jueves, 10 de abril de 2014

LA INDEPENDENCIA DE SAN ANDRES

Es evidente que hay movimientos para la fusión de los municipios de León y de San Andrés del Rabanedo. La reciente manifestación de algún sindicato hablando de la inviabilidad económica del Ayuntamiento de San Andrés obtuvo reacciones como no se recordaban. Ahora el grupo socialista en la oposición rubanense, el que fuera peor equipo económico de la historia de esa institución y que dejó en la ruina sus finanzas, lo favorece. Y digo que lo favorece porque, si unos gestores tan nefastos se oponen a la fusión con León, es seguro que conviene hacerla. Además parece que la actual alcaldía tampoco les replica, lo que viene a confirmar que asiente a la fusión. La absorción de San Andrés del Rabanedo por León es una necesidad apoyada en la eficiencia económica. Ahora toma cuerpo con la Ley de Racionalidad y Sostenibilidad de las Administraciones Locales, aprobada hace pocos meses. El grupo de opinión Proyecto León ya explicó repetidamente –desde 2009- que no tiene sentido mantener unos barrios de la ciudad como entes independientes. Eso no ha traído nada bueno: dos redes de autobuses, peores servicios de transporte, servicios públicos no homologables a los de León ciudad, una policía municipal diferente a la de León (cosa absolutamente injustificable e ineficiente), ni una sola avenida de intercomunicación entre ambos municipios que naciese para eso y no como carretera general, diferente planificación urbana, convenios para arreglar cualquier cosa de sentido común que debería decidirse en dos minutos, duplicación de cuerpos municipales… Puede que hubiese un tiempo en que San Andrés del Rabanedo tenía sentido como entidad diferenciada, pero terminó hace mucho. Hoy no lo tiene: es una agrupación de barrios dormitorio de León con todas las desventajas de ser un pueblo y con todas las desventajas de ser un barrio urbano. No hay centro urbano, ni estructura, ni se cuida el patrimonio, ni se piensa en cómo llegar y volver fácil y rápidamente desde el centro de León. El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo es un anacronismo, una anomalía institucional ruinosa, un peso muerto para los contribuyentes. En nada mejora a León, en todo lo desmerece. Ni siquiera las referencias tan socorridas a Armunia logran esconder la evidencia: ese ayuntamiento subsiste a mayor gloria de concejales y asesores, pero sin aportar nada sustancialmente positivo. Encima los pisos valen más si se dice que están en León. ¿A quién no le gusta? Y realmente lo están, pero debido a ese escollo municipal no se puede decir.

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