viernes, 7 de marzo de 2014

LA ENSEÑANZA DE INGLÉS EN LEÓN

El conocimiento de la lengua inglesa es una herramienta imprescindible hoy en día. El inglés se ha convertido en el idioma vehicular por antonomasia en todo el mundo y en Occidente en particular. Quien quiera estar en el mercado laboral en un sentido amplio, es decir, más allá de las fronteras de su casa, ha de saber comunicarse en inglés. Por eso el aprendizaje de esta lengua se ha convertido en un negocio y en el objetivo de numerosas instituciones públicas. Tras el rotundo fracaso del sistema educativo, en el que se empieza a estudiar con 3 años y a los 16 aún no se habla ni se entiende con soltura, se abren diversas posibilidades para el que desea aprender esta lengua de verdad. Y digo de verdad porque las lenguas sirven para comunicarse y, por el contrario, hay abundantes casos en que las clases se pierden en una maraña de reglas gramaticales, que son necesarias, pero una vez se conversa. En León hay tres vías principales: la Escuela Oficial de Idiomas, el Centro de Idiomas de la Universidad de León y las academias de idiomas privadas. De la Escuela Oficial de Idiomas se puede afirmar que es ineficiente. Y se puede decir simplemente por comparación. Aprender en las clases de la EOI es mucho más lento que hacerlo en una academia. Una vez más aparecen los tics de hipergramaticalismo y todo queda subsumido bajo el mantenimiento de un plan largo, tedioso y de escaso fruto. Eso sí, te dan un título. Del Centro de Idiomas de la ULE debo decir que acabo de recibir quejas de tres alumnos extranjeros centroeuropeos por la falta de seriedad y de rigor, por lo que no volverán. Parece ser que el nivel es desigual en una misma clase y que los móviles suenan durante la misma, aparte de una incomprensible condescendencia con las faltas de puntualidad. No sé si todos estos defectos son tan marcados, pero alguien tiene que tomar nota de que los clientes se quejan: algo se está haciendo mal cuando hay gente que decide no volver al centro. En último lugar está la enseñanza privada de inglés. En este grupo hay de todo: buenos, regulares y malos. La cuestión es que los malos terminan por tener menos alumnos a favor de los buenos y la oferta se autorregula, cosa que no sucede en los dos casos anteriores. Recapitulando, hay que establecer como esencial la comunicación en inglés si queremos que nuestra sociedad tenga algo que decir en algún foro. Por esta razón debe existir un cierto grado de comparación entre todos. Sólo así se podrá acabar con ineficiencias como las que hoy existen en León.

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