sábado, 10 de junio de 2017

PATRIMONIO OLVIDADO LEGIONENSE

Hablábamos la semana pasada de la posibilidad de considerar León una ciudad patrimonio. Todos conocemos una serie de monumentos de primera línea que no hace falta enumerar. Sin embargo, esparcidos por la trama urbana hay un grupo de edificios con valor histórico e interés para el visitante que resultan desconocidos hasta para los propios leoneses. Este conjunto sería relevante en muchas ciudades que no cuentan con un San Isidoro, una catedral como ésta, o un San Marcos. ¿Por qué no se completa una ruta para ponerlos en valor y hacer así una oferta del León ciudad total? Por ejemplo pocos leoneses conocen que la iglesia de San Martín, en pleno Barrio Húmedo, cuenta con una cabecera de estilo gótico probablemente de la etapa de la catedral. Solo lo puede apreciar quien entre en el templo. Da para una breve visita con la anécdota incluida de su “absorción” en el falso consistorio de la Plaza Mayor, que se construyó mucho después. Otro ejemplo de iglesia interesante y olvidada es la de Santa Ana, con unos tramos góticos y pinturas interesantísimas en sus paredes. También da para una explicación hablando del mercado que hubo al lado, de Buenaventura Durruti… Y por qué no mirar a la iglesia del Mercado, un edificio románico que se derrumbó y reconstruyó de otra manera en época posterior. Tiene unas celosías románicas de hierro que forman un conjunto impresionante, y una portada románica oculta, y el camarín con los techos pintados, y el barco del Conde de Rebolledo, y… Pero quedan más cosas que ver, como la olvidada iglesia de Palat del Rey, la primera capilla palatina de los Reyes de León, cuya techumbre debería ser visitable por encima(hay una escalera para subir y asomarse) porque está coronada por una cúpula de gallones con 1100 años aproximadamente. ¿Y qué me dicen de San Pedro de los Huertos? De estilo popular de las que ya no quedan en ninguna gran ciudad. Pero es que las saeteras orientadas para la fusilería en Puerta Moneda también merecen una breve visita. O la torre de los Ponce, a la vera de la Plaza Mayor, última torre romana a la vista. O el patio del Palacio de Jabalquinto para saber lo que fue la baja nobleza leonesa . Hay docenas de lugares curiosos por los que darían dinero muchas capitales españolas sin apenas patrimonio reseñable. El ayuntamiento debería redactar un catálogo, adecentar los entornos de estos lugares y poner en valor la ciudad como un todo donde la ruta callejera sea algo divertido y ameno además de artístico. Eso es lo que hace a una ciudad atractiva: mostrarse a sí misma como es: remarcando su identidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿que te parece el decreto de guias turisticos de castilla y leon?. quiza si la liberalizacion de la economia fuera un hecho alguien tendria iniciativa privada para rentabilizar esos lugares, como en madrid por ejemplo. pero con ese decreto solo los guias pueden tener operatividad, siempre segun lo que mande la junta, no lo que crea el ingenio. pura competitividad, de la que nos dan lecciones los linces herrera silvan y cia. quien se arriesgue puede tener problemas, porque bic o monumento inventariado no seran y en consecuencia no hay tema, pero por si acaso.....menudos estan los guias con su coto; mejor marcharse donde hay oportunidades.

Cisastur dijo...

Pues la normativa sobre guías en esta autonomía garantiza la desatención en todos los monumentos que no tienen masas de visitantes. Es desacertada.