jueves, 21 de agosto de 2014

EMPRESARIOS Y ESTRATEGIAS

Comentan en una asociación leonesa de empresarios que León debe estar más implicado en proyectos propios y menos en quejarse de Valladolid. Igualmente las cámaras de comercio, que agrupan también a empresarios, han proporcionado una lista de obras públicas nuevas que consideran necesarias. Entre ellas hay infraestructuras de León. Parece que este tiempo veraniego ha dado pie a la reflexión estratégica en el colectivo empresarial local y es motivo de alegría porque, si algo le ha caracterizado hasta hoy es el cortoplacismo, la escasa visión global del territorio y la deficiente capacidad de reflexión para proponer estrategias propias. Se puede estar de acuerdo o no con lo que proponen, pero eso importa menos. La disensión da pie al debate y de él salen conclusiones positivas. Dice Cepedano que los leoneses debemos estar más atentos a nuestros propios problemas y tiene razón. Aunque hay grupos de reflexión sobre los temas leoneses y capacidad para proponer alternativas, no se percibe ese compromiso en las organizaciones empresariales o en las élites de León. Se suelen unir a reivindicaciones que han creado y fundamentado otros. Por eso no debaten ni proponen nuevos argumentos. Puede que hayan decidido cambiar. En Valladolid, por cierto, tienen buenos ejemplos de cómo lanzar iniciativas como “Valladolid Siglo XXI”, que se pueden imitar. Respecto a la excesiva preocupación por Valladolid, tienen la razón sólo en parte. Allí nadie se preocupa por León. Cierto grupo de políticos de la Junta se ha dedicado a apropiarse de cualquier iniciativa que surgiera en León y que les interesase durante los últimos años, pero no se puede hablar de una acción programada y sistemática. Eso es bueno en cuanto a que no hay un plan organizado contra León; pero es malo también porque no se cumplen los deberes de la autonomía con este territorio (de acción proactiva por el desarrollo, como se hace con Valladolid desde siempre), ni León tiene quien le represente en el nivel autonómico de la administración, lo que es una desventaja competitiva grave. Que las propuestas de las asociaciones empresariales puedan paliar ese déficit no se duda. Ahora hay que demostrar que existe capacidad para proponer, para negociar y para conseguir que se haga. Sin duda uno de los mayores problemas que sufre León es la dificultad de sacar adelante cualquier iniciativa ante las administraciones de la propia provincia: ayuntamientos, Diputación, Delegación de la Junta. Ese es el primer gran reto: un cambio en la mentalidad de la gestión pública.

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