miércoles, 28 de octubre de 2009

EPA 2009: León va mal

Se acaban de publicar los datos de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística correspondientes al tercer trimestre. Como cada año, he realizado la tabulación de datos provinciales y la primera conclusión general es que León no va bien.
Los datos de población activa ocupada -la gente que trabaja- muestran que desde 2000 la provincia creció apenas un 15% mientras la media española lo hacía el doble. Lo peor es que las limítrofes Orense, Lugo y Palencia se sitúan en los tres últimos puestos de España. Además Zamora va todavía peor que León. ¡Como para crecer! Sólo las provincias vecinas con sede autonómica: Asturias, Cantabria y Valladolid, crean más empleo.
Sin embargo los datos de las sedes autonómicas nos permiten distinguir dos grupos: las uniprovinciales y las multiprovinciales. Las autonomías uniprovinciales rompen tópicos: han creado más empleo que el resto. La más pequeña de ellas, La Rioja, es la que mejor ha evolucionado, luego las autonomías reducidas no son menos eficientes. Las sedes autonómicas multiprovinciales están la friolera de diez puntos por debajo de las uniprovinciales. Con todo a favor su evolución ni siquiera alcanza la media española.
Todo esto sirve para extraer valiosas conclusiones. La primera es que en el área ocupada por Lugo, Orense, León, Palencia, Zamora, Salamanca, Ávila y Cáceres hay un grave problema que requiere soluciones específicas e inmediatas. La segunda es que, atendiendo a las cifras de empleo, las autonomías grandes han fracasado como agentes generadores y redistribuidores de riqueza -al contrario que las autonomías uniprovinciales-. En consecuencia hay que reclamar su fragmentación.
En la zona deprimida antes citada se evidencia que no existen sedes autonómicas. Su creación podría resolver, siquiera en parte, el déficit de actividad económica. En coherencia, un planteamiento actualizado del leonesismo reivindicaría tres comunidades uniprovinciales en el Reino de León. Esa meta inyectaría un fuerte impulso a proyectos en todo el área y rompería una tendencia desfavorable, que pervive en las estadísticas desde hace 3 decenios.

jueves, 22 de octubre de 2009

Presupuestos Autonómicos para 2010

Ya están disponibles los archivos del presupuesto de la Autonomía en la web de la Junta de Castilla y León. A pesar de su volumen (23 tomos contando con las liquidaciones de 2008 y los de ejecución de 2009) se pueden tachar de opacos.
Si bien expresan al detalle el gasto, lo hacen por capítulos y no es eso lo que un ciudadano aspira a consultar. Los que acudimos al texto ni esperamos ni pretendemos un ejercicio contable que, por otra parte, no podríamos someter a comprobación porque carecemos también de información adecuada para eso.
Lo que resulta relevante es el desglose de las partidas de gasto para fines concretos: tal colegio, tal hospital o cierta carretera, pero no consta. Por esta razón sólo podemos hacer juicios de valor generales, que nos dan pie, por otra parte, a extraer grandes conclusiones.
La primera es que siguen incluyéndose las inversiones del Plan del Carbón, del Ministerio de Industria, como propias de la Junta, lo que es falso y contribuye a un engaño. En consecuencia, la Junta invierte en León menos de lo que dice y detrae inversiones para llevarlas a otras provincias. La segunda es que el presupuesto ha tocado techo, lo que significa que el proceso transferencial prácticamente ha culminado. Lo que procede ahora es evaluar si resultó acertada tanta descentralización para, quizás, plantear la retrocesión hacia el gobierno central de algunos servicios ineficientes. La tercera es que el gasto estructural se lleva las tres cuartas partes del presupuesto, lo que en la actual situación de penuria fiscal supone que no hay capacidad de inversión sin endeudamiento. Por tanto habría que ajustar el gasto corriente, pero no se hace.
Además es notorio que la inversión no territorializada -que queda mayoritariamente en Valladolid- crece, mientras la provincializada desciende notablemente. Un último aspecto a destacar es que Sanidad y Educación se llevan algo más de la mitad del presupuesto. Sin embargo, si se olvidan esos servicios, los ciudadanos perciben con debilidad la administración autonómica. No hay proporción entre los servicios prestados y su coste, y eso debe ser ponderado y corregido.

jueves, 15 de octubre de 2009

Renault y Valladolid: los Costes

La semana pasada se hizo público el acuerdo entre la empresa Renault, los sindicatos y las instituciones públicas para mantener la fábrica de montaje de Valladolid. La presencia de Zapatero y de Herrera junto con el presidente de la empresa en España teatralizó un triunfo: frente al previsible cierre de la planta los sindicatos y las administraciones habían convencido a la marca y conjurado ese peligro. Tras la lectura de los términos del acuerdo, la rueda de prensa parece más una exhibición propagandística que un reflejo de lo sucedido.
La realidad es que los sindicatos han cedido en la congelación salarial, en la reducción de los periodos de descanso, en la libre disponibilidad de expedientes temporales de regulación de empleo por la empresa, en la rebaja del salario de entrada de los nuevos empleados, en el nivel de reposición de nuevos empleos, ... y se aplicará a las cuatro plantas españolas. Por su parte, la administración autonómica y la central han comprometido un abultado montante económico para el plan social y las subvenciones.
La empresa ha conseguido así rebajar los costes sociales en todas las plantas españolas. A cambio se compromete a mantener la planta de montaje de Valladolid para 80.000 vehículos/año y a implantar dentro de tres otra de vehículos eléctricos para 20.000 automóviles/año. Si se considera que la planta actual tenía una capacidad de montaje de 300.000 coches/año se trata de un retroceso importante; más aún porque el compromiso industrial abarca sólo los próximos cinco años. Todo indica que montaje Valladolid va hacia su desaparición, que la pequeña planta de eléctricos, que tomará el relevo, es una incógnita y que como en Europa sobran fábricas de coches, las pequeñas tienen más probabilidades de cerrarse.
El coste de este acuerdo para las provincias que no son Valladolid es sustancial. Gran parte de los fondos de promoción industrial van a quedarse en la marca del rombo. El consejero Villanueva ya está hablando de crear un parque de proveedores del vehículo eléctrico: otro nuevo coste. Mientras tanto la promoción industrial de la Junta en León continúa bajo mínimos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

León y el Futuro del Carbón

En las últimas semanas el negocio del carbón en León ha entrado en una espiral negativa. Las centrales térmicas comunicaron a sus respectivos proveedores que a mediados de octubre dejarían de recoger el carbón. Para el sector extractivo significaría un fin súbito si no se negociaba una solución. Tras varias reuniones se alcanzó un arreglo provisional, lo que augura las peores expectativas.
La postura de las compañías generadoras venía dada por encontrarse sus parques de carbones llenos; pero esto lo propició el descenso del consumo eléctrico y que las centrales térmicas han optado por quemar carbón de importación, que adquieren más barato. Las dudas del gobierno para aportar un incentivo al consumo de combustible nacional y para imponer normas que obliguen a su empleo abonan su rápida desaparición.
Por añadidura, la generación de energías renovables en el “mix” energético ha crecido notablemente: un tercio en dos años, hasta representar el 28% del total. Esa porción le ha sido retirada al carbón, que descendió más del 40% en igual periodo. En contraste, el ganador es el gas: Gas Natural -La Caixa, es decir, la burguesía industrial catalana a quien Aznar entregó el sector-. El crecimiento de las centrales de ciclo combinado, de gas, ha sido del 30% en los dos años y suponen ya el principal generador del “mix energético”. La autorización de la Junta de Castilla y León en el mes de agosto para que un grupo térmico de Compostilla sea transformado en ciclo combinado confirma el ascenso de ese núcleo de poder e influencia y la caída del “lobby” del carbón.
Por su parte, el empleo en el sector carbonífero desciende sin pausa. En septiembre Asturias bajaba por primera vez de los cuatro mil cotizantes al régimen especial del carbón de la Seguridad Social. León ha pasado de los 5656 de 1999 a los 2323 de ese mismo mes de 2009.
Puesto que todo indica que este sector se agota, se debería hacer una reflexión crítica antes de elegir cabalmente en qué emplear los últimos fondos del carbón que llegarán. Corregir errores y pensar qué es lo más importante que aún queda por hacer es más necesario que nunca.