sábado, 21 de julio de 2007

Expertos, Lengua y Dialecto

Una consulta de la consejera de cultura a los expertos para saber si el leonés es lengua o dialecto ha levantado un debate que aún perdura. Esta discusión pone en evidencia otros aspectos, que terminan por constituir el fondo de la cuestión.
El primero que tocaremos es el de la imprecisión de estas disciplinas humanísticas en algunos casos, lo que devalúa su imagen. Si el castellano deriva del latín y el leonés también ¿por qué se dice que el castellano es una lengua y el leonés un dialecto?
Algunos responden que porque el leonés no tiene una gramática escrita, porque tiene poca obra literaria o porque registra pocos hablantes–¿cuánto se considera poco?-. Sin embargo lo que se ha enumerado está unido al apoyo del poder político, salvo que se pretenda que todo ello se puede alcanzar por un grupo de espontáneos que trabajen gratis.
En consecuencia ¿Se admite la máxima de que una lengua es un dialecto “con ejército y marina de guerra”? Según los que dicen que el leonés es un dialecto ¿sería entonces el yanomami una lengua? Sólo lo hablan unos miles de indios de la selva amazónica, carece de literatura y no tiene gramática. Aún más ¿tiene el yanomami menor rango lingüístico que otras hablas? En resumen, ¿dónde queda el criterio filológico cuando se utilizan este tipo de argumentos para clasificar lenguas o dialectos?
El segundo motivo de reflexión es el significado de la palabra “experto”. ¿Quiénes son expertos en leonés? ¿Basta una cátedra para ser experto en cualquier lengua? ¿Es suficiente escuchar ponencias en congresos para que alguien se considere experto en algo? Vienen estas preguntas a cuento porque en la universidad española faltan trabajos intensivos de campo sobre el leonés. Tampoco existen registros sonoros, única herramienta fiable hoy en día. En definitiva, no hay investigación moderna.
Se han realizado estudios a través de informantes, encuestas o copiando diccionarios de otros autores por unos pocos profesores. ¿Se pueden considerar expertos? ¿Cómo hay que considerar entonces a los que, sin ser empleados de la universidad, llevan años trabajando en este tema? ¿Se les consultará?
Según algunas declaraciones recientes en prensa se afirma que el leonés no se habla ya. Por el contrario, si van ustedes solos, sin decir que son profesores o investigadores de nada, con aspecto informal, pasando inadvertidos a Montealegre, a Rodanillo o a Nogarejas, por ejemplo, escucharán a los ancianos hablar familiarmente entre sí en leonés. Además, podrán grabarlos con un simple MP3 de 15 euros y tendrán una grabación en esta lengua para regalársela a los incrédulos, expertos o no. Por último hay que denunciar la pasividad académica en el estudio de estos asuntos de León, aunque su estudio reza entre los objetivos de la universidad leonesa.

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