viernes, 9 de mayo de 2014

LAS ELECCIONES Y LAS PRISAS

La lectura de los datos de la Encuesta de Población Activa de la semana pasada ha retratado la inquietud que se empieza a registrar en las filas del Partido Popular. El equipo de Rajoy confiaba en ver revertidas las negativas tendencias de la economía antes de las elecciones. A finales de mes asoman las europeas, dentro de un año las municipales y autonómicas, y seis meses más tarde las Elecciones Generales. Queda poco tiempo. Por el contrario, las cifras de la EPA han mostrado una línea en la que hay menos gente trabajando cada vez, y que lo hace en peores condiciones. Esta situación hace muy difícil resolver el núcleo del problema: la deuda privada. Los créditos pendientes de las familias y las empresas no se podrán devolver si los salarios caen y las ventas no suben en cifras absolutas. Por eso, aunque se retuerzan los guarismos extrayendo ratios luminosas, mientras las familias no vivan desahogadas y compren más productos a las empresas, no mejoraremos. Por eso las únicas medidas eficaces para la crisis de deuda son incrementar los salarios más bajos, contener los más altos y grabar con más impuestos el capital dedicado a inversiones no productivas como las financieras. Cualquier otro discurso es desviar la atención. Por su parte, las cifras de cotizantes a la Seguridad Social en abril muestran un ascenso interanual de casi doscientas mil personas. Sin embargo nada explica sobre las condiciones de trabajo y remuneraciones. La nómina de cotizantes caía de manera continua desde junio de 2008 (interanual) hasta su estancamiento en enero de este año. Los 3 meses siguientes ha mostrado una tendencia alcista llamativa, pero hay que insistir en que habría que conocer cómo evolucionaron los salarios para diagnosticar la situación real de los ciudadanos. En el caso de León la coyuntura es más preocupante. Entró en una evolución interanual negativa de cotizantes en agosto de 2008, pero menos acusadamente que la media española. Sin embargo desde agosto de 2010 la deriva ha sido mucho peor y aún continúa. Habrá que ver las ingeniosas propuestas que los políticos traen para esta provincia antes de votar. Y digo ingeniosas porque, si bien los cotizantes en España aumentan, en León siguen cayendo acusadamente y no hay indicios de que tal tendencia se modifique. En tan grave situación cabe preguntar a los responsables qué piensan hacer. Además no parece que esta depauperada economía esté para ocurrencias; requiere planteamientos llenos de rigor, de sentido común y de compromiso.

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