domingo, 30 de noviembre de 2008

La Bañeza, Cruce de Caminos

La Bañeza quiere ser màs grande. Cualquier ciudad o conurbación -conjunto de ayuntamientos que en realidad son una misma unidad funcional porque están unidos, como La Bañeza y Requejo- que desea crecer debe reunir una serie de caracterìsticas. Las semanas pasadas hablamos de una de ellas: la capacidad de atracción a través de la peculiaridad urbanística. Para impulsar el crecimiento es conveniente que nos fijemos ahora en ciudades más grandes. ¿Por qué Palencia, Zaragoza o Vigo son ciudades más grandes?. ¿Qué tiene Burgos que no tenga La Bañeza?.
Cualquier conurbación que intente crecer hoy en día debe reunir todos o parte de un grupo de requisitos. Los principales son los siguientes: ser un centro político, ser un puerto de mar o ser un cruce de caminos. La historia ha servido a esta ciudad para llegar hasta nuestros días con diez mil habitantes, pero esto ya no es suficiente. Cualquier ciudad necesita algo más que su pasado para medrar en el futuro. Potenciar cualquiera de los tres aspectos que se acaban de exponer es empujar su crecimiento.
Tomaré el último requisito para continuar este comentario: ser un nudo de comunicaciones. La Bañeza ha quedado como punto de paso en la red de grandes vías de España gracias a la autovía N-VI. Sin duda ha sido un gran logro ya que podría haber quedado al margen. Para obtener una segunda vía importante que la cruce debemos encontrar una necesidad no cubierta, un agujero en el mapa de comunicaciones de la Península Ibérica. El agujero que buscamos existe y su solución pasa por La Bañeza.
En el núcleo del noroeste español existe un pequeño sistema de ciudades organizado en torno a tres corredores: el que va desde El Barco de Valdeorras por Ponferrada, Bembibre y Astorga a León; el que va de La Robla a Benavente por León y Valencia de Don Juan; y el que va de El Barco de Valdeorras a Benavente por Astorga y La Bañeza. El resto de poblaciones o no reúnen población para ser consideradas ciudades, como Villafranca del Bierzo o Sahagún, o no están dentro de un gran corredor, como Villablino. Ese sistema de ciudades y sus poblaciones subordinadas es lo que conocemos como “León”.
Dicha bolsa de población, para desarrollarse, necesita estar comunicada con las bolsas más próximas y con los centros económicos próximos más importantes. Los sistemas de ciudades más próximos e influyentes son el asturiano, los de la costa gallega y el portugués de Tras Os Montes. Los centros económicos más importantes para León son el asturiano y el gallego una vez más, y el Eje del Ebro, y las conurbaciones de Oporto y de Madrid.
Las comunicaciones con Braganza, en Tras Os Montes, y con Oporto, a través de aquélla ciudad, se resolverían con una misma carretera. El punto de partida óptimo hacia Braganza desde nuestro sistema de ciudades es La Bañeza. ¿Por qué La Bañeza es el punto óptimo?. Esta ciudad es el centro urbano más próximo desde nuestro sistema de ciudades a Portugal. El hecho de que la distancia desde Braganza a La Bañeza sea menor que a cualquier otro centro urbano español es determinante. Para consolidar un corredor de comunicaciones es imprescindible que exista la mínima distancia posible entre las ciudades por las que pasa.
En otras palabras La Bañeza es la salida lógica del sistema de ciudades leonés hacia Portugal. Los bañezanos deben tomar conciencia de esta oportunidad de desarrollo y reivindicarla con todas sus fuerzas. La Bañeza puede ser el punto de confluencia de todos los tráficos hacia Oporto desde Ponferrada, Gijón, Oviedo, Avilés, Santander y León capital. Se trata de un área de influencia de dos millones y medio de personas. Además se recogerían otros tráficos desde Galicia y Burgos al ser una alternativa a otras rutas. A esto se suma el tráfico de la N-VI. Pocas ciudades de diez mil habitantes tienen ese potencial por su ubicación geoestratégica. ¿Por qué desperdiciarla?.

De Pueblo a Ciudad

La Bañeza es una poblaciòn que ha alcanzado el porte suficiente como para pensar en su futuro a corto y medio plazo. Sus diez mil habitantes, su industria -modesta en cantidad, pero pujante-, su extenso territorio de influencia, todo hace que nos veamos en la necesidad de reflexionar sobre què papel va a desempeñar esta ciudad en el pròximo siglo. Hoy nos vamos a concentrar en un aspecto concreto: la diferenciaciòn de La Bañeza respecto a otras ciudades.
Cualquier producto o servicio, segùn las reglas de la gestiòn de empresas, debe diferenciarse de los otros como estrategia fundamental para resultar atractivo. El caso de las ciudades no es diferente. Cuanto màs impersonal e indiferenciada es una ciudad menos atractiva resulta. A su vez, cuanto menos atractiva es una ciudad, menos gente va a visitarla o a asentarse y màs difìcil es convencer a sus habitantes de que no se vayan a otras ciudades.
Lo que màs individualiza a una ciudad es, generalmente, todo aquello que hace referencia a su historia, ya que es muy difìcil que existan dos ciudades con una historia idèntica. Si borramos los rastros del pasado acabaremos con las señas de identidad de la poblaciòn en cuestiòn.
Me pregunto si La Bañeza ha realizado un catàlogo de aquellos edificios que merezcan su conservaciòn por ser el testimonio de una època. Me cuestiono si se han identificado conjuntos arquitectònicos peculiares para su conservaciòn e integraciòn en la ciudad. Me interrogo acerca de si se ha estudiado el diseño urbanìstico de La Bañeza y su evoluciòn. ¿Se ha pensado en còmo integrar todos estos elementos en una ciudad moderna para hacer de La Bañeza un espacio identificable y distinto en el transcurso del siglo que viene?.
He leido con mucho interès el artìculo de Javier Menèndez titulado “feìsmo”. En èl se trata este tema y confirma algo que he venido observando ùltimamente: la piqueta està dando buena cuenta de una parte de la arquitectura civil bañezana de mil novecientos. La pèrdida puede llegar a ser irreparable para una ciudad que no quiere renunciar a ser màs grande.
Igualmente se puede observar las nuevas edificaciones del centro urbano, el lugar màs transitado por los bañezanos. Son muchas las que presentan una apariencia simplona y poco elaborada. Lo mismo podrìan estar en La Bañeza que en Venta de Baños o en Valdepeñas. Tambièn lo nuevo contribuye a hacer la ciudad.
Hay que pensar que las casas y los barrios no se reconstruyen cada cinco años. Un edificio feo quedarà ahì por muchas dècadas. Cada error urbanìstico es una carga para la capacidad de atracciòn que durarà muchos años. Por todo esto son los propios bañezanos quienes tienen la obligaciòn de dar su parecer, de preocuparse por el paisaje urbano que los ofrecen. Si La Bañeza tiene la fortuna de haber conservado hasta hoy su propia idiosincrasia urbanìstica ¿por què conformarse con menos?.

sábado, 29 de noviembre de 2008

La Bañeza: Una Ciudad con Opinión

Hemos expuesto hace unos días el cómo y el porqué de la importancia de una vía rápida que llevase a comunicar La Bañeza con Rionegro del Puente, en la autovía Rías Bajas. Sin embargo esta carretera no estaría completa si no se construyese una conexión de la misma calidad entre Puebla de Sanabria y Braganza, ciudad y meta esta última que habíamos considerado imprescindible para lograr que los bañezanos vivan en un nudo de comunicaciones. Gracias a la constitución de ese cruce La Bañeza tendría la oportunidad de crecer de menera importante aprovechando sus ventajas.
Es probable que sean pocos los lectores que conozcan algo acerca de la situación de ese proyecto, la vía Braganza-Puebla, en los estamentos oficiales. Para conocimiento general se puede decir que existe ya una triple propuesta impulsada por Portugal, que se compone de las siguientes alternativas: una vía a través del trazado actual mejorado (por Calabor), otra a partir de la carretera vecinal de Ungilde y el aeropuerto bragantino (la mejor desde mi punto de vista) y otra de nueva construcción. Independientemente de las posturas adoptadas por los distintos agentes se echa de menos la presencia de uno o, mejor, dos: la de las autoridades de La Bañeza y la de las autoridades de la Diputación de León.
Este es un caso en el que se demuestra cómo obras que podemos considerar lejanas van a determinar el futuro desarrollo de La Bañeza. Lo mismo se podría decir de la autovía León-Burgos, que atraería el tráfico portugués hasta León y La Bañeza; de la N-VI hasta Ponferrada, que atrae hacia Portugal toda su área de influencia; o la propia autovía Rías Bajas desde Rionegro del Puente, que tanto puede pesar en el futuro de La Bañeza.
Es posible que a la mayoría de la población se le escape cómo puede actuar el futuro mapa de comunicaciones sobre el territorio donde viven, pero de las autoridades se espera otra cosa. Los cargos públicos tienen medios como son un sueldo, tiempo, consejeros y cargos de confianza, y contactos, y carecen de excusas para no estar al corriente de estas cuestiones. En cualquier caso es muy conveniente que los bañezanos y todas las personas que viven en su área de influencia tomen conciencia de que obras más o menos lejanas tienen una importancia en su futuro. Hay que participar en su discusión y en su definición. Es probable que en muchos casos no se presenten a las elecciones candidatos con una capacidad suficiente para saber distinguir estas cuestiones o para asesorarse convenientemente. Eso no importa si los ciudadanos son participativos y se implican en el futuro de su ciudad y, en definitiva, en el devenir de su economía.
Volviendo al principio, el trazado y la premura en la construcción de la vía rápida Braganza-Puebla influirá en La Bañeza. Aún es momento de opinar. ¿Por qué renunciar a ello?. Sin embargo no es esta la única obra relativamente lejana que, de forma inmediata, influirá en el futuro económico y social de La Bañeza. Las salidas que tenga la futura autopista León-Astorga son una cuestión de primera importancia. ¿No es esta ruta la vía más rápida para comunicar nuestra ciudad con León a través de la carretera del Órbigo?. Siendo así ¿dónde han estado las autoridades de La Bañeza en esta discusión?. El desarrollo del Polígono Industrial de Onzonilla es importante para La Bañeza ya que si se consolida como polo industrial de León avanzará hacia Santa María del Páramo, pero si no lo hace se tenderán a concentrar infraestructuras, residentes y actividades económicas en otras áreas con tendencia hacia cabeceras de comarca alternativas como Mansilla de las Mulas o La Robla. Lo mismo se puede decir de los enlaces entre la autovía León-Burgos y la León-Benavente, de los nuevos enlaces entre España y Portugal dentro de nuestro área, del desarrollo de la autovía Zamora-Benavente o del tren veloz a Ponferrada y Monforte, que pasaría a poco más de 15 kms de La Bañeza. Todo esto y más influirá de manera importante en el futuro de La Bañeza por su geoestratégica posición. Merece la pena opinar y hacerlo alto y claro. La Vía rápida de Puebla de Sanabria a Braganza puede ser la primera oportunidad. No dejemos pasar este tren.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Dos Ciudades, Autovías y Estrategias

Recientemente fue inaugurada la autovía Valladolid-Segovia. Aunque pudo haber pasado desapercibido, tiene gran incidencia en la futura configuración del cuadrante noroeste. Es conveniente explicar su alcance para León a fin de comprender tal afirmación.
La apertura de la Valladolid-Segovia ha ido acompañada de declaraciones sobre su utilidad para abrir una nueva ruta desde el norte hacia Madrid. Para lograrlo sólo falta la comunicación por autovía entre Segovia y la Autovía de Galicia. Ya existe una autopista, pero así se ha reclamado desde Valladolid.
En otras palabras, el propósito final de esta vía de gran capacidad es crear un corredor, alternativo a los existentes, entre Madrid y el norte, en el que Valladolid sería la pieza central. Este papel se reforzaría por la autovía León-Valladolid, que no está justificada por las cargas de tráfico en su tramo Santas Martas-Villanubla, pero que es reclamada con insistencia desde la ciudad del Pisuerga. Quedaría así paliada la marginalidad de esta urbe respecto a la vieja N-VI, factor negativo para sus intereses.
Por su parte, la ciudad de León depende más de la Ruta de la Plata, que compondrá un relevante corredor logístico hacia Andalucía, Madrid y Lisboa con pivotes en León y Salamanca. De que se abra antes al tráfico una u otra autovía dependerá que ciertos servicios se asienten en la ciudad legionense o en Pucela. En conclusión ambos nodos competirán por una parte de las cargas.

El Ejemplo de Alija del Infantado

Estuve en Alija del Infantado hace unos años. Antes y después he visitado bastantes pueblos, aunque de muchos ya no me acuerdo. Con Alija ha sido diferente. Su capacidad para impactar al viajero no tiene parangón con ninguno de los núcleos de su entorno. Los lugareños, a lo largo de siglos, han sabido vivir preservando todos aquellos elementos singulares que el pueblo tenía como si fuesen ... lo que son: las cosas que han acompañado a los alijanos de generación en generación, su patrimonio, lo que debe seguirlos acompañando.
Alija conserva un puente de bellísima factura que le hace único en el tramo norte de la Vía de la Plata. Es el Puente de la Vizana, palabra ésta cuyo significado siempre quise saber y nunca supe. Había muchos más puentes en la ruta, pero otros aldeanos se encargaron de no mantenerlos o de destruirlos al abandonar su uso. Alija tiene un castillo que, aunque pequeño, sobrevivió a la reconstrucción de muchas de las casas durante los últimos siglos. Hace unos años fue puesto en valor por el pueblo en una hacendera ejemplar en la que colaboraron Promonumenta e Iniciativa Social Leonesa. Había que ver desbrozar con ahínco a las gentes del pueblo, que llevaron útiles tanto para ellos como para los visitantes, a fin de dejar limpio el recinto interior del castillo. A partir de entonces éste pasó a ser parte del espacio urbano de la localidad; un elemento de referencia para todos.
En el pueblo también encontramos una iglesia con artesonado que, sin ser un prodigio, resultaba interesante, coqueta y atractiva. En esta localidad el común había hecho realidad un proyecto que en pocos lugares similares se puede encontrar: un mirador y un merendero. El último se encontraba en lo más alto del pueblo, en la ladera de un monte, para tener buen alcance. A su vez, la vista panorámica desde el mirador era bellísima e inolvidable: toda la comarca yacía bajo nuestros ojos atravesada por el río Órbigo.
También recuerdo un magnífico grupo de baile tradicional con vestidos preciosos y la alta participación de la gente del pueblo cuando la música sonó. Por entonces se pensaba en recuperar una antigua y enorme bodega que, según me han dicho, hoy se encuentra convertida en un hermoso establecimiento hostelero.
Por aquel entonces sólo echaba en falta dos cosas: los balcones de tabla típicos de nuestra arquitectura, que habían sido eliminados debido al establecimiento de un impuesto sobre los mismos, como en muchos otros lugares, hace ya decenios; la otra era el tendido eléctrico, que no había sido enterrado en el suelo. Los cables de la luz, que cruzan a media altura las calles, se han convertido en tristes protagonistas de las fiestas en muchos lugares, puesto que impiden sacar el pendón, algunos santos en las procesiones y cualquier manifestación tradicional que suponga mover un artilugio a media altura. El tendido, como las antenas de televisión, es un factor de afeamiento que convierte ciertos conjuntos de arquitectura popular, de gran valor para el visitante, en agrupaciones de casas viejas con pintorescos aditamentos tecnológicos. No hay nada más fácil que guardar la armonía de las construcciones para la gente que ha llegado a contribuir a levantarlas, que las conoce desde sus cimientos y que podría volver a reconstruirlas como antaño si fuese necesario. Sólo hace falta buen gusto y cariño por nuestro pasado, cosas ambas que estoy seguro de que no faltan ni en Alija ni en ninguno de nuestros pueblos.
Todo esto para decir que yo conocí Alija en un momento feliz; que no se me va a olvidar ese pueblo porque sus gentes hicieron lo necesario para que a nadie le pasase desapercibido, que volví a Alija y volveré más veces. Sólo hecho en falta que otros pueblos, con las mismas posibilidades, vayan por el mismo camino; que aprendan a ser ellos mismos, no lo que ven por la tele, que para nada sirve porque es mentira.
Actualmente se echa en falta, alijanos, una promoción más agresiva de vuestro pueblo en el campo turístico. Entre todos habéis hecho lo más difícil. Aprovechad vuestros recursos dándolos a conocer.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Los Pueblos y la Economía Tradicional

Decíamos hace unas semanas que los pueblos, que constituyen el tejido, la trama de población que ocupa el territorio, son los cimentos de un país. Mucho hemos escrito hasta hoy sobre las cabeceras comarcales e intercomarcales, pero eso no nos hace olvidar que cada pequeño núcleo de nuestras comarcas representa una oportunidad para el crecimiento económico y para el desarrollo. Exponíamos el otro día que las actividades económicas del futuro podrían estar basadas en los sectores tradicionales y en otros que, aunque nuevos, se fundamentarían en aquéllos.
Sobre los primeros, los trabajos tradicionales, vamos a extendernos hoy. Las comarcas en torno a La Bañeza han vivido de una mezcla de actividades, que es típica de la región leonesa. Si algo ha caracterizado las bases económicas de nuestra región es la producción “para el gasto” de una miscelánea de productos rica, que ha predominado durante siglos hasta la llegada de la mecanización y, posteriormente, de la reconversión agrícola de los últimos treinta años. Esta idiosincrasia proporciona a nuestras gentes una base de conocimiento adecuado para acceder a una considerable variedad de cultivos y explotaciones ganaderas de diversa índole. La existencia de una gran diversidad de cultivos de secano y de regadío junto a la costumbre de criar vacas, ovejas, cabras, cerdos, conejos, gallinas o caballos aporta una facilidad en el acceso de los ganaderos y agricultores a una especialización posterior que en otras zonas, como la Tierra de Campos, por ejemplo, no se tienen.
A partir de ahí es imprescindible la especialización, puesto que sólo el conocimiento profundo de una actividad puede reportar producciones lo suficientemente eficientes como para ser rentables hoy en día. La especialización -caballo de batalla de muchos agrotécnicos y veterinarios de nuestras comarcas- es imprescindible para concentrar la atención, mejorar el manejo, desarrollar la gestión de la explotación y, en definitiva, mejorar progresivamente la productividad de nuestras explotaciones. La especialización ha permitido pasar de rendimientos en trigo de 600 kgrs por hectárea (4 kgrs por cada uno sembrado, en un año bueno), que se citaban hace 150 años, a otros de hasta 7.000 kgrs por hectárea en nuestras mejores tierras de secano y de hasta 12.000 en las mejores de regadío, con ratios de hasta 1 a 25 entre lo sembrado y lo producido. Nuestras vacas han pasado en menos de 100 años de producir apenas 1.000 kgrs de leche por lactación a los 14.000 de algunos de nuestros mejores ejemplares. El resto de las especies domésticas han experimentado progresos similares. Nada de esto hubiese sido posible sin la especialización. De hecho, las peores producciones, los peores rendimientos se hallan en las granjas menos evolucionadas, donde se pretende hacer de todo sin volcarse realmente en nada.
El segundo factor esencial para que nuestros pueblos sigan con vida es el incremento del tamaño medio de las explotaciones agrícolas y ganaderas, la ganancia de dimensión. Esto puede parecer un contrasentido, ya que, si las explotaciones ganan tamaño, no cabrán todas y algunas desaparecerán. Eso es exactamente lo que debe suceder porque si no, no sobrevivirá ninguna y eso sí que sería un auténtico drama para nuestras pequeñas aldeas. Sin duda esta afirmación es tan dura que no es fácil oírsela a un político, a un sindicalista, o a un alto cargo, pero alguna vez hay que exponerlo. ¿Por qué existe la necesidad de aumentar el tamaño?
La ganancia en productividad provocada por la especialización de las explotaciones ha permitido que, tras invertir importantes cantidades de dinero en cada vaca, en cada hectárea, los ingresos se hayan multiplicado. Mientras esto se producía de manera progresiva, también el nivel de vida de los españoles crecía. En el año 1952 se alcanzó el nivel de vida de 1936, superando así el bache que produjo la Guerra Civil. Desde entonces el crecimiento económico ha sido espectacular y, cómo no, el coste de mantener a una familia de clase media se ha multiplicado por cifras de dos dígitos. Ese cambio absorbió el rendimiento obtenido mediante las mejoras de productividad por la especialización. Tan es así que la Comunidad Europea tomó la decisión de establecer ayudas a los agricultores y ganaderos con el fin de fijar población en el campo y de mantener en alguna medida ciertas producciones: es lo que conocemos como la PAC. Esas ayudas se pensaron para que los agricultores y ganaderos invirtiesen en la granja cantidades importantes de dinero a fin de que, cuando se redujesen las ayudas, el productor no sufriese por tal motivo. Las inversiones deberían haberse centrado en mejorar y agrandar las instalaciones, pero en muchas explotaciones sólo ha servido para incrementar el ritmo de gasto de la casa. Ahora, cuando las ayudas desciendan ¿qué va a pasar?
Como decíamos, es necesario que nuestras granjas crezcan, y lo es, además, porque las mejoras de productividad se ven frenadas ya por limitaciones genéticas de las plantas y animales de producción. Ante ese freno sólo queda la conversión de estas unidades de producción en auténticas empresas, puesto que han de mercar con importantes cantidades de productos y de dinero. Por estas razones creo que, a fin de ser más competitivos y de fijar más población, en nuestras comarcas se debería actuar en tres campos con más intensidad:
-La formación empresarial del agricultor y del ganadero, puesto que no sobrevivirá quien no se habitúe al ordenador, al papel y al lápiz.
-Fomentar la retirada y prejubilación de los productores más mayores. En esta situación es lo más aconsejable, por lo que se debe exigir al estado las mismas ayudas que para las prejubilaciones en las grandes empresas.
-La preservación y apoyo especial a las explotaciones más productivas y a las más grandes, ya que para cada pueblo debieran ser un tesoro, una promesa de futuro.
La actividad agrícola y ganadera tradicional sostiene otros sectores como la venta de tractores, la construcción de naves, la venta de piensos y materias primas para la nutrición animal, la distribución de semillas, de abonos, de fitosanitarios, etc, todo un entramado económico que se centra en las cabeceras. Dichas poblaciones deben implicarse también en el futuro de nuestras aldeas, puesto que en ellas está el suyo propio. Falta, por tanto, un liderazgo adecuado en las mismas, sea por desinterés de los munícipes, sea por desconocimiento. Este es, probablemente, una de las primeras necesidades que hay que subvenir: la carencia de un liderazgo fuerte al frente de nuestras cabeceras, capaz de arrastrar a toda su área de influencia.

domingo, 23 de noviembre de 2008

La Sinrazón del Tren Veloz

Desde hace algunos meses tenemos la oportunidad de seguir a través de todos los medios de comunicación provinciales manifestaciones de diversa índole a favor del recorrido del tren veloz a Galicia a través de una zona u otra. Parece que, una vez más, la definición de infraestructuras esenciales para el desarrollo -y tremendamente caras- va a quedar al albur de una decisión política, que estará influida por la capacidad de movilización de las distintas áreas. Así pues, todo hace pensar que el tren veloz será para los políticos más una bandera que agitar ante los electores que un elemento para la discusión razonada. Sin embargo este tema merece un análisis frío que, a juzgar por lo sucedido hasta ahora, no está teniendo lugar en la provincia de León.
Puesto que en el trazado de los accesos a Galicia se han impuesto decisiones políticas -como la muy discutible de construir la autovía “Rías Bajas”- es tiempo de reclamar racionalidad en las nuevas inversiones. La red de comunicaciones no debería transcurrir por zonas desérticas si los ciudadanos del noroeste deseamos que sirva para impulsar el crecimiento económico de nuestro territorio. Por otra parte no podemos admitir que se tome el noroeste como un mero lugar de paso. Las infraestructuras en general y el ferrocarril en particular deben tener trayectorias útiles y de cobertura suficiente para la población, independientemente de dónde comience o termine la línea. De lo contrario el noroeste se convertiría en una especie de soporte para las traviesas y vías que van de Valladolid a Vigo o a La Coruña.
Es en éste último aspecto donde más se ha de profundizar y sobre el que precisamente están dando una lección los ayuntamientos gallegos del corredor Ponferrada-Monforte a sus homólogos leoneses. Como muy bien han expuesto, el TAV (Tren de Alta Velocidad) va más rápido (350 kms/h) que el TVA (Tren de Velocidad Alta, 250 kms/h), pero sus vías no están adaptadas para el transporte de mercancías, por lo que no es útil para el corredor que nos ocupa. El número de paradas ha de ser mínimo durante el trayecto del TAV, que, por supuesto, no puede parar en poblaciones de diez o veinte mil habitantes. Por esta razón el TAV no sirve para el modelo de desarrollo que más conviene al noroeste, ya que es característico de nuestro solar estar ocupado por una gran cantidad de núcleos, algo totalmente diferente a lo que se observa más al sur. Se puede argumentar que en Centroeuropa sucede lo mismo, y es cierto, pero nadie puede comparar la calidad de sus redes alternativas de comunicaciones con las nuestras.
El TAV es un tren adecuado para unir Madrid y la costa gallega con pocas paradas intermedias (dos o tres a lo sumo) puesto que ése y no otro es su objetivo. La cacicada de trasladar el desvío hacia Galicia desde Medina del Campo (donde siempre estuvo planificado) hasta Valladolid puede suponer, si se confirma, una carga más para ese trayecto y, quizás, el final para el proyecto de estación en Zamora. El noroeste poblado no debe reclamar ese tren porque si no tiene estaciones en Astorga, Bembibre, Ponferrada, Monforte de Lemos o El Barco de Valdeorras no nos sirve. Desde luego un TAV nunca tendría esas paradas: sus 350 kms/h de velocidad necesitan espacios de más de cien kilómetros entre estaciones.
El tren que necesita el interior asturgalaico es una vía de uso para mercancías y pasajeros (no dos vías, puesto que el volumen de tráfico potencial no lo justifica) con una velocidad máxima de 250 kms/h. Los leoneses, lucenses, orensanos y asturianos aspiramos a un tren que comunique mucho más que las tres o cuatro ciudades principales del área. Es hora de que alguien diga que para eso no es necesario un ferrocarril que permita alcanzar los 350 kms/h.
Por otro lado hay un tema que importa aún más: el plazo de construcción. La puesta en marcha del tren de velocidad alta en nuestro territorio debe ser anterior a la de alta velocidad o, como mucho, simultánea. No se puede repetir el retraso de 15 años que hemos sufrido en la red de autovías respecto al Ebro, al Mediterráneo y al Sur.
La frivolidad de adelantar una inversión de cientos de miles de millones como la Alta Velocidad -que sólo beneficia a cuatro o cinco ciudades- respecto a otra que con unas cuantas decenas de miles de millones puede dejar mucho más cohesionado todo el noroeste español es incompatible con cualquier planteamiento racional. Asistimos a la locura entre las autoridades autonómicas y estatales exigiendo prioridad para una conexión previa entre Madrid y Valladolid que cuesta más que la reforma de toda la red del noroeste para su conversión a velocidad alta.
Los políticos de León debieran saber que no es conveniente entrar a todos los capotes que les ponen desde otras zonas porque nosotros también tenemos nuestros propios intereses y conveniencias. En el caso del tren veloz todos los partidos de León se están comportando como novatos, los sindicatos están haciendo un papel que no les corresponde, y los técnicos ...¿dónde están los técnicos?.
León reclama un nuevo ferrocarril, pero el que interesa a los leoneses, y con la racionalidad que hasta hoy se le ha negado. Quizás debieran venir los políticos de Valdeorras a darnos unas clases, o quizás sea que los de Valdeorras son más de León que los de aquí. En esta tierra de dislocada configuración política sus principales valedores se pueden encontrar fuera de ella en más de una ocasión. Nada justifica que el tren veloz de León sea reclamado tarde, mal y sin una posición meditada y madura.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Santa María: La Diversificación

Venimos hablando hace varias semanas de algunos de los elementos más sustantivos para que la capital paramesa evolucione desde su posición actual, como núcleo rural, hasta una nueva, como ciudad. Hasta hoy hemos expuesto dos de esos factores:
-La puesta en valor de dos recursos como son la ronda completa, ya construida, y un polígono industrial asociado, que habría que construir.
-La creación de un centro urbano dentro del casco de la población.
Hoy vamos a exponer un tercer elemento fundamental según mi punto de vista: la diversificación económica del grupo de empresas residentes en Santa María. Habíamos observado cómo la dependencia de este pequeño conglomerado empresarial respecto del sector agrícola y el ganadero era casi completa. Esto viene a transmitirnos que la tendencia de los empresarios locales es a crear actividades reactivas, es decir, que responden a necesidades elementales del entorno. El hecho de que no se hayan abierto vías de búsqueda de oportunidades en sectores que vendan sus bienes o servicios fuera de la comarca nos permite afirmar que es probable que exista una limitada profesionalización del empresario y cierta falta de visión global. En definitiva, no existe ningún problema ni limitación que no pueda paliarse.
Ante eso cabe tomar algunas medidas como la creación de una agrupación de empresarios locales que persiga, entre otros fines, el conocimiento de actividades sin implantación actual en la comarca. También son importantes los cursos de formación fuera de la comarca, donde se pueda contrastar ideas con empresarios de otras zonas. Así mismo, es de utilidad favorecer la formación de sociedades entre empresarios locales y empresarios foráneos. También es una buena medida realizar viajes colectivos con el fin de visitar zonas con un sector primario similar, pero con una economía industrial y de servicios ya diversificada. De la experiencia de éstas comarcas se puede aprender muchísimo sobre qué hacer y cómo no malgastar esfuerzos.
Todo esto y mucho más es lo que debería hacer el líder por antonomasia de este proceso de cambio: el ayuntamiento, en colaboración con la oficina de desarrollo local y con el Gabinete de Planificación de la Diputación. En cuestiones como la que nos ocupa, que son de importancia máxima, y con un plazo para actuar corto, las discusiones entre munícipes, si no son constructivas, huelgan. Todo el Ayuntamiento de Santa María del Páramo tiene una responsabilidad que debe ser plenamente compartida y asumida por cada munícipe.
Es posible que haya quien piense que estamos exponiendo la coyuntura de Santa María del Páramo como algo excesivamente comprometido, pero es conveniente atender más a las cifras de los indicadores económicos que a los juicios de valor. Sólo un elemento como es la subida del gasoil agrícola puede haber supuesto un aumento de los costes de 20.000 pts por hectárea en el cultivo de maíz (en realidad, en la zona del Esla me hablan de bastante más). ¿Quieren ustedes multiplicar esas 20.000 pts por la superficie de este cultivo en la comarca? ¿Pongamos veinte mil hectáreas? (Sé que son muchas más). Tenemos sólo en el combustible 400 millones más de costes para nuestros agricultores, y todo indica que ya no va a bajar.
El producto final, el maíz, no ha variado su precio y en cinco años comenzará a caer lentamente, tras las negociaciones de la OMC, aproximándose al del mercado internacional. La subida de los costes energéticos ha elevado el de los fertilizantes. La falta de implicación local hace que se dependa de variedades de semilla foráneas y cada vez más caras. Además, nadie vende fincas y los precios están por las nubes. Las rentas de fincas en alquiler se llevan prácticamente las ayudas de la PAC ante la pasividad de las autoridades. Además se prevé una progresiva caída de las ayudas a los productores.
¿Les parece ahora más lógica la urgencia de la que venimos hablando?. Ante una crisis imprevisible no se puede actuar. Sólo la suerte puede acudir en ayuda del afectado. Sin embargo, cuando la situación desfavorable se ve venir, hay muchas posibilidades de actuar. El anterior consistorio no se caracterizó por su desenfrenada actividad ni por su preocupación por las perspectivas del Páramo. Tampoco puede servir eso como refugio para la inacción y el lamento, pero si lo exponemos es porque la gestión de la anterior corporación no puede servir de modelo para ésta en los temas que estamos tratando. Hay tiempo, medios y gente de bien en Santa María. El resto es cosa del Ayuntamiento, que para eso sirve. Manos a la obra y mucha suerte, parameses.

Santa María: La Necesidad de un Núcleo

Hemos hablado acerca de las expectativas que Santa María del Páramo sugiere ante los cambios en las redes de comunicaciones. De forma más concreta, hemos abordado la necesidad que esta villa tiene de acometer las medidas necesarias para pasar de núcleo estrictamente rural a ser una pequeña ciudad. Santa María reúne el censo y los niveles de renta suficientes como para comprometer su futuro en ese objetivo. De lo contrario verá, muy probablemente, declinar su estrella hasta convertirse definitivamente en un pequeño pueblo en un plazo más o menos largo.
Los elementos en los que nos basamos para decir esto son los siguientes:
-En el horizonte de 2003 las vías de gran capacidad entre Astorga, León y Benavente estarán concluidas o a punto de serlo. Esto alejará los centros de gravedad industriales de Santa María si, para entonces, no se ha conseguido crear un núcleo empresarial de alguna dimensión.
-En el horizonte de 2005 la Política Agraria Comunitaria (PAC) se va a ver modificada por una importante reducción de ayudas y, posiblemente, por la entrada de productos de terceros países ante la caída de las barreras proteccionistas. La reducción de ayudas tendrá efectos negativos en todo el sector agrícola y en el ganadero, pero la gran atomización de la propiedad en el Páramo hará que tenga efectos especialmente destructivos en este caso. Por otra parte los agricultores se encuentran muy descapitalizados debido a la especulación, que acrecienta de forma desmesurada los precios de los alquileres de las fincas. El dinero de la PAC está revirtiendo en los rentistas más que en los propios agricultores. Por todo ello, podemos afirmar que la Política Agraria Común no tiene los efectos deseados. No cumple sus fines: fortalecer y renovar la explotación tradicional para hacerla más competitiva y que pueda subsistir cuando las ayudas mermen. Este tema suscitaría por sí sólo muchos folios de comentarios, pero debemos volver a nuestra cuestión central: el futuro de Santa María.
Como decíamos, la población campesina y, con ella,todo el entramado empresarial que vive a su alrededor van a verse debilitados lo que afectará irremisiblemente a Santa María si esta localidad no ve diversificadas sus actividades económicas. Un breve vistazo al listado de empresas que residen en la capital paramesa nos permitirá comprobar la enorme dependencia del campo que éstas tienen.
En un escrito anterior hablábamos de la necesidad de recuperar la ronda perimetral y asociar a ella, en algún punto que no me atrevo a sugerir, un polígono industrial de verdad, es decir, algo más que una era muy grande con un cartel, como eran muchos de los de esta provincia. También expusimos la recuperación de un corredor que pase por Santa María como efecto dinamizador, puesto que el que existía se aleja de aquí.
La segunda necesidad importante es dotar a Santa María de un centro urbano. ¿Qué se necesita? Densidad de población alta, buena infraestructura, concentración de los servicios públicos y privados, y un entorno estéticamente atractivo. En otras palabras, el centro urbano debe ser el lugar donde más le guste estar a la gente de Santa María y de todo el Páramo; el lugar que vaya a ser visto por todos los visitantes. Hoy por hoy no existe nada que se acerque ni lejanamente a este conjunto de características.
¿Cómo podemos lograrlo? Sin tener la pretensión de aleccionar sobre algo tan complejo en un espacio de expresión tan minúsculo, daremos unas ideas fundamentales:
-Seleccionar los edificios y rincones singulares del casco urbano de cara a su protección, conservación y ennoblecimiento posterior.
-Elegir, según los datos obtenidos en el apartado anterior, el área que se proyecte como centro.
-Aumentar la edificabilidad, si procede, hasta tres o cuatro pisos como máximo, para aumentar la carga de población en el medio plazo. Esta acción debe ser armonizada con el mantenimiento de los edificios singulares y con unas normas de adaptación estética de la nueva arquitectura a la antigua.
-Adecuar el número de aparcamientos, la anchura de calles, el saneamiento, todos los servicios públicos a esa carga de población en la zona central.
-Donde no se pueda aumentar la anchura de la calle y sí aumente la edificabilidad sólo queda la solución al uso: peatonalizar y embellecer con especial cuidado.
-Diseñar las vías de acceso al centro, amplias y agradables, y darlas un tratamiento diferenciado del resto de la periferia en cuanto a embellecimiento y señalización.
Se quedan algunas medidas básicas en el tintero, pero habrá nuevas oportunidades de exponerlas. Por otra parte, queridos amigos ¿no tenemos ya material suficiente para empezar a pensar? Siempre se dijo que los parameses son gente muy trabajadora, ahora será interesante ver si, además, son ambiciosos.

viernes, 21 de noviembre de 2008

La Bañeza y las DOT

Es posible que durante estas últimas semanas nuestros lectores hayan leído u oído hablar acerca de las DOT. Estas siglas son la abreviatura de la expresión“Directrices de Ordenación del Territorio”. ¿De qué se trata? Las DOT son un conjunto de consideraciones acerca de cuáles son las distintas zonas de la Comunidad Autónoma, de cuál es su función y de qué inversiones pueden recibir y con qué prioridad. Las DOT van a servir de guía, además, para que una zona reciba más o menos inversión y ayuda públicas. Por lo tanto, marcarán la pauta sobre qué tipo de inversiones puede apoyarse y cuál no. Por ejemplo, definirán que comunicaciones por carretera son prioritarias en La Bañeza, qué tipos de empresas pueden recibir subvenciones, etc.
La elaboración de estas normas ha producido hasta la actualidad un libro, publicado en 1996, que era el estudio previo -llamado “Hipótesis del Modelo Territorial-; una ley, que se discutió en Fuensaldaña un poco más tarde; y otro libro -titulado “Modelo Territorial”-, editado el año 2000, que es la propuesta de la Junta y que, según se asegura, es un texto para debatir. A éstos se añade una obra, de Noviembre de 1999, dedicada al estudio del impacto ambiental del modelo teritorial propuesto. Estas dos últimas obras estan disponibles para su consulta en la delegación de la Junta, ya que ambos textos se someten a información pública hasta finales de Marzo. Cualquier ciudadano puede presentar alegaciones a fin de intentar modificar el documento, las cuales serán estudiadas para ser, o bien tomadas en consideración, o bien rechazadas.
El modelo territorial propuesto por la Junta propone la práctica eliminación de las diputaciones, a las que excluye de cualquier reflexión, y la división del territorio en fragmentos, a los que denomina “áreas funcionales”. Esos espacios administrativos constituirían el escalón intermedio entre los ayuntamientos y el ente autónomo.
Cada área funcional tendría una “cabecera”, que sería el centro de población donde se concentrarían los servicios, y unos “núcleos de interés territorial”, que serían pueblos con cierto interés, de rango superior a cualquier otro pueblo o aldea, pero de rango inferior a la cabecera.
Así mismo, establece la denominación de “nodos”, que serían las ciudades grandes. Dichos nodos serían de dos tipos: de primer nivel si se trata de las cuatro ciudades con más de cien mil habitantes (Burgos, León, Salamanca y Valladolid), y de segundo nivel si superan los treinta mil (el resto de las capitales de provincia más Ponferrada, Aranda de Duero y Miranda de Ebro). Independientemente de esta clasificación la ciudad de Valladolid es citada como centro, referente, núcleo y objetivo de crecimiento de la autonomía. No queda claro por qué, pero así se expone.
El documento afecta directamente a nuestras comarcas en tres aspectos:
-Uno es la propia organización administrativa del territorio, sus límites, con la que se puede estar de acuerdo o no. El área funcional de La Bañeza, la de Astorga o la de Valencia de Don Juan tienen límites concretos que podrían ser sometidos a discusión.
-Otra es el hecho de que se considere La Bañeza una ciudad del mismo rango que otras de mil quinientos habitantes. Eso debería dar para discutir mucho, puesto que se trata de una consideración carente de sentido.
-La última es el hecho de que la potenciación de Valladolid a toda costa y todo coste, que conlleva el sistemático beneficio de las áreas funcionales contiguas, podría dejar a pan y agua al resto y, entre ellas, a la de La Bañeza. El apoyo de la Junta a una determinada ubicación del circuito de velocidad puede ser un claro ejemplo.
Las posibilidades de desarrollar el eje del Órbigo van a depender de este documento, así como la carretera a León, la de Portugal, el potencial eje Astorga-Benavente o el futuro de Santa María del Páramo. Por esta razón realizaremos las próximas semanas un análisis de las DOT y sus efectos sobre las comarcas de La Bañeza. Mientras tanto, recomendamos la consulta del libro de propuestas en la delegación de la Junta o en el Ayuntamiento. También es posible bajárselo de internet o consultarlo en la dirección http://www.jcyl.es/jcyl/cf/dgvuot en la que, además de poder descargarlo, podréis participar en un foro de debate abierto por la Consejería de Fomento, que es la que se responsabiliza de su mantenimiento.
Los bañezanos debieran participar activamente en este debate en el que se decide, por ejemplo, de dónde va a depender administrativamente La Cabrera, o qué papel tendrá Alija del Infantado en la comunidad autónoma. En manos de todos está intentar hacer una reflexión y una propuesta razonables para hacer de esta tierra un modelo de eficacia.

jueves, 20 de noviembre de 2008

La Bañeza como Nudo de Comunicaciones

Se ha expuesto repetidamente desde estas páginas la necesidad de que La Bañeza se desarrolle como ciudad. La posibilidad de un estancamiento y de la decadencia de nuestra urbe es una visión que nadie está dispuesto a asumir. Por esta razón, es necesario dar un golpe de timón en el ritmo de progreso de la ciudad, que lleva estancada más tiempo del conveniente. Para trabajar en esa línea es necesario exponer algunos principios del análisis estratégico de las ciudades que, probablemente, son poco conocidos para el gran público. Comenzaremos nuestra exposición diciendo que tres son los requisitos fundamentales para el desarrollo de un centro urbano:
-Que sea un puerto de mar.
-Que sea un centro político.
-Que sea un nudo de comunicaciones.
Al lado de estas tres condiciones aparecen otras de mucha menor importancia. Cualquier gran ciudad española es producto de la suma de uno o más de estos factores. La Bañeza tiene difícil ser puerto de mar y no se puede afirmar que sea un centro político. Tampoco es actualmente un nudo de comunicaciones. ¿Qué podemos hacer?.
Realizando un estudio de las oportunidades que, aprovechadas, pueden hacer despegar a esta ciudad encontraremos una de especial relevancia: La Bañeza tiene una posición geoestratégica muy favorable para ser el paso obligado hacia el acceso a Portugal desde el puerto de Gijón, por una parte, y desde el eje del Ebro a través de la futura autovía León-Burgos. Para aprovechar esta ventaja es necesario que esta ciudad impulse la consolidación y el desarrollo de ciertas vías de comunicación, que produzcan un importante cruce con la autovía Nacional VI.
Se han propuesto varias rutas para llegar a Portugal desde La Bañeza, pero no todas son igualmente útiles. En el primer tramo, la conexión de la N-VI con la autovía Rías Bajas, tenemos:
-La primera propuesta sería la que va de La bañeza a Camarzana de Tera. Esta propuesta es útil para atraer la demanda de esa zona hacia la ciudad, tema sin duda importante, pero secundario respecto al que tratamos. Sin embargo, es muy desfavorable para desarrollar la ruta a Braganza, puesto que existe una alternativa tan buena o mejor que ésta para viajar a Portugal desde el nudo de comunicaciones de Onzonilla.
-La segunda sería mejorar la carretera a Sanabria. Aparentemente es una buena opción, pero los obstáculos naturales que aparecen tras rebasar Castrocontrigo hacen que se necesite una importante inversión para cualquier mejora, sin que el resultado permita obtener un buen trazado, ya que se trata de una zona montañosa. Puesto que se quiere captar el tráfico de camiones, esta opción no sirve.
-La tercera opción supondría aprovechar la carretera a Sanabria hasta Nogarejas. A partir de allí habría que mejorar la carretera de El Cubo de Benavente para llegar a Rionegro del Puente. Esta ruta reúne muchas ventajas. Es la mejor si consideramos el trazado y el kilometraje combinados. El coste de mejorarla es, además, el menor.
Por otra parte esta vía permite empezar a subsanar una debilidad estratégica de La Bañeza. Se trata de que más allá de la ciudad, en esa dirección, no hay centros muy poblados. La endeblez demográfica de la Valdería y La Carballeda es notoria, y eso es una desventaja competitiva para nuestra ciudad. Con esta opción Rionegro del Puente se convertiría en un nudo estratégico que, con el impulso adecuado, podría fijar población en su entorno y desarrollarse como ciudad en el largo plazo, permitiendo a La Bañeza abandonar esa posición de confín del sistema de ciudades leonés.
El segundo corredor que hemos de considerar para completar la comunicación con Portugal es la conexión de la autovía Rías Bajas con Braganza. Para esta carretera, tan importante como la anterior, existen también tres propuestas:
-La primera es mejorar la carretera actual, por Calabor y Portelo. Esa es, sin duda, una mala opción. Nunca se puede construir una carretera con buen trazado por el fondo de un desfiladero, como la de este caso. Aparte de eso, el coste de cualquier mejora es disparatado.
-La segunda propuesta es construir una carretera de trazado nuevo. Es una mala opción teniendo en cuenta que se atraviesa el mayor Parque Nacional de Portugal, el de Montecinho. Los ecologistas pondrían cuantos obstáculos pudiesen a una vía que puede llagar a tener una gran densidad de tráfico. Por otra parte, se debe evitar el daño de un medio natural tan rico como el trasmontano-sanabrés en la medida de lo posible.
-La tercera opción es mejorar la carretera hacia la estación de ferrocarril de Puebla de Sanabria para ir, posteriormente, a Ungilde. A partir de allí se puede atravesar el valle de Rionor con un viaducto, igual que el de Valge, sin demasiadas complicaciones constructivas. Finalmente, habría que salir a la carretera del aeropuerto de Braganza para conectar con la IP-4. Esta es, sin duda, la mejor opción, ya que, al ir por la cima de los cerros, el trazado es muy bueno, los desmontes escasos y, además, la altura no es excesiva (unos 700 metros sobre el nivel del mar), por lo que las placas de hielo no han de ser un problema grave. Con el apoyo necesario, además, esta opción podría desarrollarse en poco tiempo.
El reto que los bañezanos afrontan por su futuro hace de esta ruta, La Bañeza-Braganza, una herramienta fundamental para su desarrollo. En este preciso momento se da la coyuntura social y política adecuada para que dicho proyecto salga adelante, pero es necesario el apoyo de todos. León necesita cabeceras fuertes, y las cabeceras necesitan nudos de comunicaciones. Conseguir el apoyo de otros puntos de la provincia para un proyecto como éste, que beneficia a todos y fortalece a La Bañeza, no puede ser difícil. Sólo queda por demostrar que los bañezanos son gente de acción y que su equipo municipal está a la altura de las circunstancias.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

León, Crisis, Psicología y Empleo (II)

Decíamos la semana pasada que el descenso de cotizantes a la Seguridad Social (SS) de octubre a octubre ha sido de 450.000 en España, menos que el incremento durante el año anterior. En consecuencia no se puede pregonar con desenvoltura, como algunas voces irresponsables insisten, que la economía española asiste a su derrumbamiento, por más que la situación no sea favorable.
Aún con menos razones se puede afirmar lo mismo en el caso de León, que experimenta un descenso porcentualmente menor de cotizantes. Pese a todo no hay que olvidar que esta tierra sufrió 20 años demoledores a finales del siglo pasado, cuando perdió el 16% de su fuerza de trabajo, siendo antepenúltima entre las provincias españolas. Sin embargo el inicio de la presente centuria vio un crecimiento, aunque más débil que el del resto de España: un 22% hasta enero, diez puntos menos que la media estatal.
En resumen, León ha abandonado los puestos de cola, pero aún se halla en una posición retrasada en cuanto a creación de empleo. Nadie debería pedir solidaridad a los leoneses, porque son ellos los potenciales receptores.
La presente crisis producirá un descenso de cotizantes a la SS, aunque la tendencia actual de la provincia indica que será inferior a la española. Esto constituirá una oportunidad para que los daños en el tejido productivo sean limitados y que al final de la recesión el peso de León sea mayor en los marcos autonómico, del noroeste y nacional.

lunes, 17 de noviembre de 2008

La Monumentalidad de Nuestros Pueblos

Es relativamente frecuente escuchar a gentes de nuestras aldeas la expresión “en este pueblo no hay nada” en referencia a que en su localidad no existe elemento monumental alguno. En realidad son muchos los núcleos de población de León -la mayoría- que no disponen de una Iglesia notable, de un palacete o de una construcción singular. ¿A qué se debe esto? ¿Qué podemos poner en valor entonces?
Las bases de una colectividad cultural desde el punto de vista etnográfico -cualquier Pueblo sociológico- en España reposan en varios elementos. Uno de los principales es el sistema de ocupación del territorio, es decir, cómo se asienta y distribuye sobre él, cómo se organizan y relacionan las comunidades, cómo explotan los recursos y cómo se rigen.
La Bañeza y toda su área de influencia se hallan imbricadas dentro de la región cisastur, astur del sur o leonesa. Con poco esfuerzo podemos comprobar que, en general, las unidades de poblamiento básicas de nuestra tierra, las aldeas, son centros de unos cien vecinos como máximo y muy próximas entre sí (seis kilómetros como mucho). Además son muy autónomas, puesto que tienen concejos con un nivel de independencia enorme, iglesia propia, cementerio, derecho propio (basado en el consuetudinario leonés, aunque con matices locales). Son sociedades de estructura plana donde nadie es más que nadie, donde la herencia se hace por reparto, donde todos son dueños de más o menos tierra. Se trata de pueblos que carecen de especialización productiva puesto que en todos se produce de todo, aunque sólo sea “para el gasto”. Son, además, sociedades basadas más en la ganadería, que aportaba mayores ingresos, que en la agricultura. Dichos pueblos tenían caño, no pozo; pueblos con río casi siempre y con uno o varios molinos -herramienta industrial en la que León destaca por ser la tierra que más instalaciones de este tipo ha tenido en España-. Por eso el uso y gestión del agua corriente es otra característica de nuestra sociedad: es la administración de un bien abundante.
Este conjunto de características sumado al medio ambiente ha producido una arquitectura popular arcaica, primitiva, de pobres materiales y poco duradera. Nuestro urbanismo es primario, sin estructura. Los pueblos han ido creciendo espontáneamente formando calles curvas o serpenteantes y siguiendo los caminos. Esto, que pudiera parecer lamentable, es una ventaja enorme, y aporta una belleza y una dimensión humana a nuestro hábitat, el leonés, peculiar. Nuestros pueblos son una rareza en la que destacan los grupos arquitectónicos, no las casas individualmente. Tenemos bellísimos núcleos perfectamente integrados en su entorno, tanto por el color del conjunto como por las materias primas de construcción. Lucillo, Pozos, etc, son ejemplares de una cultura primitiva, la nuestra, como no se encuentran en toda la Península. Por eso debemos salvar y potenciar los pocos núcleos que nos quedan intactos o poco modificados. Una sociedad de hombres iguales como la leonesa apenas ha permitido la existencia de algún palacio. También son muy sencillas las iglesias al no haber promotores privados que pudiesen alimentar su prestigio con tales obras.
Arreglar estas humildes casas y adecuarlas a la vida actual no puede significar un cambio de los materiales de la cara vista en los muros, o llenarlo todo de uralita, o dejar ladrillo en bruto al aire. Son muchos los apóstoles de la cutrez en nuestros pueblos, pero el aprecio por lo nuestro ha de hacer que aprendamos a agrandar las ventanas sin cambiar sustancialmente el aspecto de una casa. Es necesario atreverse a poner la piedra sin cantear, el barro, las paleras, la pizarra y las lajas en las partes vistas de nuestras casas. Eso no está reñido con el forjado, los aislamientos de espuma inyectada o las cámaras rellenas de aislantes. Sería hermosísimo recuperar aquellas antiguas balconadas con una versión reinventada por los leoneses, como lo han conseguido los gallegos o los cántabros. Podemos reelaborar nuestra arquitectura para hacer casas modernas guardando elementos fundamentales de la tradición constructiva leonesa y rechazando otros de imposible integración en la actualidad como aquellas ventanas minúsculas, aquellos techos bajos o incluso los muros de anchura interminable.
El culto al chalet de ladrillo visto, práctico, pero feo, podría transformarse en afición por algo más propio; algo que nos diferencie. Nuestras comarcas y, sobre todo, la Valdería, la Valduerna, Jamuz, Nogales y la imprescindible Cabrera guardan tesoros que hemos de valorizar. Nuestros conjuntos urbanos tradicionales son únicos. Aprovechemos esas raíces y convirtámoslas en un centro de atracción que, además de mostrar nuestra personalidad al mundo, sirva de acicate a nuestra economía. Por esto son dos las propuestas que deseo dejar hoy en el aire:
La primera es la necesidad de seleccionar ciertos núcleos, con estructuras arcaicas, que se encuentran en un grado de conservación ejemplar, y preservar alguno en cada comarca para guardar nuestra memoria y explotarlo turísticamente. Lo que es un recurso cultural puede serlo también económico. Cada comarca natural debería seleccionar uno y tendría que solicitar y gestionar las ayudas pertinentes.
La segunda propuesta es que las nuevas construcciones empiecen a incorporar elementos de la arquitectura tradicional leonesa. No tiene que ser toda la casa; pueden ser elementos sueltos. Eso aportaría a nuestro parque inmobiliario moderno una personalidad que hoy no tiene. Mucho tienen que decir los ayuntamientos en este apartado.
Ser diferentes y atractivos como región pasa por aprender a ser nosotros mismos. No puede ser muy difícil ¿no les parece?

domingo, 16 de noviembre de 2008

El Hipermercado como Factor de Progreso

La Bañeza asiste a un debate sin tregua. Existe la posibilidad de que una gran superficie comercial se asiente en la ciudad. La ciudadanía se ha dividido entre los que opinan que se debe impedir su implantación y los que piensan todo lo contrario. Sin embargo, parece que es mucha la gente que no ha percibido el auténtico calado de una decisión como ésta. Del resultado de ese debate depende el futuro de La Bañeza en mucha más medida de lo que pudiera pensarse. Veamos lo que implica cada una de las opciones.
Si triunfa la tendencia que se opone a la llegada del hipermercado se sentará un precedente que será visto por otras empresas comerciales, de este ramo y de otros, como un condicionante negativo para la ubicación de sus centros en La Bañeza. Si se rehusa a Eroski, será difícil que puedan recibirse propuestas de Decathlon, Leroy Merlin, etc, que verán en ese rechazo un motivo para descartar la ciudad como objetivo de su expansión, a fin de no malgastar su tiempo y sus esfuerzos. En cambio, si se acepta el centro comercial dentro del municipio, hay muchas posibilidades de que, tras él, lleguen otros establecimientos.
Si, como parece, la empresa inversora tiene decidido implantarse en la zona, aunque no lo haga en La Bañeza, lo hará en otro lugar cercano. Esta primera superficie puede ser, por tanto, el inicio de un polo de atracción de otras empresas comerciales. En definitiva, lo que se decide es si La Bañeza acepta o no ser el futuro centro comercial de esta zona de las Provincias de León y de Zamora, o bien, si ese centro se consolida en Astorga, Benavides de Órbigo o, quizás, Riego de la Vega o Requejo de la Vega. ¿Qué argumentos hay a favor y en contra?
En contra se está argumentando que las grandes superficies destruyen empleo, cosa que es cierto, pero en menor medida de lo que se dice, como se ha podido comprobar en León y en Ponferrada. También se expone que el comercio local sufrirá un duro golpe. Indudablemente las tiendas más antiguas y menos evolucionadas, las que más caro venden y que menos valor aportan al comprador, sufrirán y puede que desaparezcan. Sin embargo, cabe preguntarse por qué los titulares de estos negocios no los hacen evolucionar, invierten en ellos y modifican planteamientos caducos que, en algún caso, proceden de sus padres y abuelos. El mercado cambia ¿por qué no progresan esos negocios en la misma medida?
A favor existen razones comerciales y no comerciales. Entre ellas está la mejora de este sector empresarial de La Bañeza. La competencia es buena y un empujón obligará a todos los emprendedores locales a mejorar, beneficiando a los consumidores. Además, contribuirá a fijar las compras de la población beduniense y de las comarcas contiguas en La Bañeza, algo que hoy no sucede. Por ello se producirá una compensación de la pérdida de puestos de trabajo, que puede llegar a significar un crecimiento neto de la población activa ocupada. Por otra parte, se evita que otro centro urbano se convierta en el área comercial de la zona centro de León, lo que supondría el final de gran parte del comercio de la ciudad. La fijación de las grandes cadenas en La Bañeza convertiría la urbe en posible referencia para el resto de inversores, que buscan asentamientos con un mínimo de servicios para sus empleados y directivos. En otras palabras, si se permite la fijación de esa gran superficie la ciudad asistiría a un aumento del volumen de compras realizadas en la misma. El comercio anticuado está en vía muerta en cualquier caso porque, si Eroski viene, no resistirán la competencia, y, si se va, tampoco, ya que el volumen de las ventas comerciales en La Bañeza descenderá.
Los establecimientos que se oponen a la implantación de la Cooperativa Mondragón proponen el sacrificio de toda la ciudad y de su futuro en aras de mantener una posición privilegiada y cómoda, es decir, convierten su problema en el de toda la ciudad. No es de recibo una posición tan sumamente egoísta e insolidaria. León, Ponferrada y Palencia están llenas de tiendas que, no sólo resistieron el empuje de las grandes superficies, sino que, además, se ganan muy bien el sustento. Sería lícito pedir al Ayuntamiento, al hilo del advenimiento del supermercado, acciones de formación para titulares de estos negocios, con el fin de adaptar sus conocimientos a los nuevos tiempos. Más esfuerzo para proteger a ciertos grupos de capital privado entra dentro del campo del abuso.
Los anaqueles llenos de polvo, la atención displicente, los proyectos sin ambición, los empresarios sin preocupación por la formación y la asociación, y la ausencia de inversiones y renovación durante años se contraponen con los negocios prósperos. La llegada de mastodontes comerciales no es un trance fácil para nadie en el sector, pero la suerte de los comercios depende más de las capacidades de sus dueños que de las calamidades que la competencia traiga. Hay otra posibilidad: si no se está dispuesto a ser empresario, con todo lo que supone en cuanto a sacrificio, se puede ser empleado. No es una ironía, es una apreciación objetiva y, aunque dura, realista. Por otra parte, sobrevivir como comerciante no es tan difícil. Los genios no abundan en ninguna parte y en todas hay muchos comercios.
La modernidad ha llegado. La Bañeza no puede esperar. Si los bañezanos desean un futuro próspero para su ciudad deben abrir ésta a lo nuevo, a lo que ya llegó a ciudades más grandes. Habrá cosas mejores y peores, pero todo va en el mismo lote. La concentración urbana es cada vez mayor y los núcleos destinados a crecer son cada vez menos porque no hay población para todos. Oponerse a las tendencias actuales es matar el futuro y acabar con la ambición de crecimiento de esta ciudad. Miremos a Tábara, a Medina de Rioseco, a Boñar, a Lerma. Todas fueron grandes poblaciones. Algunas conservan restos de su pasado esplendor. La Bañeza puede imitar el modelo de Benavente o el de estas poblaciones, pero con plena conciencia de que son planteamientos con resultados contrapuestos. A la vista está.
En manos de los ciudadanos queda ahora, por tanto, un paso fundamental: la fijación de un inversor exterior en la ciudad. ¿Qué podría venir de la mano del hiper? Sólo si viene sabremos la respuesta. Con iniciativas de este tipo, acceso a nuevos directivos y empresas foráneas, y un equipo municipal habilidoso ¿qué no podría conseguir La Bañeza?

sábado, 15 de noviembre de 2008

La Red de Poblaciones de La Bañeza

Pese a que un servidor pueda recibir críticas por este comentario, es necesario advertir que la política territorial del nuevo equipo de gobierno municipal es un acierto. Frente a años de inexistencia de una visión de conjunto, Palazuelo y su grupo de trabajo ven a La Bañeza como una ciudad inmersa en su entorno. El hermanamiento con Braganza, la reivindicación de nuevas carreteras, como la de Camarzana o la de Rionegro, el apoyo a una gran superficie de impacto comarcal y muchas otras acciones encaminan la gestión de este equipo por ese camino. Esa es la línea correcta y no deben haber tapujos en aplaudirla, como no los habrá cuando alguna acción esté manifiestamente errada y sea criticada. La Bañeza y su entorno no se pueden entender por separado, no son París y, en esta situación, lo bien hecho bien parece.
Por otra parte, es común escuchar algunos comentarios acerca de la competencia de nuestra ciudad con otros centros, como Astorga, Santa María del Páramo o Benavente. Si bien, entre una red local de ciudades, existe una cierta competencia por fijar servicios que, por su alto nivel de especialización, no pueden ser ubicados en cada núcleo, no hay que confundir esto con el intento de exclusión de cualquier iniciativa hacia el resto de núcleos grandes aledaños. La Bañeza se encuentra en una zona con una gran ventaja: existe una alta densidad demográfica en su entorno hacia el Órbigo Alto, lo que se traduce en un número inusual de núcleos de población medianos. La Bañeza, Astorga, Santa María del Páramo, Veguellina y Benavides de Órbigo forman la base de esa red, constituida, también, por un gran número de centros más pequeños. El potencial de crecimiento de una malla de poblamiento de este tipo es muy superior al de un núcleo de población aislado que esté rodeado de zonas poco habitadas. Por esta razón es necesario que los alcaldes y otras autoridades y agentes de la zona se impliquen en la consecución de objetivos para ayuntamientos que, muchas veces, no son el suyo. Por ejemplo, si el cuartel de Astorga tuviese visos de desaparecer, sería lógico que La Bañeza se volcase en apoyo de los astorganos para conservar y potenciar dicha instalación. Una pérdida de equipamientos, empresas o instituciones en uno de los centros de esta red es una mala noticia para toda ella. El cierre, por ejemplo, de la azucarera de Veguellina ha afectado negativamente las posibilidades de desarrollo de Astorga, La Bañeza, Benavides y Santa María, sin que estas poblaciones hayan representado un papel relevante en la reivindicación de esta instalación. La caída de población, de servicios y de renta es también una decadencia de consumo, comercio e iniciativa en todo el área.
La llegada de un hospital a la zona, puesto que parece que Astorga podría contar con uno en breve, es una magnífica noticia. Debiera verse el apoyo explícito de todo el entorno hacia esa dotación, tanto si es de capital privado como si no. El segundo paso de nuestra ciudad es que los bañezanos reclamen la ubicación del centro sanitario cerca de la salida de la autovía hacia su ciudad, con el fin de tenerlo más cerca, porque eso sí es un factor de competencia entre los centros de la red. La postura que no merece audiencia alguna es la que algún inculto preconiza: si no es en La Bañeza, en ningún sitio. Con planteamientos así poco lejos se puede ir.
El desarrollo de La Bañeza ha de basarse, por lo tanto, en una programación de acciones para conseguir proyectos en la propia ciudad, pero también en otras de las aledañas que tengan posibilidades de acceder a los suyos propios. No es esta la postura habitual entre las corporaciones municipales, pero hay que conseguir que lo sea. Esa forma de actuar demostraría una visión de conjunto que en el resto de la zona haría tomar conciencia del liderazgo de La Bañeza. Esta ciudad reúne muchas condiciones favorables para el crecimiento y ahora disfruta de una, muy importante, que le faltaba, un equipo municipal a la altura de las circunstacias. ¿Por qué no aprovechar esta oportunidad?

viernes, 14 de noviembre de 2008

La Bañeza y la Red de Ciudades

Decíamos recientemente que es necesario tomar conciencia de que, en el mundo actual, las ciudades ya no evolucionan de forma aislada. Por esta razón es necesario que los bañezanos miren de forma más amplia su entorno, que vean el potencial de crecimiento de su ciudad y que analicen cada paso dado en pos del desarrollo de toda el área. Esto significa que lo que suceda de positivo en Astorga, Benavente, Benavides o Santa María será positivo en una u otra medida para La Bañeza. Cualquier incremento de dotación que la zona reciba en estos núcleos es un factor de impulso del desarrollo y de la atractividad de toda la zona.
La necesidad de crear conciencia y de asumir acciones coordinadas entre estas urbes hace que se pueda pensar en un foro de pequeñas ciudades del centro y sur de León (de León provincia, no de la capital, que ocupa una posición norteña y oriental). La convocatoria de este claustro, bajo el liderazgo de La Bañeza, sugiero, podría ser un factor de cambio para toda la zona. Sentar en la misma mesa a los alcaldes de La Bañeza, Astorga, Benavides, Veguellina, Santa María del Páramo, y Benavente para discutir, acordar y proponer acciones es una expectativa magnífica. Se actuaría a fin de incrementar las dotaciones hospitalarias, por ejemplo, o para hacer patente la necesidad de un centro urbano intermedio entre Benavente y La Bañeza, o, incluso, para estudiar las posibilidades de comunicar cualquiera de estos centros de población con el resto por mejores carreteras. El objetivo último de este círculo sería trabajar para consolidar esa red de ciudades menores.
Como se puede inducir de lo expuesto hasta ahora, la red que se ha propuesto debería penetrar en Zamora por dos razones. La primera, porque las rayas provinciales no debieran existir en las políticas de desarrollo; la posición de La Bañeza es ideal para servir de puente entre los territorios de ambas provincias. La segunda razón es que en el norte de Zamora existen ciudades con problemas y soluciones similares a los que puedan tener estas microciudades leonesas, por lo que su inclusión puede servir para enriquecer la visión de este foro. Santibáñez de Vidriales, Camarzana de Tera, Puebla de Sanabria e, incluso, Tábara, aunque no son propiamente ciudades, podrían hacer importantes aportaciones al grupo y añadirían un visión más global del conjunto.
Una reunión de estas características facilitaría que ciertos problemas comunes tuviesen la mejor de las soluciones posibles gracias a la experiencia de los demás. Por otra parte, la ahogada voz de estas sedes pequeñas ante las administraciones se vería reforzada por la reclamación del conjunto que, sumadas las dimensiones de sus núcleos, equivaldría a la resonancia de una ciudad mediana o grande.
La Bañeza tiene una posición privilegiada en ese territorio. Es el núcleo más grande de los más cercanos a Portugal, país con el que es necesario mejorar las comunicaciones. La Bañeza se conecta por autovía hacia Madrid y La Coruña, y por buenas carreteras, aunque mejorables, hacia el Órbigo. La revisión de la carretera de Santa María es una de las carencias más clamorosas, así como la actuación en la de Santibáñez de Vidriales y Camarzana de Tera. La necesidad de un núcleo urbano intermedio en la ruta hacia Benavente, que podría llegar a ser Alija del Infantado, es una falta subsanable con la planificación y el apoyo de todo el grupo. Esto ayudaría a constituir un conjunto equilibrado, una buena oferta de servicios a las comarcas y consolidaría las posibilidades de crecimiento. La carretera de Orense por La Cabrera, un helipuerto, un hospitalillo, alguna escuela universitaria, mejores extensiones de suelo industrial en coordinación con otras ciudades de la red, o una malla de instalaciones de ocio y dotaciones turísticas en el entorno son bazas que La Bañeza puede plantear en un foro de este tipo. Las habilidades para apoyar, ganar y dejar ganar, y resaltar inteligentemente ciertas intervenciones es la clave en instituciones de esta clase. La foto del periódico, las reivindicaciones peregrinas o partidariamente interesadas, y la falta de orden o prioridades son la carcoma de claustros que, bien gestionados, pueden llegar a ser la mayor fuente de recursos de sus miembros, pero que, mal utilizados, se erigirían en el culpable de las frustraciones y proyectos inconclusos de la ciudad.
“Pensar en global, actuar localmente”; esa parece ser la frase del tiempo en que vivimos. La Bañeza, bajo ese lema, tiene unas posibilidades que impulsar en ese foro. El liderazgo de dicha mesa podría ser un buen comienzo. ¿Por qué no dar el primer paso?

Presupuestos de Juguete

Está de actualidad la discusión sobre los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. Los portavoces del gobierno y de la oposición se desgañitan explicando las bondades y las perversiones de una previsión que, cada año, se convierte en fuente de disputa política. Se habla y se escribe de los presupuestos como si en ellos se reflejase la única y estricta verdad sobre el empleo de los recursos del Estado. Sin embargo, los leoneses venimos observando cómo cada nuevo presupuesto describe unas partidas que, terminado el año, no se han aplicado. Mientras tanto, otros capítulos del gasto, en Barcelona, por ejemplo, han visto cumplido e incluso aumentado el volumen de dinero recibido sin que por ello se desmelenen los mismos que antes discutían sin descanso sobre un texto que es, como su propio nombre indica, un supuesto. Uno de los ejemplos palmarios de este singular fenómeno político es la previsión de inversiones para el Museo de León, que, año tras año, aparece bien tratado en los papeles -unos mil quinientos millones de pesetas-, aunque, al terminar el año, descubramos que de lo dicho, nada. ¿Dónde habrán ido a parar?
Esto me lleva a pensar que el presupuesto, una herramienta de gestión administrativa de primer orden, elemento imprescindible para evitar la desviación de los dineros y la pérdida de los objetivos marcados para el periodo de previsión, es utilizado de forma sectaria. Los presupuestos se convierten en una especie de Espasa -por su volumen- electoral que permite a los partidos políticos discutir sobre la relación entre el culo y las témporas, entreteniendo así al respetable, que, asombrado, ve cómo, año tras año, el gobierno de turno hace lo que le viene en gana, o casi. Además, como los caudales se gastan en cualquier caso, a unos les va tocando más y a otros menos. Los leoneses no vemos hacer una obra extrapresupuestaria hace mucho tiempo y, sin embargo, son muchas las presupuestadas que no se realizan. En definitiva, a cuenta del presupuesto nos engañan.
Viene esto a cuento porque los Presupuestos Generales del Estado tienen carácter de ley y su espíritu es bien diferente a cuanto hemos expuesto hasta aquí. Por otra parte son la herramienta de gestión imprescindible para convertir las cuentas del reino en un ejemplo de buen hacer. En consecuencia, me pregunto yo, ¿qué clase de perversión legislativa hace de la ley más extensa aprobada cada año un juguete en manos de los partidos gobernantes? ¿Qué clase de administradores tenemos si se muestran incapaces de seguir su aplicación y desarrollo a pesar de la maraña de altos y medios cargos que abarrotan los despachos y pasillos de nuestras sufridas instituciones públicas?

miércoles, 12 de noviembre de 2008

León, Crisis, Psicología y Empleo (I)

Se escuchan numerosas afirmaciones acerca de los efectos de la crisis sobre el empleo. Frecuentemente se basan en repetir lo que otros dicen, sin atender a las cifras disponibles. Esto amplifica la oleada de derrotismo –porque ahora toca desánimo-, al contrario que antes, que por idénticas causas desencadenaba el júbilo. Sin embargo gran parte de estas ondas de la psicología colectiva carecen de una base económica consistente. Ni siquiera son diferentes los comentarios sobre León, que muestra una trayectoria singular.
En primer lugar se debe distinguir lo que son datos confirmados, como la Encuesta de Población Activa (EPA), los cotizantes de la Seguridad Social (SS) o la inscripción en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (INEM), de las estimaciones aportadas por diversos organismos, que son especulaciones. Así lo demuestra la continua corrección de éstas, lo que pone de manifiesto su escasa fiabilidad en la actual coyuntura.
Lo que traslucen las cifras del INEM es que el paro sube notablemente en España, pero eso no supone que se haya destruido mucho empleo. Sólo confirma que continúa incorporándose un alto número de nuevos demandantes. En realidad en el último año –de octubre a octubre- se han perdido 270.000 cotizantes a la SS, una cifra moderada e inferior al más de medio millón que se incorporaron cada año de los últimos 10. Por lo tanto, hasta ahora la destrucción de empleo es dolorosa, sí, pero no muy acusada.

Futuro de Ignorantes

Últimamente los que ejercemos de padres tenemos un serio motivo de preocupación: la enseñanza reglada que reciben nuestros hijos es, desde el ciclo de primaria, muy deficiente. Son muchos los comentarios que han surgido en los medios de comunicación sobre este tema durante el año que ahora se aproxima a su final. Como muestra explicaré otro nuevo sinsentido provocado por la aplicación de la LOGSE, ley que ha provocado, junto a otros factores, la actual situación de la enseñanza.
Un niño comienza sus estudios en un centro escolar con una edad un año inferior a lo que marca la ley. El niño progresa adecuadamente, pero la dirección del colegio, tras unos años, imagino que dando cumplimiento a la ley, le obliga a repetir debido a su edad. Posteriormente, el chaval deja de avanzar en sus conocimientos de forma acompasada con sus compañeros, pero, como sólo se puede repetir un año según la ley, el chico debe pasar de curso. Es decir, cuando el crío aprendía razonablemente y su nivel de integración en la clase era bueno se le penalizó por una medida reglamentista, pero escásamente práctica. Sin embargo, cuando hizo falta un recurso, la repetición, que suma la coherción y el castigo a la intensificación del esfuerzo para superar los límites de conocimiento establecidos, la ley lo impide, obligando a tomar el camino más inadecuado: la promoción. Y digo inadecuado por lo diferente a lo que el joven encontrará a lo largo de su vida. Toda nuestra actividad social y laboral se halla inscrita en una regla fundamental: para alcanzar un objetivo has de atravesar unas barreras con tu esfuerzo y, en general, en competencia directa o indirecta con otras personas. Viene esto último a cuento porque parece que una de las preocupaciones del profesorado, de acuerdo con la LOGSE, está en no fomentar la competitividad, para lo cual eliminan cualquier atisbo de competencia entre los niños. Me pregunto qué clase de sensibilidades se están formando en estas criaturas y cuáles serán los efectos de la salida al mercado de trabajo en sus mentalidades, mercado en el que el progreso profesional sólo tiene un camino: la competencia; sana y civilizada, sujeta al juego limpio, basado en el estímulo positivo, pero competencia al fin.
La situación en nuestra tierra es aún peor, puesto que a lo ya expuesto se suma una política de concentración de los niños en pocos centros: un auténtico disparate para una estructura poblacional dispersa. Esto obliga a “autobusizar” al colectivo infantil rural. Los padres, preocupados, terminan por abandonar el pueblo en busca de la preciada cercanía al núcleo escolar. Luego habrá quien se pregunte por qué los pueblos se vacían. La LOGSE tiene una parte de la culpa. El sistema educativo en España no puede olvidarse de León. Tenemos el derecho de poder vivir y crecer en leonés.

lunes, 10 de noviembre de 2008

La Medida Ambigüedad de Villalba

Hace unos días tuvo lugar el congreso del Partido Socialista autonómico. En él se prcedió a una renovación de cargos, lo que ha supuesto el nombramiento de Don Ángel Villalba como secretario. Según la prensa, dentro de sus argumentaciones precongresuales expuso que los leoneses y castellanos estaban incómodos en el actual marco autonómico, cosa bastante llamativa viniendo de donde venía. Posteriormente, ya en el congreso, parece que Don Ángel aclaró que a León y a Castilla les unen ochocientos años “para hacer comunidad”. Decía que la incomodidad surge del desequilibrio interno entre regiones y que la Junta ha de implantar los mecanismos correctores.
La lectura que me cabe hacer es la siguiente: el sr.Villalba desea granjearse el apoyo de la agrupación socialista leonesa y, en especial, de la gente más inexperta de la federación. El electorado joven de centro izquierda de León, según todos los sondeos hasta la fecha, es mayoritariamente leonesista y una buena parte de los miembros de su partido también, aunque sólo lo manifiesten en círculos reducidos. El candidato actúa en consecuencia y hace unas declaraciones ambiguas, pero que estimulan la imaginación de todos aquellos a los que el actual marco autonómico no satisface. En Valladolid las manifestaciones de este tenor no gustan y el candidato, que aspira a todo, reconduce su discurso a fin de concitar los apoyos necesarios en las otras provincias del territorio autonómico.
Independientemente de que esta interpretación sea más o menos acertada, cosa que sólo el señor Villalba sabe, los argumentos para justificar la permanencia de León y Castilla en un ente autonómico son ciertamente peregrinos. Que León y Castilla llevan ochocientos años bajo la misma corona es cierto, pero acompañados de Galicia, Asturias, Cantabria, La Rioja, etc, lo que no ha supuesto su integración en nuestra comunidad. Para los desmemoriados conviene recordar que los reinos de León y de Castilla mantuvieron sus respectivas instituciones y leyes durante varios siglos -algunas hasta el siglo pasado- tras la unificación de la corona. Respecto a crear mecanismos correctores dentro de la autonomía para evitar desigualdades entre las regiones, parece una cotradicción en toda regla. La práctica económica muestra que las mismas políticas que se adaptan perfectamente a un territorio destrozan a otro de estructura diferente. Propone Villalba que la Junta desarrolle medidas paliativas; ¿no parece más lógico plantear la existencia de varias comunidades, tal y como reza el espítitu de la ley que las creó?; ¿no sería más valiente plantear este debate abiertamente hasta agotarlo?

domingo, 9 de noviembre de 2008

León y el Plan Hidrológico

El debate sobre el Plan Hidrológico Nacional está pasando de puntillas por la sociedad leonesa y por sus políticos. Sin embargo, esta situación es absurda, ya que León se encuentra en una de las zonas de la Península Ibérica donde emergen más aguas dulces y, por lo tanto, más susceptibles de ser consideradas como fuente de trasvases a medio y largo plazo. La discusión está siendo especialmente intensa en Aragón que, como León, es una de las regiones que presenta una red fluvial más interesante para este tipo de obras. El Estado y las Comunidades Autónomas receptoras han planteado su argumentación en términos de solidaridad del resto del territorio con ellos. Hay que decir que esa argumentación es de una perversión singular por varias razones: las cuencas sedientas resultan ser aquellas que más inversión pública llevan recibiendo desde hace muchos años; la gestión del recurso “agua” está siendo muy deficiente; y además se dilapidan caudales enormes con riegos inadecuados, redes de distribución sin mantenimiento y destinos del agua potable inadmisibles, como los campos de golf. Por lo tanto el argumento de la supuesta “solidaridad” se convierte de repente en mero derroche de un bien escaso a cuenta de los fondos públicos.
Por otra parte la cuenca cedente, la aragonesa, argumenta que no están cubiertas sus necesidades futuras de agua si se trasvasa el volumen pretendido. Leyendo el Plan Director de Infraestructuras de 1992 podemos comprobar cómo en realidad los cálculos sobre el consumo de agua de una zona están hechos en Madrid sobre la base de un desarrollo económico que el Estado mismo limita recortando las inversiones en infraestructuras que dicha institución programa. Una vez más encontramos un planteamiento perverso que, en realidad, crea necesidades de agua allí donde le interesa a alguien, aunque este bien sea escaso en esa zona. ¿Qué respuesta se puede esperar en las cuencas cedentes? La oposición al desarrollo del Plan.
Nuestra región, León, se encuentra exactamente en la misma tesitura que Aragón, salvo en un aspecto: todavía no hay recursos técnicos suficientes para llevarse el agua con un coste que pueda ser aceptado socialmente. Sin embargo, el caso de Aragón es para todos nosotros un precedente peligrosísimo y nuestros intereses sólo pueden pasar, a mi forma de ver, por el cumplimiento de tres requisitos: sustitución de los trasvases por plantas desaladoras; inversión pública intensiva y atracción de población hacia las abandonadas cuencas excedentarias, como la de León; y aplicación del término “solidaridad” en sentido lato, es decir, que den las regiones económicamente más poderosas a las que menos tienen.

sábado, 8 de noviembre de 2008

20.000 Empleos

Comenzó un año más el Curso de Economía Leonesa que coordina el profesor Julio Rodríguez Lago, de la Universidad de León. Cada otoño este ciclo de conferencias se convierte en un aldabonazo para que los leoneses sepamos, de verdad, cuál es la situción de nuestra tierra, transmitiendo una visión objetiva y poco dependiente de las dádivas políticas, cosa, por otra parte, inhabitual en el ámbito de nuestra universidad. Decía Lago en la conferencia de apertura que León ha perdido veinte mil empleos en los últimos diez años. Sin duda el dato resulta estremecedor en una economía provincial que oferta apenas 160.000 puestos de trabajo. Sin embargo, el dato sería tanto menos preocupante cuanto que el resto de España hubiese evolucionado de forma similar. Al menos podríamos recurrir a la socorrida explicación de los ciclos económicos, que a todos afectan.
Quisiera añadir un dato más que pone en entredicho ese argumento: entre 1981 y 1999 sólo seis provincias españolas perdieron población activa ocupada (datos EPA del tercer trimestre). Entre ellas, como se imaginan, está León, pero es que las otras cinco son las vecinas Orense, Lugo, Zamora, Asturias y, más lejana, Pontevedra. En definitiva, todo el noroeste está siendo castigado por una tremenda crisis con pérdida de empleo. ¿Somos más tontos los de las tierras atlánticas? ¿Son más listos los mediterráneos?
Los prefijos “infra” y “super” se vienen añadiendo a la palabra “estructura” para explicar que un sistema económico contiene al menos dos partes: una básica, la infraestructura, que es el conjunto de instalaciones y servicios necesarios para producir otras actividades, la superestructura, basadas en las primeras. Algo tan elemental nos permite advertir que, puesto que el nivel de infraestructuras públicas -única titularidad posible para muchas de ellas- en nuestra tierra es muy inferior al de la media de España y de nuestra Comunidad Autónoma, es muy difícil que podamos crear superestructuras, privadas en gran parte, que oferten nuevo empleo. Como ese desfase es cada vez mayor, la destrucción de empleo continuará, salvo que alguien empiece a paliar el enorme déficit que León y todo el noroeste interior arrastran en autovías, ferrocarriles, aeropuertos, hospitales, dotaciones educativas, atención geriátrica, redes de fibra óptica, telefonía inalámbrica, protección del patrimonio, museos, suelo industrial equipado, instalaciones deportivas, medicina ambulatoria, etc. Por lo tanto tiendo a pensar que no es que seamos más tontos; si no crecemos es porque quienes tienen la responsabilidad de invertir equilibradamente los fondos públicos no lo hacen, y, además, se vienen equivocando hace mucho. ¿Qué sugieren que hagamos?

viernes, 7 de noviembre de 2008

Pallarés: La Incógnita

Asistimos estos días a lo que puede ser el final de un largo periodo de incertidumbre sobre cuál podría ser el destino de los almacenes Pallarés. La trayectoria de este inmueble ha dejado al descubierto las carencias de unos políticos provinciales que han demostrado dos debilidades: la primera, no tener claros sus objetivos al frente de las instituciones que dirigen y, en segundo lugar, no mostrar un alto compromiso con esta tierra. Han puesto, en fin, en tela de juicio un sistema de poder que prima la política sobre la gestión.
Pallarés fue comprado por la Diputación Provincial para ser el referente de la política cultural de la institución en la provincia. Sin embargo, no era lógico que la Excelentísima se gastase cuatrocientos millones de los de entonces en un edificio que estaba en la capital e iba a ser usado, sobre todo, por sus vecinos. El presupuesto de cultura ha de atender prioritariamente a la provincia. Ese primer paso fue tan inadecuado a los fines de nuestra Diputación como adecuado -vaya en descargo de Turiel- era construir la pista del aeropuerto de La Virgen -acción que luego derivó en la consecución de la actual instalación civil-. Posteriormente se produce la habilitación del almacén como centro cultural que revierte, por encima de otras poblaciones, en la capital de la provincia, en la que deja tanto sus beneficios formativos como económicos. Incomprensiblemente no se invirtió en una sola réplica de Pallarés en Ponferrada, en Villablino o en Cistierna, por ejemplo. Luego comienzan las obras para transformar Pallarés en ... nadie sabe en qué, pero alcanzan un coste que rebasa con largueza los mil millones de pesetas. El suspenso de la actividad debe haber generado contablemente unos costes financieros, puesto que se trata de un recurso inactivo, costes que, al día de hoy, nadie calcula. La indecisión sobre el destino final del recinto ha hecho especular sobre el proyecto un día sí y otro también. No ha existido unanimidad entre los grupos políticos para empujar hacia un determinado fin este singular espacio. Pallarés se ha convertido en el objeto de la frivolidad política más lamentable al que los leoneses hayamos podido asistir últimamente.
Ahora parece que, al fin, se ha encontrado un uso lógico, el mejor para un edificio que garantiza el éxito como espacio expositivo: el Museo de la Provincia de León. ¿Será Pallarés diez veces inaugurado y otras tantas paralizado? ¿Alumbraremos de una santa vez el Museo Provincial que nos deben hace más de cien años? Esperemos que, por una vez, asistamos a la unanimidad de los partidos en torno a los intereses de esta tierra.

jueves, 6 de noviembre de 2008

León Medieval

A partir del mes de diciembre los leoneses podremos disfrutar de una magnífica exposición sobre la monarquía y el arte medieval en los reinos cristianos de la Península Ibérica. La exposición, que supone un auténtico lujo dentro del panorama nacional, ha sido impulsada por la Colegiata de San Isidoro junto con otros promotores. Es un placer encontrar nombres que se repiten en actividades de nuestra región, gente culta, activa y comprometida con la tierra leonesa, en estos momentos de pensamiento débil y escalas de valores blandas. Al hilo de esta exposición que, como decíamos, desborda la importancia de cuantas habrá en gran parte de España este año, cabe hacer una reflexión. Se ha hecho el comentario de que nuestra provincia podría ser el lugar idóneo para crear un museo de arte medieval español. El papel desarrollado por la monarquía asturleonesa y su cénit, alcanzado por la misma cuando la sede regia estaba en el solar capitalino, permite la reunión de una importante cantidad de valiosas piezas con un esfuerzo menor que el que sería necesario en otras zonas. En un momento en que muchos nos cuestionamos para qué sirve un museo de arte moderno en León, uno más entre un millón, en el que se pretende exponer no se sabe qué tipo de arte, puesto que no hay proyecto ni fondos museísticos definidos, parece oportuno hacer otra propuesta. Conserven presupuesto, proyecto y recinto, que es lo único que tienen -¿o no?- y creen algo realmente diferenciador; una imagen de marca para la ciudad. Crear un museo de arte medieval en León es fácil. Es una propuesta que complementaría la oferta cultural y monumental de la ciudad, y que permitiría concentrar los esfuerzos en una línea de promoción que, en España, no está tan explotada como la del minoritario arte contemporáneo. Competir con la escultura-edificio de Bilbao, con el patio herreriano de Valladolid, con el Princesa Sofía, con el museo modernista de Salamanca, con el IVAM o con tantos otros con el solo y dudoso apoyo de la Junta es ingenuo. Si tenemos nuestros propios recursos, aprovechémoslos. Pienso que Tapies o Picasso son compatibles con Las Médulas, la Pulchra o San Miguel de Escalada, pero son éstos últimos los que nos hacen únicos, interesantes y atractivos como pueblo a la vista del visitante. Por otra parte, ¿cuántas obras de Modigliani, de Miró o de cualquier otro autor de ese nivel habría en el Museo de Arte Contemporáneo de Eras? Dudo que muchas. Sin embargo, los Beatos, el cáliz de Doña Urraca, un patrimonio bibliográfico de excepción y tantas otras piezas son únicas y muchas están aquí y podrían, junto con otras traídas de Madrid, contribuir a fundar un Museo Nacional de Arte Medieval imponente ¿Qué resultaría más atractivo?

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Junta, Cajas, Fusiones y Sospechas

El proceso de creación de un grupo con las cajas de ahorros de la autonomía resulta extraño, precipitado, empresarialmente inadecuado e inducido por criterios políticos. Tanta excentricidad en una cuestión tan delicada lleva a pensar que hay intenciones no explícitas tras la descarada intervención política. Dado que se juega con los ahorros de los ciudadanos conviene aventurar las posibles causas de esta intempestiva urgencia.
Entre las competencias asignadas al grupo destaca poderosamente la política de inversiones industriales, a la que se aludió con insistencia. La atención como merece dicho aspecto al consejero de economía -el omnipresente Villanueva- y al núcleo que lidera este proyecto, hace pensar que es ahí donde reside la clave de la operación.
Puesto que para invertir e influir en empresas del mayor tamaño en León no hace falta sumar varias cajas, habrá que deducir que tanta desazón por el “músculo financiero” se origina en otros territorios. ¿Qué grandes empresas existen en Castilla que atraviesen dificultades y que pudieran requerir grandes volúmenes de inversión o crédito? Destacan dos por su tamaño: Renault y Antolín Irausa.
En el caso de Renault es posible el cierre de la factoría de montaje de Valladolid. Para intentar evitarlo se hicieron gestiones al más alto nivel. ¿Condiciones? No trascendieron. El burgalés Grupo Antolín, también automovilístico, regula empleo. ¿Serán parte de esta trama político-financiera?

lunes, 3 de noviembre de 2008

La Estrategia sin Estrategas

Hace unas dos semanas el consejero Vallvé anunciaba la publicación de las Directrices de Ordenación del Territorio. Se trata de un documento estratégico del estilo del estatal Plan Director de Infraestructuras, donde se define el modelo de desarrollo del territorio de la Comunidad a lo largo de los próximos 15 ó 20 años. Esta definición condicionará a posteriori la redacción de los presupuestos primando unas inversiones sobre otras y, sobre todo, unos lugares sobre otros. El citado documento, junto con el Plan de Desarrollo Regional y los otros planes sectoriales, como el tecnológico o el de carreteras, conforman una unidad -o deberían conformarla- en la que se define el objetivo central del Gobierno Autonómico y el programa estratégico para conseguirlo.
La semana pasada el líder del PSOE en la Autonomía manifestaba la necesidad de hacer un plan estratégico para el desarrollo del territorio autonómico. Visto que el despliegue documental de esa estrategia ya está realizado -y se ha alcanzado, por cierto, con los votos del PSOE-, cabe preguntarse qué reclama este partido. La lectura me merece tres posibles interpretaciones. La primera es que Villalba necesitaba un titular fácil y, en la situación lamentable de esta autonomía, éste resulta un reclamo garantizado. La segunda que se me ocurre es que Villalba no está de acuerdo con los documentos que los miembros de su partido aprobaron, en cuyo caso no los tiene en cuenta y reclama la elaboración de otros. Una tercera posibilidad es que el directivo del PSOE no conozca el desarrollo documental de un plan estratégico, cosa bastante probable porque pocos políticos saben lo que es. Tiendo a inclinarme por una opción intermedia entre la primera y la tercera explicación, puesto que como político necesita titulares y, además, no cita un sólo documento de los expuestos más arriba, lo que viene a demostrar que no domina la cuestión de estrategias para el desarrollo y la administración.
Todo esto sirve para exponer, una vez más, que se juega con una increíble ligereza con las herramientas centrales del crecimiento de la economía por parte de los políticos; personas que asisten a un languidecimiento de la economía leonesa provocado por la suma de una mala coyuntura de nuestros sectores con una pésima gestión de los recursos públicos. Este tipo de documentos estratégicos deben partir de un diagnóstico previo certero y de la posterior exposición del plan al público para debatirlo, pactarlo y mejorarlo. Nada de esto se está haciendo. ¿Cuánta gente conoce el Plan de Desarrollo Regional? ¿Quién conoce las Directrices de Ordenación del Territorio?. ¿Podría explicar algo en este sentido Ángel Villalba o el propio Vallvé?

domingo, 2 de noviembre de 2008

El León Virtual de Navidad

Es Navidad. Las calles de León y Ponferrada, las de nuestras abundantes cabeceras de comarca, las de todos los pueblos y aldeas de nuestra región cobran una vida desconocida. Por vez primera en muchas semanas se percibe un agradable cambio que, al principio, no pasa de la mera observación cuantitativa -hay mucha más gente- para alcanzar otra más elaborada y cualitativa: nuestros lugares de paseo, habitualmente ocupados por una mayoría de venerables ancianos, se ve ahora habitada por una multitud mucho más equilibrada, en la que hay una ponderada mezcla de niños, jóvenes, adultos y gente de la tercera edad. Nuestra tierra vuelve a ser un lugar normal, como Cantabria, Navarra, Madrid o Murcia. Nos devuelven por unos días los hijos que, al principio una administración injusta y nuestra propia pasividad, y la inercia de esa situación después, se llevaron.
En España viven en torno a un millón doscientos mil leoneses, pero sólo medio millón permanecen en nuestro solar. Los emigrantes por causas económicas son abrumadora mayoría. En León no hay trabajo y nuestra gente no tiene la posibilidad de elegir si se queda o se va. Nadie garantiza el derecho al trabajo en esta tierra de gente estudiosa e individualista, trabajadores capaces de alcanzar los puestos más altos por sus propios esfuerzos, pero poco hábiles para medrar allá donde el favor del amigo y el trabajo en equipo sean elementos fundamentales para la promoción. Madrid, Barcelona y Bilbao mantienen las más abundantes colonias de leoneses, pero estamos por todas partes. Esta misma semana me contaba una maestra de la vega del Esla que en Ciudad Real, donde ella vive actualmente, hay montones de leoneses.
El ejercicio que los ciudadanos que vivimos todavía aquí podemos hacer durante estos días es muy interesante. El León que vemos ahora, ese León que no existe, ese espejismo de una semana, es el León que podría haber sido, el que, creo, tendría que ser. Lo que captan nuestras pupilas puede ser algo más que un recuerdo borroso cuando pase la Navidad. Este País que bulle y que ríe es el León por el que muchos apostamos, un León posible que queremos alcanzar recuperando lo que nos quitaron: la iniciativa. Esa Tierra necesita del compromiso, del esfuerzo común, del trabajo en facendera y del desparpajo de quien no tiene miedo a la competencia. Estos días de bullicio, de calles henchidas y niños que corren, son como el anticipo de un premio, el que puede recibir una región que se atrevió a tomar el destino en sus manos y a contradecir a esa modernidad de paja, a una ficción de fukuyamas de ideología blanda, a ese pensamiento único que no es sino la quimera de los pueblos exánimes. León puede y quiere ser durante el resto del año como estos días se muestra, y el disfrute de esta realidad virtual, la posibilidad de ver lo que no somos, pero podemos llegar a ser, es una ocasión para recuperar el aliento y, tras rebasar el hito del uno de Enero, seguir firmes reclamando las autovías, aeropuertos y trenes por donde los leoneses de la diáspora han de volver.

sábado, 1 de noviembre de 2008

El Área Funcional de El Bierzo

Examinando las indicaciones dadas por las DOT en este área, primera que analizamos, se percibe que ha existido mucho más empeño en la redacción de las directrices esenciales, las que afectan a la Comunidad considerada como conjunto, que en las de las áreas funcionales. La extensión y profundidad de análisis es mucho menor que la dedicada a la visión general. Eso se traduce en que el mapa que acompaña el texto no pasa de ser la reproducción de un trozo del que cierra las directrices esenciales, ampliado y sin leyenda. Mapa, además, sin explicación y sin evaluación del impacto efectivo o potencial de las infraestructuras que en él se exponen.
El problema de este documento, con el que la Junta no ha querido comprometerse, es que se pierde en obviedades. Por ejemplo, proponer “el aprovechamiento de los recursos y oportunidades existentes en el territorio, diseñando estrategias específicas para los ámbitos menos desarrollados que se integren con los procesos de transformación de las zonas más pobladas” no deja de ser lo que habría que hacer en cualquier parte si no queremos que ésta que se despueble. La vaguedad de la exposición, que no baja al detalle, pone en tela de juicio su voluntad real para aportar algo. Afirmaciones de ese tenor abundan por todo el documento. Así mismo, el diagnóstico sobre el sistema urbano no parece correcto. El subsitema de ciudades de El Bierzo se compone de Villafranca del Bierzo (4.000 habs), Ponferrada conurbación (80.000), Cacabelos (5.000) -que no es integrable en la conurbación, como se dice en las DOT, porque no hay continuidad del poblamiento ni es probable que llegue a haberla-, Fabero-Vega de Espinareda (6.000?), Toreno (4.000), Bembibre (10.000) y Torre del Bierzo (3.000). El resto de poblaciones son menores que éstas, por lo que sus posibilidades de constituirse en pequeñas ciudades son remotas. Queda, por tanto, en duda la clasificación de los núcleos que las DOT hacen.
La sugerencia que vamos a realizar pasa por las siguientes prioridades en esta zona:
-Corredores interiores: comunicar todos los núcleos comentados entre sí, con una red de carreteras de calidad mucho mejor que la actual. Son prioritarios la comunicación Fabero-Vega de Espinareda, para consolidar una posible conurbación (rivalidades aparte), y Berlanga-Fresnedo, para sacar del aislamiento a estos dos ayuntamientos, que están gravemente afectados por la reconversión minera. Si no se actúa pronto allí ,la masa de población podría descender hasta umbrales críticos, que alejarían la consideración de ciudad de estas zonas. No es éste un lujo que nos podamos permitir. La conexión de Toreno y Bembibre también es importante, aunque no tanto como la anterior.
-Corredores interáreas: mejorar las comunicaciones con Villablino es importante, pero no tan urgente como desdoblar la carretera de Valdeorras. Se debería realizar hasta El Barco en primera instancia, y, después, hasta Monforte de Lemos. Ésta es la vía con más potencial para ir creando un eje industrial, frente a la N-VI, que sigue un trazado ineficiente y disparatado para estos fines. La línea Ponferrada-El Barco-Quiroga-Monforte tiene notables potencialidades, ya que está bastante poblada, presenta una economía diversificada entre los tres sectores productivos y dispone de cierto número de núcleos grandes y próximos. El hándicap de construir los accesos a Galicia por otras zonas, a la sazón despobladas, ha supuesto la pérdida de unas sinergias enormes en aras de una decisión estrictamente política. Es hora de subsanar esa barbaridad. El resto de corredores están desdoblados como autovías y es poco lo que se debería invertir en ellos. Bembibre y Torre han de aprovechar el impulso de la autovía para llenar sus polígonos industriales y actuar como puentes hacia Astorga y hacia el subsistema de ciudades leonés oriental.
-Actuaciones urbanas: es necesario convertir los núcleos descritos en auténticas ciudades.La consolidación de un centro urbano en el que se fije la oferta comercial, la jerarquización en barrios, la construcción de, al menos, un polígono industrial por núcleo para especializar el uso del suelo y la mejora estética de los cascos urbanos no debe aguardar más tiempo. Si suman, observarán que 112.000 de los 130.000 bercianos viven en estos centros. El impacto de estas acciones sobre los ocho centros alcanzaría a una inmensa mayoría de la población.
-Servicios: es necesario que cada uno de estos centros ofrezca servicios suficientes a su entorno más próximo. Esto permitirá mantener una ocupación matricial del territorio, es decir, ocupar casi todo, para así aprovechar sus recursos.
-Zonas marginales: Fornela, Ancares, la cuenca del Selmo, Valdueza, el alto Boeza, Ribas del Sil, la cuenca del Barjas y la del Noceda deben disponer de una buena carretera que comunique el corazón de esas zonas con el tronco principal de comunicaciones más próximo. El tratamiento del entorno natural y del patrimonio etnográfico ha de ser exquisito en esos enclaves.
Sobre la estructura que ha dado a El Bierzo el documento de la Junta hay algo que añadir. Su distribución, poco elaborada, no se adecúa a una buena gestión pública. La conurbación de Ponferrada tiene grandes problemas por resolver y debería ser un área funcional por sí sola. De lo contrario absorberá toda la atención de la Junta, que se olvidará del resto de la comarca. Ese resto se compone, de una parte, de la cuenca del Boeza, que debería ser también un área funcional, con cabecera en Bembibre, y, de otra, de tres zonas. La primera sería Ribas del Sil con cabecera en Toreno. La segunda agruparía Ancares, Fornela y Vega de Espinareda, con cabecera en Fabero. La tercera sería otro área funcional con cabecera en Villafranca, que abarcaría todo lo que queda.
Se puede argumentar que son zonas pequeñas, pero no lo son más en población que ciertas áreas funcionales de otras provincias. Tampoco creemos que se trate de echar carreras a nadie, sino de garantizar la eficacia de unos servicios y la potenciación de la zona en su conjunto.
Para no ser prolijos evitaremos por ahora entrar a un análisis y propuesta de la futura especialización productiva de la comarca. En cualquier caso, reconocer sus estructuras es un primer paso, y adaptar el modelo administrativo a las mismas es el segundo.