viernes, 1 de febrero de 2008

La Madeja Municipal

El comienzo del curso político local viene marcado por el nuevo panorama de los acuerdos municipales tras el abandono de la Unión del Pueblo Leonés de dos concejales de su lista electoral de la capital. La aparición de este factor de inestabilidad está produciendo ya sus primeros efectos, con la efervescencia de rumores de todo signo.

Se dice que los indisciplinados ediles podrían haber iniciado ya su periplo negociador en pos de no se sabe qué objetivos. Como con la UPL no se hablan, habrían entablado conversaciones con el PSOE y, sobre todo, con el PP. Es éste último partido su mejor opción, puesto que se bastan para proporcionarle la alcaldía. Cualquier pacto con el PSOE pasaría por un acuerdo a tres bandas, lo que intentarían evitar por todos los medios.

Puesto que las relaciones personales con el cabeza de la lista municipal popular son peor que malas, los ediles traslocados podrían haber intentado el contacto con Herrera, el presidente autonómico. El acuerdo buscado iría en la línea de sacar a Amilivia del Ayuntamiento capitalino para situarlo, quizás, en otro puesto. En ese caso la alcaldía podría quedar, por ejemplo, en manos del actual Presidente de la Diputación, García Prieto, pasando el hoy Vicepresidente Primero, Majo, al frente de esta última entidad. En dicho escenario potencial tanto la UPL como el PSOE quedarían descabalgados.

En tal caso la reacción de Amilivia no se habría hecho esperar. Entraría dentro de esa lógica su teatralizada oferta pública de acuerdo a la UPL. Tal maniobra tendría dos fines: dejar aislado al grupo defrancisquista y evitar su propio debilitamiento, propiciado por la facción de los populares opuesta a él.

Así las cosas, la UPL habría de tomar una complicada decisión de pacto de la que dependería su futuro en la capital, el de Amilivia en su partido, el del grupo socialista –que tiene muchas posibilidades de pasar a la oposición en estas hipótesis- y el de los ediles asilvestrados, que podrían ver cerrada su última vía para abandonar el olvido.

La gravedad de la división del partido popular en León sería aquí decisiva. De ella depende que se pueda o no llegar a un gobierno popular consensuado con la resbaladiza pareja a costa de la reubicación de Amilivia en otras responsabilidades.

Por último, cabe preguntarse si un proyecto serio de ciudad es compatible con estos devaneos en su regimiento. En ese sentido, ¿sabe alguien qué idea de ciudad tiene actualmente alguno de los candidatos a la alcaldía? Y, más aún ¿Qué diferencias de fondo existen actualmente entre Fernández, Chamorro o Amilivia?

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