martes, 6 de mayo de 2008

La Escuela Incógnita 2

Hablábamos la semana pasada de las modificaciones que ha sufrido el presunto proyecto de la escuela de pilotos para el cazabombardero Typhoon a la que aspira León.

Para ponderar la verosimilitud de dicha promesa electoral podríamos hacer varias consideraciones. Por ejemplo, una muy relevante es que el Ministerio de Defensa, el promotor, tiene problemas financieros para sufragar la renovación de la Armada, marcada como prioridad por los responsables de nuestro Ejército. El ritmo de compras de las fragatas F-100 y de los nuevos submarinos se considera insatisfactorio. Eso por no hablar de otras armas, como de la modernización de la envejecida flota de carros de combate, del programa de misiles anticarro, etc. ¿De dónde saldría el dinero para la renovación de la base aérea?

Por otro lado, España constituye parte del flanco sur de la OTAN y nuestras unidades deberían situarse cerca del potencial escenario de conflictos en la zona: el norte de África. Situar una escuadrilla en León no sería recomendable para esa labor dentro de la Organización. A esto se suma otro detalle importante; como expusimos en este espacio en Agosto de 2001, EADS recibió el pedido de dos simuladores de vuelo para que fuesen ubicados en la base de Morón por parte del Ministerio. Por añadidura, allí se reciben en estas fechas inversiones al respecto, los primeros aviones llegarán en pocos meses y aquí se acepta la idea de que en varios años no podría desarrollarse la escuela de los pilotos. Los nuevos pilotos serán formados, por tanto, en Morón de la Frontera. En consecuencia, desde esta perspectiva la posibilidad de la escuela de pilotos leonesa se va difuminando.

La confirmación la semana pasada de la escuela de técnicos de mantenimiento -ya comentada en este espacio el 26 de Junio de 2002- es una magnífica noticia. Anclar en León esta academia de vanguardia resulta una compensación muy estimable, pero insuficiente. La escuela debiera ser un primer paso para conseguir algo más, puesto que la diferencia entre el proyecto prometido y el confirmado es sustancial en calado e impacto económico.

Por otro lado, es evidente que cualquier inversión, sea cual sea, se ha de lograr antes de las elecciones generales, antes de la marcha de Aznar de la Presidencia del Gobierno–y de sus promesas con él-. El texto que comunica la decisión de fijar en La Virgen la escuela de técnicos muestra cómo el grueso de la inversión es pública, lo que trasluce que ha sido una decisión política -y no empresarial- la que ha marcado la decisión. Por eso los leoneses hemos de trabajar deprisa para decidir qué es lo que vamos a reclamar para alcanzar el equilibrio entre la promesa y la realidad. ¿Habrá la habilidad necesaria en las nuevas corporaciones para cimentar en sólo un año un nuevo proyecto?

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