viernes, 20 de julio de 2007

La Frontera Impuesta

Un viaje transfronterizo próximo a León e interesante es el que va desde Puebla de Sanabria a Braganza. La distancia que separa ambas poblaciones por carretera es de unos cuarenta kilómetros, que vienen a cubrir unos treinta en línea recta. Con este dato se puede ya deducir que el vial que discurre entre ambas poblaciones despliega un trazado tortuoso y casi disuasorio.

Han sido muchos los intentos de impulsar la construcción de una carretera nueva o de arreglar convenientemente la actual. Sin embargo la Junta de Castilla y León permaneció refractaria a cuantos intentos se han producido. Las causas son desconocidas, pero se puede intuir una de las principales: esta inversión, que sería muy beneficiosa para amplias zonas de la Autonomía, apenas afecta a Valladolid.

Puebla de Sanabria y su comarca adolecen de lejanía a los centros urbanos de su entorno. Eso reduce la concurrencia de público a ese hermoso enclave. Sin embargo la capacidad de atracción sería mayor si a la oferta sanabresa se uniese alguna otra. Por eso la posibilidad de visitar Tras os Montes en el mismo viaje supone un incentivo adicional sobresaliente. Hay que valorar además que Sanabria es una de las más poderosas marcas turísticas de la Autonomía, por ello la apertura a Portugal debiera ser estimada como cuestión prioritaria.

En otro orden de cosas, la crisis que vive Portugal, con alzas de precios pronunciadas, provoca que los lusitanos se desplacen a España a realizar sus compras. En consecuencia la mejora de la carretera Puebla-Braganza acarrearía un impulso a la actividad comercial de la comarca sanabresa, tal y como sucede en Ayamonte (Huelva) o en la ciudad de Badajoz, por ejemplo.

Desde una perspectiva más general, las relaciones transfronterizas se encuentran neutralizadas por la pésima calidad de una comunicación impropia de los tiempos que corren. Para Asturias, León y Oporto resultaría importante replantear esta vía, ya que abriría una posibilidad más de proyectar sus actividades hasta la nación vecina. Cuando en Europa la permeabilización de las fronteras se ha constituido en un factor de desarrollo resulta incomprensible el abandono de la Junta de sus responsabilidades. Más si se tiene en cuenta que, de los cuarenta kilómetros que recorre la ruta internacional, sólo la mitad corresponden al Ente.

En resumen, la carretera de Puebla de Sanabria a Braganza es una pieza destacada para fomentar el desarrollo porque facilitaría flujos económicos hoy casi inexistentes. En consecuencia la obra no debiera demorarse más. La legislatura que comienza cuenta con un consejero de fomento leonés, que está en situación de comprender mejor que otros la necesidad de activar ese pasillo transnacional. Esperemos que eso motive su compromiso con el proyecto.

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