lunes, 18 de marzo de 2013

El Concejo Leonesista

El sábado pasado tuvo lugar un concejo abierto leonesista para hablar de las alternativas del movimiento en el futuro. La sesión se articuló en torno a seis ponencias en las que diversas personas del movimiento expusieron su punto de vista sobre la situación actual y cómo estimaban que podría potenciarse la presencia leonesista. Al final se desarrolló un interesante e intenso turno de intervenciones que avivó el debate. Entre las conclusiones más evidentes quedó que existe una corriente amplia y multilineal del leonesismo sociocultural y del económico que está asentada. No hay más que ver cómo actos y reivindicaciones de todo tipo siguen existiendo cuando han desaparecido las ayudas públicas, cosa que no puede decirse de otros ámbitos de la actividad ciudadana. El leonesismo es visto con simpatía por una mayoría social, algo impensable hace veinte años, y como la normalidad en León a nivel de calle y de medios de comunicación. Los espacios pancastellanistas o projuntistas –llámese como se quiera- son generalmente producto de subvenciones y se califican de “frikis” en el lenguaje coloquial. El problema convenido por la casi unanimidad del concejo es la desconexión de los partidos sedicentemente leonesistas de la corriente social que les sirvió de sustrato. Los tres partidos leonesistas o no existen prácticamente (PREPAL) o no funcionan como tales (UPL y PAL). Los dos mayores se han convertido en playas de desembarco de oportunistas en la política. Carecen de compromisos con el leonesismo y reclaman manos libres para que haga lo que quiera quien los dirija en cada momento; eso sí, siendo lo menos molestos y lo más amables que se pueda con todas las instancias del poder. Sin embargo es un hecho que esta autonomía se sustenta sobre un grave problema constituyente, lo que está reñido con las posturas de comodidad. La voluntad popular era manifiestamente contraria a esta autonomía tal y como se configuró y, a pesar del adoctrinamiento de 30 años, la herida sigue abierta. En conclusión, es necesario que el leonesismo tenga presencia en las instituciones con programas, compromisos y calendarios. Lo demás …

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