jueves, 19 de junio de 2014

LA PROYECCIÓN EXTERIOR DE LEÓN

Si algo se puede decir de este equipo municipal de la Ciudad de León es que ha puesto orden en las cuentas. La cuestión no era fácil porque se venía de una dinámica de gastar con alegría y desorden. Además se habían relajado muchas costumbres en cuanto a funcionamiento interno. El grupo de Gutiérrez, aún con fallos, va a atesorar en su patrimonio político haber metido en cintura el equilibrio entre ingresos y gastos. Se puede disentir de cómo se ha hecho, pero indudablemente se ha logrado. No sé si este difícil objetivo estaba al alcance del resto de los contendientes en la liza de partidos aspirantes. Lo dudo. Sin embargo hay que concluir también que este es un equipo ensimismado. La gestión se ha volcado en el funcionamiento interno de la ciudad y de su aparato de gestión. La proyección exterior de la urbe no ha sido una preocupación del equipo de Gutiérrez. Y tengo que deducir que no es un problema de poco equipo, ya que la mayoría absoluta garantizó un número sobrado de concejales. En otras palabras, aunque el reto más importante era llevar a cabo la reflotación financiera municipal, se podía haber dedicado algunas personas a mantener la presencia de León en el exterior. León es una ciudad de 130.000 habitantes que encabeza un área metropolitana de 205.000, según contabiliza el propio ILDEFE, y que lidera un rururbano de 330.000, según reconoce la Junta de Castilla y León. Se trata del segundo metropolitano autonómico, también del segundo rururbano y de una ciudad intermedia con una posición envidiable en el mapa, cosa que la Junta no ha sido capaz de cambiar y creo que se le va a resistir. Con esa base cualquier equipo municipal que llegue a León capital debiera tener un plan de medio y largo plazo para influir a dos niveles: en su espacio próximo, que es todo el rururbano, hasta Benavente, y el resto de la Provincia de León, y en segundo término en todo su entorno geográfico, que es el noroeste. Además al liderazgo de un nodo de este nivel debe pedírsele presencia y proacción ante las instituciones autonómicas y estatales tanto propias como cercanas. En resumen, está muy bien la labor de gestión económica y la de mantenimiento de la ciudad, pero no es incompatible con la de proyectar como se debe a una ciudad como León, que debe tener una voz potente en Valladolid, que tiene que tener presencia en Madrid, que es interlocutor ante Asturias y Galicia a todo los niveles. Gobernar un ayuntamiento es mucho más que equilibrar cuentas y limpiar calles. Esa es la deuda de Gutiérrez y su equipo con la ciudad.

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