viernes, 14 de marzo de 2014

LEÓN CIUDAD Y EL FERROCARRIL VELOZ

La crisis económica ha desmantelado los planteamientos para soterrar las vías del ferrocarril en gran parte del país. León no ha sido una excepción y ahora hay que repensar el proyecto y solicitar aquello que más nos convenga, pero ajustado a las posibilidades actuales. Por otra parte, no hay que olvidar que los soterramientos estaban financiados con la venta de terrenos a precio de oro. En otras palabras, los soterramientos se iban a financiar cobrando una locura por el suelo de cada piso. En resumen, la financiación de los soterramientos del ferrocarril era una causa más de la burbuja del ladrillo. El peligro de estos replanteamientos está en ser gregarios, es decir, en querer hacer lo que todos. Y eso puede estar bien o no, porque la realidad leonesa tiene sus peculiaridades. Hay algunos factores a tener en cuenta sobre los demás por su importancia. El primero es la accesibilidad de la nueva estación. Si el embarque se realiza lejos de la ciudad el tren perderá importancia y la inversión no será aprovechada. Eso aconseja dejar la estación donde está o sacarla, como muy lejos, a la zona del Lidl de Trobajo del Camino. Un segundo factor es aprovechar la intermodalidad, es decir, la posibilidad de cambiar de medio de transporte público fácilmente. Bajo ese punto de vista la estación de trenes debe quedar al lado de la de autobuses. Un tercer factor es la viabilidad financiera del proyecto. En este tema hay que ser realistas y olvidarse de las quimeras de 2007. Hay que solicitar un soterramiento, que siempre será caro, pero a la vez asumible, por lo que habrá que reducir la longitud. Otro factor más es evitar el fondo de saco actual para acabar con la polémica que está privando a León de algunas frecuencias ferroviarias. No se puede perder oferta porque entonces ninguna inversión se rentabilizará al máximo. Para eso es aconsejable dar continuidad al recorrido a través de la vieja estación. Un último factor importante es mantener las calles que se abrieron a través de las viejas vías y permeabilizar más el resto de zonas afectadas por el ferrocarril para compactar más la ciudad y abrir nuevas posibilidades en los barrios. Personalmente, considerando todo esto, creo que la solución pasa por volver a la vieja estación y soterrar desde la nueva calle del Palacio de Congresos hasta el Crucero. Habría que sacar las playas de vías del espacio urbano así como la actividad de talleres, que es industrial, y que debe llevarse a un polígono adecuado. Si se lograse todo eso tendríamos la obra terminada.

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