miércoles, 19 de septiembre de 2012

Independentismo y Cupo

La manifestación de la Diada, celebrada en Barcelona por la independencia de Cataluña, ha tenido una repercusión superior a la esperada. La alta participación ha desencadenado todo tipo de especulaciones. Es significativo que los medios de comunicación nacionales estén evaluando las consecuencias de un proceso de segregación de Cataluña. Tanto interés demuestra que es un número creciente de personas dentro y fuera de la región el que considera que ese paso es posible y probable. El planteamiento del Artur Mas, presidente de la Generalitat, es que hay que avanzar en la negociación con el Gobierno Central hacia un pacto fiscal similar al del cupo vasco. Se trataría de que la Hacienda Catalana recaudase todos los impuestos y que luego pactase con el Gobierno Central las transferencias por los servicios recibidos. En el fondo de esta propuesta subyace que los catalanistas no desean transferir fondos de solidaridad al resto de regiones, pero tampoco perder el acceso a los mercados. Las reacciones han sido múltiples, pero se echa de menos que quienes tienen responsabilidades al mismo nivel que Mas en esta autonomía no se expliquen al respecto. Como ciudadano español me consta que cada euro de más que vaya para una región irá de menos para otra y, en este caso, vendrá de menos a León. Que los responsables de defender mis intereses no se pronuncien me ofende. Es una dejación de sus deberes inadmisible. El cupo vasco me parece un robo, pero contextualizado por la Constitución del 78 es como el aceite de ricino, que está malo, pero finalmente te lo comes. No oculto mi deseo de que se liquide tal tropelía en cuanto la Historia lo permita. Sin embargo que ahora haya quien se quiera sumar a esas condiciones en las que abrimos nuestro mercado a sus productos, pero ellos se quedan con toda la recaudación fiscal me parece digno de una respuesta firme. No proporcionarla para evitar la supuesta “algarabía” es un síntoma de debilidad, una prueba más de que en este invento de Castilla y León no cree nadie más que los que cobran de él, suscritos a la conocida actitud de que da igual todo mientras no toquen “lo suyo”.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Javier, me declaro seguidor habitual y admirador tuyo y de todos los que trabajan para preservar la idiosincrasia leonesa.
Siento decirte que estoy perplejo cuando compruebo que no solo tú, sino que también Margarita Robles en un artículo en el Diario de León : Cataluna, Castilla, Aragon y León hace reflexiones semejantes sobre Cataluña: La última memez encabezar a ese millón y medio de paisanos exhibiendo la bandera de la Corona de Aragón…

Javier, después de casi 30 años de unión política con Castilla y de asistir al desmantelamiento de la identidad y la economía leonesa, ¿crees que hay alguna posibilidad de preservar la idiosincrasia leonesa de continuar así? Cada día que pasa lo tendremos aún peor.

A largo plazo solo veo dos posibilidades: o aceptamos diluirnos en castilla con todas sus consecuencias –que es lo más probable- o abogamos por una Autonomía propia con todas sus consecuencias.

Seguramente hemos coincidido hasta aquí. Quizás ahora empecemos a diferir…

Si todo apunta a que los leoneses tenemos un dilema: SEPARARNOS de Castilla ó DESAPARECER convertidos en castellanos pobres, nunca entenderé por qué se tacha a los catalanes de memos cuando reclaman salvaguardar su idioma, su autogobierno y su singularidad? En una palabra su idiosincrasia.

Y sobre todo NUNCA ENTENDERÉ ¿por qué muchos de nosotros (los cuasi-extintos leoneses) ponemos tanto ardor en salir en defensa de nuestros verdugos (Estado Español), para condenar a un pueblo que, sintiéndose nación, reivindica un Estado propio que les permita decidir su propio destino?

Si esta es la conclusión de dos relevantes leoneses como vosotros, me temo que parecida será la opinión mayoritaria en nuestro viejo Reino de León….

Javier, volviendo a tu razonamiento. En tu artículo no solo has llegado a validar la Autonomía de Castilla y León como Región Española (me ofende) sino que pides a los responsables de tu “región” que hagan algo (desde Valladolid) para que llegue más a León… INAUDITO.

Textualmente dices: Como ciudadano español me consta que cada euro de más que vaya para una región irá de menos para otra y, en este caso, vendrá de menos a León. Que los responsables de defender mis intereses no se pronuncien me ofende. Es una dejación de sus deberes inadmisible.

Quizás no sean la indolencia y el “cainismo” las principales causas que nos ha llevado a donde estamos, sino que de tanto sentirnos españoles antes que leoneses nos las dan por todos los lados.

Un cordial y entristecido saludo.
Carlos.

Cisastur dijo...

Carlos:
Sin pretender justificarme, porque he escrito lo que realmente creo, pienso que has leído cosas que yo no he escrito en esa columna.
La idiosincrasia leonesa está conservada porque la personalidad de los pueblos ni se crea ni se destruye, sólo se transforma (como la energía). No somos menos leoneses que hace 30 años, aunque sí menos felices y más pobres en términos relativos.
A largo plazo, ya veremos lo que pasa. Habrá que seguir en la pelea. No creo en los mensajes de catastrofismo. Ni ayudan, ni resuelven y sólo exageran.
Queremos autogobierno y eso hay que ganarlo, pero con menos palabrería y más inteligencia, números, proyectos, programas y debates. El resto es filfa y en el leonesismo, lamentablemente, hay demasiada.
Los catalanes quieren sus recursos y los nuestros. Me importa un bledo si son nacionalistas o no. Lo que tengo claro es que ningún territorio puede quedarse en el conjunto hispano para vivir a cuenta de los demás, que es básicamente lo que quieren estos independentistas de boca pequeña. Por cierto, esos señores no salvaguardan nada porque no lo tenían previamente: ni el autogobierno, ni el idioma en Barna, que era de uso marginal hace 70 años.
Yo no considero un verdugo al estado español. Tampoco acepto la retórica de "un pueblo que se siente nación" porque es falso. Aquí hay ciudadanos. Hay territorios singulares con intereses propios, como León. Y hay convivencia. Lo demás son inventos. Cuando haya algo injusto, como la postergación de León económica y culturalmente se lucha por subsanarlo con todos los medios al alcance. No me vengas con las "masacres" de Abel, que ya tuve muchas palabras con él sobre ese tema.
La opinión mayoritaria en León es que, si pudiésemos, tomaríamos el camino autonómico solos. Eso nadie lo discute a estas alturas.
La validación de CyL no sé dónde la has visto. La columna habla de León y de que el señor al que pagamos para defender nuestros intereses, un tal Herrera, es como una virgen de vestir en términos representativos. ¿Quién demonios iba a hacerlo si no? ¿Conoces tú a alguien que pueda actuar como interlocutor en Madrid?
Mira Carlos, yo soy primero leonés y luego español, pero todavía tengo los pies sobre la tierra. Sólo así podemos seguir avanzando hacia nuestro objetivo.
Lamento ser tan duro, pero estoy de retórica y de frases hechas hasta el cogote y, en este momento hay que darle una sacudida a tanto despiste como yo creo que anda suelto.
Leete el último tribuna de Proyecto León. A eso le llamo yo leonesismo en este momento.
Un saludo cordial

Anónimo dijo...

Estimado Javier, no lamentes ser "tan duro" porque no lo eres, al menos, habitualmente.

Discrepo profundamente de tu argumentación se base de afirmaciones generalistas como los catalanes quieren sus recursos y los nuestros... ¡¡Te has lucido!!. En cambio afirmas sin rubor y sin la menor justificación que no creo que el Estado Español no sea nuestro verdugo…, o que en ...en Barcelona no se hablaba el catalán hace 70 años..

Mira Javier, aunque espero llegar, aún estoy lejos de tener 70 años pero conozco bien Barcelona desde hace unos 45 años (que conste que nunca he vivido en Cataluña ni le tengo especial simpatía) y soy testigo de que entonces, en Barcelona, se hablaba catalán mayoritariamente. En los negocios, en el trabajo y en la calle.

Respecto a tus afirmaciones de que ningún territorio puede quedarse en el conjunto hispano para vivir a cuenta de los demás… sin comentarios.... Por lo visto, a diferencia de los bondadosos portugueses, solo los catalanes, de conseguir la independencia, planean vivir a cuenta de los demás…

Nunca entenderé por qué muchos leoneses de los que tanto Margarita como tú sois claros ejemplos, os convertís en avalistas incondicionales del Estado Español, haga lo que haga.

Nada importa que nos inunde Riaño, que nos prive de un mínimo de Autogobierno mientras se lo reglala a otros y nos hace depender de Valladolid...

Y lo que es aún peor, hasta exculpáis al Estado Español como máximo responsable de mirar para otro lado mientras desde la Administración Autonómica se hace todo lo posible para que la región Leonesa desaparezca de los mapas, de la mente de los españoles y ADEMÁS se acepta su brutal despoblación y empobrecimiento.

Ya sé que estarás pensando: ¡QUE CATASTROFISTA! Discrepo Javier, creo que no. Que en esta vida la única forma de enderezar el rumbo cuando está muy torcido es hacer una maniobra brusca que nos evite caer al abismo.

En mi opinión, y disculpa si te sientes ofendido, la mayoría de los leoneses solo sois realmente duros con aquellos a los que no les gusta ese invento que se llama España y que solo es uno más, igual, que los tú mismo tachas como inventos. ¿Será por aquello de que “sin León no habría España”?

Cuidadín, cuidadín, Javier. En la vida real cada día asistimos a que los hijos mayores de edad se vayan de la casa de los padres (con consentimiento o no) y las personas se divorcien sin entrar a hacer mayores valoraciones haya acuerdo o no. Si los catalanes se consideran capacitados, y lo desean mayoritariamente ¿por qué tanto afán en impedírselo?

No crees que los leoneses deberíamos de preocuparnos de que, como en la vida real, en poítica también hay parricidios y un claro ejemplo es que lo que muchos leoneses consideraís como hijo vuestro(España), lejos de cuidarnos como lo hace con Asturias, nos ignora y desprecia sin importarle que desde su Administración se propicie la desaparición de la Región y la idiosincrasia leonesa.

Javier, sin acritud.
Un cordial saludo.
Carlos.

Cisastur dijo...

Como cuestión previa, nada más lejos de mi intención que la acritud, pero sí tengo cansancio con las posturas que confunden deseos con realidades.
Lo que CIU (que es quien gobierna) quiere es unas condiciones de independencia, pero con un trato diferencial y positivo en lo que les interese. Eso se llama cupo (vasco y navarro) en este país.

No sé en qué te basas para decir que el estado español es un verdugo de los leoneses. Que determinados tipos de León no se hayan comprometido lo suficiente, que nuestra burguesía urbana del Siglo XX haya sido incapaz de significarse a favor de León no quiere decir que los demás sean verdugos. Los que cerraron la inclusión de León en esta autonomía eran gentes de aquí y los que lo permitieron, que ocupaban las instituciones públicas, también. Y la escasa intelectualidad local, que no se pronunció como debía, también.
En Barna el catalán era el lenguaje de los payeses en los años 50. Yo sí he trabajado con catalanes y he viajado continuamente allí a la oficina durante años. La gente de lengua materna catalana no vivía en Barna, aunque luego terminasen trabajando allí en la expansión de la ciudad después de la posguerra. La recuperación metropolitana de verdad del catalán tiene el tiempo de la política lingüística de la Generalitat. Otras cosa es Gerona, o Mollerusa, o Vic. No Tarragona, por ejemplo. Así que ni todos galgos ni todos podencos. Por otro lado me parece muy bien que recuperen su lengua, siempre que asuman las consecuencias (menos crecimiento económico, deslocalizaciones, declive de las escuelas de negocios ...)
Cuando un territorio abogue por la independencia, cosa que me parece legítima, que lo haga con todas las consecuencias y no a la convergente. Los bondadosos portugueses son independientes con todas las de la ley. No es eso lo que quieren los catalanes independentistas del gobierno y ese es el problema, no otro. Mira cómo han llamado a capítulo a la patronal, que se mostraba alarmada, diciéndoles que hay que negociar las condiciones. Ya sabemos de qué quieren hablar: de que me voy, pero me quedo.
El gobierno central mira para otro lado cuando nos anulan, es verdad, Por eso hay que trabajar en ese tema y en muchos otros, y denunciarlo y sacarle los colores a más de uno. Pero esta política del "todo lo hacen mal" no me vale porque nos lleva a que, teniendo la razón los leoneses, la perdemos en muchas ocasiones.
Hay mucho trabajo que hacer, Carlos, pero en los medios, en el procurador del común, en las consejerías, en los gabinetes de estudios económicos...
Mira, sobre los inventos: España es un estado reconocido internacionalemente. Cataluña fue un condado medieval que cambió de manos entre el Reino de los Francos y el de Aragón. Ese es su momento de mayor relevancia. Creo que no merece más comentario.
Yo deseo que los catalanes se vayan. Es la única forma de acabar con esto. Pero que se vayan del todo, como deben irse los vascos. Y los navarros que elijan: o régimen común o independencia. En otras palabras: quiero un federalismo puro y duro, y con León en esa mesa. Por eso me pronuncio aquí. A partir de ahí se podrá construir
una relación entre estados más o menos próspera. Pero irse a medias, ni hablar.
Finalmente, te diré que los leoneses tenemos que luchar por nuestro autogobierno con buenas dosis de realismo, pragmatismo, inteligencia, planificación (para saber qué queremos ser) y gestión. El resto me parecen discursos de taberna.
El campo de juego en el que nos movemos es que formamos parte de un estado nación que está ya incluido en un área subcontinental que es el sur de Europa. Esa es nuestra herramienta actualmente para significar algo en el mundo. Cuando las direcciones de las empresas transnacionales crean cuarteles generales únicos para España, Portugal y, pronto, Italia, aquí nos entretenemos con un debate que trae planteamientos de la Transición.
El escenario ha cambiado, Carlos, y o nos adaptamos o seremos los eternos melancólicos a los que siempre todos perjudican: unos llorones. Y estos tiempos no son para llorones.
Un saludo cordial

Anónimo dijo...

La diferencia que parece separarnos es tu deseas que los catalanes "se vayan"... como cuando se echa a un hijo de casa (con una mano detras y otra delante) y Yo que si cataluña deciden irse de España, que puedan hacerlo con consentimiento y acuerdo y no en la más absoluta de las miserias. Será mejor para todos ¡¡¡SEGURO!!!

Por gracia o por desgracia no vivimos en la Europa de los pueblos, ni siquiera ya en la Europa de los Estados. Vivimos en la Europa de las Grandes metrópolis que defienden con uñas y dientes la concentración del dinero y del poder del territorio que dominan.

Cuando los vascos o catalanes claman por la independencia, lo que realmente está en juego en España, es el enorme poder económico, mediático y político que se ha concentrado y sigue creciendo cada día, en ese Madrid engordado a base de poner a dieta al resto.

A pesar de que con la llegada de las Autonomías, cada una intenta engordar a sus respectivas capitales (léase Valladolid, Zaragoza, Sevilla, etc...), la apabullante acumulación y abuso del poder madrileño se observa fácilmente a diario.

(1) Ya no hay un solo telediario de ninguna de las innumerables cademas nacionales (de derechas, izquierdas, arriba y abajo) que no empiece INDEFECTIBLEMENTE los deportes hablando del Real Madrid, haya o no noticia al respecto.

(2)Gracias a el larguísimo pero aún no concluso proceso de centralización de todas las empresas relavantes de España, tenemos que aguantar cómo desde los medios Españoles, perdón MADRILEÑOS, alardean de sus logros económicos:

(3)21 de las 35 empresas del IBEX 35 tienen su sede central en Madrid... sabes como se han ido ubicando? Pregúntalo en Valladolid.

(4)La Fira de Barcelona cada vez es más pequeña comparada con la de Madrid,

(5)En 2008 IFEMA movió un 60% más de volumen de negocio que su competidor barcelonés

(6)Con tamaños y poblaciones no tan dispares, el metro de Madrid tiene 324 kilómetros, mientras que el de Barcelona solo 123 kilómetros.

(7)Y para qué mencionar los aeropuertos. Barajas, de casi obligado uso para todos los españoles, significa un 10% del PIB de la Autonomía de Madrid.

Y encima tenemos que soportar monsergas como que la comunidad autónoma de Madrid es la que más aporta a la riqueza nacional (un 18,71% en 2009), y que lo hace sin rechistar y sin que sus habitantes se sientan "saqueados" por otros españoles...

Estimado Javier. Lejos crear de polémicas estériles y de emplear demasiado esfuerzo en esta labor, he pretendido demostrar que hay muchas razones que aconsejan que desde León no tenemos que tomar parte con tanto énfasis en estas peleas entre grandes metrópolis que ni nos van ni nos vienen.

Estoy convencido que a León, ni los madrileños ni los catalanes nos hacen favores. Es más, quizás sería mejor para León que el gran concentrador de riquezas y poder en que se ha convertido Madrid, repartiera un poco más y NO solo sus vasallos favoritos (pucelanos) que tantos problemas han acarreado a los leoneses.

Un saludo.
Carlos.

Cisastur dijo...

Un comentario más a esta interesante polémica:
Sí, yo quiero que los catalanes se vayan, pero que lo decidan ellos y nosotros (referéndum mediante). Una vez decidido, que se vayan con todas las consecuencias. No puede ser que piensen que el resto les robamos y que luego digan que, si se van, les perjudicamos. O se sopla o se sorbe.
Coincido contigo en que vivimos en un mundo de áreas metropolitanas con grandes espacios casi vacíos entre medias. Se debe a un proceso natural en el que se han formado urbes de 7 niveles, según su relevancia y dependencia. Cada una maniobra con el fin de subir en la escala y yo creo que no es malo que sea así. Afortunadamente aquí tenemos a Madrid, de segundo nivel. Hay países que no tienen ciudades por encima del cuarto rango (Eslovaquia, Irlanda ...), cosa que es bastante peor para proyectarse en el mundo. Cataluña, como Portugal, tendría una en el tercer nivel. Por lo tanto que Madrid, o París, o Berlín, o Roma, o Atenas, o Viena centralicen no es antinatural, sino el proceso lógico en las actuales reglas del juego en Europa y en el mundo.
Yo no he oído jactarse a los madrileños de lo que aportan al PIB, porque Madrid es una ciudad abierta. Barna lo fue, pero ya no lo es, aunque a mí confieso que me encanta. Siempre han aludido a esto los madrileños como respuesta a la dialéctica catalana, nunca como argumento de primer intento. Jamás han argüído la realidad: que le han ganado la partida a Barna como centro de negocios por su elección de Valencia como puerto (forzada por la negativa de Barna) y por la apuesta por el catalán en la ciudad mediterránea.
Por cerrar mi exposición, creo que lo que le pasa a León tiene causas concretas y responsables concretos. Ahí es donde debemos trabajar: en plantear alternativas y acusar a los oportunistas.
Un saludo cordial