jueves, 26 de julio de 2007

Ciudad y Talento

La proclamación de candidatos a las alcaldías de las distintas poblaciones leonesas suscita algunas reflexiones sobre la evolución futura del sistema urbano. Es indudable que aquellas poblaciones que han contado con un alcalde con capacidades de liderazgo, de gestión y de creación de un proyecto han cambiado su destino. Resulta demostrativo cómo uno o dos mandatos pueden modificar una comarca según quién rija los destinos de su centro urbano más importante.

Por ejemplo, la acumulación de talento en Villaquilambre es notable. Hidalgo y García Bayón son candidatos que, al margen de lo discutible de algunas de sus actuaciones, tienen una asombrosa capacidad de gestión. Ambos encarnan la ambición de ese ayuntamiento por configurar una ciudad a medio plazo. Gane quien gane parece que el futuro del municipio aborda un crecimiento ordenado y el afianzamiento como zona emergente del área metropolitana.

En contraste, San Andrés del Rabanedo cuenta con un equipo que permite la urbanización suburbial de zonas nuevas, con aceras donde no cabe un coche de niño y en las que se mezcla desordenadamente lo nuevo y lo viejo. Sin embargo, como la oposición carece también de proyecto, asiste inane a la degradación de amplias zonas urbanas mientras protesta por una parada de autobús o por unas colchonetas del gimnasio.

Si no hay cambios sustanciales, León ciudad modificará progresivamente el mapa de su periferia urbana, ya que las riberas del Torío van a ganar importancia como zona de expansión en detrimento de las terrazas que descienden desde La Virgen del Camino.

La falta de liderazgo en Ponferrada, tras el paso de Ismael Álvarez –quien, al margen de sus asuntos de cama, transformó Ponferrada en una urbe- va en perjuicio del futuro de la ciudad. El delfín no parece estar a su altura y la oposición luce una falta de consistencia que preocupa. La actitud de la dirección del PSOE bloqueando las elecciones primarias de candidatos no hace sino prolongar ese estancamiento.

Por su parte, el paso destacable de Martínez Majo, en Valencia de Don Juan, se va a dilatar, afortunadamente para esa villa. Coyanza se eleva ya por encima de Sahagún y acomete el camino hacia los seis o siete mil habitantes en el próximo periodo cuatrienal. Esta semiurbe puede llegar a ser el gran centro que León necesita por el sur, para consolidar un eje en el corredor León-Benavente. Majo, con débil oposición, puede arrumbar a esa meta.

Por último, el tándem Astorga-La Bañeza parece que se inclina cada vez más hacia el municipio del sur. La acumulación de servicios en la ciudad desde la llegada de Palazuelo a la alcaldía parece afirmar cierto liderazgo. Un nuevo mandato de este munícipe podría redondear su labor con la ronda exterior, la carretera de Portugal y nuevos equipamientos de ocio.

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