miércoles, 31 de octubre de 2012

Encuesta de Población Activa 2012

Cada año por estas fechas se produce la publicación de la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre. Como es conocido la EPA mide mediante un cuestionario bastante atinado el número de trabajadores ocupados en cada provincia. De sus cambios se deduce cómo evolucionan los distintos territorios de este país. Por ejemplo, gracias a la EPA sabemos que el mercado laboral entre 2000 y 2012 de las provincias con sede autonómica evoluciona de forma diferente si son comunidades uniprovinciales o si son multiprovinciales. Las de una sola provincia han creado un 17% más de empleo como media en ese periodo. Por su lado las sedes multiprovinciales han crecido como las provincias sin sede (siempre hablando de valores medios). León, tras una vertiginosa caída agudizada este año, ha vuelto a las cifras de empleo del año 2000. León y Zamora (ésta en negativo) ocupan la cola de la autonomía en la que Burgos, Segovia y Valladolid, en cabeza, superan el 15% de crecimiento en la ocupación. No cabe más remedio que preguntarse qué pintan nuestras dos provincias en esta autonomía, que cuenta con las competencias de promoción económica (¿?). Es difícil que gestionen nuestros intereses peor. A ello se suma una gestión no menos desastrosa de la Xunta de Galicia en su territorio, que ve cómo, entre 2000 y 2012, Orense y Lugo tienen la peor evolución del país (igual que en los veinte años anteriores) y Pontevedra acompaña a León en un estancamiento que la sitúa octava por la cola. Es difícil estar peor gobernados. Y digo esto porque hay casos, como el del País Vasco, en el que la pérdida de peso es continua, pero al menos viven bien. Si en 1981 suponía el 6.2% del mercado laboral, hoy no llega al 5%. No es el caso de este remolino del subdesarrollo que forman Orense, Lugo, Zamora y León por este orden. Es evidente que las franquicias locales de los partidos nacionales se dedican a justificar unas decisiones que en nada favorecen esta gran área geográfica. Si no se toma conciencia del problema asistiremos a una desertización como la del Sistema Ibérico: Soria, Teruel, Cuenca, Guadalajara, que es la zona más despoblada del país.

martes, 23 de octubre de 2012

Desafección a los Grandes Partidos

Las elecciones vascas y catalanas han sido interpretadas como una pugna entre nacionalismo autonómico y nacionalismo español. Sin embargo, si realizamos una abstracción en la que nos olvidemos de la reivindicación territorial, lo sucedido está más cerca del castigo a los grandes partidos nacionales que otra cosa. El resumen de lo que ha pasado es que el PP perdió en Galicia 135.000 electores. Sólo la mayor división del voto entre los otros concurrentes le permitió ganar tres escaños. En el País Vasco ha bajado 16.000 votos, que es más del 10%. Por lo tanto el PP, más allá de otras consideraciones, ha perdido un notable respaldo electoral. El PSOE por su parte extravió 106.000 votos en Euskadi y 230.000 en Galicia -una barbaridad-. Los habitantes de Galicia y del País Vasco no son muy diferentes de los de otras regiones. En consecuencia el sentimiento de hartazgo hacia la vanalidad populista y el mantenimiento de los privilegios de las dos grandes fuerzas políticas ha de estar muy presente en la calle. Que en estos lugares donde hay opciones diferentes a las de otras regiones el votante encuentre un elemento de contraste idóneo en formaciones locales no es raro. Eso es lo que probablemente ha sucedido. Cuando leo en el programa de Bildu que hay que subir el salario mínimo, o que hay que limitar los salarios de los altos directivos no puedo estar más de acuerdo, por fea que sea la historia de la formación. Y esto con el grado de exasperación de la gente explica que 106.000 vascos que votaban al PSOE se hayan pasado a BILDU que, visto desde León, poco o nada tiene que ver con los socialistas. Pero es que el cabreo es mucho. Los ciudadanos estamos enfadados con los dos partidos mayoritarios porque defienden sus concejales innecesarios, sus asesores, sus jefes de prensa, sus coches oficiales, sus dietas, sus despachos y sus retiros dorados mientras la población pasa apreturas tremendas. Eso es inaceptable y no hace falta extremismo para que los electores les enseñen la puerta de salida. Pero si el escarmiento conlleva nacionalismos, muchos piensan que … qué más da. Así han votado como han votado el domingo.

martes, 16 de octubre de 2012

Feria Itinerante de Productos de León

Una vez concluida la Feria de Productos de León de este año, cabe hacer algunas consideraciones y realizar también sugerencias. Una primera valoración es la del éxito sostenido de esta convocatoria un año tras otro. Esto quiere decir que las fechas son adecuadas, el lugar correcto, la organización suficiente y el atractivo indiscutible. En consecuencia, cualquiera que desee introducir cambios en futuras ediciones debiera hacerlo con sumo cuidado. No es fácil acertar como se está logrando con esta Feria. Habrá que adecuarse a los cambios del mercado, pero con cuidado. Una observación más, producto de mis conversaciones con algunos expositores, es que la Feria de Productos de León es un recurso ideal para crear una imagen de marca fuerte en la capital. Es tan grande el número de personas que acuden y la atención que prestan a cada expositor individualmente que resultaría difícil encontrar un medio que fije mejor la imagen de cada empresa en la mente del cliente. León ciudad es el primer mercado provincial, por lo que se erige en pieza clave para sustentar cualquier firma alimentaria local. Por esta razón la Feria es un recurso de primera importancia para aquel productor que desee desarrollarse en León. En el campo de las sugerencias cabría decir que la Diputación debiera traspasar esta experiencia a Ponferrada de manera inmediata. Se trata del segundo mercado provincial y el esfuerzo de organización estaría plenamente justificado. Realizar la Feria de Productos de León en Ponferrada es una forma de abrir el campo de acción a muchas pequeñas empresas. Una última sugerencia es que esta Feria, que tan buenos resultados da aquí, pudiera llevarse a las ciudades de provincias limítrofes: Oviedo, Gijón, Lugo, Orense, Zamora, Valladolid y Palencia. Con toda certeza las características del consumidor medio de estas zonas no distan demasiado de las del leonés. Por ello es probable que estas convocatorias, bien organizadas, registrasen unos éxitos notables. Además sería una forma de facilitar a nuestras pequeñas empresas el acceso a mercados que, por las limitaciones que da su reducido tamaño, ahora les están vedados.

martes, 9 de octubre de 2012

El Cauce del Bernesga

Un paseo por la orilla del río Bernesga o por alguno de sus puentes y pasarelas, como el de San Marcos o el de la Junta, permite comprobar que el lecho fluvial se ha convertido en el caldo de cultivo de un espacio natural en medio de la ciudad. El Bernesga, sobre todo desde San Marcos hacia el norte, es un ambiente donde conviven, árboles, pájaros, patos y otra multitud de seres vivos en un ambiente húmedo y con poco acceso directo para el hombre, lo que hace de esa franja un parque temático y disfrute para la vista. Sin embargo es evidente que la vegetación ha medrado enormemente y que su presencia empieza a resultar amenazadora –muy a mi pesar- ante las previsibles crecidas del invierno. Por esta razón urge actuar para que el cauce del Bernesga no se convierta en un riesgo para las infraestructuras que lo cruzan y regulan. El arrastre de la vegetación arbórea que ahora hay puede causar destrozos en los puentes, pasarelas y presas. Pero llegado a este punto conviene matizar que nuestro río se ha convertido en un atractivo en sí mismo gracias a este desarrollo silvícola. No se puede calificar de peligroso todo lo que crece en él. Las orillas, por ejemplo, han sido tomadas por arbustos y otras plantas de ribera que en nada perjudican el encauzamiento del río para la próxima temporada de lluvias. En consecuencia la Confederación Hidrográfica del Duero debería actuar inmediatamente sobre las islas que se han ido creando dentro del propio curso a la par que puede preservar la abundante vegetación que tapiza los ribazos. Y digo esto porque, conociendo por otras actuaciones la ejecutoria de la CHD, da miedo pensar que la limpieza del lecho se esté retrasando demasiado, que se pueda actuar indiscriminadamente sobre la vegetación perjudicial y la que no lo es, y que se inflen innecesariamente los trabajos a realizar con el fin de convertir en un erial de piedra y cemento el curso del Bernesga. Ese río y su patrimonio natural son ya un escenario más de la ciudad, y resultaría triste que se hurtase el disfrute de ese corredor naturalizado por mor de una actuación naturicida excesiva de alguna subcontrata.

jueves, 4 de octubre de 2012

Las Fiestas Invisibles

El domingo acudí una vez más a la cita anual de las Cien Doncellas y los carros engalanados, a la Plaza de la Catedral. Debo decir que, respecto a las danzas que conmemoran el tributo califal, no ví prácticamente nada por pura imposibilidad. Año tras año acude, afortunadamente, una multitud para ver los actos anunciados y, salvo que uno se dedique en cuerpo y alma a colarse, a deslizarse entre los cuerpos, a sortear a otros espectadores, a correr para adelantarse a las danzantes hasta la puerta de la catedral, las posibilidades de disfrutar del espectáculo son escasas. No quiero ni pensar con qué sensación se irán los turistas a los que se haya vendido la ocasión como un espectáculo singular: improvisación, apelotonamiento, tumulto y ruido. Se podría decir lo mismo del Foro u Oferta en San Isidoro, porque la situación se repite con la salvedad de que allí existe un espacio más amplio: la plaza. Tenemos lo más difícil: la tradición, la leyenda, un rito de siglos, una historia novelesca, el cariño de la gente, el éxito multitudinario; nos falta la organización, conseguir que la multitud visualice lo que pasa, en resumen: lucir la fiesta. De nada sirve que consigamos la declaración de fiesta de interés del “mundo mundial” si a la hora de la verdad no se ve. El Ayuntamiento debería plantearse elevar a los actuantes sobre una zona realzada, cámaras para que lo que pasa en los claustros se pueda ver en las plazas y una ceremonia que dé el empaque necesario a rituales de ciudad regia que tienen siglos. Ahora parece más propio de una corrala de vecinos y así lo ha sido en los anteriores mandatos. Realizar una intervención de este tipo ni tiene que influir en el protocolo ni en el espíritu profundo de la celebración, bien lo saben los semanasanteros. Por otra parte le dará un realce que necesita porque defrauda al visitante. La concejalía correspondiente debería empezar a pensar ahora cómo se puede hacer que estas celebraciones den un salto cualitativo en su imagen pública. Es algo en lo que nadie debería estar en desacuerdo porque lo que se haga ha de servir para organizar la fiesta en los próximos decenios.