado a la altura de las circunstancias.

De la Junta cabe esperar poco a priori, pero la disposición de un mostradorín, casi ventanilla, para representar a toda la provincia parece una broma. Además, presentar todo el territorio autonómico sin diferenciación de la oferta es absurdo por la heterogeneidad y la escasa relación. Lamentablemente se trata de otra muestra más de la cutrez y el desnorte que acompaña la operativa promocional de esa institución.

De la inexplicable marcha atrás de la Diputación en esta feria debería rendir cuentas ante los leoneses. El turismo es el único potencial que está presente en cada una de las comarcas leonesas. Si la Diputación abdica de la divulgación de los atractivos del país ¿qué le quedará a Babia o a Valcárcel?

Por su parte la ausencia del Ayuntamiento de León es responsabilidad de quien debió preparar este certamen meses antes. ¿En qué estaban pensando cuando había que comprometer espacio, diseñar la campaña o encargar el puesto para la Feria? ¿Es que sobran los turistas en León después de la reciente multiplicación de las plazas hoteleras en la capital?

Capítulo aparte merece el Consejo Comarcal de El Bierzo, que sigue una línea de actuación lógica y que ha demostrado estar, con menos medios, por encima de administraciones de más fuste. Sirva de modelo a imitar su constancia, la continuidad de sus lemas o su afinada acción para crear la imagen de marca “Bierzo”, un acierto que empieza ya a dar sus frutos.

sábado, 5 de enero de 2008

ZP, Ibarreche y León

La pasada semana hemos tenido la oportunidad de disfrutar de uno de los debates más vibrantes que ha albergado el Congreso de los Diputados. Pese a las actitudes más cerriles, el Plan Ibarreche fue sometido al trámite parlamentario, tal y como establece la ley. El resultado ofrece múltiples y novedosas lecturas. Una de ellas es que hemos descubierto a dos excelentes polemistas en Rubalcaba y Rajoy, algo que se echaba de menos en una cámara sometida frecuentemente a la atonía y a la mediocridad oratoria.

Otra inevitable lectura proviene de la mención del Presidente del Gobierno a León en igualdad con otras regiones. En un discurso en el que el contenido parecía preparado y supervisado, por la enorme importancia del tema a tratar, la aparición del nombre de nuestra región histórica junto a otras adquiere un significado novedoso. Sea cual sea el mismo, es evidente que León escapa en alguna medida –no sabemos en cuanta- del ostracismo al que Suárez, González y Aznar lo habían condenado.

Las reacciones en la Junta denotaron cierto nerviosismo por una firmeza innecesaria, que nadie había reclamado. Aunque la fragmentación de la información que realiza el Ente mantiene a la población no leonesa ajena a las tensiones que aquí persisten, la contestación general es cada vez mayor y más matizada.

Como bien argumentó Lasagabáster en el debate, se está produciendo un relevo generacional en los puestos de decisión, lo que induce un profundo cambio de mentalidad a la hora de plantear la resolución de los conflictos territoriales. Así para alguien de cuarenta años es fácil de entender que se plantee una negociación del estatuto vasco, al contrario que para muchas personas de sesenta. Sin embargo los pueblos son en cada momento lo que las generaciones que los gobiernan quieren que sean. En las últimas elecciones una nueva generación ha tomado las riendas de buena parte del país, y eso se notará en las formas y en el fondo.

Lo mismo ha sucedido en León. Por eso, cuando la generación entrante revisa el inventario de lo que han dejado los últimos veinte años en esta provincia y su región asume que las cosas han de cambiar. Estamos en la única Autonomía cuestionada internamente por sus ciudadanos. Sufrimos una Comunidad irrelevante en el concierto nacional. No se conoce una sola razón objetiva y medible, un solo parámetro que justifique que la región histórica leonesa continúe en la misma situación. Las cosas le han ido muy mal en este marco autonómico.

Por eso el discurso de ZP poniendo en igualdad a vascos y leoneses reclama que el papel de León tiene que cambiar. Eso no implica necesariamente un nuevo mapa autonómico, pero por fin se acepta que la situación actual, tal como reconocen en privado dirigentes del PP y del PSOE, ha de ser modificada.

viernes, 4 de enero de 2008

Otro Escenario Aeronáutico

La semana pasada se ha producido el desenlace de la situación de incertidumbre que el fin de las operaciones de la empresa Lagun Air había originado en el Aeropuerto de La Virgen del Camino. Visto con algo de distancia, el trance no ha podido ser más útil para evidenciar la toma de posiciones de cada una de las partes. Estas dos semanas nos han dado nuevas claves para valorar el papel de cada uno de los agentes involucrados en este proceso.

El nuevo director del aeropuerto, Rafael Escobar, ha comentado con acierto que la crisis de una compañía no es la crisis del aeródromo y que deben ser los leoneses los que definan la viabilidad de esa infraestructura con su uso. No es menos cierto que a partir de ahora los dos operadores en el mismo deberían competir en estricta igualdad. Ni el Aeropuerto de La Virgen del Camino es el de Barajas, ni aquí tenemos cientos de vuelos. En función de eso no se debe perder el contacto personal en la resolución de las múltiples cuestiones que surgen en la rutina diaria. Los reglamentos están para ordenar situaciones complejas, no para entorpecer el desenvolvimiento de un operador o de un aeropuerto con seis despegues y seis aterrizajes a lo sumo. Por eso superar la herencia incalificable de su predecesor tiene algo de reto y puede ser un hándicap para Escobar, pero no una dificultad. Para ello cuenta con la mano tendida del consorcio y de los leoneses, como siempre la tuvieron los otros directores.

Los empresarios locales que han optado por entrar en el negocio aéreo merecen una felicitación y unas palabras de ánimo por el riesgo que asumen, seguramente, a instancias de otros. Es una actividad nueva para ellos y radicalmente diferente de la realizada hasta ahora por sus empresas. Parten con elementos muy positivos, como una plantilla formada y papeles en regla, así como el contrato con el Consorcio, lo que da operatividad inmediata al nuevo proyecto. Los datos del rendimiento de las rutas ofrecidas hasta ahora también permitirán una rápida toma de decisiones.

Sin embargo la catadura del competidor asusta. Iberia, a través de su brazo de vuelos regionales, Air Nostrum, acaba de amenazar con abandonar los vuelos desde Parayas, en Santander, por la implantación en el mismo de Easy Jet, uno de los competidores de bajo coste que más daño le hacen. Actuaciones como ésta o la subida de las tarifas desde León tras desaparecer los vuelos de Lagun Air confirman que los abusos de su posición dominante son frecuentes en la compañía valenciana.

Por esta razón el nuevo equipo empresarial debería escoger una estrategia de precios bajos, que impidan la posibilidad de un diferencial grande con los de Air Nostrum, al menos de entrada. De lo contrario será muy difícil la supervivencia de la compañía ahora leonesa.

jueves, 3 de enero de 2008

Un 2008 Excitante

Merece la pena, más que hacer balance, valorar el año entrante; especial por las oportunidades e incertidumbres que acumula para León.

En su comienzo concluye la legislatura de Zapatero y, dado que objetivamente se ha ocupado de León como ningún otro presidente hasta ahora, el resultado de las elecciones generales es de singular interés. Si Zapatero gana cabrán nuevas visitas del jefe del Gobierno de España, consejos de ministros, proyectos de ámbito nacional y una presencia mediática cisastur notable. El pacto de gobierno en el Ayuntamiento capitalino proporcionaría un tinte leonesista en las medidas que se adoptasen. De UPL dependerá explotar esa oportunidad.

De otro lado, aparecen instituciones que poco aportan y mucho restan a los leoneses. Es el caso de la Junta: una suerte de gestoría que ignora los temas clave de León. La Junta obvia intereses fundamentales de los leoneses, como los territoriales (puerto de Pinos, pronunciamientos sobre la asturianidad de Picos de Europa, la galleguidad del Bierzo, la castellanidad de León, …), los productivos (desarrollo del parque tecnológico, defensa del sector lechero, política industrial en la provincia, …), los de reparto territorial (asignaciones del Parque Nacional de Picos de Europa, NUTS-2 del País Leonés , adicionalidad de los fondos del carbón…), de patrimonio y cultura (abandono de San Miguel de Escalada y del conjunto de Grajal de Campos, recorte de ayudas a la programación escénica, …), los de infraestructuras (vías rápidas León-Braganza y Braganza-La Espina, conexiones con Asturias, desarrollo del aeropuerto de León, …), los educativos (exclusión de la cultura de León en las aulas, política de concentración escolar, … ) o los sanitarios (carencia de cirugía torácica, hipertrofia de hospitalización concertada y barata, obras interminables, escasez de personal, falta de hospitales comarcales…).

Sin nada que contrapese los efectos de esa abulia autonómica, León volvería al declive. El PP local continúa en la irrelevancia para sus jefes y es poco reivindicativo. La UPL tendría que hacer en Valladolid algo más efectivo.

En otro orden, será menos previsible la evolución de la economía por el parón del mercado de la vivienda. Probablemente el ascenso de la actividad industrial -acompañando a la exportación- y el descenso de las importaciones -por la bajada del consumo- van a transformar el modelo de crecimiento español. Su incidencia en León dependerá de que su economía conecte con el torrente general. El papel de Zapatero como impulsor, y el del leonesismo como guía serían cruciales en ese trance.

Por último, el alto precio de los alimentos afectará negativamente a Europa. Sin embargo en León puede propiciar un renacimiento de la actividad agraria, empujada por los regadíos nuevos y los renovados.

Mentiras Arriesgadas

La Fundación Villalar, ahora rebautizada “Villalar-Castilla y León”, viene siendo una fuente de escándalo desde su nacimiento. Dicha entidad no encuentra acomodo en la normalidad institucional. Creada, según dicen, con el fin de fomentar el sentimiento de pertenencia a esta Autonomía, tal Fundación en realidad no habría visto la luz de no persistir el deseo de los leoneses de ver reconocida su peculiaridad. No existe réplica en ninguna otra comunidad, ya que los ciudadanos, aunque carezcan allí de sentimiento de pertenencia, no cuestionan la legitimidad institucional o su territorialidad.

La constatación pública de que en el proceso autonómico se obvió la voluntad de los ciudadanos leoneses, y de que numerosos concejales fueron víctimas de coacciones para cambiar el sentido de su voto, fundamentó el repudio de la población. Una Autonomía nacida a la sombra de prácticas tan indecorosas no seduce a sus habitantes como para que indaguen en busca de nexos.

Además, aunque la Junta no ha dejado de buscar, lo cierto es que no ha encontrado nada que singularice esta Comunidad Autónoma respecto al resto de España. En consecuencia parece haber adoptado la decisión de crear la susodicha Fundación con el fin de inventarlo. Entre sus actividades la nueva entidad cuenta la creación de una página web trufada de mentiras históricas y plena de manipulaciones del lenguaje. El dislate cibernético pone en evidencia que se pretende anular el papel histórico de la Región Leonesa.

La Plataforma Regional Pro-identidad Leonesa tomó cartas en el asunto la semana pasada acogiéndose al ejercicio del derecho de rectificación. Tras una exposición concienzuda de los errores de la página en cuestión en su sección de “historia”, solicitaron su corrección y propusieron textos alternativos razonados. De su redacción se deducía que, de no realizarse una rectificación adecuada, podrían iniciarse acciones legales contra la Fundación. Dicha iniciativa supone una compromiso loable por parte de particulares, que ponen sus propios recursos al servicio de todos.

Tres días después de la denuncia la sección de historia había desaparecido de la red. Queda el resto del pasquín, donde, por ejemplo, se cita con el título “orígenes de Castilla” el Camino de Santiago. La cosa tiene bemoles porque dicha ruta fue creada, fomentada, protegida y desarrollada primordialmente por los Reyes de León.

Resulta lamentable que la Junta se haya enfangado en ese albañal propagandístico y que, a su vez, salpique a un grupo de patronos que, seguramente, no pretendían con su participación más que apoyar una iniciativa que entendían bien intencionada. Esperemos que los afectados actúen en consecuencia después del insólito espectáculo protagonizado por la Fundación y sus asesores.