jueves, 18 de diciembre de 2014

PROPUESTAS PARA LEÓN

El año 2015 se plantea políticamente como un fin de ciclo electoral. En mayo tendrán lugar las elecciones municipales y autonómicas. Las elecciones generales, si no hay adelanto, se celebrarán en noviembre. En otras palabras, dentro de un año el panorama político puede ser radicalmente distinto al que tenemos hoy. Con la atención centrada en la profunda crisis económica y ética que atravesamos, el debate político sigue embarrancado en las críticas al adversario y en la resolución de las demandas por corrupción. El molesto ruido de fondo de los ataques destructivos lo ocupa todo, agotando la atención y cerrando la posibilidad de debatir otros temas. Y no es que pueda dejarse pasar el comentario ante una situación objetivamente escandalosa, pero eso no debe expulsar del debate público otras cuestiones más constructivas. Hacer balance de la gestión realizada es otro de los aspectos que ocupan buena parte de la discusión preelectoral. Sin duda es necesario porque da verosimilitud o no a las promesas electorales de los partidos que han ejercido el gobierno. De poco sirve prometer si no se ha sido capaz de conseguir los objetivos en la institución en la que se ha tenido el poder en los últimos cuatro años. La campaña electoral tiene que empezar a centrarse en las propuestas. A una lista electoral se le vota para hacer algo concreto, lo haga o no luego. Es ahí donde se aprecia si en los partidos existe un cierto nivel de reflexión sobre el presente y el futuro de León. También se mide así la capacidad de análisis basado en cifras y datos con que se debería contarse en los partidos. En resumen, el debate preelectoral ha de repartirse entre el balance de lo realizado, las propuestas y la crítica a la situación general. Esto, que parece una obviedad, permanece totalmente desequilibrado en la actualidad. Los leoneses tenemos que exigir más rigor a los partidos para elaborar propuesta, para que digan a dónde quieren llevarnos. Y si no son capaces es que sólo perviven como maquinaria para alcanzar el poder. En el caso de León existen colectivos con capacidad de propuesta global, como Proyecto León, o de propuesta parcial, como la Plataforma por la Autovía León-Braganza. Hasta el momento se han pronunciado más argumentos técnicos y análisis de la situación de estos colectivos que de las propias esferas de los partidos políticos. Sería necesario escuchar a cada candidato pronunciarse sobre las propuestas que estos y otros grupos emiten, producto de un análisis apartidista de la sociedad leonesa.

jueves, 11 de diciembre de 2014

HORARIOS Y CONTRADICCIONES

Los pequeños comerciantes de León hacen público el desacuerdo con la libertad de horarios y de días de apertura que, progresivamente, quiere introducir la Junta de Castilla y León. Argumentan la imposibilidad de competir con las grandes superficies por el público generalista. Por su parte la Junta basa la liberalización en unos determinados volúmenes de afluencia turística cuyo impacto es necesario aprovechar. Más allá de otras consideraciones los dos argumentos tienen aspectos contradictorios en sí mismos. La afluencia turística a cualquier lugar busca sobre todo los elementos diferenciales de esa zona, aquello que resulta nuevo, desconocido o exótico al visitante. Por eso el argumento de la Junta de que haya que abrir más horas, cuando se sabe que los únicos que pueden hacerlo son las grandes superficies, entraña un absurdo. Nadie va a hacer turismo a una ciudad para comprar en cualquiera de las grandes superficies franquiciadas, que son prácticamente iguales en todas partes. La desregulación horaria solo puede favorecer a aquellos que, con grandes facturaciones, diluyen los costes de personal por tenerlo muy escaso. No en vano se llaman “autoservicios”. Por su lado el pequeño comercio se basa en la atención personalizada, en la disposición de productos de carácter local y producción pequeña, que por su naturaleza no están presentes en la gran superficie. Ése es realmente el nicho que atiende al turista. Sin embargo los costes de personal son mucho más altos, la presencialidad de los dependientes es fundamental y las horas con baja afluencia de público suponen pérdidas importantes. Eso por no hablar del infraempleo, que se vive ya en las grandes superficies, por la baja actividad comercial devenida con la crisis. Si por debajo de un cierto umbral de facturación mensual no hay clientela a ciertas horas, solo queda reducir salarios, alargar las jornadas, reducir las vacaciones, excluir a los menos productivos por distintas causas; en definitiva generar empleo-basura. Todos debemos defender la limitación de horarios, o bien abrirlo todo: administración pública, bancos … No puede haber distintas varas de medir. Por eso, si no queremos degradar aún más las condiciones de vida de este país, hay que poner riendas a los horarios y también forzar las condiciones del pequeño comercio para hacerlas más flexibles, menos amodorradas y sujetas a costumbres que ya no tienen razón de ser. Esa es la forma de defender un pequeño comercio que no se puede convertir en tienduchas donde los empleados se eternizan.

jueves, 4 de diciembre de 2014

LOGÍSTICA Y EMPRESARIOS

El sábado pasado se celebró una reunión en el Parador Nacional de León organizada por el PSOE local, pero abierta al público. En ella se trataba la situación de la provincia ante el anuncio del trazado del Corredor Atlántico por parte de la Junta de Castilla y León, así como la nueva coyuntura ante el cierre de la autopista del mar entre Gijón y Saint Nazaire. Las intervenciones revistieron un carácter fundamentalmente técnico, con participación de ponentes asturianos, zamoranos y leoneses. La conclusión más sustancial es que existe un movimiento político desde ciertas instituciones para apartar a esta provincia en el nuevo diseño de ejes de transporte transeuropeo. Por una parte la Junta de Castilla y León apoya abiertamente un solo corredor, que sigue el trayecto Burgos-Valladolid-Salamanca, donde pretende concentrar las inversiones. Esto a pesar de que en la documentación europea figura un segundo ramal que discurre desde Burgos hacia Galicia y Asturias por León. Por otro lado parece que en el traslado del operador de la autovía del mar Gijón-Nantes a Vigo, queda en evidencia que hay un movimiento para cazar subvenciones trasladando el mismo tráfico de puerto en puerto. Nadie se ha opuesto o pronunciado. Todos los territorios de España cuentan con 4 niveles de la administración pública para defender sus intereses: el gobierno central, el autonómico, el provincial y el municipal. En León es palmario que el escalón autonómico no existe en la promoción económica. La Junta de Castilla y León o no defiende o toma partido contra los intereses de León. Además, cuando está a punto de cerrarse el diseño logístico del Corredor Atlántico, dejando apartado a León, llama la atención el silencio de la Diputación Provincial y del Ayuntamiento de León. Ambas instituciones permanecen en una pasividad letal para el futuro económico de esta provincia. Capítulo especial requiere el papel de la organizaciones empresariales leonesas, que no se han pronunciado sobre estos temas ni tampoco sobre el plan estratégico de la Junta en materia de política industrial, llamado III Acuerdo Marco para la Competitividad e Innovación Industrial. Parece que ambas organizaciones –CEL y FELE- inician un proceso de acercamiento en estos días. Sería bueno que se aprovechase la ocasión para revisar el pobre papel que están desempeñando, junto a la Cámara de Comercio, en la defensa de los intereses económicos leoneses y hacer un propósito de la enmienda. Parece como si el debilitamiento del mercado leonés no les importase.