lunes, 16 de febrero de 2009

Las cosas que nos pasaban en 1993 con el aeropuerto ¿os suena?

AEROPUERTO DE LEÓN
En esto días de debate y, posiblemente decisivos para el futuro del aeropuerto civil de León, parece conveniente que quienes hacemos uso de este medio de transporte en vuelos interiores (en mi caso entre 9 y 12 veces al año) demos nuestra opinión.
Para empezar quiero dejar sentado que si tuviese un aeropuerto en León me evitaría viajes, horas perdidas y por supuesto muchos gastos que ahora son inevitables. Asimismo me podría permitir traer al equipo de mi empresa a un hotel de la zona para realizar periódicas reuniones, y puedo asegurar que suponen un montante económico considerable.
Este tipo de beneficios jamás son percibidos en las cuentas de un aeropuerto. Hablar de pérdidas del aeropuerto en los términos en que se está exponiendo en la mayoría de los casos no es lógico ni real. Hay un efecto sobre la economía productiva que es indudablemente positivo y no directamente medible.
Ahora extrapolen este efecto al resto de profesionales y empresarios que viven en el entorno inmediato y hacen uso del avión. El resultado es que el efecto sinérgico del mismo amortizaría la inversión de las instituciones y afloraría como economía productiva.
Si el aeropuerto civil no se construye olvídense de León como ciudad de congresos. El Parque Científico será una quimera. Ninguna empresa con un proyecto de auténtico peso se instalará en la provincia.
Observo con sorpresa que ninguna institución ha escrito un plan estratégico para la provincia o la ciudad. En ese marco donde se aprecia la enorme importancia que tiene un aeropuerto para definir el papel de esta zona en los próximos 25 años y la evolución de su desarrollo.
Por pasar a consideraciones más generales podemos observar qué hacemos los que viajamos en avión “desde León”. Salir desde Villanubla es una mala opción para ir a Barcelona ya que te obliga a hacer una noche extra como mínimo en esta ciudad. El horario es sencillamente pésimo, como en Santander.
El aeropuerto de Villanubla está condenado por la lógica a desaparecer cuando el AVE nos deje desde Valladolid en el puente aéreo de Barajas con un horario abierto desde la 6 de la mañana hasta las 11 de la noche. Los franceses de Renault tendrán menos problemas para llegar a su hotel, en el centro de Valladolid.
El aeropuerto de Asturias mantiene el horario justo para hacer día completo en Barcelona con salida de León en tu coche a las 6:30 de la mañana y peaje en la autopista.
El puente aéreo en Madrid es la opción más flexible sin duda. ¿Le parece razonable a alguien tener que elegir entre madrugón y peaje, noche de hotel extra y 700 kilómetros de coche para hacer un negocio en o desde León? ¿Quién va a ser el loco que venga a esta provincia?
Es necesario que todos los leoneses nos concienciemos de que en pocos años va a quedar decidido cuál es el mapa de comunicaciones de España. Esa definición estará determinada por la capacidad reivindicativa de las distintas regiones, no por los técnicos como falsamente se cree. No “perder el avión” ahora es una de las cuestiones de supervivencia a medio plazo para la base aérea, los campos de golf, San Marcos, el polígono de Onzonilla, el Parque Científico, la Universidad y para muchas cosas más porque todo es una cadena y el aeropuerto es una ficha en el dominó. El aeropuerto no lo decide todo, pero es un elemento clave en las decisiones importantes.
No quiero dejar pasar la ocasión de comentar una nota aparecida en un rotativo nacional el 25 de octubre y no desmentida sobre la posible aportación de 24.000 millones a la FASA por la Junta de Castilla y León para la instalación de la nueva fábrica de motores. Si se tiene en cuenta que no se ha pactado la continuidad de todos los empleos me pregunto cómo se le puede negar al aeropuerto de León unos exiguos cientos de millones que, por otra parte, ya se habrán ahorrado con el cierre del aeropuerto de Villafría para todo uso.

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