martes, 31 de julio de 2007

Mejor Clos

Una de las noticias que ha ocupado espacio en la prensa veraniega ha sido la sustitución del Ministro de Industria. Como es conocido, José Montilla es un hombre cercano a Zapatero, que ha ocupado oficiosamente dicha cartera en la cuota del Partido Socialista de Cataluña.

La salida de Montilla del ministerio se debe a la incompatibilidad con su candidatura a la Generalitat. Sin embargo este movimiento puede tener efectos positivos sobre los proyectos de Zapatero en León.

La labor de Montilla en el gabinete presenta unos resultados pobres. Su perfil de hombre sin experiencia, falto de formación y ligado desde su juventud a las gestiones del aparato del partido, le daba una imagen gris. Los últimos dos años han confirmado los desfavorables pronósticos. El corolario a esa trayectoria se resume en la OPA de Gas Natural para adquirir ENDESA.

Aznar había cedido el control del negocio del gas a la burguesía catalana, a través de La Caixa, pero la maniobra se realizó con cierta diplomacia. La pretensión de Montilla de facilitar a este grupo el acceso a una porción relevante del mercado eléctrico se ha realizado con paso tosco. El último capítulo de desaciertos ha sido la despedida del ministro. Explicitar cómo había pactado su sustituto con Zapatero, dejando así al Presidente y al Rey de floreros, confirma que a Montilla le fallan el fondo y las formas.

Respecto a León se podría hablar de desinterés, cuando no de evidente aversión al proyecto del INTECO y al del CIEMAT en Ponferrada. Los modales mostrados en las visitas no dejaban lugar a dudas. La ejecutoria posterior, sometiendo a la desasistencia a ambos programas, no hacía sino confirmar los temores en los socialistas leoneses: Montilla quería el INTECO para Cataluña.

En consecuencia el proceso de cambio para León y España suscita alivio. Con Joan Clos a la cabeza del ministerio las cosas no pueden ir a peor en política industrial. Si la etapa Montilla se ha caracterizado por la inacción y la falta de visión estratégica en diversos sectores, la de Clos promete ser mejor.

El alcalde saliente de Barcelona ha desarrollado una capacidad de gestión notable a lo largo de estos años al frente del segundo consistorio de España. Se trata de un municipio en el que el sector industrial cobra gran protagonismo, por lo que el contacto con el mismo ha sido continuo. Clos es un hombre dialogante, según conviene la mayoría, y atenderá a propuestas constructivas fuera del ámbito catalán. Puede que sea un catalanista, pero formado, y este ascenso –que lo es, pese a lo que algunos digan- le aportará nuevas perspectivas. Por eso la entrada de Clos en el Ministerio de Industria puede ser la oportunidad que el INTECO y el CIEMAT necesitan para desarrollarse a un ritmo satisfactorio. La FSL debería aprovechar la ocasión.

Elecciones y Cuentas Públicas

El proceso autonómico ha cubierto progresivamente diversas etapas. En la primera se establecieron las bases legales y la organización interna de cada una de las comunidades.

Posteriormente, una vez creadas y dotadas de estructura orgánica, se inició un proceso por el que el gobierno central traspasaba servicios públicos para que fuesen prestados desde la nueva institución. Actualmente el proceso transferencial está prácticamente completo. De hecho, las autonomías ofrecen hoy más servicios a los ciudadanos que el gobierno central.

Poco después de iniciarse las transferencias entre administraciones dio comienzo la tercera transformación. Si bien al comienzo las comunidades autónomas recibían del gobierno central las partidas para cubrir los gastos, posteriormente se ha descentralizado buena parte de la recaudación, que ha pasado a ser realizada por las autonomías.

Con la plenitud de ambas cesiones -competencial y fiscal- casi colmada se experimenta un cambio en la posición del gobierno autonómico ante el ciudadano. Las comunidades han de lograr suficiencia económica y administrarla sin que el gobierno central pueda ser culpado ya de una atención presupuestaria deficiente. Por añadidura, el seguidismo de ciertos gobiernos autónomos azuzó la reivindicación para pedir iguales potestades de gestión que los más ambiciosos. Este inmaduro proceder puede reportar problemas de autofinanciación y conducirá a una prestación de servicios desigual entre autonomías. Es obvio que la situación económica de cada una es diferente y el camino administrativo más conveniente no tendría por qué ser, en consecuencia, el mismo.

En tal escenario hemos alcanzado el curso político que ahora comienza. Los datos económicos permiten apreciar cómo la economía del estado es equilibrada, aunque ese dato esconde que las de algunos de sus componentes son divergentes. En lo relativo al gobierno central la situación de la seguridad social y las cuentas de sus administraciones son claramente positivas. Por el contrario, el panorama de buena parte de las autonomías es comprometido si se pretende mantener cierto nivel de calidad en servicios clave como los sanitarios o los educativos.

En consecuencia, el curso político entrante nos hablarán de más escuelas cerradas, de posible clausura de facultades universitarias, de limitaciones en la contratación de personal sanitario o de subcontratación de servicios públicos a empresas de contratación temporal en las autonomías.

En definitiva, nos encontramos ante una contracción de lo público, puesto que el país crece, pero la administración territorial empieza a comprimirse. Y en este nuevo escenario el equilibrio entre fiscalidad y servicios prestados tendrá una influencia en las elecciones autonómicas sin precedentes.

domingo, 29 de julio de 2007

PP y PSOE: Democracia Aparente

Se supone que el verano conlleva un descanso en la actividad política, pero este año se ha tratado de una falsa calma. La reforma de las dos leyes fundamentales que rigen la Autonomía de Castilla y León ha avanzado entre el silencio y la opacidad.

Esta voluntad oscurantista ya se había percibido en la discusión en torno a la Ley de Montes autonómica. En el debate se había apreciado cómo algunos altos cargos explicaban el contenido del documento hablando de aspectos bondadosos que, una vez leído el texto, ni se encontraban en él ni se podían siquiera deducir. Tal maniobra se ha tornado en una forma de proceder usual en aquellas cuestiones problemáticas para la Junta.

Más tarde llegó la reforma del Estatuto de Autonomía, de la que se dijo que no corría prisa. Por el contrario, el proceso de elaboración del anteproyecto se ha completado velozmente. Se divulgó que habría un diálogo abierto con la sociedad. No obstante, la elaboración del texto se ha llevado en secreto, en un grupúsculo de políticos del PP y el PSOE.

El texto pactado para ser sometido al parlamento autonómico se concluyó en Julio, antes de las vacaciones. Su discusión comenzará el día 12 de Septiembre. Como es difícil de conseguir y sólo ha quedado Agosto para su posible examen (si se ha podido dar con él), se deduce que no existe voluntad de información al ciudadano. Esta cuestión viola el espíritu de lo que debe ser la información pública de las leyes, establecida en nuestro derecho. Mucho más si asumimos que el estatuto es la ley fundamental del entramado autonómico.

Pero aún quedaba una sorpresa más. Idéntico criterio se aplicó en la reforma de la segunda ley fundamental de la Autonomía: las directrices de ordenación del territorio. En este caso se trata de las líneas nucleares que orientan el gasto público, redactadas en forma de ley.

Primero, para evitar la detección del anteproyecto y evitar su probable debate público, se cambió su nombre por el de “Directrices Esenciales de Castilla y León”. Por añadidura, su búsqueda en la web de la Junta, principal fuente de información, se hizo difícil. Para completar esta actuación incalificable el anteproyecto de ley se expuso a información pública entre el 1 de Agosto y el 1 de Septiembre, justo en las vacaciones.

De esta manera las dos leyes fundamentales para el gobierno de la Autonomía se están modificando de espaldas a los ciudadanos. La discusión en cortes tendrá lugar antes de la configuración de las listas electorales, con lo que caben pocas disidencias internas en el PP y el PSOE. Todo se ha sincronizado para que acallar desacuerdos.

En consecuencia, la Junta debe una explicación a los ciudadanos. De no producirse ésta se evidenciará que nos encontramos ante una Autonomía con democracia aparente, pero falsa.

sábado, 28 de julio de 2007

Un Estatuto de Encargo

El día 11 de Septiembre comienza en Fuensaldaña la discusión del anteproyecto de Estatuto de Autonomía de Castilla y León. El texto es el producto de un pacto entre las direcciones del PP y el PSOE sobre una base que se encargó a dos profesores universitarios de Valladolid.
El redactado final, que se empieza a discutir y cerrar hoy, eliminó en su mayor parte ciertas propuestas, que llegaban desde el PSOE leonés. En consecuencia una parte de los socialistas leoneses ha mostrado su desacuerdo en privado por lo que consideran que es una exclusión de la mayor parte de las referencias a León en el Estatuto.
También una parte del leonesismo civil participa de estos movimientos ante la improbabilidad de lograr la autonomía leonesa en un plazo breve. Las posibilidades de que el nuevo texto permanezca desconectado de la realidad birregional del ente son muchas y supondría una oportunidad perdida para conciliar la sociedad civil con la farándula política.
Las bases de la reivindicación leonesa para el nuevo Estatuto pueden considerarse poco ambiciosas, pero supondrían un notable avance si se comparan con el texto actual. En primer lugar estaría el reconocimiento del leonés, lengua que cualquiera puede escuchar en los pueblos de la mitad occidental zamorana y leonesa a poco que ponga interés. El segundo punto que se ha propuesto es la plasmación en el texto de la existencia de los dos territorios, una realidad que, si no se recoge, convertirá el nuevo estatuto en un camelo. La tercera cuestión que se sugiere es la creación de un organismo cuya razón de ser sea el conocimiento y promoción de lo leonés desde las perspectivas cultural, económica, etc.
De cuanto se propuso sólo el reconocimiento del leonés ha quedado en el borrador, cosecha bien pobre para una administración que quiere parecer cercana. El desconocimiento de la realidad humana sobre el territorio queda plasmado así en el anteproyecto e incluso el leonés podría quedar aún fuera del texto.
A esto se ha sumado la inexplicable ausencia del procurador de la UPL a toda sesión de trabajo, comportamiento que empieza a ser habitual. En consecuencia, este representante ya no es considerado interlocutor válido por una parte creciente del leonesismo. No así han actuado otros miembros de la formación que, entre bastidores, han invertido gestiones, tiempo y teléfono en tratar de que León se viese reconocido en el estatuto.
En definitiva, la discusión parlamentaria que comienza cerrará el texto estatutario que ha de regir esta comunidad autónoma los próximos decenios... si es que el leonesismo no termina cercenando tal pretensión. Los próximos días asistiremos a esclarecedoras manifestaciones de procuradores leoneses que nos van a iluminar sobre su compromiso con la circunscripción que representan.

Torna la Ley de Montes

La Consejería de Medio Ambiente ha sacado a información pública otra vez el anteproyecto de la Ley autonómica de Montes para que se puedan realizar más alegaciones. Es necesario reflexionar por un momento sobre lo que esto supone en términos de actitud política; también de posibilidades para plasmar lo que quieren las juntas vecinales leonesas, muy afectadas por el anteproyecto.
En primer lugar hay que felicitar al consejero por dar un paso al que la Junta no tiene acostumbrados a los ciudadanos: la marcha atrás. De humanos es errar y de inteligentes enmendar. No puede ser otro el mensaje, pero siempre y cuando esto sirva para admitir las modificaciones que se propongan con una flexibilidad razonable. Se debe asumir una cuestión de fondo: las juntas vecinales leonesas son las artífices de buena parte de la riqueza forestal por lo que nada da el derecho a privarlas de las decisiones sobre su explotación y gestión. Sobre esa premisa será fácil llegar a acuerdos.
En segundo lugar hay que felicitar a las juntas vecinales porque esto supone una victoria. No importa que la contestación al anteproyecto no haya sido masiva. El liderazgo siempre es cosa de pocos. Sin embargo el compromiso demostrado con sus pueblos es digno de alabanza en aquéllos que han puesto tiempo y recursos propios al servicio de los seculares bienes del común.
En tercer lugar hay que valorar desigualmente a los partidos políticos. Del PSOE se puede decir que lo intentó, pero que su capacidad de movilización es limitada -menor de la esperada- entre los pedáneos adscritos a su formación. En cualquier caso, si a un partido le corresponde algún parabién político es a éste.
Del PP cabe preguntarse si los leoneses tenemos maniquíes en Fuensaldaña o si realmente hay alguien que defiende nuestros intereses. Se percibe una sensación creciente de que ni ven, ni saben, ni entienden, aunque cobran. ¿Tienen estos gregarios un proyecto para León o sólo están para entregar su disciplina en Valladolid sin decir esta boca es mía?
De la UPL se puede decir que es como la selección española de fútbol: hace muchas declaraciones altisonantes, pero a la hora de la verdad no da la talla. Da la impresión de que ni conocen León, ni les importan los pueblos, ni van a los debates importantes con propuestas, ni están en los grupos de trabajo, ni llegan a tiempo, ni renuncia, alguno, al sueldo. León tiene unas posibilidades prodigiosas de futuro y los montes comunales son una de las claves de las mismas. Si quien debe de estar y no está en este debate -que es su razón de ser- carece de interés es mejor que o deje paso o pierda las elecciones.
Los veinte días para realizar alegaciones son también un examen que permitirá conocer la capacidad de cada grupo político: un test en el inicio de un año electoral.

viernes, 27 de julio de 2007

Ponferrada y las Edades

“Las Edades del Hombre” es una serie de exposiciones que aprovecha el patrimonio artístico de la Iglesia Católica para realizar una reflexión en torno a un lema. Se puede afirmar que “Yo Camino”, la muestra de este año, que tiene sede en Ponferrada, es uno de los principales acontecimientos culturales de la Provincia Leonesa.
Lo primero que llama la atención en la Basílica de La Encina es la profusión de piezas expuestas, que se antoja superior al de otras ediciones. El recorrido discurre por estancias pequeñas, aunque bien adaptadas. Esto transmite cierta sensación de intimidad en la contemplación, pese a que la muestra es visitada por un alto número de personas. Ambas características, la abundancia de piezas y la intimidad, dan pie a que nos encontremos muy cerca de los objetos mostrados.
Algunos de las obras son de un valor extraordinario, lo que hace que se proporcione una oportunidad única para su disfrute. Además, el montaje de la muestra es brillante y costoso, pues utiliza medios ensayados en otras ediciones y añade, en un recurso ingenioso para enlazar dos espacios, un puente metálico que emula el Camino de Santiago en sus vaivenes, subidas y bajadas. El resultado es una ruptura del ritmo que da una breve pausa al observador.
La muestra está planteada para que muchas visitas puedan ir acompañadas de un guía, lo que permite acceder a información esencial, en tono divulgativo, de la mano de jóvenes profesionales. Se realiza con el apoyo de auriculares, lo que evita extravíos. En definitiva, Las Edades del Hombre es una oportunidad para popularizar el arte y aprender a valorar el patrimonio histórico entre extensas capas de población; estratos que probablemente no hayan tenido muchas oportunidades de acceder a una exposición de tanta calidad.
Por otro lado la muestra también tiene puntos débiles, que es necesario ponderar. Da la impresión de que el esfuerzo publicitario en esta ocasión ha sido menor, lo que reduce la repercusión de la muestra. También hay que subrayar la inconsistencia argumental, que se convierte casi en tradición de esta serie: el hilo conductor que se pretende guíe la exposición está cogido por los pelos. Se da una apariencia de conexión que a mi juicio no existe.
Otro aspecto que resta mérito es la irregularidad de las piezas: al lado de objetos extraordinarios se muestran piezas de un interés menor. Se mezcla lo curioso con lo auténticamente valioso con alguna frecuencia, lo que puede confundir. Por último el audiovisual del final, un sermón multimedia, está desencajado.
Sin embargo el balance final tras la visita es positivo. Por añadidura, Las Edades del Hombre es una oportunidad más para visitar Ponferrada; ciudad que, sometida a una metamorfosis asombrosa, resulta cada vez más acogedora y atractiva.

Identidad y Directrices Esenciales

Se ha comentado en columnas anteriores que las Directrices Esenciales de Castilla y León (DE) son un documento estratégico en el que se definen las grandes líneas de gasto público para los próximos años. El anteproyecto se ha sometido a información pública en Agosto para que pasase inadvertido a la mayoría de los ciudadanos y sortear así su debate. Cabe preguntarse por qué y son varias las posibles respuestas.
Existen muchas cuestiones polémicas que podríamos tratar sobre estas DE, pero no es el propósito de esta columna tocar todas. Sin embargo merecía la pena realizar unos comentarios sobre sus objetivos en transportes, lo que abarcó las dos columnas anteriores. Ahora, para terminar, volvemos la vista sobre los aspectos relativos a la identidad.
Como es conocido, esta Comunidad Autónoma se formó por la adición de dos regiones históricas: la Región Leonesa y Castilla la Vieja. Ambos territorios tienen sus orígenes en la Edad Media y nunca han permanecido unidos institucionalmente más allá de lo que lo hayan estado a su vez con Galicia, Asturias o Madrid. Este hecho sumado a una base gentilicia diversa fue forjando unas notables caracterizaciones culturales. En León en torno a dos territorios: uno al norte del Duero y otro al sur. Por su parte, Castilla se ha configurado como un espacio político, pero resultante de la adición de siete núcleos culturales que permanecieron diferenciados.
La Junta pretende eliminar esa riqueza cultural, tal y como se plasma en las DE. Acudamos a su texto para comprobarlo:
“Para incidir en los factores territoriales que fomentan la sociedad del conocimiento es necesario (...) priorizar las acciones que contribuyan a crear una imagen de marca regional colaborando a fortalecer la identidad territorial” (Título I, art.4).
“Se fomentará una perspectiva integral de la riqueza natural de Castilla y León fortalecedora de la identidad regional” (Título III, Cap.1, art.12)
“Se fomentará una perspectiva unitaria de la riqueza cultural de Castilla y León, fortalecedora de la identidad regional” (Título III, Cap.2, art.17)
“La acción pública debe activar estrategias que fomenten la identidad regional recomponiendo su imaginario” (Título VI, art.40)
Como se aprecia, la Junta pretende acometer la eliminación de la identidad cultural que a cada pueblo le es propia. En consecuencia, dado que su acción ha sido hasta ahora abiertamente castellanizante -desde una perspectiva vallisoletana-, de lo que se habla en las DE es de la eliminación de la cultura leonesa.
Estas prácticas, propias de los regímenes totalitarios, no pueden ser aceptadas con un criterio democrático. La cosmética de un acuerdo entre partidos no debería servir para que la Junta maquille una pretensión reprobable desde la ética más elemental.

jueves, 26 de julio de 2007

Puñalada Estratégica (II)

Decíamos ayer que resulta inconsistente la prioridad lusitanizante en materia de transportes de las Directrices Esenciales de Castilla y León (DE), documento que va a orientar el gasto público en el futuro. Mucho más si se considera que los puertos de la zona norte portuguesa son claramente menores que sus homólogos españoles de Vigo, La Coruña-Ferrol, Gijón, Santander y Bilbao. Por añadidura, esta opción estratégica perjudica fuertemente a León. ¿A qué obedece entonces tanto interés en priorizar la conexión con Portugal frente a otras oportunidades?
Cuando se acude al capítulo de las DE dedicado al papel de la Autonomía en Europa se empieza a comprender cuál es el objetivo de fondo. Es en ese punto donde se pretende que los corredores estratégicos para el “desarrollo futuro de la comunidad” sean dos. El primero comprendería la Autovía de Castilla, procedente del País Vasco, hasta Salamanca, para internarse en Portugal desde Fuentes de Oñoro. El segundo transcurriría por el corredor del Duero, que iría de la frontera con Tras os Montes hasta Zamora y, tras pasar por Valladolid, llegaría hasta Soria para enlazar con Zaragoza y con el Mediterráneo.
En este segundo caso hay que subrayar que se atraviesan 370 kilómetros, entre Valladolid y Zaragoza, desiertos en su mayor parte. Las mayores poblaciones del trayecto son Aranda de Duero y Soria, que no alcanzan los 35.000 habitantes. Se trata así de un disparate en términos estratégicos y económicos que no ha recibido hasta hoy apoyo económico de Madrid.
En resumen, los dos corredores prioritarios que proponen las Directrices Esenciales de la Junta tienen su centro en la línea Valladolid-Tordesillas, con conexiones hacia Oporto, el País Vasco, Zaragoza y el Mediterráneo. Sólo se puede justificar esa “centralidad” si se dicta como prioritario conectar esta Autonomía con el norte de Portugal, por delante de cualquier interacción con autonomías periféricas más prósperas económicamente. No se trata de que Portugal no sea importante, sino de que, a la luz de los datos, está lejos de ser la apuesta óptima para nuestras tierras.
A partir de este razonamiento parece que muchas de las propuestas allí expresadas cobran nuevo sentido: vienen a suponer que Valladolid coja lo que quiera y que lo que sobre se lo repartan las demás provincias. León es perjudicado por este esquema y su notoria ventaja geoestratégica se minoriza veladamente. Para solapar este trato desequilibrado se citan luego un buen número de “corredores territoriales”, que vienen a llegar donde los otros, los determinantes, no llegaban. Se evidencia así su papel de lenitivo para evitar las protestas.
En consecuencia, los leoneses no debieran aceptar esta encerrona en forma de “Directrices Esenciales” en la que se juega su futuro.

Puñalada Estratégica (I)

Como ya se ha citado, durante el mes de Agosto se puso a exposición pública un anteproyecto de ley que es fundamental para el futuro de León. Se trata de las Directrices Esenciales de Castilla y León.
Las Directrices Esenciales establecen las estrategias para orientar todas las políticas públicas de la Junta, lo que implica que predicen cómo se va a gastar el dinero y en qué. Si bien dentro de sus “objetivos” se manifiesta inicialmente una cierta racionalidad, cuando se continúa consultando el texto en cuestiones más detalladas se aprecia que promoverá un desequilibrio territorial ultrajante. Sin embargo se asegura en sus inicios que el “criterio básico” será el “equilibrio territorial”, lo que supone una cortina de humo. Este preámbulo oculta los propósitos reales, que vendrían a consagrar la marginación de León en el escenario futuro, como se explicará seguidamente.
Aunque en el documento son tratados varios aspectos, nos centraremos en las comunicaciones. Para ello es necesario subrayar que en todo él se pretende que sea prioritario “fomentar una mayor interacción con Portugal” frente a otras posibles opciones. La cuestión no es baladí, ya que Portugal tiene una estructura poblacional, económica y territorial bastante diferente de la española.
El país vecino cuenta con una gran área metropolitana en torno a la que gravitan un tercio de los habitantes: su capital. Por desgracia, Lisboa se encuentra en un lugar lejano, mucho más cerca de Extremadura y en mejor alineación con Madrid o Andalucía que con esta Autonomía. Nuestros territorios carecen de centros económicos que puedan operar allí con ventaja frente a Sevilla, Madrid o Badajoz. Además, en Lisboa no se considera prioritaria la conexión con esta Autonomía, según su Plan Nacional de Ordenación de Territorio, elaborado en el primer semestre de este año. Por lo tanto no se debería considerar preferente la conexión con Lisboa frente a la del arco costero gallego, por ejemplo.
Por su parte, la mitad norte de Portugal está articulada en torno a las ciudades de Oporto, Coimbra, Braga y Aveiro, que con Lisboa son las cinco más grandes. Distan entre sí menos de doscientos kilómetros y cuentan con dos puertos de mar. Sin embargo su magnitud es reducida y sólo el Oporto metropolitano tiene alta relevancia. Esto sitúa la zona en desventaja con el área central de Asturias, por ejemplo, muy cercana y con casi novecientos mil habitantes, o el pujante corredor Torrelavega-Santander-Solares, más pequeño, pero muy próximo y activo, por no hablar de la accesibilidad a Madrid, principal área urbana peninsular.
En definitiva, las Directrices Esenciales muestran un interés especial en dar preeminencia a las comunicaciones con Portugal sin que se expliciten las causas reales, que veremos mañana.

Candidatos y Partitocracia

La proclamación de candidatos a la que asistimos estos días en León es un proceso que da pie a reflexiones críticas sobre el sistema electoral que nos rige. Los partidos se han vuelto organizaciones volcadas en alcanzar mayorías por cualquier medio gracias a los poderes que se les otorga en él. Los criterios de orden ético, de mérito, de preparación o de eficiencia en la buena administración pública han quedado relegados a lo testimonial.

En el PP capitalino la elección de Mario Amilivia como cabeza de lista ha sido un proceso donde han primado las consideraciones de márketing político sobre otras. El reconocimiento del candidato ante una encuesta es un parámetro clave para alcanzar la victoria en unas elecciones. Amilivia es el personaje con más alto grado de conocimiento de su partido en la ciudad y sólo eso justifica su nombramiento.

Pese al inconsistente equipo que le acompañó en las elecciones pasadas y a la falta de proyecto de ciudad o, quizás, descreimiento del que una vez tuvo, se ha erigido con los apoyos del partido por pragmatismo. Además, ninguno de sus competidores se lanzó a la arena a tiempo. Quien quiera que lo hubiese hecho necesitaría una precampaña larga y ya es tarde. Para alcanzar un grado de conocimiento razonable y concurrir a las elecciones con alguna oportunidad de éxito hubiese necesitado al menos un año.

Si el escenario no cambia, el PP se encamina a una derrota que será la menor de las posibles y que dejará amortizada la figura de Amilivia como candidato a alcalde para las próximas dos o tres convocatorias. En consecuencia se puede decir que el PP ha buscado la decisión menos mala para sí dentro de la coyuntura de división interna en la que vive.

La elección de Francisco Fernández como cabeza de cartel del PSOE estaba más clara, pero no porque haya demostrado concepción alguna de lo que quiere para la ciudad. Simplemente la moción de censura no dio tiempo a que sufriese un acusado desgaste. Sin embargo adolece de lo mismo que su jefe de filas en Madrid: el grupo político parece una banda donde gente valiosa se mezcla con medianías, la comunicación externa es deficiente y no se aprecia coordinación interna.

En la UPL el peso del partido se diluye al no existir estructuras fuera de León, pero un trío que ocupa el poder porque les pusieron (Otero, Herrero y Chamorro), pero que carece de mérito alguno en términos electorales, pretende manejar la formación como su amortizado predecesor, a golpe de ordeno y mando. El criterio de elección de listas parece aquí menos profesional, porque la amistad podría constituir un valor en alza. Las listas de amiguitos podrían matar a la UPL en la próxima convocatoria.

¿Y en todo este sarao dónde está el debate sobre la ciudad que aspiramos a tener?

Ciudad y Talento

La proclamación de candidatos a las alcaldías de las distintas poblaciones leonesas suscita algunas reflexiones sobre la evolución futura del sistema urbano. Es indudable que aquellas poblaciones que han contado con un alcalde con capacidades de liderazgo, de gestión y de creación de un proyecto han cambiado su destino. Resulta demostrativo cómo uno o dos mandatos pueden modificar una comarca según quién rija los destinos de su centro urbano más importante.

Por ejemplo, la acumulación de talento en Villaquilambre es notable. Hidalgo y García Bayón son candidatos que, al margen de lo discutible de algunas de sus actuaciones, tienen una asombrosa capacidad de gestión. Ambos encarnan la ambición de ese ayuntamiento por configurar una ciudad a medio plazo. Gane quien gane parece que el futuro del municipio aborda un crecimiento ordenado y el afianzamiento como zona emergente del área metropolitana.

En contraste, San Andrés del Rabanedo cuenta con un equipo que permite la urbanización suburbial de zonas nuevas, con aceras donde no cabe un coche de niño y en las que se mezcla desordenadamente lo nuevo y lo viejo. Sin embargo, como la oposición carece también de proyecto, asiste inane a la degradación de amplias zonas urbanas mientras protesta por una parada de autobús o por unas colchonetas del gimnasio.

Si no hay cambios sustanciales, León ciudad modificará progresivamente el mapa de su periferia urbana, ya que las riberas del Torío van a ganar importancia como zona de expansión en detrimento de las terrazas que descienden desde La Virgen del Camino.

La falta de liderazgo en Ponferrada, tras el paso de Ismael Álvarez –quien, al margen de sus asuntos de cama, transformó Ponferrada en una urbe- va en perjuicio del futuro de la ciudad. El delfín no parece estar a su altura y la oposición luce una falta de consistencia que preocupa. La actitud de la dirección del PSOE bloqueando las elecciones primarias de candidatos no hace sino prolongar ese estancamiento.

Por su parte, el paso destacable de Martínez Majo, en Valencia de Don Juan, se va a dilatar, afortunadamente para esa villa. Coyanza se eleva ya por encima de Sahagún y acomete el camino hacia los seis o siete mil habitantes en el próximo periodo cuatrienal. Esta semiurbe puede llegar a ser el gran centro que León necesita por el sur, para consolidar un eje en el corredor León-Benavente. Majo, con débil oposición, puede arrumbar a esa meta.

Por último, el tándem Astorga-La Bañeza parece que se inclina cada vez más hacia el municipio del sur. La acumulación de servicios en la ciudad desde la llegada de Palazuelo a la alcaldía parece afirmar cierto liderazgo. Un nuevo mandato de este munícipe podría redondear su labor con la ronda exterior, la carretera de Portugal y nuevos equipamientos de ocio.

martes, 24 de julio de 2007

El Centro Herido

El centro tradicional de León ciudad languidece. La actividad comercial que animaba sus calles hasta hace unos años ha mermado. Menudean los locales comerciales vacíos, y los establecimientos abren y clausuran en cortos plazos.

Las causas de la extenuación son varias. Una de ellas es la pérdida de capacidad de consumo de los habitantes del centro. La población del Ensanche y el casco antiguo ha envejecido, y sus necesidades de gasto decrecieron. Además, una parte de la población ha desaparecido, ya que, al ir falleciendo los ancianos, su lugar no ha sido reocupado por jóvenes. Éstos, incapaces de acometer la compra de una vivienda en el centro y poco dispuestos al alquiler de casas antiguas, se han marchado.

En dichas circunstancias los barrios han ido colmando sus espacios vacíos con nuevas viviendas y los pueblos de la periferia se han convertido en populosas barriadas. Su tamaño ha reunido la capacidad de consumo suficiente para permitir la apertura de tiendas en sus calles. El comercio absorbido por éstas ha sido detraído del centro.

Para comprobar la situación basta con dar una vuelta por las calles del triángulo del Ensanche. El perfil comercial medio en esta zona ha bajado drásticamente en los últimos veinte años. Por el contrario, encontramos nuevas zonas periféricas llenas de establecimientos: San Juan de Sahagún (Palomera), San Mamés, la zona media de Mariano Andrés, el centro comercial del Área 17, Azorín-Crucero, Chantría, Santa Ana o Trobajo del Camino.

Por añadidura, el desarrollo comercial de las cabeceras comarcales ha restado atractivo a las compras en León, antes habituales. Así, por ejemplo, La Bañeza o Astorga son núcleos comerciales muy completos; Ponferrada es una población desarrollada que atrae consumidores de todo el entorno supracomarcal; Valencia de Don Juan está adquiriendo la consistencia comercial de una ciudad; la montaña, antes muy poblada y dependiente de la capital, se encuentra en una profunda crisis demográfica.

A pesar de lo expuesto, el clásico centro comercial de León es una patrimonio que debiera cuidarse. El Ensanche y el casco antiguo conforman buena parte del escaparate de la ciudad y de su ámbito de ocio. En consecuencia merecería la pena adoptar medidas especiales para protegerlo.

Una de ellas tendría que ser la limitación en la apertura de centros comerciales. La construcción indiscriminada de grandes superficies afecta al escenario urbano empobreciéndolo. Otra debería ser la conversión de algunas calles en atractivos pasajes comerciales cubiertos, que amortiguasen los efectos del clima. Por último, se debería caracterizar los establecimientos identificándolos con su entorno urbano: modernista, medieval, etc. Así se esgrimiría como ventaja algo de lo que ninguna otra zona puede disponer.

Turismo y Suntuosidad

La ciudad de León ha encomendado una parte importante de su futuro al desarrollo del sector turístico. Para ello se apoya en su patrimonio monumental, en sus festivales, en la programación anual de música clásica, y en sus celebraciones típicas.

Es lógico pensar que si alguien viene a un lugar donde ha de pagar una tarifa de hotel urbano para ver unos actos no puede marcharse con la sensación de que estuvo en la fiesta de un pueblo. Si se desea que el visitante valore lo que esta ciudad puede ofrecer es necesario que esté bien organizado, explicado y cubierto de todas las dignidades. Hay que impresionar al visitante para que vuelva y para que diga a otros que vengan. Además los leoneses debemos acostumbrarnos a participar en actos en los que la excelencia sea un marchamo. Como dice el aserto “lo bien hecho bien parece”.

Una de las festividades que han alcanzado resonancia por su belleza, participación popular y potencial espectacularidad es la de San Froilán. Por ejemplo, los actos en torno a Las Cantaderas, los carros engalanados y el desfile de pendones son de una singularidad sobresaliente. Cuando estas tradiciones son relatadas al visitante causan sorpresa, curiosidad e interés.

Sin embargo cuando un viajero llega a León en estas fechas ¿tiene información suficiente sobre estos actos? ¿se le explica adecuadamente el sentido que tienen en algún folleto, por algún guía? ¿es la organización eficaz para que los espectadores aprecien el esfuerzo de quienes engalanan, de quienes bailan, de quienes portan pendones o de quienes, en el claustro de la Catedral, debaten sobre la naturaleza de los bienes que cabildo y concejo transferían secularmente?

Si se quiere promocionar la conmemoración de Las Cantaderas en cualquier foro su desarrollo no puede hacerse a estilo compadre como se aprecia actualmente. Una suerte de tumulto popular trufado de concejales y curas irrumpe en el claustro sin más. No se respeta protocolo alguno, ni se anuncia a quienes llegan –como debió ser de rigor en otros tiempos-, ni se presenta a quienes intervienen, ni el público tiene una zona acotada, ni existe la sensación de que todo se ajuste a un ceremonial propio de la capital del reino que esta ciudad fue. La evacuación de la muchedumbre se realiza de similar manera, sin armonía ni fasto alguno. ¿Y esto es lo que se quiere vender como atractivo turístico y motivo de orgullo de los oriundos?.

La crítica es aplicable al resto de las celebraciones del día. Nada ni nadie explica, ni ordena, ni se preocupa de dar empaque visual y sonoro a tanto colorido y participación. La fiesta del pasado domingo, que desilusionó a algunos visitantes, es un diamante en bruto y las instituciones han de pulirlo para que pronto tengamos un motivo más de atracción para propios y extraños.

domingo, 22 de julio de 2007

La Renovación del PSL

Los tres principales partidos políticos leoneses atraviesan procesos de cambio. Si ahondamos en cualquiera de ellos encontraremos el conflicto entre unas generaciones (décadas 40 y 50) que han ocupado el poder durante los últimos treinta años y otras (décadas 60 y 70) que pugnan por gobernar desde perspectivas nuevas.

Bajo un diagnóstico que ha de tomarse con las reservas propias de cualquier generalización, en esta crisis aflora el choque de una conducta seguidista, instaurada en la transición, contra la necesidad emergente de conciliar lo que piensa la sociedad leonesa con lo que reclaman sus partidos políticos.

El caso del partido socialista leonés y sus diferencias internas sobre el papel geopolítico de León es un ejemplo. Al hilo de esto conviene rememorar que el primer gobierno autonómico fue socialista, con la ayuda de la victoria en León. Sin embargo en la siguiente convocatoria electoral venció el partido popular, con un descenso socialista notable. Sus dirigentes se habían plegado a los deseos de Peces Barba, que pactó esta configuración autonómica, a pesar de que era conocida la voluntad mayoritaria de los leoneses de constituir una autonomía propia. Agotado el primer impulso el partido fue perdiendo apoyo.

Esta laxitud fue asumida como una pose propia del PSL y de cierto “progresismo”, de manera que los derrotados por Aznar en el 87 y sus herederos la dilataron. Al día de hoy los socialistas, con la ayuda del PSL, llevan perdiendo las elecciones autonómicas 20 años. La frase de Villalba afirmando que no había concurrido a las elecciones para ganar trasluce ese espíritu: la ambición de muchos socialistas leoneses es alcanzar la condición de políticos de salón para asimilarse a ciertas élites.

Frente a ese grupo de acomodados ha emergido otro más joven, renovador, cuyo planteamiento político es ganar, para lo que pretenden conectar con las demandas sociales. Entre ellas destaca el reconocimiento político de León, que empieza a configurarse como una cuestión central de la sociedad cisastur.

Las declaraciones de Jiménez, recién designado senador autonómico, advirtiendo que este tema llegará a las cámaras alta y baja de la nación, no son más que un episodio más de este avance regenerador. La respuesta de Villalba ha vuelto a poner de manifiesto los viejos postulados: afirma que Jiménez defenderá lo que decida la ejecutiva autonómica, la misma que perdió las elecciones. En conclusión, para la vieja guardia la opinión de la sociedad no importa. ¿Qué autoridad moral le queda a Villalba en tal coyuntura?

Las fricciones en el PSL continuarán, pero su trayectoria estará marcada por el proceso natural de rejuvenecimiento de cargos. Con el aval de la victoria clara en León la renovación copará ese partido más pronto que tarde.

Borrando León

Hace unos días se denunciaba en una columna de este diario el tratamiento inaceptable que un libro de enseñanza hacía de la realidad autonómica. El pasquín venía a poner como referencia un centro comercial de Valladolid, con foto incluida, de lo que, según afirmaba, era el mayor equipamiento comercial de estos territorios. Se trata de un reclamo para que los jóvenes de otras ciudades tengan como referencia comercial Valladolid.

En el libro de Conocimiento del Medio de Editorial Santillana de sexto de primaria se expone un mapa de España en el que figura Valladolid como capital de Castilla y León. Eso, que algunos empiezan a citar habitualmente, es rigurosamente falso. Esta autonomía carece de capital. Existe una ley de sedes que las fija en varios puntos geográficos. El más beneficiado de todos -en contra del espíritu que configuró esta Autonomía- es esa ciudad.

El exacerbado centralismo de la Junta, que ha concentrado en esa urbe las sedes que hubiesen debido repartirse por el territorio autonómico, la ha convertido en una especie de cueva de Alí ba ba. Allí se encuentra una suerte de botín, producto de la rapiña política: centros captados a base cacicada y subvención ventajosa. En consecuencia la aglomeración de sedes públicas y privadas en Valladolid es un efecto perverso de la gestión de la Junta y en ningún caso producto de una capitalidad.

Por añadidura observamos cómo es la propia Junta la que aprueba la redacción de esos libros de texto con frecuentes yerros como los citados. No es raro encontrar cartelería o los propios globos del MUSAC utilizando la expresión Castilla-León, que es incorrecta por obviar la “y”. El efecto de ese error es eliminar en el lenguaje coloquial a León por una sencilla contracción que deja en “Castilla” lo que debiera ser “Castilla y León”.

Es llamativo también que en la web de la Seguridad Social, del gobierno central, se utilice la incorrecta expresión Castilla-León, como en otras, sin que se haya corregido hasta el momento. Aún peor es que la Junta no solicite la enmienda correspondiente, atendiendo a lo que reza el Estatuto de Autonomía.

En definitiva, se está intentando imponer por la vía de los hechos consumados, contra la voluntad popular y al margen de la ley la capitalidad de Valladolid por un lado y la eliminación de un León en pie de igualdad con Castilla por otro. Se pretende que los leoneses aparezcamos como una provincia más de Castilla, cuya referencia principal ha de ser, según impulsa la Junta, Valladolid.

La Junta está poniendo medios para borrar y solapar las referencias a León, del que se obtienen ingresos, pero en el que no se invierte. Sólo con pasos claros y firmes en la reforma del estatuto y en su ejecutoria la Junta podría recuperar parte de la traicionada confianza de los leoneses.

sábado, 21 de julio de 2007

Expertos, Lengua y Dialecto

Una consulta de la consejera de cultura a los expertos para saber si el leonés es lengua o dialecto ha levantado un debate que aún perdura. Esta discusión pone en evidencia otros aspectos, que terminan por constituir el fondo de la cuestión.
El primero que tocaremos es el de la imprecisión de estas disciplinas humanísticas en algunos casos, lo que devalúa su imagen. Si el castellano deriva del latín y el leonés también ¿por qué se dice que el castellano es una lengua y el leonés un dialecto?
Algunos responden que porque el leonés no tiene una gramática escrita, porque tiene poca obra literaria o porque registra pocos hablantes–¿cuánto se considera poco?-. Sin embargo lo que se ha enumerado está unido al apoyo del poder político, salvo que se pretenda que todo ello se puede alcanzar por un grupo de espontáneos que trabajen gratis.
En consecuencia ¿Se admite la máxima de que una lengua es un dialecto “con ejército y marina de guerra”? Según los que dicen que el leonés es un dialecto ¿sería entonces el yanomami una lengua? Sólo lo hablan unos miles de indios de la selva amazónica, carece de literatura y no tiene gramática. Aún más ¿tiene el yanomami menor rango lingüístico que otras hablas? En resumen, ¿dónde queda el criterio filológico cuando se utilizan este tipo de argumentos para clasificar lenguas o dialectos?
El segundo motivo de reflexión es el significado de la palabra “experto”. ¿Quiénes son expertos en leonés? ¿Basta una cátedra para ser experto en cualquier lengua? ¿Es suficiente escuchar ponencias en congresos para que alguien se considere experto en algo? Vienen estas preguntas a cuento porque en la universidad española faltan trabajos intensivos de campo sobre el leonés. Tampoco existen registros sonoros, única herramienta fiable hoy en día. En definitiva, no hay investigación moderna.
Se han realizado estudios a través de informantes, encuestas o copiando diccionarios de otros autores por unos pocos profesores. ¿Se pueden considerar expertos? ¿Cómo hay que considerar entonces a los que, sin ser empleados de la universidad, llevan años trabajando en este tema? ¿Se les consultará?
Según algunas declaraciones recientes en prensa se afirma que el leonés no se habla ya. Por el contrario, si van ustedes solos, sin decir que son profesores o investigadores de nada, con aspecto informal, pasando inadvertidos a Montealegre, a Rodanillo o a Nogarejas, por ejemplo, escucharán a los ancianos hablar familiarmente entre sí en leonés. Además, podrán grabarlos con un simple MP3 de 15 euros y tendrán una grabación en esta lengua para regalársela a los incrédulos, expertos o no. Por último hay que denunciar la pasividad académica en el estudio de estos asuntos de León, aunque su estudio reza entre los objetivos de la universidad leonesa.

León y el Empleo Agrario

Son muchas las noticias sobre el sector agrario que aparecen en los medios de comunicación leoneses. Paradójicamente es muy poca la atención real que recibe esa actividad desde el estrato ciudadano que más periódicos lee: el urbano.
La percepción del empleo en el campo es contradictoria. Por una parte el colectivo agrario es menos importante de lo que parece por su número y evolución. Si atendemos a los datos de la Seguridad Social, el número de trabajadores del campo en Septiembre era de unos 10.300. Si consideramos que León contaba en total con casi 174.000 afiliados, el peso relativo de esta agrupación laboral es reducido: menos de un 6%.
Los datos sobre su evolución son esclarecedores: en el año 2000 había 16.000 sobre un total de 148.300 trabajadores, casi un 11%. Por lo tanto, entre diciembre de 2000 y septiembre de 2006 el número de operarios del campo ha caído un 35%, y su peso relativo es prácticamente la mitad del que era. Dado que no se aprecia un cambio de tendencia podemos intuir que en pocos años podrían alcanzarse cifras entre el dos y el tres por ciento de agricultores y ganaderos.
Si el valor de la producción de este colectivo se hubiese mantenido, podríamos deducir que los agricultores serían, en general, de clase acomodada e incluso ricos. Sin embargo, la producción ha perdido valor, por lo que hay que pronunciarse con prudencia. Con todo, la calidad de vida del agricultor ha mejorado mucho en términos materiales, pero se ha tornado menos cómoda y segura en términos empresariales.
En León el desarrollo de los regadíos, el cooperativismo y la concentración de la enorme producción de los años setenta en un número reducido de profesionales han permitido alcanzar una sofisticación notable. También el tamaño de las explotaciones ha aumentado, quedando por el camino granjas familiares que, si bien permitieron ganarse la vida a muchos leoneses, no garantizaban ni un buen producto, ni una higiene suficiente, ni una sostenibilidad financiera razonable.
En conclusión no se puede decir que la concentración a la que asistimos en el sector sea mala en sí misma, como afirman algunos. Una de sus consecuencias positivas es la desaparición de las explotaciones de los cascos urbanos, lo que permitirá recuperar la calidad residencial de las poblaciones. Gracias a ese nuevo escenario se empiezan a registrar retornos y cierta mejora en las inversiones inmobiliarias.
Por otro lado, el abandono de áreas poco productivas está propiciando la expansión del bosque con la mejora paisajística y medioambiental que supone. Por último, se aprecia un cambio en el papel desempeñado por el campo, más ordenado, hacia la conciliación de sus posibilidades para el ocio, la ecología, el patrimonio común y la producción.

viernes, 20 de julio de 2007

Renovada Ley de Montes

El debate sobre la Ley de Montes toca a su fin. La Junta, en una decisión sorprendente, sacó por segunda vez a información pública el anteproyecto para que los interesados pudiesen recabar información y trasladar sus alegaciones. El texto expuesto esta vez se había modificado sustancialmente respecto al primero, por lo que era evidente que no se trataba de una cuestión cosmética. En consecuencia ha existido la voluntad de adaptarlo a las demandas sociales.
Esta segunda exposición ha servido también para producir un vuelco de la situación entre los partidos. La UPL, que debería haber sido el líder natural de la contestación, no ha sido capaz de hacer nada. Ha dejado en evidencia una falta de estructura, de capacidad, de ideas y de preocupación ante esta cuestión, esencial para las juntas vecinales, que desalienta. No sólo se le ha colado esta ley en Fuensaldaña, sino que tampoco ha trabajado a posteriori, cuando se levantó la ola de protestas, o cuando se ha vuelto a someter a exposición pública. Una vez concluido el periodo de alegaciones ha quedado patente que para la cúpula de la UPL las juntas vecinales, claves en la identidad leonesa, no importan nada.
El PSOE había elevado la voz en un principio, pero no calculó un movimiento tan inusual como el que ha tenido lugar: responder a la protesta con un nuevo periodo de alegaciones. Es entonces cuando se ha demostrado que esa organización es una quimera. Su aportación fue apenas unas pocas enmiendas, defendidas sin convicción, por un minúsculo y desasistido grupo de pedáneos que no habían leído ni analizado la ley. ¿Cuál es entonces la capacidad de convocatoria del partido socialista? ¿Debemos interpretar que hasta los elementos esenciales para la supervivencia de nuestros concejos valen como arma arrojadiza para los socialistas? ¿Es este el leonesismo del PSL?
De todo lo antedicho podría concluirse que estamos ante una victoria del PP, pero tampoco es así. Se trata de un partido carente de pulso que, como en otras ocasiones, nada ha añadido al debate.
Pero entonces ¿quién ha empujado esta ley? La respuesta sorprende: los técnicos. Aquéllos que acusé de corporativos en columnas anteriores se han prestado a escuchar, a explicar y a modificar aquellas partes del texto en que se les razonase y convenciese de la necesidad de hacerlo. No han admitido todo, pero la diferencia entre el último texto y el primero trasluce que se ha adoptado una actitud dialogante e inusualmente abierta.
En resumen, esta ley de montes renovada podría ser una victoria de la lógica y el diálogo, y una derrota del oportunismo y la ineptitud. Cabe reconocer y felicitar a quienes se han preocupado de acudir a los descontentos para preguntar las causas. Merecen un agradecimiento por su voluntarismo, audacia y compromiso.

Un Curso Sobresaliente

Este fin de semana ha tenido lugar el Curso de Economía Regional Leonesa, de extensión universitaria, que dirige el profesor Julio Lago. En esta ocasión se han tratado los modelos de desarrollo económico para la Cordillera Cantábrica. Se trata que de la decimosexta edición, con lo que se erige en una referencia de la formación académica de nuestra Universidad. El impacto positivo de esta convocatoria puede apreciarse desde varias vertientes.
El curso se ha desarrollado en las últimas ediciones en Oseja de Sajambre. Por lo tanto la actividad se centra en unos de los rincones más bellos de España, lugar en el que su comunidad se vuelca para colaborar con la institución académica. Por añadidura, la convocatoria deja unos valiosos recursos en el valle, cuya población se beneficia del contacto con los estudiantes y de la inyección económica que supone. Así el curso se ha convertido en un hito anual en el Valle.
Para el alumnado se trata de una oportunidad singular, ya que conocen un lugar prodigioso a la par que desarrollan la actividad académica, plena de rigor e intensidad. Los participantes conviven con estudiantes y profesores, por lo que el aprendizaje se prolonga y el contacto humano aporta nueva experiencia y madurez.
Para los ponentes el curso de Economía Regional Leonesa es una oportunidad para la reflexión, el análisis, el estudio y las propuestas que debieran regir el presente y futuro de León. La convivencia con el resto del profesorado, aparte de proporcionar gratos momentos de compañerismo, permite abordar auténticos seminarios en los momentos de descanso o en las comidas.
Además, el curso tiene para la docencia un especial valor añadido. El contacto continuo de alumno y docente permite descubrir los vectores que estructuran las aspiraciones de los jóvenes actuales, generaciones cuyas inquietudes difieren sustancialmente de las que tuvieron los participantes más maduros a su edad. Compartir sus problemas y necesidades es una actividad de sobresaliente para la formación del profesorado , que adquiere nuevas perspectivas.
Para la Universidad de León este curso, como otros que se celebran fuera de su sede habitual, en lugares alejados, es una tesela del prestigio formativo. En la cita concurren ponentes del campo empresarial, lo que abunda en la positiva trayectoria que este rectorado ha emprendido con otras acciones en el acercamiento a las entidades privadas. Universidad y empresa deben establecer un contacto más estrecho, y este curso es una referencia valiosa en tal camino.
Cabe felicitar a la Universidad por esta nueva edición del curso, que se suma a otros, como el de Purroy en Valdeón. Un buen corolario sería la implicación de más profesores funcionarios en actividades de este tipo, que elevan el perfil de la institución.

La Frontera Impuesta

Un viaje transfronterizo próximo a León e interesante es el que va desde Puebla de Sanabria a Braganza. La distancia que separa ambas poblaciones por carretera es de unos cuarenta kilómetros, que vienen a cubrir unos treinta en línea recta. Con este dato se puede ya deducir que el vial que discurre entre ambas poblaciones despliega un trazado tortuoso y casi disuasorio.

Han sido muchos los intentos de impulsar la construcción de una carretera nueva o de arreglar convenientemente la actual. Sin embargo la Junta de Castilla y León permaneció refractaria a cuantos intentos se han producido. Las causas son desconocidas, pero se puede intuir una de las principales: esta inversión, que sería muy beneficiosa para amplias zonas de la Autonomía, apenas afecta a Valladolid.

Puebla de Sanabria y su comarca adolecen de lejanía a los centros urbanos de su entorno. Eso reduce la concurrencia de público a ese hermoso enclave. Sin embargo la capacidad de atracción sería mayor si a la oferta sanabresa se uniese alguna otra. Por eso la posibilidad de visitar Tras os Montes en el mismo viaje supone un incentivo adicional sobresaliente. Hay que valorar además que Sanabria es una de las más poderosas marcas turísticas de la Autonomía, por ello la apertura a Portugal debiera ser estimada como cuestión prioritaria.

En otro orden de cosas, la crisis que vive Portugal, con alzas de precios pronunciadas, provoca que los lusitanos se desplacen a España a realizar sus compras. En consecuencia la mejora de la carretera Puebla-Braganza acarrearía un impulso a la actividad comercial de la comarca sanabresa, tal y como sucede en Ayamonte (Huelva) o en la ciudad de Badajoz, por ejemplo.

Desde una perspectiva más general, las relaciones transfronterizas se encuentran neutralizadas por la pésima calidad de una comunicación impropia de los tiempos que corren. Para Asturias, León y Oporto resultaría importante replantear esta vía, ya que abriría una posibilidad más de proyectar sus actividades hasta la nación vecina. Cuando en Europa la permeabilización de las fronteras se ha constituido en un factor de desarrollo resulta incomprensible el abandono de la Junta de sus responsabilidades. Más si se tiene en cuenta que, de los cuarenta kilómetros que recorre la ruta internacional, sólo la mitad corresponden al Ente.

En resumen, la carretera de Puebla de Sanabria a Braganza es una pieza destacada para fomentar el desarrollo porque facilitaría flujos económicos hoy casi inexistentes. En consecuencia la obra no debiera demorarse más. La legislatura que comienza cuenta con un consejero de fomento leonés, que está en situación de comprender mejor que otros la necesidad de activar ese pasillo transnacional. Esperemos que eso motive su compromiso con el proyecto.

Montaña y Recursos Humanos

Como expusimos, el pasado fin de semana tuvo lugar el Curso de Economía Regional Leonesa. En esta cita de la Universidad de León se abordaron los modelos de desarrollo en las comarcas de montaña. Del encuentro se extrajeron conclusiones relevantes entre las que destaca la necesidad de recursos humanos.

Entre los problemas que más agudizan esta carencia, atenazando el crecimiento montañés, sobresale la crisis demográfica. Esto podría parecer una obviedad, pero conviene profundizar en algunas causas susceptibles de ser modificadas. En un primer momento la clave estuvo en el envejecimiento y defunción de los oriundos, que continúa siendo importante, pero ahora se sustancia en la falta de incorporación de residentes jóvenes.

Una de los motivos es que los trabajadores de los entes públicos acuden a su trabajo desde las ciudades, aunque tal cosa no se ajuste a las normas. Desde este punto de vista las distintas administraciones dejan indefensos a los ciudadanos de estas comarcas, que además ven caer la calidad de los servicios públicos, en manos de personal falto de implicación. Es deber de los gobiernos hacer cumplir la norma, porque sin norma no hay gobierno.

Por otra parte, es curioso que en las comarcas de montaña existan necesidades insatisfechas de los consumidores que la economía privada no cubre adecuadamente. Esas zonas de León generan una demanda suficiente de electricistas, tintorerías o transportistas, por ejemplo, como para ganarse la vida dignamente. Sin embargo no parece existir trabajador dispuesto a poner su hogar en la montaña. A tal punto llega la desatención que se llega a proponer una búsqueda de profesionales en otros países para cubrir este déficit. ¿Es consciente el joven parado español de esta situación?

Otro de los limitantes destacados es la falta de ambición de algunos empresarios, lo que se traduce en rendimientos por debajo de lo esperado en su negocio y efectos negativos en el entorno inmediato, como la pérdida de atractivo de la zona. La hostelería puede ser un ejemplo: así en Valdeón no hay nada que hacer a partir de las diez de la noche durante gran parte del año. Los bares cierran, haya gente o no, y los visitantes se ven abocados a una precoz retirada nocturna por aburrimiento, que probablemente impulsará un adelanto de su partida. No parece existir una justificación a esa indolencia cuando tan pocas alternativas económicas existen para generar ingresos con los que fijar residentes.

En resumen, la montaña ofrece hoy una alternativa laboral y vital favorable. Sin embargo es urgente que el aparato público se implique más en la radicación de sus trabajadores, que la demanda de operarios se difunda entre los jóvenes y que se profesionalice la actividad empresarial superando cierta pasividad actual.

miércoles, 18 de julio de 2007

Riaño como problema (II)

Expusimos el último día que la mayor parte de la Provincia de León puede tener unas perspectivas razonables de poblamiento y desarrollo por la facilidad de acceso a numerosos servicios, si se realizan obras sencillas. También explicamos cómo quedaban al margen otros espacios, aunque nos centramos en dos de ellos por ser muy grandes: La Cabrera, y la montaña de Picos de Europa con las cabeceras del Esla, del Cea y del Porma.
De La Cabrera habíamos citado cómo una vía rápida desde Ponferrada debería emerger bajo la sierra para llevar a los cabreireses a la ciudad en minutos. Cistierna debería resolver parte de su lejanía con la autovía de Santas Martas y una vía rápida que transcurriese circunvalando los pueblos de Rueda. Sin embargo Riaño, lejos de todas las ciudades, carece de una solución similar.
Por lo tanto nos hallamos en un escenario en el que se deben tomar decisiones políticamente arriesgadas. La dejadez de años pasados ha llevado al área a una situación lamentable de despoblación y falta de servicios. Valdeburón, Sajambre, Valdeón, Tierras de la Reina, Alión, Riaño, Prioro y Lillo merecen una atención que se les ha robado. La indiferencia con la que se ven sus problemas es una canallada, y la falta de rigor y el desinterés con que se acometen las soluciones ofende.
El Parque Nacional de los Picos de Europa ha resultado un baldón. La zona, que reúne el 43% de la superficie del Parque, pierde visitantes hasta quedar en unos 150.000. La parte cántabra, con el 16%, recibe 600.000 y la asturiana .... Sobran los comentarios. La Junta es un interlocutor incapaz para la defensa de los intereses leoneses de esta zona. La inversiones o no llegan o se hacen tarde y mal.
El nuevo Riaño se erigió en un lugar desapacible y sólo ahora, que aflojan los rigores climáticos, parece levantar cabeza. Cangas de Onís, apenas un poblacho hace unos años, se ha convertido en la referencia de toda la zona. Hubo establecimientos de Valdeón que han llegado a anunciarse como asturianos: tanto es el desprestigio que lo leonés ha alcanzado. Además, se publicita Picos de Europa sumado a la palabra “Castilla”, que es el icono de la llanura; un dislate que desconcierta al turista.
En definitiva, nos encontramos ante una zona desintegrada. Si no hay disposición para adoptar una postura comprometida, que sólo la Diputación podría liderar, debería manifestarse claramente. Por el contrario, si se va a apostar por dignificar esta zona es necesario invertir en infraestructuras, sacrificar algo el medio ambiente -aunque de forma acotada- y fijar servicios y personas en Riaño, haya la población que haya.
Por último, debiera ser exigible que quien se oponga a las iniciativas plantee alternativas creíbles porque entre la población de Picos crece el hastío y la desilusión.

Riaño como Problema

La configuración de la Provincia de León y la posición de sus ciudades está directamente relacionada con las posibilidades de desarrollo de cada comarca. Esta premisa condiciona la capacidad de atracción de cada una de ellas para fijar habitantes y actividad.
Aquellos pueblos que se encuentren próximos a un núcleo urbano grande van a disponer a sólo unos minutos de una oferta de servicios equiparable a la de cualquier capital. Esto dota a los leoneses domiciliados en unos treinta kilómetros de León ciudad, Ponferrada, Astorga, La Bañeza o Benavente de una calidad de vida muy similar. Incluso se podría hablar de cuarenta kilómetros en las zonas más llanas, de acceso más rápido.
Otro tanto se puede decir a favor de los pueblos que estén en las cercanías de una autovía. Sus vecinos pueden desplazarse con gran rapidez hasta los núcleos urbanos, disponiendo así de unos servicios casi iguales a los que tiene el ciudadano medio de una urbanización de chalets en un área metropolitana. Los más de cuatrocientos kilómetros de autovías y autopistas han permitido que gran parte de la Provincia, especialmente en la mitad sur, haya perdido su condición de aislamiento.
En este aspecto se puede afirmar que las obras pendientes para facilitar el acceso al centro de Ponferrada y, especialmente, de la colapsada ciudad de León serán un gran avance para todos los ciudadanos de esta provincia. Que el tránsito desde la periferia hasta el centro de la urbe legionense presuponga atascos es un mal que sufre toda la Provincia y que debería quedar subsanado con urgencia.
De las zonas rurales que persisten en el aislamiento hay dos que sobresalen. La Cabrera es el primero de ambos casos, pero su solución es la más fácil: la vía rápida de Ponferrada a Braganza es una medida radical en términos de eficacia, técnicamente viable y económicamente no sólo posible, sino muy recomendable. Con un túnel los cabreireses entrarían en Ponferrada en el corto espacio de unos minutos, hacia un nuevo tramo de su ronda: el septentrional.
Por la otra parte está ese espacio que se eleva en ángulo por el noreste de la Provincia. Ahí se reúnen los valles de Picos de Europa y todo su entorno, con las cabeceras del río Esla, el Porma y el Cea. En este caso no hay solución técnica posible que acerque los pueblos a alguno de los núcleos urbanos de esta Provincia. Si Cistierna, al sur, puede tener un repunte cuando se circunvalen todos los pueblos entre León y esa villa, Riaño, centro de aquella zona, no tiene ninguna posibilidad desde una perspectiva creativa de ese espacio. ¿Qué hacer entonces?
No hay más que una decisión que tomar: o se potencia Riaño con una concentración de medios notables o se posterga, como hasta ahora. El próximo día veremos lo que implica dicha elección.

El Empleo en España

Como cada año por estas fechas, el Instituto Nacional de Estadística publica la encuesta de población activa (EPA) del tercer trimestre. Eso nos da pie para repasar las cifras de León y de sus diferentes entornos, como cada año desde 2000.
Como es de todos conocido, los últimos veinte años del siglo pasado supusieron para León una pérdida aguda de empleo, hasta el punto de ser la tercera provincia en la que más se destruyó. Sólo Orense, Lugo y Zamora nos acompañaron en esa lista negra.
La llegada del año 2000 pareció indicar un cambio de tendencia que, una vez pasados seis años, se ha confirmado. León está creando empleo desde entonces hasta el punto en el que nos encontramos: un máximo en los referidos registros.
Sin embargo la cuestión de fondo no es ya si se crea o no empleo, puesto que ninguna provincia lo ha destruido en este inicio de siglo. Lo relevante ahora es saber a qué ritmo se expande el mercado laboral leonés y cómo se comporta respecto al resto del país.
Un primer aspecto llamativo es el significativo paralelismo de la evolución de León y Zamora, que ya venía observándose desde 1981, primer dato de nuestra tabla. Zamora abandonó los últimos puestos dejando a las sempiternas colistas, Lugo y Orense, cerrando el listado. Es éste un problema persistente para el despegue de ambas provincias, ya que no se puede ascender a posiciones destacadas rodeados de espacios deprimidos. Hablando además de otras provincias leonesas, Salamanca ocupa ahora el tercer lugar por la cola.
Otra observación relevante es que todas las provincias de esta malhadada comunidad autónoma están por debajo de la media española y en la mitad baja de la tabla. Burgos encabeza la estadística castellana con un 30% de crecimiento, un resultado pobre comparado con el 36% de la media española. León ocupa el puesto 38 de 50 provincias (excluidas Ceuta y Melilla).
Se ha comentado por algunos el negativo efecto que la uniprovincialidad debería tener sobre la administración autonómica. Quien así hable se confunde: las autonomías uniprovinciales crecen seis puntos por encima de la media española en empleo y ocho puntos más que las provincias sedes de las autonomías multiprovinciales. Por el contrario, son las demarcaciones sin sede autonómica las que hacen descender la media. Cantabria o La Rioja son locomotoras de la economía en sus áreas de referencia.
Otro aspecto relevante es que las provincias grandes tienden a crecer más rápido y acumular cada vez más empleo. Por su parte, las más pequeñas se van acumulando en la zona final de la tabla. León se encuentra en una zona media, por lo que resulta imprescindible tomar conciencia de lo necesario de un esfuerzo que nos aporte dimensión y atractivo como mercado laboral. Así se sortearía el peligro de un progresivo declive.

lunes, 16 de julio de 2007

Poder en Penumbra

Juan Vicente Herrera, Presidente de la Junta de Castilla y León, ha configurado su nuevo equipo de gobierno. El análisis de los consejeros elegidos y un repaso por la historia de los gobiernos populares resulta esclarecedor para deducir quiénes mandan más en la Junta.

Hay que destacar que 4 de los 12 consejeros pertenecen al PP de Valladolid. Entre ellos destaca Tomás Villanueva González, presidente provincial del partido, que ocupará la cartera de Economía y Empleo. Asimismo aparece en un segundo plano su sobrino, Santos Villanueva, como Secretario General de Presidencia, es decir, con despacho al lado de Herrera.

Hay que recordar que Tomás Villanueva ya era consejero de Economía y Empleo desde 2003, por lo que estrechará el control en torno a las competencias de promoción empresarial con sus peones. Pero además, si examinamos el gabinete que emergió de las elecciones previas, en 1999, ya encontramos a este dirigente, aunque ocupando la consejería de Educación y Cultura. Sin embargo ese periodo fue sólo un paréntesis porque Juan José Lucas ya le había designado como consejero de Industria, Comercio y Turismo antes, en el ejecutivo entrante en 1995, donde puso las bases de su influencia en la Junta.

En otras palabras, Villanueva ha definido la política de promoción económica e industrial de la Junta en los últimos 12 años y aún lo hará, al menos, por otros 4, además de controlar el despacho de presidencia. En consecuencia se intuye que su poder en la institución es decisivo.

¿Cómo aparece Villanueva en la política autonómica? Cuando en 1987 Aznar gana las elecciones en Castilla y León va configurando en torno a sí un grupo: “el clan de Valladolid”. Entre los destacados se encontraban, Javier León de la Riva, su Consejero de Cultura y Bienestar Social, que hoy es alcalde de Valladolid, Miguel Ángel Cortés, luego secretario de estado, o Miguel Ángel Rodríguez, que más tarde sería ministro portavoz.

También emerge en ese momento un abogado en cuyo bufete se domicilia Crystaloid, la empresa que se pretende actúe como núcleo del recién creado Parque Tecnológico de Boecillo. Era Tomás Villanueva, asesor jurídico de Aznar, que siempre estuvo cerca de los asuntos de promoción económica,.

La caída del consejero Pérez Villar por el escándalo de la minería y el perfil técnico de su sucesor en Economía y Hacienda, Bécker, dejaba el camino abierto a Villanueva, que pronto se ocuparía de las relaciones de la Junta con el mundo de los negocios.

Tomás Villanueva ha sido un hombre de confianza de Aznar y no existen motivos para pensar que aún no lo sea. Dado que Castilla y León es fundamental para el PP, el papel que Villanueva podría desempeñar como emisario de la calle Génova sería crucial para definir la actuación de la Junta y del PP. www.javiercallado.blogspot.com

Coyuntura Inesperada

El día 29 de Octubre tuvo lugar una manifestación para reclamar la autonomía de la Región Leonesa en la ciudad legionense. La concentración destacó por su volumen, aunque las cifras proporcionadas por distintas fuentes no concuerdan. Pudo haber entre 5.000 y 10.000 personas, ya que la asistentes llegaron a ocupar la calle República Argentina íntegramente. Si se considera que la precaria organización no consiguió espaciar a los participantes -como se suele hacer para provocar una apariencia de mayor número-, la aglomeración podría estar más cerca del segundo guarismo que del primero.

En cualquier caso se trata de un número significativo de personas; cifra que no congregaría un partido o un sindicato. Más si se valora la escasa y humilde publicidad de la convocatoria, lo que implica que el respaldo social de esta causa ha de ser extenso.

De los participantes llaman la atención dos aspectos. El primero es la altísima participación -mayoritaria- de gente por debajo de los cincuenta años de edad. El otro es el referido a la extracción de los participantes, que resultó variada. No faltaron titulados universitarios, directivos de empresa, profesores y profesionales conocidos, al igual que personas de muchas otras áreas sociolaborales.

La notable asistencia de juventud parece indicar que la presión para el adoctrinamiento ejercido por la Junta no ha surtido el efecto que se pretendía. Ni los libros de texto falseados, ni las tergiversaciones históricas, ni el gabinete de propaganda de las cortes pudieron con la lógica. La puesta en evidencia de las disparidades entre el territorio leonés y el resto de la autonomía despeja cualquier duda.

A su vez, la presencia de personas con responsabilidades superiores en el ámbito empresarial, funcionarial o educativo denota que esta reivindicación ha perdido su antiguo carácter de exotismo o rareza. La elevación del perfil social pone de manifiesto que existe un respaldo intelectual a la reivindicación de los derechos políticos, económicos y culturales de León, y que esta causa no es puro idealismo.

En definitiva, la acción del PP y el PSOE atacando los intereses de León, borrando su presencia y solapando su Historia ha desencadenado un efecto insólito. Ante una agresión sin precedentes en la reciente Historia española está emergiendo una contestación social nueva, al margen de la ineficaz y vacilante UPL. La aparición de un movimiento que surge como una red, sin jerarquías ni liderazgos al uso escapa a lo esperable.

Los partidos han tenido que salir a la palestra, pero sólo han argüido tópicos. Sus líderes no son capaces de responder a esta creciente malla social proleonesa. La Junta (PP y PSOE) se enfrenta a un interlocutor sin rostro, cargado de razones, que viene a cuestionar su incierta legitimidad.

sábado, 14 de julio de 2007

PSOE Versus UPL

Se acerca la designación de candidatos de dos de los partidos con presencia en el ayuntamiento leonés, tras la designación del cabeza de cartel por el PP. De los movimientos que realicen ambos va a depender un resultado incierto y que incidirá en la política nacional por la importancia que para el PSOE tiene la ciudad de León.

Las últimas tres convocatorias electorales nos pueden dar pistas sobre la conducta del votante en nuestra provincia y, por ende, en la capital, donde el comportamiento electoral es paralelo. Tanto en las elecciones generales de 2004 y 2000, como en las municipales de 2003 se demostró que el PP tiene un voto fiel. Unos 150.000 votantes de toda la provincia revalidan su apoyo sostenidamente, lo que da pie a deducir algunas cuestiones de interés.

Una de ellas es que, tras años en el poder de las principales instituciones leonesas, su desgaste ante los seguidores es lento y apenas perceptible. Por otra parte, no son capaces de atraer nuevos votantes. Ello puede deberse a que, al no cambiar el mensaje ni las personas, carecen de fuerza para atraer electores. Con todo, las limitadas posibilidades del nuevo partido MAS en el Bierzo pueden hacer perder al PP alguna plaza estratégica para ganar la Diputación, pero la capital dará entre 10 y 12 concejales a los populares.

Por el contrario, los resultados del PSOE en la provincia y en la capital leonesas aparecen interconectados con los de la UPL. Así, en las generales de 2000 el PSOE sacaba menos de 100.000 votos. En las municipales de 2003 repetía y sólo podía responder con 680 concejales a los 800 del PP en la provincia; mientras la UPL superaba los 200.

La sorpresa llegaría en las elecciones legislativas de 2004, cuando el PSOE superó al PP gracias a un ascenso meteórico hasta los 156.000 votos. ¿De dónde salían tantos apoyos si el PP mantuvo sus 150.000 fieles electores? Es evidente que de la abstención y de la UPL, que había pasado de los 42.000 -en 2000 y en 2003- a sólo 13.000. De ser elecciones municipales los leonesistas no habrían sacado más que un concejal en la ciudad.

En conclusión, el socialismo leonés sabe que la mayor parte del voto de la UPL es potencialmente suyo si es capaz de atraerlo. Por otro lado, Zapatero se juega su prestigio en León. En consecuencia ZP desplegará todas sus armas para luchar en las elecciones municipales de mayo.

Si la UPL busca amortiguar ese golpe va a tener que contar con todo su núcleo en los puestos de salida. Sus votantes más comprometidos no perdonarían una exclusión de Conceyu o de cualquier otro grupo de vanguardia. El voto joven, clave para la formación, podría retirar su apoyo ante una candidatura de paracaidistas. Con todo, la UPL va a tener que desplegar mucha inteligencia y todos sus recursos para mantenerse.

El Empleo Leonés

Tras comentar hace unas fechas algunos detalles de la Encuesta de Población Activa vamos a concluir nuestro análisis en el día de hoy. Para ello seguiremos utilizando los datos comparativos de empleo entre 2000 y 2006, que tanto rendimiento han proporcionado en otras ocasiones.

Una cuestión llamativa es que las 17 provincias que concentran las sedes autonómicas congregan ya el 56% del empleo contabilizado y que la tendencia es de crecimiento respecto al resto de España. Esto se traduce en que hay otras 33 provincias, perjudicadas, para las que se debería reclamar sin más inversiones suplementarias que viniesen a corregir la desigualdad. No es lógico que el Gobierno Central asuma como inevitable la marginación de aquéllas que se han visto privadas de sedes autonómicas.

El hecho de que sea el conjunto de las autonomías uniprovinciales el que más crece viene a demostrar que el modelo multiprovincial funciona mal. En algunos casos, como en el de Castilla y León, especialmente mal. En consecuencia sería lógico un replanteamiento en aquellos casos en que, como en el citado, se aprecie un fracaso del esquema administrativo en el avance hacia el bienestar y la prosperidad de los ciudadanos.

Con independencia de estas consideraciones, la franja mediterránea que abarca desde Cádiz hasta Tarragona constituye la zona más dinámica de España. Su vértice está en Málaga, Almería, Granada, Murcia y Alicante que presentan cifras de empleo asombrosas incluso en el marco europeo. León, por tanto, está alejado de los centros más prósperos de la Península.

De las provincias que nos rodean Cantabria, Asturias y Valladolid crecen más, al contrario que el resto. Un poco más lejos destacan La Coruña y Burgos, aunque sin excesos. Segovia ya experimenta los efectos de su futura conversión en satélite periférico de Madrid -tan pronto como llegue el AVE-. Así la destacada evolución de su mercado laboral es más imputable al influjo de la capital de España que a una gestión destacable de la administración territorial.

Uno de los aspectos positivos es que León abandona los puestos de cola. Por esta razón las tablas reflejan que sólo las provincias del noroeste con sedes autonómicas son más dinámicas que la nuestra. Pese a ello, salvo para Cantabria, se trata de crecimientos inferiores a la media española, por lo que se concluye qué algo está fallando en el diseño territorial del noroeste para que las cosas no vayan bien.

Las tesis más verosímil es que el nodo urbano que debería actuar como centro de la red de ciudades es León por una premisa de simple eficiencia. Un crecimiento vigoroso, apoyándose en los corredores hacia Asturias, Galicia, Valladolid, Burgos y Salamanca podría potenciar los principales flujos económicos de toda la zona. ¿Por qué no se actúa con esta lógica?

Aeropuerto y Autonomía

El desarrollo del Aeropuerto de la Virgen del Camino es un éxito en casi todos los órdenes. El crecimiento abultado del número de pasajeros y de vuelos es una constante durante su corta vida como aeródromo civil. La adecuación de las instalaciones a las necesidades del crecimiento también refleja una progresión acelerada. Esto responde a la presión social que ejercida a favor del despliegue de la base.

La actitud de las instituciones ha sido divergente. Los ayuntamientos y, especialmente, la diputación leonesa han apostado por el aeropuerto con decisión. Por el contrario, la Junta de Castilla y León se constituyó en un obstáculo permanente para el crecimiento de las operaciones en la Virgen del Camino. Son conocidas las intervenciones de algún alto cargo en la delegación de Aviación Civil, en Valladolid, para escatimar cuanta ayuda requiriese la pista leonesa.

La Junta ha contemplado el crecimiento del Aeropuerto de León como una amenaza para el de Villanubla, su apuesta desde siempre. Las importantes ayudas para ese aeródromo contrastan con la inhibición respecto al leonés. En resumen, nada bueno ha llegado de Valladolid para nuestro aeropuerto y, cuando vino, ha sido forzado por las circunstancias.

La habilidad del responsable del consorcio leonés ha permitido el asentamiento y crecimiento de una compañía local junto a la competencia de otra mayor. De esa forma el número de pasajeros nacionales desborda este año los cien mil y en dos años más podría rebasar al aeropuerto de Valladolid. Por su parte, la llegada de vuelos internacionales era complicada hasta ahora, dada la reducida longitud de la pista. Sin embargo el año que viene ese problema estará resuelto con su elongación.

Es justo en este momento cuando se producen dos movimientos coincidentes, que nada bueno auguran al aeropuerto leonés. En primer lugar la empresa aérea local anuncia su entrada en los otros aeropuertos de la autonomía y su apertura al capital de inversores de esa procedencia. Si tal medida no supone un aumento de vuelos desde León no puede ser bienvenida. Además, tras esta ampliación podría esconderse el traslado de la sede empresarial a Valladolid, una pésima noticia. Mucho más si se tiene en cuenta que su portavoz afirma que el aeropuerto “pivote” para ellos será el de Valladolid.

En segundo lugar el consejero de fomento invoca la constitución de un consorcio para supervisar y promover todos los aeropuertos autonómicos. Este movimiento se produce por el crecimiento del de León, ya que hasta ahora la Junta se había conformado con mimar el de Valladolid. En otras palabras, la Junta quiere controlar el aeropuerto de León. Atendiendo a los precedentes, dicha intención sólo puede causar alarma entre los leoneses. Convendría escuchar ya la opinión de cada partido.

viernes, 13 de julio de 2007

Municipio y Eficacia

El equipo de gobierno de la Diputación de León ha hecho público el propósito de impulsar una reordenación de los municipios. El anuncio ha recibido escasa atención, pero se trata de una propuesta de gran calado, que supone un cambio sustancial en la ordenación territorial de León.

La propuesta ha de calificarse de valiente, ya que son muchos los cargos políticos que lo verán con malos ojos. Una concentración de las entidades municipales puede dejar sin sillón a un número indeterminado de alcaldes que han permanecido en el puesto largo tiempo. Proponer esto cuando restan seis meses para las elecciones induce a pensar que el actual presidente no repetirá. Con esta medida podría dejar un valioso testamento político abordando un problema de compleja solución.

León cuenta con más de 210 consistorios. Si consideramos que los diez primeros reúnen casi trescientos mil habitantes nos quedarán unos doscientos para apenas doscientos mil ciudadanos. La media de este grupo no llegaría a los mil habitantes por ayuntamiento.

Los problemas en los municipios más pequeños son de varios tipos, pero la dificultad central para realizar una gestión correcta es la falta de recursos económicos. Para empezar, los gastos de cualquier entidad municipal arrancan con el pago del material de uso corriente y de nóminas: las del secretario y de los puestos administrativos elementales. Éstos posibilitan el funcionamiento básico de la institución. En el caso de ciertos ayuntamientos la debilidad poblacional llega incluso a impedir afrontar estos gastos, quedando la institución en la inoperatividad práctica.

En otros casos, menos extremos, la limitación económica impide acometer obras, inversiones o mejoras en el municipio. A veces ni siquiera se puede aprovechar la cofinanciación de la Diputación, ya que se carece de un mínimo presupuestario que lo permita. En estos casos resulta injustificable mantener un ayuntamiento que es incapaz de cumplir sus funciones con un mínimo de eficacia.

Que la estructura municipal de León requiere una reforma es una realidad, pero resulta esencial que se afronte sobre unos preceptos consensuados, que respeten nuestras peculiaridades culturales. Por ejemplo, se debería tender en primera instancia a la concentración dentro de las comarcas tradicionales, ya que de esa manera se fortalecerá la identidad colectiva, la autoestima y el compromiso de la población con su terruño. Además, como se van a generar municipios con gran cantidad de núcleos, se debería descentralizar fortaleciendo las juntas vecinales mediante la asignación de competencias y recursos.

Por último, cabe preguntarse qué tienen que decir los partidos políticos. Todos ellos aseguran en periodo electoral tener un proyecto para León. Si es verdad ha llegado el momento de demostrarlo.