jueves, 6 de noviembre de 2008

León Medieval

A partir del mes de diciembre los leoneses podremos disfrutar de una magnífica exposición sobre la monarquía y el arte medieval en los reinos cristianos de la Península Ibérica. La exposición, que supone un auténtico lujo dentro del panorama nacional, ha sido impulsada por la Colegiata de San Isidoro junto con otros promotores. Es un placer encontrar nombres que se repiten en actividades de nuestra región, gente culta, activa y comprometida con la tierra leonesa, en estos momentos de pensamiento débil y escalas de valores blandas. Al hilo de esta exposición que, como decíamos, desborda la importancia de cuantas habrá en gran parte de España este año, cabe hacer una reflexión. Se ha hecho el comentario de que nuestra provincia podría ser el lugar idóneo para crear un museo de arte medieval español. El papel desarrollado por la monarquía asturleonesa y su cénit, alcanzado por la misma cuando la sede regia estaba en el solar capitalino, permite la reunión de una importante cantidad de valiosas piezas con un esfuerzo menor que el que sería necesario en otras zonas. En un momento en que muchos nos cuestionamos para qué sirve un museo de arte moderno en León, uno más entre un millón, en el que se pretende exponer no se sabe qué tipo de arte, puesto que no hay proyecto ni fondos museísticos definidos, parece oportuno hacer otra propuesta. Conserven presupuesto, proyecto y recinto, que es lo único que tienen -¿o no?- y creen algo realmente diferenciador; una imagen de marca para la ciudad. Crear un museo de arte medieval en León es fácil. Es una propuesta que complementaría la oferta cultural y monumental de la ciudad, y que permitiría concentrar los esfuerzos en una línea de promoción que, en España, no está tan explotada como la del minoritario arte contemporáneo. Competir con la escultura-edificio de Bilbao, con el patio herreriano de Valladolid, con el Princesa Sofía, con el museo modernista de Salamanca, con el IVAM o con tantos otros con el solo y dudoso apoyo de la Junta es ingenuo. Si tenemos nuestros propios recursos, aprovechémoslos. Pienso que Tapies o Picasso son compatibles con Las Médulas, la Pulchra o San Miguel de Escalada, pero son éstos últimos los que nos hacen únicos, interesantes y atractivos como pueblo a la vista del visitante. Por otra parte, ¿cuántas obras de Modigliani, de Miró o de cualquier otro autor de ese nivel habría en el Museo de Arte Contemporáneo de Eras? Dudo que muchas. Sin embargo, los Beatos, el cáliz de Doña Urraca, un patrimonio bibliográfico de excepción y tantas otras piezas son únicas y muchas están aquí y podrían, junto con otras traídas de Madrid, contribuir a fundar un Museo Nacional de Arte Medieval imponente ¿Qué resultaría más atractivo?

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