jueves, 2 de febrero de 2017

LOS CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN LEÓN

Se han hecho públicos los datos de padrón municipal como cada año. Ya se puede consultar la población a 1 de enero de 2016 en la web del INE. Como en años anteriores, hemos podido ver que León viene perdiendo entre cinco y seis mil habitantes anualmente. Dado que en enero de 2016 tenía 473.600, actualmente ha de contar con unos 468.000 habitantes. Así que desde 1996 hasta hoy desaparecen 50.000 censados. Es una caída descomunal y va siendo hora de que las instituciones adopten medidas especiales para corregirlo. Podemos hacer un ejercicio de análisis que, aunque no permite el desahogo, es más útil para el común. En primer lugar hay que afirmar que la población en el campo cayó rápidamente en estos veinte años, de manera que la provincia que tenemos hoy tiene poco que ver con la que teníamos en los noventa. Las áreas urbanas también pierden globalmente población, pero lo hacen con más lentitud. En consecuencia tenemos poca población netamente rural y muy dispersa. Para dar servicios a estos ciudadanos hay que repensar la administración pública refundiendo ayuntamientos y fortaleciendo el papel insustituible de las juntas vecinales que aún queden operativas. Fuera de las redes rururbanas de León y Ponferrada, hay menos de 50.000 personas -viviendo realmente- en una superficie que es como la provincia de Lugo. Hay que simplificar la administración, tener menos gasto de gestión y dedicar la mayor parte del presupuesto a dar servicios. Por su parte las áreas urbanas -obviando casos extremos como el del Ayuntamiento de Villablino- declinan o se estancan. Un caso especial es el de la capital: León Ciudad pierde últimamente unos 1.800 habitantes al año, por lo que seguramente en este momento no llegue a los 125.000. Ha perdido veinte mil censados en veinte años y va a peor. Y su área metropolitana tampoco está ganando ya población, sino perdiéndola: San Andrés, Villaquilambre, Valverde de la Virgen o Valdefresno se estancan o caen. La situación de esta ciudad requiere un ejercicio de liderazgo y medidas especiales que causan inquietud porque no parece existir la predisposición para realizarlos. Ponferrada y su entorno inmediato sufren el mismo proceso, pero con más suavidad por el momento. Hay que evitar que caiga en la dinámica de la capital. Un dato positivo es que los nodos intermedios (Astorga, La Bañeza, Bembibre, Santa María del Páramo, Sahagún…) han dejado de caer o caen muy lentamente. Puede ser una consolidación que se traduzca en una oportunidad para fijar residentes. Hay que garantizar una cartera de servicios al ciudadano en estas cabeceras.

No hay comentarios: