viernes, 31 de agosto de 2007

León y los Vacceos

Hace semanas tenía lugar en Cea una exposición y una serie de actos sobre los vacceos. Éstos constituían uno de los pueblos que los romanos encontraron al llegar a la Península Ibérica junto con muchos otros, como los ástures o los cántabros. El ciclo resultó de especial interés por cuanto los estudios sobre las etnias prerromanas peninsulares son incompletos y escasos.
La colaboración financiera de Caja España sirvió para que el Instituto de Estudios Vacceos “Federico de Wattenberg”, de la Universidad de Valladolid, trajese algunas de las mejores piezas arqueológicas a la sala habilitada para la ocasión. La publicación de un libro y la conferencia de un especialista completaron la parte más técnica y enjundiosa de los actos.
Tras este primer paso se pretende la excavación de algunos castros en torno a Cea y su puesta en valor. En consecuencia, la iniciativa intenta reunir la recuperación de los orígenes con su conocimiento y explotación como un atractivo añadido a los que la zona cuenta. Por lo tanto, se plantea la creación de actividad económica apoyándose en una actividad cultural.
La idea, excelente, se añade a otras de intención similar, como el simposio sobre Alfonso VI en Sahagún, que se desarrolla desde hace pocos años. De hecho muestra un camino para valorizar recursos locales y movilizar a la población en pos de objetivos comunes.
En contraposición, las tesis expuestas por el Instituto de Estudios Vacceos presentan algunas inconsistencias que se resolverán en los próximos años. Por ejemplo, se sostiene que el castro de Cea y algunos otros cercanos son vacceos, pero no se argumenta por qué en la publicación realizada para la ocasión: “En los Límites de la Región Vaccea”. Esto puede ser así, pero hay que demostrarlo.
Además queda la impresión de que los técnicos consideran que la región vaccea es un área definida por ciertas técnicas de trabajo del barro y no por una etnia. Sin embargo las fuentes documentales parecen indicar que existían características diferenciales entre este colectivo y otros en sus formas de organización colectiva. Dado que otros técnicos, como Martín Almagro, opinan que los rasgos de la vida comunal pervivientes actualmente en los pueblos de Iberia se podrían remontar hasta el final de la Edad de Bronce, la tesis del Instituto es discutible. Se constata que todos los núcleos de la zona han mantenido sus rasgos de comunalidad, cosa que no se produce en la Tierra de Campos, hábitat donde se asentaba la cultura vaccea.
Pese a lo expuesto, la iniciativa es loable y tanto el Instituto como la Caja merecen una felicitación. Queda para la curiosidad si en la Universidad de León alguien recogerá el ejemplo y acometerá trabajos similares, sistemáticos y bien divulgados, sobre el vasto y escasamente explorado territorio ástur de León.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Mancomunidad de Territorios

La reforma estatutaria emprendida por los dos grandes partidos de esta autonomía es un caso singular. El proceso, que ha comenzado con el pacto de ambos para trabajar sobre un borrador, se mueve en la indefinición.
El que la reforma nazca de una reacción de los políticos para no ser menos que los de otras comunidades parece determinar el curso de los acontecimientos. A diferencia de otras autonomías, donde se abrió el proceso por iniciativa propia, se carece de ideas-fuerza para acometer los primeros trabajos, lo que pone en tela de juicio su necesidad.
Si se ha de acometer una modificación del documento fundacional de este ente autónomo parece lógico que se hiciese sobre la base de corregir carencias del anterior. Por eso es necesario analizar cuáles son los principales fallos de la redacción en vigor.
Se debería recordar que la Junta de Castilla y León nace como producto de los pactos entre partidos, a su medida y lejos de la voluntad popular. Por esta razón el estatuto reformado debería subsanar tan notable fallo reflejando la realidad social de la comunidad en la actualidad, que es, además, distinta de la de 1983.
En la medida en que eso se logre se debería incluir una referencia a la peculiaridad cultural de León, el territorio más definido de la comunidad. En referencia a Castilla es conveniente asumir que carece de uniformidad. Poco tiene que ver culturalmente el tercio norte de Burgos con Ávila, por ejemplo. Por eso los analistas estatutarios deberían proponer un planteamiento de territorio abierto en lo cultural.
El debate sobre la historicidad de la comunidad autónoma es otra muestra más de las debilidades y complejos con que las dos fuerzas mayoritarias afrontan la reforma. Esta autonomía podría definirse con carácter propio y, ausentes los mimetismos, iniciar un camino nuevo, diferenciado del resto de las que abordan la reforma estatutaria.
La Junta no necesita administrar una “comunidad histórica”, algo cuyo alcance político se desconoce, pero que se devalúa más cada día. Se podría definir la autonomía como una red multipolar de poblaciones basada en la multiculturalidad y en la apertura. Cuando la Junta insiste tanto en el papel de León y Castilla como intercambiadores entre regiones –hasta en los textos escolares- es momento de pasar a la práctica.
El crecimiento de la autonomía como una sociedad poliédrica nos acercaría, a otra escala, a modelos como el suizo o el australiano, novedosos en una maraña autonómica plagada de seguidismos y de referencias al medievo y a pueblos inexistentes.
En definitiva, la reforma estatutaria debería de acometerse bajo la premisa de crear un camino propio para una comunidad diferente. Sólo así el estatuto podrá reconciliar su redacción con la sociedad a la que se presume que representa.

martes, 28 de agosto de 2007

Congreso Decisivo

El congreso celebrado por la UPL este fin de semana era importante para definir el futuro mapa político de León. Un resultado que implicase división o crisis arrumbaba a esta formación hacia el desastre electoral, lo que tornaría la provincia en un probable bipartidismo.
La convención ha tenido unos prolegómenos no exentos de tensiones. El paso de un sistema asambleario a otro por compromisarios, propuesto por Pardo, fue contestado por Otero y Herrero tras ser aprobado en el comité ejecutivo. La medida se ha mostrado un éxito a la postre.
Parece ser que desde determinados círculos se pretendía la exclusión de los candidatos de Conceyu Xoven. Quienes lo pretendían no consiguieron finalmente su objetivo y este dato es relevante. Su interpretación nos puede ayudar a comprender la correlación de fuerzas dentro del partido leonesista.
Los miembros de la asociación juvenil vienen presentando candidatos en los congresos de la UPL en cada convocatoria. En el caso de los más mayores se trata de militantes de entre veinte y treinta años, que han ido experimentando los avatares de la carrera política de su partido a la par que desarrollaban un ideario leonesista cada vez más consistente.
Nos encontramos, por tanto, ante un grupo de jóvenes, aunque no tan jóvenes, con formación universitaria en varios casos; una militancia formada, y curtida en el debate y la negociación en las instituciones educativas. En consecuencia, nada que ver con los chavales de hace diez años.
En ese marco, aunque en una situación de minoría, acudía el grupo joven al congreso. Conceyu presentaba más o menos los mismos candidatos que en otras ocasiones. El resultado muestra que sus miembros han sido refrendados por más votos que los reunidos por los de su propia formación.
Así, quienes aspiraban a la exclusión de Conceyu han visto reforzarse, en cambio, su papel y legitimar sus propuestas, puesto que su mensaje concita un apoyo envidiable en el conjunto de la militancia.
Por otra parte, el éxito en la convención viene a reconocer la labor de este colectivo que, ya guste o no, es intensa, coherente, razonada y cada vez más madura. El plan de infraestructuras, la propuesta de elección de compromisarios, la iniciativa de creación del Consejo General del Reino de León o la entrada en Zamora y Salamanca a través de pactos y comités propios son maniobras de una agrupación curtida, alejada ya de aquel grupo de chicos radicales de los años 90.
La UPL ha salido más fuerte porque ha reforzado su núcleo ideológico y se renueva convirtiéndose en un partido de propuestas, más que de personas. Queda pendiente para las próximas elecciones locales mostrar su capacidad real para alcanzar cuotas de poder porque, finalmente, es para lo que sirven los partidos políticos.

lunes, 27 de agosto de 2007

Patrimonio Común Recuperado

Un paseo vacacional por las comarcas leonesas nos permite apreciar que en algunas poblaciones se está recuperando el patrimonio arquitectónico. Esto viene a romper con el panorama pesimista que, inevitablemente, se percibía en los últimos años.

Podría referirme a la rehabilitación de ciertos cascos urbanos emblemáticos por las administraciones públicas, pero no es el caso. Se trata de la restauración de viviendas conservando su carácter original, en unos casos, o modificando su estructura interna, en otros, aunque manteniendo su aspecto exterior.

Entre los protagonistas de este proceso de recuperación abundan personas que residen fuera de León y que son capaces de acometer la reforma con una capacidad económica notable. Muestran un gusto por cierto refinamiento, lo que se refleja en el respeto a las tipologías locales y en el detallismo en los remates y decoración de la casa recuperada. Dichos inversores, a veces sin nexo alguno con esta tierra, suelen llegar desde alguna gran ciudad -generalmente Madrid- e invierten en una segunda residencia en la que buscan el placer de la tranquilidad y el ocio.

Los nuevos propietarios no se están asentando en todos los lugares. El pueblo de destino ha de cumplir algunas características. Debe conciliar un buen acceso a las redes de carreteras de gran capacidad con algo de arrinconamiento, de forma que conserve un entorno natural y urbano tradicional. Esto deja fuera muchos de los núcleos de actividad agrícola intensiva, destrozados estéticamente por numerosas casas de arquitectura descuidada.

También es importante que los precios se adecúen a lo que el pueblo ofrece. Los precios desmedidos por casas ubicadas en lugares degradados, tan frecuentes entre nuestros 1400 pueblos, no se toleran entre sujetos que suelen conocer bien el mercado inmobiliario.

Así, el movimiento restaurador se concentra en ciertos núcleos, que se encuentran en fase de transformación. Castrillo de los Polvazares y Puebla de Sanabria son dos ejemplos de cómo pueblos con un buen grado de conservación arquitectónica, que estaban arruinados hace unos años, recuperan el pulso económico y estético. Truchillas es un testimonio de lo que se puede hacer por recuperar las tipologías más populares creando pequeños espacios urbanos que son casi de cuento.

El papel de las instituciones acometiendo la regeneración de los espacios comunes es crucial. También es importante que aporten unas directrices generales de restauración de fachadas. Por otro lado tan necesaria es la normativa como las publicaciones de divulgación con importante apoyo fotográfico, donde se aprecien ejemplos de actuaciones adecuadas.

Hay urgencia en ambas actuaciones, puesto que atravesamos un momento decisivo para la consolidación de estos pueblos como referencia.

Lectura y Juventud: Un Reto

La celebración de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil “Leer León” es un momento para la reflexión sobre el reto de despertar el interés por la lectura en los jóvenes.

Para quienes fuimos infantes tiempo ha el hábito de la lectura llegó como una imposición, a veces escolar, a veces paternal. El libro era un elemento totémico, una representación de la sabiduría, el contenedor del conocimiento por antonomasia. La visión de una biblioteca suscitaba un sentimiento reverencial. La entrada a los salones repletos de ringleras de libros semejaba la aproximación respetuosa a un templo, a la capilla de la sagrada ciencia.

Ese aspecto serio y algo amedrentador resultó disuasorio para muchas personas, que ni tenían el ejemplo lector en casa, ni tuvieron la oportunidad, por otros caminos, de romper las barreras hacia uno de los placeres íntimos más subjetivos y menos limitados: la inmersión guiada en ese mundo prodigioso que es la imaginación propia.

El tiempo ha pasado y quienes llegamos a la lectura a través del papel nos acercamos a nuestros hijos con el prejuicio que nos creó lo vivido. Olvidamos que lo realmente importante es la lectura, aunque no cualquier lectura.

La inmersión en un texto elaborado, un producto repensado y corregido en busca de cierta perfección, nos entrega el disfrute de un mensaje bien construido y la culminación del esfuerzo de otra persona por ser comprendido. Leer así es viajar al intramundo de otro, pero con la perspectiva de la visión propia. Así pues, lo importante es lo que se lee, no tanto el soporte.

Por eso nadie podrá valorar lo suficiente el legado que han dejado en la sociedad las videoconsolas. Esos aparatos, capaces de absorber la atención de nuestros hijos durante horas, les han iniciado en la lectura como nunca nadie lo consiguió con nosotros. La pantalla dialoga con el niño a través de la lectura, puesto que no habla, por lo que es una herramienta excelente para estimular la primera lectura y, a posteriori, la lectura rápida.

Sin embargo, este producto no ha sido explotado en fases más maduras del desarrollo cultural. Si el papel ha sido y es la herramienta de unas generaciones para acceder a los textos, la pantalla constituye un hábito para chicos que viven una realidad distinta a lo que fue mi infancia.

En consecuencia, el libro es lectura, pero no puede ser ya sólo de papel. Debemos relativizar el valor del soporte celulósico porque, si para mí es imprescindible, para mi hijo es uno más e, incluso, menos atractivo que otros.

En definitiva, la sociedad debe asumir que la cultura y sus formas han evolucionado mucho porque nosotros lo impulsamos; y han mudado tanto que ahora nos cuesta entenderlo. Se puede ver como nuestro drama, pero prefiero pensar que, en realidad, es nuestro reto.

viernes, 24 de agosto de 2007

Cambios en la Universidad

La universidad española atraviesa un momento delicado, dado que debe someterse a reformas de metodología de trabajo y de estructura. De las medidas que se adopten dependerán sus posibilidades de proyección futura. Por esta razón es importante que la institución leonesa haga las modificaciones necesarias para asentarse en el mercado académico con garantías.

En España había en 2005 cuarenta y ocho universidades públicas y veintidós privadas, una cantidad desmedida para poco menos de millón y medio de universitarios. A esto se suma el descenso de alumnos en las mismas, que supuso unas veinte mil matrículas menos entre 2004 y 2005. Tal coyuntura provoca que existan titulaciones que experimentan drásticas reducciones de alumnado, condicionando la viabilidad futura de ciertas facultades.

En tal escenario conviene que la Universidad de León aborde sus planes con acierto y que integre algunas sugerencias que permitirán eludir el peligro de desaparición en momentos no lejanos. Para lograrlo basta con examinar al entorno sociolaboral hispano y extraer conclusiones lógicas.

Una cuestión previa es la relativa a la orientación de los estudios universitarios. Si bien se ha ido transformando los planes de estudio, se trabajó bajo la premisa de conservar más o menos el mismo contenido bajo otras denominaciones. Así, las clases impartidas mantienen una carga excesiva sobre temas fundamentalmente científicos o técnicos, sin duda necesarios en su justa medida.

Hay que tener en cuenta que las salidas laborales para el alumnado en el campo científico-técnico son la universidad -donde hay unos noventa mil puestos de trabajo que, parece, no aumentarán- y las instituciones de investigación -donde trabajan apenas unos miles de personas-.

Por esta razón los alumnos deberían recibir adicionalmente clases donde se les explique la estructura de la oferta laboral y la ponderación de las diferentes salidas profesionales relacionadas con sus estudios. Eso contribuiría a no crear falsas expectativas en el alumnado y a que el profesorado, que frecuentemente desconoce el mercado de trabajo no universitario, oriente sus explicaciones hacia los temas de más utilidad. Bajo esa perspectiva se lograría situar más ex alumnos en altas responsabilidades y ganar así influencia.

Otra cuestión básica es la ratio entre titulados medios y superiores. La estructura de la sociedad española por su nivel de estudios presenta notables diferencias con la de los países que nos sirven de referencia. Aunque nuestro número de titulados superiores guarda proporciones adecuadas, el de titulados medios resulta escaso. En consecuencia la institución leonesa debería elaborar estrategias para potenciar su oferta de título medio, mercado ascendente en un entorno bajista de demanda académica.

jueves, 23 de agosto de 2007

Más Ponferrada que Bierzo

Algunas zonas del noroeste permanecieron apartadas a lo largo de la Historia. Muchas de ellas aún no abandonaron esta posición, pero otras, empujadas por una coyuntura favorable, comienzan a despuntar. Los casos de la ría del Eo, en Asturias, y de El Bierzo, en León, son los más llamativos.
En la comarca leonesa, se registra la consolidación de una ciudad como factor clave, por lo que más que de la comarca de El Bierzo habría que hablar del despegue del área de influencia de Ponferrada. La conexión con la red de autovías, la reestructuración urbana iniciada por Álvarez y los abundantes fondos MINER para la promoción industrial han imprimido un dinamismo sin precedentes al núcleo urbano desde los años noventa.
El nuevo escenario sitúa a Ponferrada como un centro ascendente que contribuye a enlazar el Arco Atlántico español (entre Vigo y La Coruña), con el corredor León-Gijón y el nodo político-empresarial de Madrid. Para consolidar ese papel la ciudad debe acometer dos metas: mejorar la oferta y calidad de sus servicios -públicos y privados-, y aumentar su reducido radio de influencia hacia territorios más lejanos.
La primera meta se sustancia en una ambición lógica, pero diversas voces proclaman aspiraciones confusas, otras poco realistas y algunas directamente vesánicas. Existe un sector que vitupera la “usurpación” histórica de recursos por la capital provincial. Sin embargo, cuando recordamos lo que era Ponferrada hasta la alcaldía de Álvarez –un poblachón desarticulado, feo y destartalado- se concluye que en poco se puede comparar con la ciudad de hoy. En consecuencia sólo actualmente tiene sentido la reivindicación para que acoja más servicios
Existe otro discurso que basa reclamaciones políticas en la “peculiaridad” cultural de El Bierzo. Sin embargo, el estudio del noroeste muestra que la comarca no es singular, puesto que se integra en un área cultural más amplia -en torno a los Montes de León- y presenta influencias gallegas por contigüidad. Además, no cuenta con una Historia local que subraye esa pretendida diferencia. Por añadidura, en el orden de lo imaginario, la débil demografía berciana tampoco permite florituras.
Sin embargo es un hecho que Ponferrada está a 100 kilómetros de León –lejos-. Además la urbe es una oportunidad naciente para prestar mejores servicios en el triángulo Lugo-Orense-León. Ambos constituyen argumentos clave para la reflexión estratégica, la planificación y la acción consecuente.
Por último, la ampliación del “hinterland” de Ponferrada está constreñida hacia la costa asturiana y hacia Sanabria y Braganza. El apoyo a los proyectos de comunicación en dichos horizontes contribuirá a paliar limitaciones actualmente insalvables y a proporcionar un mayor cosmopolitismo a la capital del Sil cisastur.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Capitalidad Autonómica

Las recientes declaraciones de un miembro del PSOE sobre la posibilidad de otorgar a la ciudad de Valladolid la capitalidad autonómica merece un análisis para interpretar el significado de esta propuesta.
Hasta el momento ningún miembro del partido socialista se había manifestado en este sentido. La declaración se produce cuando la negociación de la reforma estatutaria está en pleno desarrollo. De ellos se infiere que esta cuestión está siendo objeto de negociación.
La aparición de un sector del PSOE a favor de la figura de la capitalidad es un factor nuevo. Se conocían movimientos al respecto en el PP, sustentados por de la Riva y Villanueva. Lo que se deduce por tanto es que hay un segmento de los políticos autonómicos que, con independencia de su adscripción política, están a favor de la ley de capitalidad de Valladolid.
El caso no tendría mayor trascendencia si se tiene en cuenta que este grupo lo integran principalmente políticos de esa ciudad, por lo que sería minoritario. Sin embargo, como Villanueva ha copado con su equipo los puestos de responsabilidad de la Junta y en el PSOE no se ha levantado ninguna voz matizando dichas declaraciones, la propuesta puede tener una proyección superior.
Nos encontramos, pues, en un nuevo escenario de negociación, con dos bandos ideológicos por un lado -PSOE y PP- y con dos grupos territorialistas –los centralistas frente a los descentralistas- en los que se mezclan miembros de los dos grandes partidos.
Por su parte, la repercusión que tendría la capitalidad de Valladolid es grande si se tiene en cuenta lo acontecido hasta ahora. Hemos asistido a cómo Valladolid, sin ser capital, se quedaba con la mayoría de las sedes administrativas, como las cortes, presidencia o las consejerías. El parque tecnológico, el centro de artes escénicas, los institutos cofinanciados por Iberdrola como compensación por la producción energética, el centro de hemodonación, el 112, el recinto ferial autonómico, las sedes de las televisiones pública y privada e incluso –que ya es decir- el centro de interpretación de la naturaleza de Castilla y León se han fijado en Valladolid.
El objetivo parece ahora legitimar esa sistemática centralización con el control de la Confederación Hidrográfica del Duero, que controla el agua de León -imprescindible para el crecimiento de Valladolid- y evitar que ninguna otra cosa esté fuera de la ciudad. La capitalidad podría suponer también a medio plazo el traslado de la sede del Procurador del Común –en León-, del tribunal de justicia –en Burgos- y de las sedes de las grandes cajas –León y Salamanca- sin oposición.
Por eso los políticos leoneses han de imponer, si les queda autoridad, negociadores que defiendan la reforma del estatuto respaldando una estructura autonómica policéntrica.

martes, 21 de agosto de 2007

Reales Alcázares Leoneses

León es una ciudad que ha vivido de espaldas a su pasado más glorioso durante siglos. Los comentarios de los leoneses acerca de la historia capitalina no suelen pasar del tópico y presentan extensas lagunas, fruto de un velado desinterés. Sin embargo no es necesario ser un especialista para intentar adentrarse, siquiera someramente, en los orígenes de esta ciudad.

León es la estructura urbana más compleja que consiguió erigir el esfuerzo colectivo de los cisastures. Conocer a grandes rasgos sus orígenes y su desarrollo es una deuda pendiente con la que nace todo paisano de aquí.

Por otra parte, esta ciudad presenta la posibilidad de convivir con muchos espacios arquitectónicos de diferentes épocas, que fueron forjando lo que hoy es el núcleo del casco urbano. Saber que quien va a misa a San Isidoro asiste a la celebración en la capilla palatina de los reyes de León, o que pasear por la calle Ancha es discurrir por una de las avenidas principales de un campamento romano o que quien observa San Pedro de los Huertos y su entorno disfruta de un conjunto urbano similar a lo que fuera la ciudad medieval es no sólo una cuestión de cultura, sino de gozo.

Por añadidura, en la ciudad se levantaron muchos edificios que actualmente han desaparecido. Uno de ellos es el tercer y último palacio real que tuvo la ciudad. Se trata del real sitio ubicado en el área donde se levantó el gobierno militar en el Siglo XX.

Ese espacio, que reserva algunas de las casas más antiguas de la ciudad tras las murallas de la calle Independencia, estuvo ocupado durante seis siglos por el último palacio real de León. Sus muros fueron derribados a mediados del siglo pasado, y sus restos se trasladaron a almacenes y museos. Ya entonces arrastraba siglos de decadencia y abandono.

Dos profesores universitarios, Campos y Pérez Gil, acaban de publicar un estudio que aborda la evolución del palacio real de León como nunca antes se había hecho. Sucesivamente el primero, en la Plaza del Conde, el segundo, en San Isidoro, y el tercero, ya citado, la sede regia condicionó la estructura de la ciudad desde el Siglo X y se conformó como un centro principal de la vida urbana.

Los autores nos ayudan a recorrer la urbe reconociendo zonas continuamente transitadas que ven desvelado un pasado extraordinario y emocionante. La profunda búsqueda realizada en lo referido a los reales alcázares de la calle Independencia aporta fotos inéditas y citas de interés para cualquier lector.

“El Palacio Real de León” viene a saldar parcialmente la deuda con nuestro pasado, uno de los más relevantes de la Península durante amplios periodos históricos. La obra contribuirá también a una sensibilización hacia nuestro patrimonio, que tanto ha de aportar a la sociedad leonesa en el futuro.

lunes, 20 de agosto de 2007

Un Panegírico sin Tapujos

La fiesta de la radio que cada año trae Luis del Olmo a Ponferrada dan pie a ponderar la evolución de la ciudad y su relación con el radiofonista. Nunca se ha evaluado cuánto ha hecho el locutor de radio por su ciudad, pero se puede afirmar sin miedo a la confusión que del Olmo ha sido y es un factor de desarrollo trascendental para esa urbe.

Del Olmo puso Ponferrada en el mapa de España para gran parte de sus millones de oyentes. Además, ha potenciado la imagen de marca “Bierzo” con un poder de divulgación incomparable. Bajo ese paraguas aparecen los iconos del botillo, las castañas, los pimientos y el vino de mencía en una imagen atractiva para cualquier foráneo. La extracción del carbón aportó un punto de dramatismo al tapiz berciano que del Olmo ha difundido durante años. Su niñez en la Ponferrada del ferrocarril y las minas es una llamada a la ternura recurrente en su evocaciones de la ciudad. Luis del Olmo ha construido un territorio imaginario en el que el oyente se sumerge una vez y otra y del que desea saber algo más.

Por otra parte, hay que agradecer al conductor de “Protagonistas” el haberse adelantado a su tiempo en un aspecto crucial: Luis del Olmo nunca se mostró acomplejado por haber nacido en su pueblo. Jamás se le ha escuchado aceptar que ningún otro lugar esté por delante o por detrás. Del Olmo no renunció a su origen -que al fin y al cabo hubiese sido lo más fácil una vez alcanzado el éxito- y ha terminado llevando a su casa un certamen que para sí quisieran muchas ciudades más grandes.

En definitiva, del Olmo soñó con una Ponferrada cosmopolita y en su sueño arrastró a muchos paisanos que, por fin, descubrieron que su pueblo era el mejor para ellos y que eso era suficiente porque un ponferradino no es menos que nadie. El empresario-presentador creyó en Ponferrada y ha convencido a sus vecinos para que crean en ella. Hay espléndidos lugares para invertir en la Península con enormes rentabilidades prácticamente aseguradas, pero del Olmo lo hace en Ponferrada y su entorno. ¿Qué más se le puede pedir?

No es costumbre de estas tierras reconocer los méritos en vida, pero con Luis del Olmo merece que se haga una distinción. No hay nadie que, de buena fe, pueda tener dudas del compromiso de este hombre con su tierra, con independencia de que sus programas o estilo gusten más o menos.

Del Olmo ha dado una lección a los leoneses con su máxima subliminal: cree en lo tuyo y trabaja para que mejore. Nos haría falta, al menos en este aspecto, ser todos un poco más “delolmistas” y menos acomplejados con lo nuestro.

Esta semana pasaron por Ponferrada personajes relevantes de la sociedad española que de otra manera es probable que no hubiesen aparecido nunca. Y todo porque un niño creció sin renunciar a que su pueblo fuese grande.

domingo, 19 de agosto de 2007

La Ley de Montes (1)

Asistimos en las últimas semanas a un debate entre el PP y el PSOE sobre el anteproyecto de una ley que tratará de ordenar la explotación forestal en la Autonomía. Esta norma es necesaria para desarrollar la Ley de Montes estatal, que ha sido aprobada no hace mucho.

El tono de la discusión ha ido derivando hacia lo político, ya que se ha trasladado desde los aspectos que desarrolla la ley autonómica a una simple escaramuza entre facciones enfrentadas. Como se sabe, este anteproyecto afecta directamente a las juntas vecinales leonesas, que son los mayores propietarios de montes de la Autonomía. Por esta razón la ausencia de la UPL en el debate sería chusca, si no fuese por la importancia del tema, y resulta inexplicable.

Los concejos leoneses acumularon durante siglos unas cuantiosas propiedades de las que buena parte son tierras. Sobre muchos de estos terrenos encontramos actualmente bosques con un diverso grado de aprovechamiento.

Parece que los técnicos coinciden en que hasta nuestros días llegó una enorme superficie forestal que supone un recurso cuantioso. La Junta, que ha encontrado este recurso sin más, pretende, mediante la ley, intervenir de manera casi confiscatoria en los montes.

La oposición planteada por el PSOE, sumada a la evidencia de un texto que es un arrebato de poder abusivo por parte de la Junta, ha obligado a sus cargos políticos y a los ponentes a echarse a la calle para explicar las bondades del anteproyecto de ley. A esto contribuye que no ha existido intención de hacer un texto fácil de revisar. El redactado consta nada menos que de 65 folios, dimensión disuasoria para una mayoría. Tal extensión se debe al detallado, que trasluce una voluntad inequívoca intervención.

Los ponentes técnicos están de acuerdo en algunos casos. Es probable que eso se deba a que la ley va a garantizar centenares de puestos de trabajo para los estudios forestales, ya que, tal y como se desarrolla el texto, su presencia sería intensiva.

Además, los participantes en la redacción previa recurren a comentar que la interpretación de la ley es positiva para las juntas vecinales, a fin de convencer a los afectados en sus exposiciones. Hay que decir que eso es opinable y que denota ingenuidad. La ley siempre será interpretada por la Junta en su favor, como es lógico, y el texto le otorga casi todos los poderes. De hecho los propietarios de montes pasarán a tener una papel de mero espectador si la Junta quiere, porque ésta se arroga prácticamente todos los poderes de decisión en la gestión de las masas forestales.

Sin embargo conviene entrar al desarrollo del texto para saber de qué estamos hablando en concreto, ya que algún ponente se queja de escasa argumentación por parte de los opositores a la ley. Sobre eso nos extenderemos el miércoles.

La Ley de Montes (2)

Exponíamos en la última columna que el anteproyecto de la Ley de Montes es un documento sustentado en un intenso intervencionismo, hasta rozar en la práctica la incautación de los montes de las juntas vecinales leonesas. Decíamos también que es conveniente acudir al texto para que se entienda hasta qué punto no se puede dejar a la libre interpretación sus bondades, como replican algunos.

Todo ello pese a que los técnicos de la ponencia defiendan el documento, llevados, quizás, por el papel protagonista que cobrarían los titulados forestales de salir adelante este redactado. En definitiva, es probable que se esté practicando una defensa corporativista en una cuestión de interés general.

La Junta pretende considerar “monte” todo aquel terreno rústico que no sea de cultivo en los últimos quince años o que lo sea, pero esté rodeado por montes. Según el anteproyecto de ley, la propia Junta pretende ejercer las labores técnicas y materiales de aprovechamiento, utilización, conservación, mejora y restauración del monte, lógicamente dirigida por sus técnicos forestales.

La Consejería de Medio Ambiente escucharía a los propietarios a través de un organismo llamado “Consejo de Montes”, pero sólo con valor consultivo, es decir, no vinculante. La Junta incluiría en un inventario los montes públicos que considerase oportuno -en los que se abarca todos los de las juntas vecinales- para declararlos de “utilidad pública”.

Esos montes catalogados no se podrían permutar ni vender sin la autorización de la Junta. Es obvio que su valor de mercado pasaría a ser residual. Además, según el texto, la Junta se erigiría en cotitular, con la junta vecinal, de la potestad para hacer deslindes o recuperar la titularidad del monte.

Por otra parte, dicho borrador exige al concejo propietario aportar a la Junta el 20% de todos los ingresos que genere el aprovechamiento del monte para un “Fondo Forestal”, que la consejería administraría y repartiría según su criterio.

Por añadidura, todos los montes necesitarían un plan de “ordenación forestal” que elaboraría la consejería -con sus técnicos-. Sin ese proyecto las juntas vecinales no podrían realizar aprovechamiento alguno del monte, aunque, en todo caso, la consejería tendría la facultad de autorizarlos o vetarlos, según se cita en el anteproyecto legal.

Se ha comentado que la ley es respetuosa con el uso consuetudinario del monte de nuestras juntas vecinales. Lean y juzguen por sí mismos el artículo 50: “los aprovechamiento de montes de utilidad pública que se vengan realizando de acuerdo con ordenanzas locales o normas consuetudinarias continuarán ajustándose a las mismas en cuanto no se opongan a lo establecido en la presente ley”. En la última entrega analizaremos el papel de lo comunal en este temible anteproyecto.

La Ley de Montes (y 3)

Continuamos con el repaso del anteproyecto de Ley de Montes autonómica, texto por el que se pretende que se rija la explotación forestal de los montes de las juntas vecinales leonesas. El documento roza el carácter incautatorio, como se aprecia en los siguientes aspectos.

Han de saber los concejos que sin la redacción de un “Plan Anual de Aprovechamientos” no será posible hacer uso alguno del bosque y que éste lo elaboraría la Junta. Además, necesitarán sacar una “licencia de aprovechamiento” para poder explotar lo que es suyo. Para obtenerla deberían ingresar el 20% del rendimiento esperado en un fondo de mejoras, además de las tasas, el pago del proyecto del Plan Anual y las garantías que se establezcan. También el precio de adjudicación de los aprovechamientos de los bosques lo definiría la consejería, así como la adjudicación del uso de pastos que no fuese para los propios vecinos.

La roturación de los montes quedaría también al albur de una autorización de la Junta, y también la posibilidad de urbanización. Por añadidura, sería obligatorio que se ejecutase un “Plan de Mejoras” que elaboraría la consejería y que pagarían las juntas vecinales. Tampoco podrían éstas, sin autorización, cambiar el uso forestal del suelo, ni modificar la cubierta vegetal, ni cortar árboles, ni nada. Por si quedan dudas, el título séptimo es el último y más largo: se refiere a las infracciones y sanciones.

Sin embargo, queda lugar para más asombro. Al llegar casi al final se lee: “Las entidades propietarias de los montes catalogados de utilidad pública de las Comarcas pinariegas de Burgos y Soria en los que la Comunidad de Castilla y León haya reconocido expresamente una servidumbre vecinal sobre los aprovechamientos maderables podrán adjudicar directamente los aprovechamientos objeto de dicha servidumbre”. Se recoge así una excepción territorial, lo que es tanto como reconocer privilegios.

Así pues no todos estarían sujetos a las mismas reglas. Las juntas vecinales dependerían de las decisiones de la consejería en todo, pero en Burgos y Soria habría excepciones. Cabe preguntarse por nuestra parte ¿representaron los procuradores de León los intereses de nuestros pueblos cuando se redactó el anteproyecto?

Por último, se ha argumentado como ventaja que la ley condonaría la deuda actual de los concejos con la Junta, cuantiosa en algunos casos. Ante ello hay que interrogarse ¿cómo pudo producirse tal deuda desde la llegada de la Junta cuando nunca antes se había producido nada similar?

En conclusión el anteproyecto de Ley de Montes que está en discusión hurta a las juntas vecinales la potestad de decisión sobre sus bienes. Esto resulta inaceptable pues atenta contra derechos inalienables de la propiedad. Por ello el deplorable texto debería ser retirado.

Deporte y Éxito Civil

Cuando los equipos que representan a una ciudad o una región adoptan la trayectoria del éxito y el ascenso, la ciudadanía se imbuye de cierto sentimiento de euforia colectiva. Por el contrario, si los representantes en el deporte de élite no logran las metas deseadas los ciudadanos ven reducida la autoestima del común.

La estimación de los resultados en el deporte levanta pasiones, lo que se contrapone a una valoración racional. Por esta causa la mentalidad colectiva de los leoneses se encuentra ahora en un estado de moderada desilusión, a pesar de que sus equipos en las categorías más altas han mostrado un rendimiento notorio.

El primer equipo, el balonmano ADEMAR, ha mantenido la trayectoria de estos años dentro de una leve variación a la baja en la clasificación. Si se analiza la relación coste/beneficio en sus resultados hay que calificar de excelente su nivel. Los recursos empleados son moderados, pero el ADEMAR lucha con los mejores equipos de Europa sin desmerecer.

El caso del Baloncesto León Caja España, aun estando en una categoría inferior, es reseñable. El número de victorias que ha ofrecido a su afición durante esta temporada no puede quedar oculto tras la frustración en la fase de ascenso. Objetivamente el equipo ha realizado una campaña buena. No lograr el ascenso de la forma en que se ha producido es doloroso por las expectativas generadas en la liga regular, pero caer así es hacerlo con honor.

Los escuadras femeninas de baloncesto (ACIS INCOSA) y balonmano (LEÓN BM) han mostrado una capacidad de lucha envidiable con unos recursos nimios. Estos clubes son los olvidados en la gran crónica deportiva de León y, teniendo en cuenta sus resultados, deberían recibir una atención preferencial e intensa. Ambos son ejemplos de desinhibición, combatividad y eficacia para el resto.

Es necesario recordar los equipos de alto nivel de otros deportes menos populares, como el RAM de fútbol sala. En este apartado aprovecho la ocasión para recordar el depauperado e ineficaz fútbol, en el que se fragua la posibilidad de ver la Ponferradina en segunda división. Ese debiera ser un objetivo para el que hay que reunir apoyo sin fisuras. Tampoco podemos olvidar los deportes individuales, que tantas veces han destacado el nombre de nuestras ciudades.

Sin embargo es necesario insistir en que no estamos explotando las posibilidades que abre la actividad deportiva para la promoción de León. La Diputación y los ayuntamientos podrían implicarse en una labor promocional sistemática al abrigo de nuestros equipos destacados. Basta ver la lista de ciudades que visitan para apercibirse de que existe un mercado relevante para la divulgación que es necesario explorar. Además así se podría generar un retorno a la cuantiosa inversión de las instituciones.

jueves, 16 de agosto de 2007

Topillos y Territorio

La extensión de la plaga de topillos desde la Tierra de Campos parece imparable a la luz de las noticias. El tratamiento que la crisis está recibiendo de la Junta es tardío e impreciso. Se propone tomar medidas similares en territorios diferentes, lo que facilitará la difusión del problema. En este sentido las notables diferencias entre León y Castilla, si no son consideradas y utilizadas, pueden malbaratarse como elementos imprescindibles para limitar la extensión del animal.
Un recurso clave es la presencia del río más potente de la cuenca, que es el Esla, y de otro de considerable porte, que es el Tormes. Ambos cursos están regulados, por lo que se podría mantener un cierto flujo hídrico para configurarlos como barrera. Como son más caudalosos que el Duero en sus tramos castellanos constituyen un foso natural. Por esta razón habría que bloquear los puntos de paso, que son pocos, con medios adecuados. El Esla cuenta con menos de 20 pasos entre Pino (Sayago, Zamora) y Modino (León). El Tormes reúne un número similar. La vigilancia y la neutralización de los topillos en estos tramos confinaría la plaga por el lado occidental.
Además hay que considerar que en Tierra de Campos no existen bosques, lo que limita la existencia de depredadores de los roedores. Pero por el contrario, en León y Zamora abundan los bosques -de propiedad comunal sobre todo- donde residen numerosas rapaces y otros depredadores. La misma circunstancia encontramos en Salamanca y Sayago, donde las extensiones de dehesa facilitan el sostenimiento de una amplia variedad de especies carnívoras. Esto hace pensar que, si se limita el número de topillos tras la barrera Esla-Duero-Tormes, la propia naturaleza controlará su extensión.
Por otra parte, la pronunciada compartimentación comarcal de León y Zamora, inexistente en Tierra de Campos, está producida por montañas en las zonas altas y por ríos en las bajas. Esto hace posible desarrollar una estrategia singularizada para cada compartimento interfluvial. Así el Páramo de Payuelo, entre Esla y Cea, debiera recibir un tratamiento; el Páramo, entre Órbigo y Esla, otro; Tábara, entre Esla y Tera un plan adaptado; y así en todos los casos de las comarcas cisastures.
Leída esta propuesta habrá quien presuma una intención distinta al control de la plaga, pero es una evidencia que en el espacio terracampino no hay ríos, ni monte comunal, ni comarcas, ni sebes y vallas naturales, ni dehesas. El Duero es apenas un riachuelo en Laguna de Duero. Sólo un elemento natural de esa zona, el inmenso cerro de yeso de Torozos, ha conseguido contener la plaga en cierta medida. Extraigamos enseñanzas y concluyamos que sólo aliándose con la naturaleza y el territorio, y haciendo una planificación diferenciada los topillos serán controlados.

miércoles, 15 de agosto de 2007

El Leonesismo Civil

El sábado, 3 de Junio, ha tenido lugar una manifestación pidiendo la autonomía leonesa. El evento consiguió reunir varios miles de personas. La cuestión tiene más trascendencia de la que podría parecer en principio si se tiene en cuenta cómo se organizó.

Un grupo reducido de personas que no constituyen una organización estructurada, aunque puedan estar individualmente adheridas a distintas asociaciones, decidieron de común acuerdo convocar a los leoneses a una manifestación. Se pretendía reivindicar el derecho a la autonomía de la única región histórica española a la que no se le ha dado acceso a su autogobierno: el Reino de León.

A este respecto hay que recordar que León, Zamora y Salamanca constituyen una región histórica desde que se promulgó el Real Decreto de 30 de Noviembre de 1833. Como consecuencia, se reconoce en la vigente Constitución Española el derecho, como el de todas las regiones históricas, a su autonomía. Desde este punto de vista la motivación legal de la convocatoria es impecable.

La organización no contó con el apoyo de los partidos políticos locales. Tampoco todo el leonesismo civil estuvo de acuerdo con la convocatoria por cuestiones de forma (el momento no parecía adecuado), que no de fondo (reclamar la autonomía).

Se dispuso de pocos medios. Carteles de una evidente humildad de diseño, apenas megafonía, inexistente repercusión fuera de la ciudad y escasa presencia en los medios auguraban una respuesta pobre. Por esta razón la reunión de entre dos y cinco miles de personas en esta coyuntura es un hecho insólito. Pocos convocantes podrían reunir en León una cifra similar. ¿Qué habría pasado si el acto se hubiese organizado con medios materiales y humanos suficientes?

Los políticos de León, y las instituciones locales y autonómicas deberían tener en cuenta las enseñanzas que se extraen de estos actos. El hecho de que personas sin militancia política, pero preocupadas por su tierra, empiecen a comprometerse de forma pública en la demanda de los derechos históricos de esta región puede condicionar el mapa político leonés considerablemente.

La causa de esta eclosión reposa en el surgimiento en la calle de una conciencia creciente acerca del desencaje de León en este mapa autonómico. Todo indica que el movimiento civil está tomando el relevo en esta cuestión, lenta pero inexorablemente, al ineficaz juego político. Además el comportamiento de la Junta con León parece la crónica de un atropello (sanidad, aguas, montes, patrimonio, industria...), lo que potencia aún más este proceso.

La reforma estatutaria podría ayudar a compensar, siquiera parcialmente, las insatisfacciones leonesas. De lo contrario el futuro a largo plazo de esta frustrante autonomía podría pender de la consistencia que alcancen estos movimientos civiles.

martes, 14 de agosto de 2007

Construcción, Poder y Tendencias

León lleva unos años experimentando el auge desmedido de la construcción de nuevas viviendas. El progresivo descenso de los tipos de interés sumado a un creciente precio de los alquileres produjo un aumento de la demanda de los particulares. Ese ascenso de la demanda indujo, a su vez, el alza de los precios, lo que convirtió los pisos en un bien de inversión. Esto les daba utilidad a pesar de que pudiesen estar vacíos. La tendencia fue potenciada también por el efecto de la imitación, tan común en amplias capas sociales.

El resultado ha sido una expansión general de los cascos urbanos como no se conoció en otro momento de la Historia. Dicha tendencia a la disipación de las ciudades viene unida al empobrecimiento de la oferta de empleo. Asistimos a la aparición de generaciones de españoles cuyos salarios son sustancialmente menores que los de sus padres en términos relativos. Esto les expulsa del centro de las ciudades hacia barrios donde la vivienda es más barata, si es que pueden pagar una hipoteca. A ello se suma la importante demanda de los inmigrantes, que se concentran entre las capas de menor poder adquisitivo.

Existen factores del mercado que están cambiando y empujan la marea de compras en sentido contrario con una fuerza moderada. El ascenso de los tipos de interés, de cuartillo en cuartillo, sumado al ascenso imparable de los precios hace que estratos sociales cada vez más amplios se vean en la imposibilidad de acceder a las hipotecas. El estancamiento de los alquileres también influye en este sentido. Sin embargo la creciente valorización de la vivienda propia como fondo de ahorro para la jubilación así como la aspiración a la propiedad, ya firmemente establecida, impiden una parada brusca de la expansión urbanística.

En ese escenario cabe esperar cierta continencia de la eclosión urbanizadora de las ciudades leonesas. Sólo un tirón económico y poblacional podría minimizar las fuerzas que van en contra del crecimiento urbano, pero para esto es necesaria más inversión pública.

La inversión pública supone siempre aditividad, es decir, multiplica su valor por la llegada de capital privado acompañante, y del empleo. Así la inversión pública en un aeropuerto supone la llegada de empresas para rentabilizar la nueva instalación, la creación de un área logística pública, otro tanto y una carretera nueva activa flujos económicos privados inéditos.

En León la inversión pública de la administración local está lastrada por las deudas y las extensas plantillas. La inversión del estado se halla limitada por el remate de los ejes de comunicaciones. Es la administración autonómica la que más flexibilidad inversora detenta. En esta coyuntura ¿puede el sector de la construcción leonés permanecer pasivo ante los resortes del poder?

lunes, 13 de agosto de 2007

Construcción y Diversificación

Hablábamos el último día de cómo la construcción llegó a ser uno de los motores económicos en España. León no ha sido una excepción. Sin embargo, veíamos cómo el alza de los precios y de los tipos de interés, así como el descenso del salario medio de los españoles parecen indicar un cambio de tendencia.

La construcción ha permitido, durante un largo periodo de tiempo, la acumulación de capital en un sector empresarial relativamente amplio, cuestión positiva porque abre el campo en cuanto a posibles nuevos líderes hasta hoy ocultos. Esto se debe a que la complejidad para construir viviendas es escasa, el conocimiento de los métodos es banal y cualquiera con un mínimo capital inversor e iniciativa ha podido convertirse en constructor. Precisamente de ahí deriva alguna de las debilidades de este segmento empresarial en el que la formación media es insuficiente y la capacidad para reconvertir su actividad hacia otro comercio es reducida.

El leve descenso de las ventas de pisos que se avista muestra dos facetas de valoración contrapuesta. Por una parte es preocupante, por cuanto el modelo expansivo de la economía española desde la etapa Aznar se basa en potenciar este negocio y aprovechar su impulso. En consecuencia, el estancamiento del mismo puede implicar una ralentización del crecimiento.

Por el contrario, esta contención del sector puede empujar a las empresas a penetrar en nuevas actividades más complejas y de más valor añadido. Además, la mayoría de las posibles alternativas empresariales presentan un menor impacto ecológico. Por lo tanto una eficiente transición hacia otro modelo inversor convertiría este país en una economía más madura y consistente.

Dicho proceso de diversificación de las inversiones se aprecia ahora en sus primeros pasos. León podría verse al margen, como otras regiones, pero una agrupación de empresarios de la construcción parece haber roto nuestra atávica tendencia al conformismo. El consorcio ha accedido a explorar nuevas actividades mercantiles con cierta anticipación sobre el grueso del gremio.

El hecho de que el salto hacia la diversificación se haya realizado a través de una estructura de asociación rompe con nuestros comportamientos individualistas más arcaicos y empuja hacia el pactismo y la transaccionalidad a estos empresarios. Es, en definitiva, una muestra de inteligencia porque elimina recelos, da soporte mutuo y pone a todos los socios al mismo nivel: el del aprendizaje en mercados nuevos.

Sin entrar en glorificaciones hacia un conglomerado que acertará y errará, como cualquier otro, los pasos de AGELCO hacia la diversificación pueden mostrar el camino a otros empresarios leoneses, que debieran encontrar nuevos nichos de negocio antes de que la construcción experimente el reajuste inevitable.

sábado, 11 de agosto de 2007

Herrera y el Presupuesto

El debate anual sobre el estado de la autonomía se produjo en los términos ya conocidos otros años en lo respectivo a León. Llama la atención el hecho de que Herrera utilizase una cifra para responder las preguntas de Otero por cuanto la Junta es reticente a facilitar cuantificaciones por provincias.

Hay que recordar que la Junta se ha negado a proporcionar los datos totales de gasto provincializado cuando ha sido inquirida repetidamente en Fuensaldaña. La opacidad informativa continúa impidiendo saber la distribución del gasto público en Castilla y en León bajo el argumento de que “no se dispone de ese dato”.

Herrera expresó, según citan los medios de información, que León fue destino de 843 millones de euros en inversiones en cuatro años, lo que supondría, según él, que es la provincia que más fondos percibió de la comunidad autónoma, con un 18,5% del total. Como una afirmación de este tipo no debiera quedar sin análisis vamos a relativizar dicha valoración. Intentaremos desvelar el valor de estos datos, esgrimidos ante las críticas desde León.

El presupuesto de la comunidad autónoma durante 2003, 2004, 2005 y 2006 alcanza los 33.000 millones de euros. De ello se deduce que el volumen de inversiones en León apenas reuniría el 2,6% del presupuesto total, aunque se trata de un dato poco significativo. Como se sabe, un presupuesto reúne muchas partidas que no son inversiones, como los gastos de personal, por ejemplo.

Si acudimos a la partida de “inversiones reales” del presupuesto autonómico comprobaremos que los cuatro años suman unos 4.940 millones de euros. Los 843 millones supondrían un 17% del total, algo menos de la sexta parte. Como sabemos, la población provincial leonesa es la sexta parte de la autonomía y su extensión otro tanto, así que la cantidad dedicada a León no estaría muy desfasada. Aún así sería corta por faltar fondos de solidaridad.

Sin embargo hay que considerar que la Junta incluye en la partida de inversiones de León las realizadas con el plan de reconversión de la minería del carbón. Se trata de una importante cantidad de fondos del Ministerio de Industria que, aunque gestionados por la Junta, tienen un destino definido por el gobierno central. En consecuencia, la cuantía de inversiones propias de la Junta en León se reduce sustancialmente hasta quedar por debajo de provincias más pequeñas.

Además, la Junta ha ido incluyendo en otras cuentas del presupuesto gastos realizados en Valladolid para maquillar la concentración en esa provincia. Por esta razón, en medio de tanto señuelo contable, es necesario que, si la Junta pretende mostrar una información verosímil, aclare cuál es el gasto total provincializado -incluido el de personal- sin los fondos del carbón. De esta manera no cabrán engaños ni medias verdades.

jueves, 9 de agosto de 2007

Cultura Leonesa en Orense

La polémica reflejada en La Crónica acerca de la reivindicación de Valdeorras que Conceyu Xoven hace en su página web ha sido recibida desigualmente. Hay personas que aceptan esta reclamación como lógica. Otras disienten radicalmente y acometen contra esas posturas.

Sin embargo un grupo mayoritario manifiesta su inhibición porque desconoce dicha comarca y los argumentos en que Conceyu Xoven se apoya. La visita a la página de esta asociación juvenil, de tanto impacto social, aclara parte de esas incógnitas, pero no todas. Por ello merece la pena hacer una aproximación al área occidental de la provincia de Orense a fin de extraer conclusiones.

La característica más destacada que singulariza a los pueblos en el campo antropológico y cultural es su forma de asentamiento en el territorio. Igualmente, la organización de sus individuos dentro de la comunidad es un carácter diferenciador de primer orden. En un rango inferior, aunque notable, aparecen la arquitectura, la especialización productiva, la lengua o el folclore.

Empezaremos por exponer que la organización básica del poblamiento en Galicia está constituida por un arquetipo -un modelo repetitivo y antiguo- denominado “parroquia”. La parroquia gallega es un grupo de entidades de población en torno a una iglesia y un cementerio. Suelen poseer bosques, por lo que la Xunta les ha dotado de unas “Juntas de Montes”. Las más de 29.000 entidades de población gallegas se agrupan en 3.804 parroquias. En consecuencia cada parroquia cuenta con una media aproximada de 8 núcleos de población.

Por otra parte, la organización básica del poblamiento leonés se desarrolla a partir de un arquetipo que llamaré “concejo cisastur”. Se trata de entidades de población únicas o con un par de “barrios” que cuentan con iglesia parroquial, cementerio y bienes comunales diversos, así como una normativa consensuada. Esta organización es compacta, socialmente plana y semiautónoma, a diferencia de la gallega, dispersa, estratificada y abierta.

Si buscamos en Galicia dónde se rompe el esquema de poblamiento parroquial y aparecen los concejos cisastures identificaremos claramente Valdeorras y Trives. En Valdeorras , por ejemplo, hay una parroquia por cada 1,48 entidades, algunas de las cuales son “barrios”. Además cuentan con concejos al modo leonés. Lo mismo sucede en Trives (municipios de A Pobra de Trives y Chandrexa de Queixa). Esto explica la posición de Conceyu Xoven.

También existen trazas del poblamiento cisastur en las zonas de Limia, Viana y Verín. Quizás por estas diferencias internas la trayectoria económico-social de Orense es la peor de España desde el nacimiento de las autonomías: se aplican medidas adaptadas a las parroquias galaicas para concejos a los que, además, no se ha dotado de juntas vecinales.

www.javiercallado.blogspot.com

Estatuto de Pillar Cacho

Los últimos días hemos asistido a un suceso totalmente nuevo en la política leonesa: por primera vez líderes del PP y del PSOE se manifiestan a la vez a favor del reconocimiento diferenciado de León en el estatuto de autonomía. De ello se induce que se da una situación nueva en el escenario social y electoral de León.

Si atendemos a las razones de cada uno observaremos que son diferentes. En un caso, el del PP leonés, la profunda crisis de disgregación y falta de liderazgo que atraviesa está dejando emerger sinceridades ocultas en otro tiempo. Cuando queda poco que perder no hay razones para mantener la mordaza. Así, al reducirse la capacidad de presión del aparato sobre los cargos públicos, éstos se desbordan en declaraciones antes contenidas, que no hacen sino poner de manifiesto la evidencia de una autonomía distante, centralista y asfixiante.

En el caso del PSOE las causas de estas declaraciones son distintas. Como bien afirmó el candidato a la alcaldía de León, es ahora cuando ha de manifestarse las necesidades de la región leonesa para que sean satisfechas en el nuevo redactado del estatuto. La conciencia clara de que frente a un grupo joven que se declara abiertamente leonesista –aunque sea a su manera- sólo hay un batiburrillo de gente del aparato sin proyecto alternativo alguno ha sido el motor de estas declaraciones.

Amilibia y Fernández, al margen de sus motivos y filiación política, merecen el aplauso por este paso y por lo oportuno de su simultaneidad. Es un hecho que la reforma del estatuto de Castilla y León se está llevando en secreto para la opinión pública, en una comisión donde León carece de la presencia adecuada. Por tanto, hay que dar ánimos a quienes tienen el coraje de decir lo que piensan frente a la mayoritaria masa de gregarios de sus partidos.

Además, que se hayan producido estas declaraciones ahora denota que hay filtraciones acerca de lo que se quiere incluir en el estatuto nuevo. Todo parece indicar que el núcleo central de la reforma defendida por los representantes oficiales está en que Valladolid pille más cacho: declaración de capitalidad para legitimar a los arrebatacapas y gestión de las aguas para disponer del Esla al gusto y gana del Pisuerga. León de la Riva también quiere Caja España, como aludió en declaraciones sin venir a cuento.

Todo esto evidencia que nos encontramos en un momento crucial de la negociación en la que la falta de liderazgo de la dirección de UPL roza lo absurdo. Son las fuerzas sociales leonesas las que han de tomar cuantas iniciativas estén en su mano para evitar ser ignoradas en un proceso en el que esta autonomía puede entrar en una deriva de neocolonialismo.

La claridad de las posiciones en León nunca ha sido más manifiesta. ¿Habrá sensibilidad en Valladolid para escuchar?

miércoles, 8 de agosto de 2007

León y la Política Europea

El presidente de la Junta de Castilla y León ha solicitado al presidente del Gobierno de España una reunión para dialogar sobre el impacto de la reducción de fondos europeos sobre esta autonomía. Al hilo de esta petición Herrera viene incidiendo en que la reducción de estas ayudas está ligada a la mala negociación que el equipo de Zapatero realizó en los foros europeos.

La primera causa por la que existe un descenso de las aportaciones financieras europeas en Castilla y León está en su progreso. El territorio autonómico ha abandonado los valores por debajo del 75% del nivel medio de renta de la Unión Europea. Esta comparación hace referencia a la Europa de 25 miembros y a la anterior, de sólo 15, que lo ha sido durante muchos años anteriormente. En dicha situación se ha pasado de estar clasificados como “región objetivo 1” -que ahora se denominaría “región convergencia”-, más pobre, a “región competitividad y empleo”, más desarrollada. Así si fuésemos “región convergencia” recibiríamos muchos más fondos que siendo “región competitividad y empleo”.

Al margen de este efecto existe el propio de una negociación mejor o peor llevada para la captación de fondos entre 2006 y 2013. Es aquí donde, según parece, Herrera quiere hacer hincapié, aunque de poco puede servir a estas alturas.

El conjunto que reúne las nueve provincias ha sido considerado una unidad homogénea para realizar los cálculos estadísticos que rigen esta clasificación de las regiones. Sin embargo tal premisa no es cierta: los datos demuestran que León, Zamora y Salamanca están en niveles de renta inferiores.

Por esta razón si esas tres provincias formasen una núcleo estadístico, aunque no tenga entidad administrativa, pasaría automáticamente a ser considerado “región convergencia”. De esta manera Castilla seguiría recibiendo los mismos fondos europeos que ahora, pero León incrementaría su saldo de ayudas europeas en cantidad muy importante. Todo ello acontecería sin que la entidad administrativa de la Junta de Castilla y León se viese afectada.

Para formar una de esas unidades de cálculo estadístico -que reciben el nombre de NUTS-2- se necesita cumplir unos requisitos que las tres provincias reúnen en su totalidad. La configuración de esa región habría de ser solicitada por el gobierno de España a Bruselas. Dado que de todos es conocido el desfavorable estatus económico de la Región Leonesa, el presidente Zapatero debería participar la iniciativa de solicitud de la nueva NUTS-2 a Herrera inminentemente.

Si en algunos momentos han de prevalecer las razones de estado y de interés general, en éste se justifica plenamente. Con certeza Herrera, que se pronuncia como defensor de España y de León, acogerá con alborozo tal modificación, que tanto progreso puede traer a la autonomía.

Restauración de Ríos

Los ríos son uno de los elementos patrimoniales más importantes de León. El hecho de que se trate de la provincia española con más kilómetros de vega convierte el curso fluvial en principio rector del paisaje. La densa red fluvial ha determinado el devenir histórico de la Región Leonesa compartimentando el territorio como en ningún otro lugar cercano. En definitiva, los cursos de agua cobran en León un protagonismo del que carecen en otras zonas.

La conservación de los miles de kilómetros que traza esa densa red debe ser una prioridad para los leoneses. Por eso la detección de sus principales problemas y el aprovechamiento de las posibilidades que ofrece constituye uno de los ejes de lo que debería ser la gestión política aquí.

Nuestros ríos acusan una pérdida de vitalidad que tiene múltiples causas, aunque podemos apuntar algunas de las más destacadas. Una de ellas, de la que se habla poco, es el efecto de los embalses sobre la temperatura de las aguas. Como todos conocen, los diques de las presas liberan el agua a través de aliviaderos que se encuentran en la base del muro. Esto supone que las aguas que van saliendo proceden de las capas cercanos al fondo. En esas zonas se encuentra el agua más fría, lo que produce que corriente abajo presente una temperatura más baja de lo normal. En otras palabras, los embalses actúan como enfriadores de agua, lo que reduce el desarrollo de la vida en el curso fluvial.

En este sentido, la búsqueda de soluciones técnicas para este problema debiera ser un reto para la comunidad científico-técnica leonesa. Mucho más teniendo en cuenta que la tendencia a la desaparición de la nieve primaveral en nuestras cumbres, que actuaba como reserva de agua hasta hace pocos años, va a obligar a la construcción de nuevos pantanos en el medio y corto plazo.

Otro aspecto que pesa sobre la riqueza ecológica y paisajística de nuestros ríos es la depuración de las aguas residuales. La construcción de depuradoras en buena parte de los núcleos grandes de la provincia unido a la concentración de la población en dichos centros va a ayudar a recuperar la diversidad biológica. Hay que pensar que sólo las dos áreas metropolitanas de la provincia reúnen 280.000 habitantes, que es el 55% del total. Una vez depuradas sus aguas residuales y las de las cabeceras de comarca el problema estará acotado.

Sin embargo se cuida poco la capacidad de autodepuración de nuestros ríos. La existencia de vegetación sobre el lecho y las márgenes contribuye decisivamente a limpiar las aguas fluviales. Por contra el hormigonado sistemático, las talas de las riberas y la construcción de diques atenta contra la actividad limpiadora del río. Además, un río humanizado pierde su función paisajística, lo que parece impropio en un lugar en el que las riberas son una seña de identidad.

martes, 7 de agosto de 2007

La Ubicación del INTECO

Se ha hecho público que el anunciado INTECO, un instituto nacional dedicado a investigar en las tecnologías de la telecomunicación, se ubicará en el Polígono de la Lastra. El anuncio ha producido reacciones de rechazo en el entorno de la Junta de Castilla y León, que pretendía que se instalase en el incipiente Parque Tecnológico de León. La cuestión se ha presentado por el PP como un derroche de fondos públicos y algunos han intentado insinuar que existe una trama inmobiliaria tras esta decisión.

Parece normal pensar que dicha entidad es muy adecuada para ubicarse en un parque tecnológico, pero, en cualquier caso, esa es una decisión libre en la que influyen muchos más factores que la simple denominación de un recinto como tal. Para empezar, el publicitado polígono de pretendida excelencia en innovación va a recibir una planta de producción, que inicialmente se iba a situar en un polígono industrial, como principal motor. El resto de las cinco anunciadas se dedican a esa actividad o a la consultoría.

Además, la Junta no ha captado en firme ninguna empresa que no estuviese funcionando ya en León. En definitiva, el manoseado parque tiene de “tecnológico” los letreros, ya que las empresas que han comunicado su traslado allí no cuentan con una preferente dedicación al I+D+I. Por esta causa, la reacción de la Junta parece motivada porque el INTECO podría haber resuelto el papelón que sus consejerías han desempeñado hasta ahora en el Parque Tecnológico de Oteruelo.

Además, el desarrollo del INTECO se pretende, según parece, rápido. Dejar en manos de la Junta más información y margen de decisión sobre sus actividades que las imprescindibles parece poco recomendable en ese caso a la vista de su actuación en estas tierras. La Junta debería conseguir por sí misma empresas e institutos de nueva implantación en la autonomía para este presunto recinto tecnológico, al igual que hizo en otro.

Por otra parte, poner como escándalo urbanístico una operación en la Lastra de 1,4 millones de euros por la compra de 6400 metros de suelo resulta incongruente. ¿Es millón y medio de euros un problema de estado? ¿Qué se puede decir entonces de la pretensión de adjudicar con extraña urgencia un contrato por 45 millones de euros a 15 años sin acuerdo de todos los grupos por mantener las orillas de los ríos en la capital leonesa? ¿Tiene algo que decir la Junta al respecto?

Lo único importante del INTECO es su rápido desarrollo, cuestión que a la Junta parece preocuparle menos que el lugar de su implantación. Por esta causa cabe pensar que los responsables del ente autonómico podrían dedicarse a hacer su trabajo, dejar de bloquear proyectos y explicar, de paso, qué ha hecho la Junta por León en 23 años, si se excluye el MUSAC, construido con las plusvalías de Eras.

Euforia Berciana

El ascenso de la Ponferradina a la segunda división del fútbol español unida a la positiva evolución de la economía berciana ha despertado una oleada de sano optimismo en la comarca. Es excelente que una parte de León alcance ese actual grado de orgullo colectivo y autoconfinza, por cuanto son éstos algunos de los motores de la iniciativa y el progreso. No en vano el crecimiento económico es producto de las buenas perspectivas más que de realidades bien fundadas.

Sin embargo ello no puede ser obstáculo para que se ignoren las debilidades y amenazas que acechan en el devenir económico más próximo. La conveniencia de explotar las posibilidades de este buen momento pasan por analizar las limitaciones actuales y futuras de la comarca bergidense.

Para hablar con más propiedad hemos de centrar el área de eclosión económica en Ponferrada y su área metropolitana –básicamente la hoya berciana-, ya que las zonas más alejadas sufren los mismos problemas de declive que el resto de León. Por otro lado, entender que la apertura de los últimos tramos de la autovía A-6 tuvo una relación directa con el inicio de este proceso ayuda a ponderar la importancia de las comunicaciones aquí.

A partir de ese hito la concentración de inversión pública, gracias al plan del carbón, explica este periodo expansivo, ya que ha supuesto una llegada de fondos suplementarios desconocida históricamente. Al mismo tiempo, esto supuso el drástico recorte de inversiones públicas en el resto de la provincia, puesto que la Junta retiró sus fondos propios para emplearlos en otras zonas. El resultado ha sido un evidente contraste entre la evolución de la Ponferrada metropolitana y el resto de León, que puede haber llevado a la interpretación de que se asiste a un crecimiento endógeno casi sin límites. No hay que confiarse: cuando Ponferrada deba ser competitiva sin fondos del carbón la coyuntura será muy distinta.

Es necesario considerar que los fondos de la reconversión del carbón irán descendiendo hasta desaparecer. Por esta razón es fundamental que los que llegan actualmente sean dedicados a garantizar una favorable posición competitiva de Ponferrada y su entorno en el marco de 2015.

Ponferrada ha de ser el motor de la economía en ese espacio invertebrado que ocupan las montañas entre Monforte y Foncebadón, entre Braganza y Cangas de Narcea. Los fondos del carbón permiten grandes inversiones para acometer ese objetivo; concentración de fondos que será imposible para una zona de apenas 150.000 habitantes dentro de diez años.

Es necesario abordar el futuro del occidente leonés con una visión integral que incluya los espacios ultraperiféricos. La Diputación debería planificar las acciones que garanticen el liderazgo de Ponferrada en esa zona cuando concluya este Plan del Carbón, en 2013.

lunes, 6 de agosto de 2007

Turismo en el Alto Bernesga

La cuenca alta del río Bernesga tiene más fama de industrial y degradada que otras de su entorno. La acumulación de grandes pueblos, de una carretera nacional, de líneas de alta tensión, del ferrocarril, de minas, de canteras o de algunas grandes industrias ha fomentado la imagen de área con limitado interés para el turismo.
Sin embargo es precisamente esta diferencia la que puede resultar ventajosa ante las nuevas demandas. La existencia de grandes empresas simultaneada con el mantenimiento de espacios naturales de valor a tan sólo unos minutos de coche puede llegar a ser un binomio poderoso, capaz de transformar la visión peyorativa que frecuentemente se ha cernido sobre esta zona.
Si La Robla no es todavía un lugar que pueda ofrecer un conjunto urbano atractivo -a pesar de la sensible mejora experimentada en los últimos años-, sí reúne importantes recursos para cumplimentar una oferta absolutamente fuera de lo común. La explotación del creciente turismo industrial puede tener en esta población y su zona de influencia un impacto sobresaliente.
En las tierras de Alba y Fenar se encuentra una industria cementera indudablemente espectacular por su tamaño. La visita al complejo que integra su enorme cantera, su cinta transportadora y sus ciclópeas instalaciones es una oportunidad que podría ambicionar cualquier visitante de turismo interior. Aledaño a esta planta se podría mostrar la central térmica, alimentada por otra cinta transportadora desde una mina. Otro de los aparatos productivos más espectaculares de cuantos se encuentran en el norte de León es la mina a cielo abierto de Santa Lucía, a la que se puede acceder desde La Robla por una carretera de ensueño, entre praderas, montes y bosques.
Para potenciar este recurso latente, hoy inexplotado, el Ayuntamiento de La Robla podría llegar a acuerdos con las empresas en los que éstas permitiesen una visita guiada, con las limitaciones pertinentes, como una forma de revertir en el contorno los inevitables daños ambientales ligados a su actividad industrial.
A esto se puede añadir la visita a otros recursos singulares cercanos, como el Fontañán, el Faedo de Ciñera, el desfiladero de Piedrasechas o las prodigiosas ruinas del no menos asombroso Castillo de Alba; mirador ideal desde el que se aprecia una visión panorámica del conjunto industrial, la vega del Bernesga y, al fondo, la ciudad de León, así como del Teleno, Pajares, la cruz sobre la vega del Porma y hasta los Picos de Europa.
Las ruinas del Castillo de Alba son el complemento fundamental para cerrar una oferta diferenciada y atractiva porque aúnan el valor histórico y el paisajístico, y su conservación es compatible con las canteras aledañas y necesaria para un nuevo planteamiento del futuro de la cuenca alta del Bernesga.

Capital Social Lacianiego

La expresión “capital social” se utiliza para designar la capacidad de movilización de una sociedad en torno a sus propios intereses colectivos; ello sin que medie el beneficio particular, al menos como prioridad. El capital social de cada zona expresa su vitalidad, iniciativa y capacidad de recuperación ante situaciones desfavorables. También muestra el grado integración de la población en su comarca y su deseo de supervivencia en el futuro.
El sábado tuvo lugar la celebración de un acto en el que se hizo entrega del premio “Lacianiego del Año”. Este reconocimiento fue otorgado a Plácida, una mujer que ocupa gran parte de su tiempo en la atención de enfermos de Mal de Alzheimer, de manera altruista, desde hace años. Se trata de un premio al compromiso con la colectividad y a la perseverancia, concretado en esta persona. Laciana, que vive tiempos difíciles, reconoce valores que le son imprescindibles si se quiere reorientar el futuro del Valle. En Plácida se personifica la necesidad de que los lacianiegos cojan las riendas de su futuro con fuerza, decisión y valentía.
El hecho de que el último premio de “Lacianiego del Año” fuese concedido en el año 1994 da una idea del proceso de desvertebración social que Laciana ha sufrido en estos años. En aquella ocasión también fue adjudicado por una asociación sin ánimo de lucro. Hasta hoy, doce años después, ninguna agrupación había recogido el testigo. La Asociación de Amigos del Valle de Laciana y “El Mixto” han demostrado una capacidad de organización y de trabajo sobresalientes en un acto que se caracterizó por el orden, la naturalidad y la calidez.
La entrega del premio fue organizada por la revista “El Mixto”, una edición que destaca entre las que se producen en las comarcas leonesas por la libertad de sus contenidos, el compromiso y calidad técnica. Se trata de una publicación bimensual realizada por un equipo sin ánimo de lucro. “El Mixto” alcanza ya los 13 números, lo que le convierte en un vehículo de información independiente plenamente consolidado en la comarca.
El grupo de personas que concurre en torno al esfuerzo común que representa la revista puede ser la referencia sobre la que pivote el insoslayable debate sobre Laciana. Es necesario que un grupo de comarcanos ajenos a la lucha política provoquen la reflexión sobre el Valle que ha de ser cuando el carbón termine. Asimismo es necesario definir ya cuál es el camino elegido por los lacianiegos para llegar a esa meta.
La urgencia viene dada porque Laciana pierde población rápidamente, pero aún conserva un contingente capaz de dar la vuelta a esta situación de declive. Si no se aprovecha dicha circunstancia seguirá los pasos del área Cistierna-Sabero, una dura experiencia que debería servir de enseñanza a todos los leoneses.

domingo, 5 de agosto de 2007

León: Montaña y Estrategia

Desde un punto de vista paisajístico el arco montañoso de León podría dividirse en dos grandes zonas. Por un lado encontramos Babia, Luna, y la línea oriental, donde emerge la elevación de las piedras calizas. Por el otro asoma la zona occidental y parte de la central, hasta Cepeda y Omaña, en las que se pierde la escarpadura para mostrar elevaciones más redondeadas constituidas por rocas pizarrosas.

Esas torres calcáreas entre Riaño y Babia determinan de tal manera la perspectiva del observador que se erigen en el elemento característico del paisaje. Además, la juventud de esos roquedos y su gran altura no permitieron una economía más allá de la subsistencia ni una arquitectura muy singular. Así hasta los años cincuenta muchos núcleos estaban integrados por viviendas sencillas, rectangulares, con tejado vegetal: lo que llaman “casas de techo”. Por esta razón y por los estragos que causó la guerra no se encuentran poblaciones de gran monumentalidad.

En cambio, en la mitad occidental leonesa los abruptos picos se transforman en montes panzudos que conforman paisajes bellos, pero menos espectaculares. Además, ese tipo de estructuras y la menor altitud facilitaron la existencia de cultivos y mayor carga ganadera en Maragatos, la Valdería, El Bierzo, la Cabrera, o Cepeda. El resultado sobre los núcleos de población de esa economía fue notorio: las casas de techo fueron sustituidas por casas de corredor, que en la otra zona aparecen más ocasionalmente. En definitiva, la mitad occidental de la montaña de León cuenta con menor espectacularidad paisajística. En contraste, atesora una riqueza en su arquitectura popular sin comparación con las comarcas de roca caliza.

Como consecuencia de este sencillo análisis se deduce que las estrategias de conservación y de promoción turística debieran ser diferenciadas entre ambas zonas. Por ejemplo, aunque la destrucción de un espacio natural es rechazable en todas partes, las agresiones al paisaje en la montaña caliza, como se pretende con la línea eléctrica Lada-Velilla, son todavía menos asumibles, puesto que es su elemento identificador. Al mismo tiempo conjuntos singulares como Maraña debieran ser valorizados.

A su vez, las actuaciones sobre los conjuntos urbanos de las comarcas pizarrosas que no respeten las tipologías tradicionales son menos tolerables que en el oriente. Por ello, la destrucción de un palacete que está teniendo lugar en la Calle del Agua de Villafranca del Bierzo es un acto incalificable. Sin embargo la rareza del desfiladero de La Barosa y de los roquedos de la Encina de la Lastra son valores peculiares del occidente.

Los cisastures estamos reflexionando sobre las posibilidades de León con una dedicación inusual. Es hora de que esa coyuntura empiece a producir aplicaciones prácticas.

Espuma en Caja España

Caja España es una empresa de gran tamaño e indudable solidez. A esta afirmación, que es poco cuestionable, se le pueden añadir todos los perifollos que uno quiera, aunque no modificarán la cuestión de fondo: se trata de una entidad financiera de larga trayectoria, con personal muy profesionalizado y una dirección experimentada, que sigue la pauta marcada en su plan estratégico.

Sin embargo, una corporación tan grande concita el interés de los grupos de poder si pueden intervenir, aunque sea un poco, en la gestión. Eso les proporciona fotos, espacio para declaraciones en los medios de comunicación y recursos para el beneficio propio o para alimentar sus redes clientelares. Con todo, la acción de estos finalistas del poder influye relativamente poco en lo que es propiamente la marcha del negocio, algo que suele escapar a las capacidades y preparación de muchos de estos “consejeros”.

Por esta razón el ruido que se ha generado en torno a las elecciones en Caja España se parece bastante a un globo: mucho volumen y poco contenido. De hecho, si no hubiesen aparecido los dos presuntos compradores de votos en la convocatoria –el de los cien euros en ésta y el de los relojes de la anterior- poco hubiese quedado de este tumulto mediático que tanto tiempo hace perder a los que consumimos prensa.

Lo cierto es que los intereses por participar en los órganos de la caja leonesa son los mismos que aparecen ante las elecciones de cualquier otra, sea en Burgos, Sevilla o Barcelona. Para los partidos la participación en las cajas supone la posibilidad de proporcionar ayudas a colectivos afines, y también a otros de los que se busca el favor. Además permite acceder con más facilidad a créditos con los que pagar los gastos de la formación correspondiente.

Para diversos miembros de las más altas instancias ha supuesto la obtención de cuantiosos créditos para sus negocios o gastos particulares, empréstitos que hubiesen necesitado de mayores garantías de no haberse solicitado desde dentro de los órganos de dirección. Esta cuestión, de dudoso rigor técnico y ético, era explicada recientemente en el económico Cinco Días, en el que se citaba a varios presidentes de las cajas, entre ellos el de Caja España, que figuraban con importantes créditos de la entidad cuya dirección ejercían.

Sin embargo, tantas astillas son minucias para el volumen de estos mastodontes financieros, que continúan su marcha sin desfallecer, aunque es inevitable que se cultive internamente la desconfianza a tanto concurrente sin una formación adecuada. Dejemos en paz, por tanto, al toro y esperemos que una vez más los tratantes se dediquen a lo suyo, que parece ser repartirse mamporros y guiños, pero sin ruido. Y que el olvido caiga entre los que perdieron demasiados principios en la trifulca.