miércoles, 19 de agosto de 2009

León, Agua, Balnearios y Termalismo

Una de las ofertas turísticas que más ha incrementado su presencia en España es la relacionada con las aguas termales y balnearios. La demanda, que busca alternativas al turismo de sol y playa, acogió con creciente agrado estas instalaciones. La presencia masiva de personas jóvenes y de numerosas familias con niños pequeños ha transformado la imagen vetusta de estos destinos vacacionales. Por otra parte los establecimientos dedicados a dicha mezcla de salud y ocio con agua se suelen enclavar en lugares montuosos, donde hay fuentes, o en zonas húmedas, donde el paisaje es verde. Esto incrementa su atractivo y consolida la oferta del creciente turismo interior.
La provincia de León tiene oportunidades para tomar posición en este mercado. Hubo una época en que los balnearios menudeaban por la provincia, pero eso es ya historia. No hay imagen de marca que recuperar porque se dejó extinguir. Sin embargo el agua es un elemento omnipresente en el territorio leonés. Esto permite que se pueda escoger una ubicación adecuada para cualquier proyecto de agua y salud.
La experiencia muestra que los “spa” y balnearios son instalaciones costosas que requieren buena accesibilidad, zonas de ocio próximas y poblaciones cercanas de cierto tamaño que proporcionen clientes y alternativas de esparcimiento diversas. Prácticamente ningún balneario alejado de las grandes rutas y poblaciones presenta una historia de éxito. Además se debe proporcionar apoyo institucional a través de los planes oficiales de turismo. Sólo así los inversores pueden acometer una apuesta arriesgada y cuantiosa, como la de una instalación balneario-termal, con posibilidades de rentabilidad.
La provincia presenta ubicaciones interesantes en las cercanías de Ponferrada y León. También en las zonas aledañas a las autovías y las cabeceras de comarca más urbanas (Astorga, La Bañeza, Valencia de Don Juan, Bembibre, Sahagún, …). En los valles de montaña las posibilidades se reducen por la dificultad de acceso y las reducidas posibilidades de ocio alternativo. Por eso la explotación de los recursos hídricos de León en esta vertiente se debe basar en la racionalidad.

1 comentario:

Alfonso Mielgo dijo...

Y además podría ayudar a recuperar el patrimonio (monasterios, casonas-palacio...)
Aunque no es un turismo de masas, si es un turismo de calidad y rompe la estacionalidad... ahí sí podemos competir: paisaje, cultura, gastronomía, enoturismo, filandones, nieve, caballos...

Como siempre, hay que fijarse en Cantabria, Asturias, La Rioja, Cataluña o Andorra... en Valladolid están dando importantes pasos...