jueves, 22 de mayo de 2008

La Autopista de Oviedo

Hace pocos días se hacía público que una entidad bancaria perdió el interés por su inversión en la empresa que explota la autopista León-Campomanes. Al parecer, los tráficos que soporta esta vía no permiten obtener rendimientos interesantes para sus propietarios, según esta entidad.

Con independencia de lo que se pueda opinar sobre dicha valoración, los tráficos en esa vía de peaje nunca han resultado intensos respecto a los soportados por otros tramos de la red nacional. Excepcionalmente se puede encontrar un tráfico notable en ciertas fechas punta para la circulación. Analizar las causas de por qué sucede esto se debiera convertir en un argumento central del diálogo entre las alcaldías de León y de Oviedo. Una mejor conexión entre ambas capitales, de las más cercanas entre sí del Noroeste, sería beneficioso para toda la zona. La existencia de poblaciones intermedias y próximas, como Mieres, Pola de Lena o La Magdalena, facilitaría la consolidación de un eje potencial, que ya estaba considerado en el Plan Director de Infrestructuras de 1993, pero que no se ha fortalecido hasta ahora.

La autopista León-Campomanes supuso en su inauguración una mejora importante de las comunicaciones con Asturias. Sin embargo, el alto peaje resultó disuasorio para el usuario y ha fijado una percepción de “alternativa para casos extraordinarios”. La tardanza en concluir las obras, algunas de ellas esenciales como el relativamente reciente desdoblamiento del túnel del Negrón, contribuyó a minar la buena imagen de la autopista. Por otra parte, el itinerario alternativo, por el Puerto de Pajares, ha recibido inversiones durante el último decenio que permiten ofrecer una ruta bella, segura y rápida. La vía de pago ha dejado de ofertar ventajas importantes frente a la carretera nacional desde León. Las causas son varias, pero podemos destacar un par de ellas entre las más notables. Los malos accesos desde la ciudad a la autopista originan una pérdida de tiempo que permite al viajero alcanzar El Rabizo con la misma demora con que embocaría la vía de AUCALSA. Otra limitación relevante es la moderada velocidad media que se obtiene en la autopista por su anticuada traza. El tramo que bordea el embalse de Los Barrios de Luna reclama una mejora que permita alcanzar el área de servicio a 120 kms/hora desde La Magdalena. La salida hacia Asturias del túnel de Barrios o el zig-zag antes del Negrón son incomprensibles en una vía de más de ocho euros de peaje. Las velocidades medias alcanzables en varios tramos de la autopista son, incluso, peores que las obtenidas por la carretera nacional. Sin nuevas inversiones es difícil que la vía del Huerna alcance un uso masivo. ¿Abordarán los responsables las reformas imprescindibles para hacer tal itinerario más competitivo?

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