domingo, 15 de febrero de 2009

Hay cosas que no han cambiado lo suficiente desde 1988

CASTELLANOS POR NARICES
No puedo evitar la indignación que me produce el hecho de que, de forma repetida y, me imagino (para no dudar de la profesionalidad de nadie), consciente se haga la generalización de “castellanos” a todos los que vivimos en este ente autónomo desde la televisión y otros medios de comunicación.
Idéntica reacción suscita en mí el hecho de que sean pocos los que levantan la voz contra este atropeyo entre la filas de nuestros intelectuales.
No es alarmismo, sino que se está intentando eliminar oficialmente unas raíces culturales y una identidad que, al margen de que se sea leonesista o no, que no entro en eso, se deben respetar por encima de todo si esto es todavía un país civilizado.
El conjunto de esas señas reciben el apelativo de “León” y como tal deben ser reconocidas, le pese a quien le pese, entre otras cosas porque los leoneses también pagamos impuestos.
La omisión de ese término, “León”, y de su derivado “leoneses” es la ignorancia consciente y, creo que intencionada, de un grupo más o menos diferenciado en el cual me incluyo.
Y tampoco voy a discutir la cuantía de la diferenciación porque el solo hecho de que exista en las condiciones objetivas en que existe la hace acreedora de denominación propia y distinta de las de “Castilla” o “castellano” sin que por ello las quiera contraponer.
Exijo que se respete mi denominación regional y que no sea sistemáticamente avasallada. Tengo el derecho de ser diferente y quiero seguir siéndolo. Entérense.

No hay comentarios: