sábado, 29 de julio de 2017

LEÓN Y EL EMPLEO PÚBLICO

Cada año se edita el Boletín Estadístico de Personal al Servicio de las Administraciones Públicas por el ministerio del ramo. El más reciente es de junio de 2016. Como una cantinela anual, se repite en diversos medios los comentarios acerca de que en León hay mucho empleo público. Para saber si esto es verdad no hay más que acudir al dicho boletín y comparar. En primer lugar vamos a desdecir a los que insisten en que en León solo hay funcionarios. En realidad los empleados públicos suponen un 19% del total, lo que significa que el 81% de los trabajadores no cobran de los fondos públicos. En consecuencia hay que replicar que en León hay una inmensa mayoría de gente que trabaja para el sector privado. Decir lo contrario es incorrecto, dañino y malintencionado. Si la media española de empleo público es de un 13,5% sobre el total, hay provincias que difieren sustancialmente de este guarismo. Por ejemplo, Barcelona solo cuenta con un 8.5% de empleo público. Por el contrario Badajoz tiene un 22.5% de trabajadores de la administración. Por lo tanto el rango en el que se mueve el empleo público por provincias es amplísimo y León no es un caso raro. De hecho se puede observar que determinadas condiciones amplían el número de empleos públicos de forma casual en ciertas provincias. Por ejemplo, si cuentan con campos de maniobras (normalmente las más extensas, como León), tienen también bases militares, lo que aumenta el número de nóminas públicas. Y eso no quiere decir que haya demasiado empleo de este tipo, porque los campos militares han de estar en algún lugar. Sucede algo parecido con las grandes universidades, como la de Salamanca, que empuja el empleo público provincial por encima del 20% del total. Sin embargo ambas actividades son normales y necesarias. Lo que sí resultaría muy gráfico para conocer de verdad el peso de lo público es conocer el peso de los salarios públicos sobre la masa salarial provincial, o incluso la ubicación de las empresas adjudicatarias de la administración pública. En ambos casos las sedes autonómicas ganarían por goleada al resto. Hay que tener en cuenta que las sedes autonómicas concentran los salarios más altos de la administración y que mantienen a muchos trabajadores de empresas privadas a las que se adjudican contratos. Si acudiésemos a una estadística al respecto veríamos cómo no es tan importante el número de funcionarios como cuánto ganan en conjunto y cuántos empleos privados genera la administración pública en cada provincia. Cuando lo sepamos podremos hablar con mucha más propiedad del papel del estado en cada economía provincial.

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