sábado, 28 de julio de 2007

Torna la Ley de Montes

La Consejería de Medio Ambiente ha sacado a información pública otra vez el anteproyecto de la Ley autonómica de Montes para que se puedan realizar más alegaciones. Es necesario reflexionar por un momento sobre lo que esto supone en términos de actitud política; también de posibilidades para plasmar lo que quieren las juntas vecinales leonesas, muy afectadas por el anteproyecto.
En primer lugar hay que felicitar al consejero por dar un paso al que la Junta no tiene acostumbrados a los ciudadanos: la marcha atrás. De humanos es errar y de inteligentes enmendar. No puede ser otro el mensaje, pero siempre y cuando esto sirva para admitir las modificaciones que se propongan con una flexibilidad razonable. Se debe asumir una cuestión de fondo: las juntas vecinales leonesas son las artífices de buena parte de la riqueza forestal por lo que nada da el derecho a privarlas de las decisiones sobre su explotación y gestión. Sobre esa premisa será fácil llegar a acuerdos.
En segundo lugar hay que felicitar a las juntas vecinales porque esto supone una victoria. No importa que la contestación al anteproyecto no haya sido masiva. El liderazgo siempre es cosa de pocos. Sin embargo el compromiso demostrado con sus pueblos es digno de alabanza en aquéllos que han puesto tiempo y recursos propios al servicio de los seculares bienes del común.
En tercer lugar hay que valorar desigualmente a los partidos políticos. Del PSOE se puede decir que lo intentó, pero que su capacidad de movilización es limitada -menor de la esperada- entre los pedáneos adscritos a su formación. En cualquier caso, si a un partido le corresponde algún parabién político es a éste.
Del PP cabe preguntarse si los leoneses tenemos maniquíes en Fuensaldaña o si realmente hay alguien que defiende nuestros intereses. Se percibe una sensación creciente de que ni ven, ni saben, ni entienden, aunque cobran. ¿Tienen estos gregarios un proyecto para León o sólo están para entregar su disciplina en Valladolid sin decir esta boca es mía?
De la UPL se puede decir que es como la selección española de fútbol: hace muchas declaraciones altisonantes, pero a la hora de la verdad no da la talla. Da la impresión de que ni conocen León, ni les importan los pueblos, ni van a los debates importantes con propuestas, ni están en los grupos de trabajo, ni llegan a tiempo, ni renuncia, alguno, al sueldo. León tiene unas posibilidades prodigiosas de futuro y los montes comunales son una de las claves de las mismas. Si quien debe de estar y no está en este debate -que es su razón de ser- carece de interés es mejor que o deje paso o pierda las elecciones.
Los veinte días para realizar alegaciones son también un examen que permitirá conocer la capacidad de cada grupo político: un test en el inicio de un año electoral.

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