miércoles, 18 de julio de 2007

El Empleo en España

Como cada año por estas fechas, el Instituto Nacional de Estadística publica la encuesta de población activa (EPA) del tercer trimestre. Eso nos da pie para repasar las cifras de León y de sus diferentes entornos, como cada año desde 2000.
Como es de todos conocido, los últimos veinte años del siglo pasado supusieron para León una pérdida aguda de empleo, hasta el punto de ser la tercera provincia en la que más se destruyó. Sólo Orense, Lugo y Zamora nos acompañaron en esa lista negra.
La llegada del año 2000 pareció indicar un cambio de tendencia que, una vez pasados seis años, se ha confirmado. León está creando empleo desde entonces hasta el punto en el que nos encontramos: un máximo en los referidos registros.
Sin embargo la cuestión de fondo no es ya si se crea o no empleo, puesto que ninguna provincia lo ha destruido en este inicio de siglo. Lo relevante ahora es saber a qué ritmo se expande el mercado laboral leonés y cómo se comporta respecto al resto del país.
Un primer aspecto llamativo es el significativo paralelismo de la evolución de León y Zamora, que ya venía observándose desde 1981, primer dato de nuestra tabla. Zamora abandonó los últimos puestos dejando a las sempiternas colistas, Lugo y Orense, cerrando el listado. Es éste un problema persistente para el despegue de ambas provincias, ya que no se puede ascender a posiciones destacadas rodeados de espacios deprimidos. Hablando además de otras provincias leonesas, Salamanca ocupa ahora el tercer lugar por la cola.
Otra observación relevante es que todas las provincias de esta malhadada comunidad autónoma están por debajo de la media española y en la mitad baja de la tabla. Burgos encabeza la estadística castellana con un 30% de crecimiento, un resultado pobre comparado con el 36% de la media española. León ocupa el puesto 38 de 50 provincias (excluidas Ceuta y Melilla).
Se ha comentado por algunos el negativo efecto que la uniprovincialidad debería tener sobre la administración autonómica. Quien así hable se confunde: las autonomías uniprovinciales crecen seis puntos por encima de la media española en empleo y ocho puntos más que las provincias sedes de las autonomías multiprovinciales. Por el contrario, son las demarcaciones sin sede autonómica las que hacen descender la media. Cantabria o La Rioja son locomotoras de la economía en sus áreas de referencia.
Otro aspecto relevante es que las provincias grandes tienden a crecer más rápido y acumular cada vez más empleo. Por su parte, las más pequeñas se van acumulando en la zona final de la tabla. León se encuentra en una zona media, por lo que resulta imprescindible tomar conciencia de lo necesario de un esfuerzo que nos aporte dimensión y atractivo como mercado laboral. Así se sortearía el peligro de un progresivo declive.

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