jueves, 17 de julio de 2014

LA ATENCIÓN TURÍSTICA EN LEÓN

Cuando un visitante llega a una ciudad espera que la recogida de información sobre qué visitar o qué puntos reúnen el mayor interés sea fácil. Por eso supone que los establecimientos hoteleros ofrecerán mapas y folletos. También sería lógico contar con una oficina de atención al visitante en la que se diesen explicaciones detalladas, así como soportes gráficos que den una idea clara de qué y cómo se puede conocer el entorno. Hace una semana ha llegado un amigo mío a nuestra ciudad. En el hotel donde se hospeda le proporcionaron amablemente un mapa de la ciudad, aunque era el único porque parece ser que ni la oficina de turismo ni ninguna institución de León los facilita a estos establecimientos. Es asombroso que cuando tenemos en cada hotel un punto de información de visitantes no lo aprovechemos. Además el hotel se juega en la buena atención la fidelidad del cliente, lo que garantiza cierta calidad. Hablando de la oficina de turismo, hay que decir que la máxima preocupación percibida es la de tomar nota de cuántas personas van con cada interlocutor y de dónde proceden. El resto de cuestiones pasan a un segundo plano. En la oficina de León, en frente de la Catedral, había poca información; las explicaciones fueron difusas; no hay horarios integrales de los medios de transporte; tampoco un folleto con la oferta de espectáculos y convocatorias de la semana. Eso sí, a esta amistad le han ofrecido folletos de Valladolid, y la cartelera de espectáculos y circuitos culturales de esa provincia. No cabe más desconcierto. Y no es un problema de los empleados de la oficina, como alguien podría pensar. El meollo está en la irresponsabilidad de quienes rigen el consorcio provincial de turismo y de quienes hacen lo mismo con la consejería del ramo a nivel provincial. En cualquier empresa tendrían un apercibimiento grave y verían el despido asomar si se repitiesen los mismos errores. Es inadmisible que en una ciudad y una provincia en crisis profunda, en la que el turismo es uno de los recursos con más posibilidades de desarrollo se hagan las cosas tan mal. Conclusión: faltan profesionales en la dirección de las instituciones y sobran aficionados con carnet de partido. Es la única explicación que encuentra mi indignación. ¡Y luego hay quien se asombra de que el voto de los ciudadanos se radicalice! Hay que entender que cuando la pusilanimidad, y la falta de criterio se apropian del poder sin que se aprecie solución, no queda más que un camino: el desalojo electoral. O eficacia o calle, no dejan otra alternativa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola. No soy de León pero he pasado aquí el suficiente tiempo como para ser consciente de que esta provincia tiene un gran filón por explotar con el turismo y no se da cuenta. No es solo una cuestión de las oficinas de turismo, establecimientos como restaurantes y cafeterías en ocasiones no atienden correctamente al cliente. Por ejemplo, yo he ido a comer a un restaurante en el que cobran a 20 euros el plato de boletus pero algunas de las servilletas tenían rotos. O le dices al camarero que te sienta mal un condimento y es lo primero que encuentras cuando te traen el plato (esto me ha pasado al menos en tres restaurantes distintos). Cosas así dan mala imagen al turista. Hay mucha dejadez por parte de demasiada gente. León tiene un gran pasado pero ha de trabajarse el presente de cara al futuro y buscar nuevas oportunidades, no se puede vivir solo de recuerdos y de orgullo.