martes, 27 de noviembre de 2012

Caléndula y La Farándula

Días atrás tuvo lugar un convenio entre el IMSERSO y el centro de supercomputación que tiene la sede operativa -puesto que allí se encuentra la máquina-en el Campus de Vegazana. Se trataba de dar una nueva utilidad a este recurso tecnológico, con lo que será utilizado para tratar las bases de datos de esta Dirección General, correspondiente al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Es una gestión para el aprovechamiento de la infraestructura, que ya se inició dando soporte al Ayuntamiento de la capital tras el incendio que destruyó en parte sus recursos en tecnologías de la información. En resumen, es la mejor medida ante la infrautilización de que adolece el ordenador por la insuficiente demanda que nuestros investigadores generan. Si el convenio, como digo, es digno de un reconocimiento, ya que se está poniendo los pies en la tierra por parte de las autoridades, todo lo contrario merece el sarao que montaron esas mismas autoridades para la ocasión. En un momento se juntaron el Director General, César Antón, el Alcalde de León, Emilio Gutiérrez, el Rector de la Universidad, Jesús Hermida, el Consejero de Fomento, Antonio Silván, el Subdelegado del Gobierno, Juan Carlos Suárez-Quiñones, alguna vicerrectora y diversos cortesanos. No podía faltar una caravana de coches oficiales, chóferes con cara de circunstancias, policías en el perímetro y muchos periodistas. Personalmente creo que para hacer lo que había que hacer sobraban casi todos. Que varias autoridades hayan perdido media mañana para salir en una foto me parece una afrenta. Que con la que está cayendo, se junten a reírse las gracias -porque el convenio no requería este sarao- afea una tarea de racionalización que tenía que ser rutinaria. En definitiva, es necesario que estas autoridades, cuya valía personal y profesional no pongo en duda, tomen unas dosis de realidad y comprendan que es hora de más trabajo y menos farándula. Ni se trata de ser antisistema, ni de que no se explique a la prensa lo que proceda, ni de criticar por criticar, pero hace falta más disposición al trabajo. Al menos que quede constancia del descontento.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

LA CIUDAD QUE CIERRA CICATRICES

Las modificaciones que viene sufriendo el ferrocarril en el área urbana de León son fundamentales para el futuro. La nueva estación, la entrada y salida por el mismo lugar de los trenes, la nueva calle que va a la azucarera. Se trata de un conjunto de actuaciones muy relevantes, pese a suponer sólo el inicio de todas las programadas. Por su parte, la crisis ha paralizado todas aquellas obras ferroviarias de importantes costes en la ciudad. Parece como si la depresión económica hubiese calado en las instituciones transmutándose en crisis de ideas, de forma que, si no se puede hacer lo que se pensaba, todo queda paralizado. No debería ser así porque los cambios ya ejecutados, que serán los últimos por bastante tiempo, han generado una nueva realidad. Es sobre ese nuevo plano sobre el que se debe trabajar. Si no se va a realizar el soterramiento a medio plazo hay que pensar qué hacer para recuperar el tráfico ferroviario perdido. O se traslada la estación a Onzonilla, o se busca una fórmula de embarque ultrarrápido para que los trenes apenas pierdan minutos. Si las vías van a continuar en la superficie entre la estación y el estadio, hay que crear pasos subterráneos para el tráfico rodado. No se puede olvidar el puente entre la calle Lancia y el otro lado del río, ni el intercomunicador entre la estación de autobuses y la de ferrocarril. Sin embargo lo que más posibilidades ofrece es actuar sobre la fractura de la trama urbana entre el Crucero y Míguélez. Hay miles de metros cuadrados baldíos que separan calles contiguas durante casi dos kilómetros de longitud. Es incomprensible que no se esté trabajando ya para establecer nuevos pasos entre Párroco Pablo Díez y la Plaza del Huevo a través de los epacios de ese área urbana enorme que infrautiliza ADIF. No se trata de liquidar vías e instalaciones, sino de hacer compatibles automóviles, peatones y material ferroviario circulando a baja velocidad. La sutura de los barrios a ambos lados de la vía es una oportunidad para hacer una renovación profunda en la estructura de la ciudad en un tiempo de parálisis. Y para realizarlo hace falta más voluntad que recursos.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

EPA y SS en León: Propuestas

Comentábamos los datos de población ocupada en León de la última Encuesta de Población Activa (EPA). A ello se suman los últimos de cotizantes de la Seguridad Social (SS), que cruzados con los anteriores son reveladores. Como es conocido la EPA hace su estimación a través de un muestreo. Sus resultados son estadísticamente muy fiables y recogen, a diferencia de los de la SS, tanto el empleo declarado como el sumergido. Por esta razón es común que en provincias de unas dimensiones laborales como la leonesa exista un salto entre EPA y SS de unos 20.000 trabajadores ocupados. Pues bien, el salto en León se ha reducido en la última oleada hasta el mínimo. Si hemos de interpretarlo, el empleo sumergido en León ha desaparecido prácticamente, lo que supone que los torrentes económicos de la provincia están literalmente secos. Eso casa con la evolución del último año en el número de cotizantes a la SS, que ha sido demoledor, con un 5% de caída. Arrastramos una pérdida de cotizantes desde octubre de 2007 de 24.000, de los que 8.600 se perdieron en el último año. Los datos de León son peores que la media española y es necesario tomar medidas prácticas que reactiven nuestra economía. A este respecto propongo tres actuaciones: la primera trabajar en los transportes para mejorar la eficiencia. Embarcar y desembarcar en León debe ser más fácil que en ningún otro sitio. El aeropuerto, las estaciones de ferrocarriles, las de autobuses, los accesos al centro de las ciudades deben ser lugares de paso rápido, donde no se pierda ni un minuto. Eso incentivará los desplazamientos de turismo y negocios. La segunda debería ser una promoción en bloque de nuestros parques de empresas como lugares donde la facilidad para implantarse es absoluta. Para eso las administraciones han de ponerse las pilas. No se puede permitir un minuto de demora en la obtención de un permiso o licencia. Una tercera debe ser la promoción de la imagen de León como un área atractiva, con ciudades paseables y agradables, bien comunicada, cerca de todo. Me consta que nada de esto se está haciendo con auténtica dedicación y nos jugamos mucho en este envite.

martes, 6 de noviembre de 2012

EPA: Las Islas de León

Continuamos comentando esta semana los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Uno de los muchos aspectos que llaman la atención de este documento es la reconfiguración del mercado laboral leonés, que se concentra cada vez más en los entornos de León y su alfoz, y de Ponferrada y su alfoz. Por ejemplo, la capital y el alfoz, que suponen poco más del 40% de la población provincial, concentran más de la mitad del empleo. Por el contrario, hay amplias zonas fuera de esos ámbitos con una debilidad laboral que les hace casi invisibles a efectos de oferta de trabajo. Este fenómeno, que se repite en otras provincias cercanas, está consolidando un mapa laboral lleno de manchas sobre un territorio en blanco. Como en León la posición de la capital, de Ponferrada, de Astorga y de Bembibre forma un corredor central, se puede decir que existe un área con oferta laboral no lejos de casi cualquier comarca. No es el caso de las provincias donde los centros de trabajo se concentran en la costa, en posición excéntrica, dejando el interior al margen de esa actividad, como Asturias y Cantabria. Si a esta circunstancia le sumamos que la provincia leonesa cuenta con más empleo que Lugo, Orense, Zamora y Palencia, y que además hasta Medina de Rioseco y Villanubla, en Valladolid, hay un vacío, concluimos que la línea León-Ponferrada es el núcleo laboral más importante del noroeste interior. Reúne las ciudades y centros de trabajo más notables del espacio incluido entre Oviedo, La Coruña, Vigo, Oporto, Valladolid, Burgos y Torrelavega. Es un espacio enorme con una importante cantidad de recursos en el que León debiera actuar compensando las tendencias centrífugas con una gestión política visionaria y de liderazgo. Que desde Ponferrada a Monforte o a la capital lucense no haya un centro urbano relevante es una oportunidad que aprovechar. Que desde León hasta Burgos, Oviedo o Salamanca no exista un nodo más potente debería ser argumento para que los próceres provinciales se pusiesen a trabajar en cómo aprovechar esas ventajas. Aunque siempre podrían ser vistas como inconvenientes, pero ¿es tiempo para pesimistas?